viernes, 3 de julio de 2015
jueves, 2 de julio de 2015
Sincronicidad: el significado de las coincidencias en un universo espejo
INVESTIGAMOS A FONDO LA SINCRONICIDAD, UNO DE LOS GRANDES ENIGMAS DEL UNIVERSO: ¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE LAS COINCIDENCIAS? ¿PUEDEN HABER EVENTOS SIN CAUSAS? ¿BORRAN LAS SINCRONICIDADES LA FRONTERA ENTRE EL MUNDO DE LOS SUEÑOS Y EL MUNDO DESPIERTO? ¿SEGUIR LAS SINCRONICIDADES, LOS SIGNOS SUTILES EN EL CAMINO, NOS PUEDE LLEVAR AL TAO?
Uno de los aspectos más enigmáticos y cautivadores del universo en el que vivimos es la sincronicidad. A todos nos ha pasado en alguna ocasión una coincidencia tan improbable que nos resulta ominosa, mágica, epifánica o perturbadora. Conexiones entre sucesos, personas e información que trascienden la realidad convencional: como si las cosas tuvieran hilos invisibles que sólo por momentos —en estados de conciencia elevados o por una misteriosa alineación— podemos vislumbrar.
Aunque el concepto de sincronicidad existe al menos desde el tiempo de los Vedas, fue el psicólogo suizo Carl Jung quien acuñó el término e inició el estudio de este fenómeno de manera rigurosa, si no científica: la dificultad de abordar la sincronicidad desde una metodología solamente científica yace en que los eventos que se concatenan lo hacen sin tener una causa, al menos no una causa que podamos encontrar dentro de los límites de la física clásica y de un universo mécanico. Consciente de la vastedad y elusividad del principio de la sincronicidad, Jung ensayó diversas definiciones a manera de un acercamiento teórico. Empezando desde lo más general y sintético podemos decir con Jung que la sincronicidad es “la ocurrencia temporal coincidente de eventos acausales”, que es un “principio de conexión acausal”, una “coincidencia significativa” o que es un “paralelismo acausal”.
Pero la sincronicidad para Jung va mucho más allá de estas someras descripciones. Toca y se entronca con los campos más profundos de la mente humana, siendo en muchos casos una manifestación externa del inconsciente colectivo, a veces materializada a través de símbolos. Jung creía que las “coincidencias” no solo estaban gobernadas por el azar —siendo que su probabilidad de suceder era tan poca que podrían considerarse estadísticamente significativas— sino por una dinámica más profunda. Coincide en esto con el texto gnóstico del Kybalion, que dice: “Azar no es más que el nombre que se da a una ley desconocida; hay muchos planos de causación”. Y para ampliar la madeja de posibles conexiones, recordemos que Don Juan le dice a Carlos Castaneda, como si fuera un experto jugador de póquer de realidades alternas, que la suerte es una forma de poder.
Al igual que su concepto de los arquetipos, Jung, lo mismo que el físico Wolfgang Pauli, pensaba que la sincronicidad era una expresión de lo que llamaba unus mundus, una realidad unificada subyacente de la cual todo lo que vemos emerge y a la cual todo regresa. Este unus mundus es similar a la teoría de la mecánica cuántica de David Bohm expuesta en La Totalidad y el Orden Implicado, en la que se postula la existencia de una especie de mar universal de energía infinita del cual se desdobla —o se ex-plica— el mundo material fenoménico que percibimos, el cual apenas es una ondulación en la superficie de lo inconmensurable. Para Jung la improbable pero significativa coincidencia de una sincronicidad era posible por el hecho de que tanto el observador como el evento observado a fin de cuentas brotan de una misma fuente, del unus mundus. Es decir, la conexión acausal, a distancia, sin la aparente acción de una fuerza física (conocida) sería posible porque en profundidad todos los eventos y todos los sujetos que perciben un evento no son más que la misma cosa. El uno es el otro: es el mismo. “We are like islands in the sea, separate on the surface but connected in the deep”, dijo à propos William James. Es como si todo lo que ocurriera en el universo en realidad ocurriera dentro de una sola mente, que por momentos y siempre en la superficie, padece una esquizofrenia omnipotente. Pero más allá de sugerir esta idea un tanto trillada de la unidad subyacente, del todo en cada parte, del holograma que se proyecta en el mundo, en fractales, invetiguemo
Uno de los aspectos más enigmáticos y cautivadores del universo en el que vivimos es la sincronicidad. A todos nos ha pasado en alguna ocasión una coincidencia tan improbable que nos resulta ominosa, mágica, epifánica o perturbadora. Conexiones entre sucesos, personas e información que trascienden la realidad convencional: como si las cosas tuvieran hilos invisibles que sólo por momentos —en estados de conciencia elevados o por una misteriosa alineación— podemos vislumbrar.
Aunque el concepto de sincronicidad existe al menos desde el tiempo de los Vedas, fue el psicólogo suizo Carl Jung quien acuñó el término e inició el estudio de este fenómeno de manera rigurosa, si no científica: la dificultad de abordar la sincronicidad desde una metodología solamente científica yace en que los eventos que se concatenan lo hacen sin tener una causa, al menos no una causa que podamos encontrar dentro de los límites de la física clásica y de un universo mécanico. Consciente de la vastedad y elusividad del principio de la sincronicidad, Jung ensayó diversas definiciones a manera de un acercamiento teórico. Empezando desde lo más general y sintético podemos decir con Jung que la sincronicidad es “la ocurrencia temporal coincidente de eventos acausales”, que es un “principio de conexión acausal”, una “coincidencia significativa” o que es un “paralelismo acausal”.
Pero la sincronicidad para Jung va mucho más allá de estas someras descripciones. Toca y se entronca con los campos más profundos de la mente humana, siendo en muchos casos una manifestación externa del inconsciente colectivo, a veces materializada a través de símbolos. Jung creía que las “coincidencias” no solo estaban gobernadas por el azar —siendo que su probabilidad de suceder era tan poca que podrían considerarse estadísticamente significativas— sino por una dinámica más profunda. Coincide en esto con el texto gnóstico del Kybalion, que dice: “Azar no es más que el nombre que se da a una ley desconocida; hay muchos planos de causación”. Y para ampliar la madeja de posibles conexiones, recordemos que Don Juan le dice a Carlos Castaneda, como si fuera un experto jugador de póquer de realidades alternas, que la suerte es una forma de poder.
Al igual que su concepto de los arquetipos, Jung, lo mismo que el físico Wolfgang Pauli, pensaba que la sincronicidad era una expresión de lo que llamaba unus mundus, una realidad unificada subyacente de la cual todo lo que vemos emerge y a la cual todo regresa. Este unus mundus es similar a la teoría de la mecánica cuántica de David Bohm expuesta en La Totalidad y el Orden Implicado, en la que se postula la existencia de una especie de mar universal de energía infinita del cual se desdobla —o se ex-plica— el mundo material fenoménico que percibimos, el cual apenas es una ondulación en la superficie de lo inconmensurable. Para Jung la improbable pero significativa coincidencia de una sincronicidad era posible por el hecho de que tanto el observador como el evento observado a fin de cuentas brotan de una misma fuente, del unus mundus. Es decir, la conexión acausal, a distancia, sin la aparente acción de una fuerza física (conocida) sería posible porque en profundidad todos los eventos y todos los sujetos que perciben un evento no son más que la misma cosa. El uno es el otro: es el mismo. “We are like islands in the sea, separate on the surface but connected in the deep”, dijo à propos William James. Es como si todo lo que ocurriera en el universo en realidad ocurriera dentro de una sola mente, que por momentos y siempre en la superficie, padece una esquizofrenia omnipotente. Pero más allá de sugerir esta idea un tanto trillada de la unidad subyacente, del todo en cada parte, del holograma que se proyecta en el mundo, en fractales, invetiguemo
Cables de un Universo Paralelo /¿Qué hay detrás de una coincidencia?
Después de esta breve introducción al fascinante mundo de la sincronicidad, entremos en materia. Aquí lo interesante son las sincronicidades, las experiencias, lo que se vive y mistifica. Estoy seguro de que todas las personas que están leyendo este texto sobre la sincronicidad —el cual pretende ser un espejo— han sentido el asombro medular de descubrir que una coincidencia en sus vidas tiene un significado oculto. Es decir, que más allá de lo inefable y extraño que puede ser que yo me haya encontrado en la calle a una persona que no había visto hace años justo después de haber soñado con ella la noche anterior, o de que por alguna razón decido abrir un libro y en esa página “azarosa” me encuentro con la palabra extacta que antes ya flotaba en mi mente, o tal vez estoy considerando viajar y salgo a la calle y veo las placas de un coche que dicen LSD, estas co-ocurrencias nos están diciendo algo, el universo o nosotros mismos estamos queriendo comunicar algo, algo que va más allá de la trivialidad cotidiana en la cual generalmente nos movemos. Veamos algunos ejemplos.
En su ensayo Synchronicity (1952) Jung relata un evento sincrónico que ha pasado a ser un referente:
Una joven paciente soñó, en un momento decisivo de su tratamiento, que le regalaban un escarabajo de oro. Mientras ella me contaba el sueño yo estaba sentado de espaldas a la ventana cerrada. De repente, oí detrás de mí un ruido como si algo golpeara suavemente la ventana. Me di media vuelta y vi fuera un insecto volador que chocaba contra la ventana. Abrí la ventana y capture a la criatura mientras volaba hacia el interior de la habitación . Era la analogía más próxima a un escarabajo de oro que pueda darse en nuestras latitudes, a saber, un escarabeido (crisomélido), la Cetonia aurata, la «cetonia común», que al parecer, en contra de sus costumbres habituales, se vio en la necesidad de entrar en una habitación oscura precisamente en ese momento. Tengo que decir que no me había ocurrido nada semejante ni antes ni después de aquello, y que el sueño de aquella paciente sigue siendo un caso único en mi experiencia.
Aparece muerto el doctor que elaboró la teoría que relacionaba las vacunas con el autismo
Bradstreet, que según las autoridades se mató de un disparo de escopeta en el pecho, fue encontrado por un pescador el pasado 19 de junio en Rocky Broad River. Las autoridades también encontraron un arma de fuego en el agua.
Bradstreet, que era de Georgia, publicó una controvertida investigación que sugiere un vínculo entre las vacunas y el autismo. La reclamación ha sido ampliamente refutada en la comunidad médica. Su familia está recaudando dinero para investigar su muerte.
Traducido por Selecta News
Fuente: http://time.com/3939053/dr-jeff-bradstreet-dead/
RELACIONADO
Las circunstancias que rodean la muerte de Bradstreet se hacen tanto más curiosa por un reciente ataque multi-agencia liderada por la FDA en sus oficinas.
“La FDA aún no ha revelado por qué los agentes registraron la oficina del médico, según los informes, un ex pastor que ha sido motivo de controversia durante más de una década”, informó el Gwinnett Daily Post .
Leer mas http://www.infowars.com/mysterious-death-body-of-doctor-who-linked-vaccines-to-autism-found-floating-in-river/
La familia de Bradstreet está recaudando fondos en línea para investigar su muerte, incluyendo “una investigación exhaustiva sobre la posibilidad de juego sucio.”
Leer mas…http://www.cbsnews.com/news/authorities-anti-vaccine-doctor-dead-in-apparent-suicide/
Somos creadores de jaulas intelectuales, emocionales, sexuales…
Alejandro Jodorowsky: Como el cerebro es infinito, nos fabricamos jaulas intelectuales. Como nuestra capacidad de amar es infinita, nos fabricamos jaulas emocionales.
Como nuestra capacidad de gozar es infinita, nos fabricamos jaulas sexuales. Como nuestra capacidad de vivir es infinita, nos fabricamos vicios mortales.
¿Nacemos libres?
Nacemos libres, pero la familia, la sociedad, la cultura nos mete en una jaula de barrotes limitadores que no nos dejan ser lo que somos. ¡Qué fácil a veces es ver la jaula en el vecino y qué difícil ver en la que estamos metidos!
Soy consciente de la cárcel en la que vivo.
Brontis Jodorowsky: Si puedes sentir tu cárcel, es que hay en ti un espacio donde eres libre. Por más pequeño que sea, recela tu posibilidad de salir de tus esquemas.
En vez de tratar de escapar de ella, explora tu celda a fondo, verás así que no tiene otro limite que el que tú le das.
Considérala como la tierra fértil en la cual sembrar tu semilla de libertad y crecerás.
Alejandro Jodorowsky
miércoles, 1 de julio de 2015
Descubren un organismo que detiene su envejecimiento
Los seres humanos llevamos toda la vida intentando hallar la forma de luchar contra el proceso imparable del envejecimiento.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Duke (EEUU) ha encontrado un organismo, de apenas un milímetro de longitud, que es capaz de hacerlo: detener su envejecimiento y duplicar así su esperanza de vida.
El descubrimiento ha sido publicado en la revista Plos Genetics.
El organismo en cuestión es Caenorhabditis Elegans, un nematodo como el conocido Anisakis y los científicos han descubierto que ante la falta de alimento, éste puede entrar en un estado que le permite detener su desarrollo. El organismo puede seguir moviéndose aunque sus células estén aparentemente congeladas, obstaculizando así el proceso del envejecimiento.
Este proceso se revierte cuando el organismo vuelve a disponer de alimento, ya que entonces, retoma su desarrollo normal, aunque con el añadido de haber aumentado su esperanza de vida. Este proceso puede llevarle a duplicar su esperanza de vida estipulado en un principio.
Los investigadores esperan encontrar alguna forma, en el futuro, de replicar esta técnica exitosa anti-envejecimiento, pero ante todo, afirman que podría ser una buena herramienta para el tratamiento del cáncer ya que, “uno de los grandes misterios del cáncer es cómo sus células pueden hibernar en el organismo durante años antes de volver a la vida.
Creo que los procesos de los nematodos que inducen sus células a estados de hibernación y luego las despiertan podrían ser los mismos que en las metástasis”, afirma David Sherwood, líder del estudio.
fuente:http://www.muyinteresante.es/naturaleza/articulo/descubren-un-organismo-que-detiene-su-envejecimiento-361403606099
EMILIO CARRILLO - Enfermedad y Consciencia (Conferencia Completa)
Conferencia de Emilio Carrillo en el congreso ¿PARA QUÉ ENFERMAMOS? organizado por la ONG CANVI. Durante 2 horas Emilio habló de diversos temas, la mente y el ego, el propósito de la existencia humana, las dimensiones, la meditación...
Emilio Carrillo
Economista, Experto Internacional en Desarrollo Local por Naciones Unidas y Técnico de la Administración General del Estado, ha desplegado una amplia labor académica, política y de gestión en Desarrollo Económico y Territorial y Hacienda Pública, materias en las que ha publicado 22 libros, siendo profesor de diversas universidades españolas y extranjeras, vicealcalde de Sevilla, vicepresidente de la Diputación hispalense y presidente de la Red de la Unión Iberoamericana de Municipalistas. Compaginó siempre estas actividades con el interés por otros ámbitos temáticos.
Pero fue a partir de una serie de experiencias vitales y conscienciales cuando su atención se centró prioritariamente en la Filosofía, la Historia, y, sobre todo, en la Espiritualidad, campos en los que ha impartido multitud de conferencias y talleres y en los que es autor de 12 libros, como Los Códigos Ocultos (2005), Buscadores (2009), Amor: Vida y Consciencia (2012) y Dios (2013).
¿COMO GENERAR CAMBIOS EN TU VIDA? por Yolanda Soria y José Allende – BIODESCODIFICA T
En esta ocasión José Allende de La Ruta Verde, entrevista a Yolanda Soria Jiménez, sobre las propuestas terapéuticas, Creencias, Biodescodificación, que realiza Yolanda y que nos permitirá romper nuestros límites para cambiar nuestra realidad.
¿COMO GENERAR CAMBIOS EN TU VIDA? por Yolanda Soria y José Allende – BIODESCODIFICA T
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