¿Qué es el ego? ― es a menudo una de las preguntas-clave en torno a la cual giran los senderos y las prácticas espirituales. En mi opinión, ha habido muchas enseñanzas engañosas sobre el ego. Aunque la mayoría de ellas son bienintencionadas, crean dificultades innecesarias para aquellos que están escuchando con diligencia y dedicación lo que tal enseñanza tiene que decir.
Incluso muchos de los maestros que podrían considerarse verdaderamente libres en su reconocimiento de la conciencia, han expresado el ego en términos que hacen que el oyente se pierda algo obvio. Al hacer esto, ellos (¿sin saberlo?) niegan al practicante un ambiente mucho más abierto, amoroso y libre con el que empezar a “practicar”.
El ego es a menudo descrito como una sub-entidad dentro de uno mismo que es la raíz de toda miseria. Aunque estoy de acuerdo con el hecho de que a lo que se refieren con “ego” es la fuente de toda miseria, debo decir que no estoy muy de acuerdo con la parte que afirma que el ego es una entidad, o incluso una sub-entidad dentro de uno mismo.
Para mí, el ego no es tal cosa. De hecho, el ego ―como una cosa, sustancia o entidad― simplemente no existe. Porque ¿qué implicaría si el ego fuera una entidad, sustancia, o cosa? Implicaría varias cosas:
Que está siempre ahí como algo sólido.
Que está ahí, incluso cuando no está activo y cuando la consciencia no es consciente de él.
Que existe realmente como algo que tiene características y cualidades propias.
Que existe como que tiene una naturaleza o sustancia independiente.
Deje que lo que sigue a continuación le lleve a un descubrimiento contemplativo que le permita ver directamente por sí mismo aquí y ahora ―a través de y con claridad― “qué es el ego realmente”. Y quede libre de ideas mal concebidas.
El ego es simplemente una posición ― La posición de interpretar
El ego, en mi experiencia, no es una cosa o entidad real que tenemos que expulsar o conquistar, sino más bien es como una posición que podemos asumir (y dejar de nuevo) desde la que percibimos erróneamente las cosas.