LA SOLEDAD DE LOS QUE NO ESTÁN PROGRAMADOS
Estos días he estado pensando en una persona que sin esperarlo yo, se ha convertido en alguien al que admiro. Y alguien que presiento que se ha tenido que sentir muy sólo. Hablo del cirujano Ángel Escudero.
Y cuando hablo de soledad, no hablo de su situación personal que la desconozco:).Hablo de como ha podido llegar más lejos que nadie, en su descubrimiento y DEMOSTRACIÓN de que es desde el pensamiento desde donde podemos cambiar nuestra realidad A NUESTRO DESEO y la soledad que debe producir después de décadas de experiencia profesional probatoria el hecho que parece que nadie se ha dado cuenta todavía de sus implicaciones.
Sus alumnos seguro que ya han empezado a translucir algo, pero aún así, la enorme mayoría de ellos (según la información que a mi me consta) ni siquiera confían en sí mismos a la hora de aplicar lo que han aprendido con el Dr. Escudero en el ámbito del control mental del dolor físico de forma TOTAL y por ello, según tengo entendido, hacen firmar un montón de cosas a todo el que se pone en sus manos para hacer cosillas “sin anestesia”.
¡Cuán solo se tiene que sentir alguien como él, que ve mucho más allá que la enorme mayoría de nosotros, que ademas prueba lo que afirma, que lo prueba durante varias décadas y aún así, ve como nadie se enterado, nadie lo aplica en sus vidas y sufre además el rechazo “lógico” de los “representantes de la ciencia oficial”, representantes a su vez, de la mentalidad de escasez connatural a la especie humana!
En un mundo de gente que encuentra su identidad en este paradigma de la escasez, de la “normalidad” de la enfermedad, en lo “natural” de sufrir (después de todo sufrimos porque seguro “alguna habremos hecho”), ¿cómo íbamos a darle los honores que se merecen a los liberadores de la especie humana?
EL SUFRIMIENTO COMO OBJETIVO DE LA VIDA EN LA TIERRA
Nuestro mundo, nuestra existencia humana, ha sido configurada COMPLETAMENTE en torno al “sufrimiento”. A pesar de mi tendencia a la prudencia en temas espirituales -en tanto no puedo verificar hechos de esta naturaleza-, me atrevo a hablar de la posibilidad de que este sufrimiento lo llevemos arrastrando quizá ya demasiadas vidas .
Nuestra entrada física en el mundo ya viene (estúpidamente, como demuestra el Dr. Escudero) marcada por el sufrimiento, entendido como dolor físico y miedo aterrador.
Los primeros años de la vida, vienen marcados asimismo, a nivel del sufrimiento que vas a experimentar, por los padres: los que “aleatoriamente” te toquen, o que “no te toquen” si te ha tocado ¿vivir? la experiencia del abandono. Recibirás tu dosis de dolor en función de tu grado de “adaptabilidad” en tu nivel de integración con el entorno. Y nuevas dosis con las “inevitables” enfermedades y dolencias tradicionales que parece que suelen atacar especialmente a los más pequeños (la tendencia “biológica” de las enfermedades infantiles -en tanto que organismos más inadaptados biológicamente al entorno-, comienza a chirriarme, porque “entiendo” que existen posibilidades de que la enfermedad está relacionada causalmente y de forma muy individualizada, con como te afecté emocional/espiritualmente el entorno). Incluiremos aquí para completar el mapa del sufrimiento infantil, las enfermedades graves no habituales, como procesos oncológicos, o degeneraciones varias en los pequeños, en una situación que cualquier ser almado por muy “comido del tarro” que este por el sistema new age, encontrará injustificable.
Cuando ya comienzas a manifestar tu “consciencia”, un pelín más allá de la infancia, a nivel emocional, según sea tu nivel de “borreguismo” es posible que tu sufrimiento varíe, según esa extraña pregunta que te hacen a veces de “¿Prefieres ser tonto y no sufrir o listo y sufrir?”. Según el experto en regresiones norteamericano, Clive Hetherinton, cuanto más peligroso seas para el sistema, se producirían sabotajes emocionales de tus iguales (según Clive, instigados sutilmente por fuerzas ajenas a la humanidad). De acuerdo a las extravagantes teorías de este autor, “coincidentemente”, aquellos que “fracasan” más -que son los que mayores grados de sufrimiento suelen experimentar-, serían también según él, los potencialmente “más despiertos” y con mayor capacidad de “despertar a los otros” de lo que actualmente conocemos como “matrix”.
Pero no hace falta ser especialmente peligroso, el sufrimiento siempre estará al acecho, en forma de marginación, exclusión, desprecios ¿quién no pasa por alguna de estas experiencias en la vida humana? La vida en la tierra se suele convertir en una carrera de obstáculos en la que algunos muchos, parecen destinados a caer, a sufrir, hagan lo que hagan.
EL SUFRIMIENTO DE LOS QUE TIENEN ÉXITO