La creencia de que nuestras almas o espíritus son reencarnados en otras vidas en tiempos diferentes se remonta por lo menos a 3.000 años de antigüedad. En las antiguas tradiciones de la India, Grecia, y los druidas celtas ya hablaban de que nuestro espíritu no se limita a las siete, ocho o nueve décadas de la vida en la Tierra.
“Hoy en día nos enseñan desde una edad muy temprana en la sociedad judeocristiana actual que la reencarnación no existe. Pero, una vez que observas esto en un niño y la evidencia es totalmente convincente, tienes que abrir tu mente a otra explicación de lo que está ocurriendo.
Siendo muy niños aún no hemos tenido el condicionamiento cultural de tapar esas experiencias en esta vida, así que las memorias pueden surgir más fácilmente.
Esas memorias tienden a desvanecerse a partir de las edades comprendidas entre 5 a 7 años”.
Carol Bowman
¿Y tú qué crees? ¿Has pensado alguna vez en que has tenido en una vida o vidas pasadas, crecer, trabajar, amar y sufrir en papeles muy diferentes a la que estás viviendo?
Si pensamos fríamente, es muy posible que fuéramos de una cultura diferente o de otra clase socio-económica. Aquellos que creen en vidas pasadas sugieren que podríamos tener indicios sobre lo que fuimos en nuestras vidas pasadas como los diversos aspectos complejos que conforman nuestra personalidad física, emocional, intelectual y psicológica actual, además de que en algunos casos son capaces de recordar quienes fueron.
Este es el caso que se comenta a continuación de un niño pequeño llamado Sam Taylor, donde en un reciente estudio ha concluido de que hay pruebas convincentes de que él es la reencarnación de su abuelo. Sam tenía 18 meses de edad cuando su padre le estaba cambiando el pañal, cuando el propio Sam le dijo a su padre:
“Cuando yo tenía tu edad, solía cambiarte tu pañal”.
DESPERTARES
Pruebas irrefutables de vidas pasadas
El Dr. Jim B. Tucker del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Virginia, dio a conocer la historia de Sam en un vídeo publicado en el sitio web de la universidad. El Dr. Tucker, quien ha estudiado más de 2.500 casos de niños que recuerdan sus vidas pasadas, explicó que Sam hizo algunas declaraciones sorprendentes mientras miraba un viejo álbum de fotografías familiar.
Un buen día el padre encontró un viejo álbum de fotografías familiar mientras realzaba una limpieza a fondo del hogar. Según explicaron los padres de Sam, el pequeño nunca había visto una fotografía de su abuelo. Sam abrió el álbum de fotos y comenzó a mirar todas las fotografías, cuando señaló una foto de un coche, y dijo: “Ese es mi coche”.
Los padres se sorprendieron al ver que estaba señalando el primer coche de su abuelo, uno que había sido muy importante en la vida de este. Pero la madre de Sam era escéptica, y nunca había creído en el concepto de la reencarnación. Entonces ella lo puso a prueba, le mostró una fotografía de su abuelo cuando era un niño con otros niños de la misma edad. Sam señaló a su abuelo y le dijo: “No lo soy”. Ella le corrigió y dijo que señaló a su abuelo: “No, ese soy yo”, respondió.
Pero incluso con esta prueba irrefutable, la madre de Sam continuaba sin creerse que su hijo fuera la reencarnación del abuelo, por lo que preguntó si recordaba algo de su vida pasada. Entonces el pequeño Sam le dijo que alguien “convirtió a su hermana en un pez”. La madre sorprendida le pregunto a Sam de que estaba hablando y el pequeño le dijo: “Los hombre malos”.