Cada vez que tenemos un pensamiento, hay algo que conoce el pensamiento.
Este algo puede ser descrito como apertura, espaciosidad, presencia, cognición, o conciencia. La conciencia es abierta, espaciosa y libre. No se ve afectada por todo lo que se expresa en su ámbito.
A menudo tenemos pensamientos que proyectan algún logro o esfuerzo para
nosotros, que dicen: “Tenemos que ser más conscientes, tenemos que meditar
más para alcanzar la Conciencia Libre”.
Cada vez que sentimos que tales pensamientos y frustraciones nos molestan
porque no sentimos ningún alivio o conectividad con lo que somos en este
momento, podemos empezar viendo cómo el mismo pensamiento que
afirma: “todavía no estamos completos y tenemos que hacer algo para verlo de
nuevo”, no es más que un pensamiento que surge dentro de esa conciencia ya
presente. Porque, ¿quién o qué es lo que ya está viendo toda la idea que dice
“primero debes hacer algo para verlo de nuevo”? ¡ELLO mismo! De forma
natural y sin esfuerzo.
Los pensamientos a menudo nos engañan. Nos dicen que encontremos algo en algún lugar o en algún momento, pero lo que estamos buscando en última
instancia (Paz, Amor y Bienestar, Satisfacción) ya está aquí como el propio
tejido abierto de estos pensamientos.
La conciencia ya está aquí e incluye esa noción de que nosotros tenemos que ser más conscientes. Eso es sólo un pensamiento dentro de la ya conciencia pura.
Así que eso que estamos buscando, sabe cuándo estamos buscando. Lo que
estamos tratando de alcanzar, es eso que incluye la idea de “nosotros” tratando de alcanzar algo.
Al igual que los planetas existen sólo en el espacio, así también los
pensamientos e ideas acerca de lo que somos o que deberíamos tratar de llegar a ser existen puramente en el espacio de la conciencia consciente.
Cuando reconocemos esta espaciosidad en la que todo aparece, una y otra vez, veremos que todo lo que –a través de nuestro pensar– nos motiva a lograr, se inicia en la conciencia. Es la conciencia la que ve ese mismo pensamiento.
De esta manera, podemos gradualmente, o en algunos casos muy de repente,
dejar de lado nuestra creencia en la historia de estos pensamientos.
Empezamos a confiar más en la conciencia, y menos en las historias e ideas.
Siempre que no estamos interesados en lo que la historia tiene que contarnos, no tiene poder sobre nosotros.
¿Cómo nos volvemos desinteresados en las historias de nuestras ideas?
Dándonos cuenta constantemente de que esa misma historia está apareciendo en esa espaciosidad de la conciencia ya presente. De esta manera llegamos a ver que relajarnos en la naturaleza de la vida tal como es, es mucho más poderoso y beneficioso para la situación y nuestra sensación de bienestar, que estar atados a las ideas.
Así que cada decisión que tomamos para iniciar algo, se hace dentro de la
Conciencia Libre. Cada elección que hacemos de movernos por algún tipo de
vía o camino hacia alguna meta –ya sea que busquemos la conciencia, la
iluminación, o simplemente ese helado a la vuelta de la esquina– esa elección se inicia en la presencia de la Conciencia Libre. Reconoce esto, observa esto,
conoce esto.
Cuando regularmente vemos esto durante unas pocas semanas o meses, veremos cómo cada vez más estaremos de forma natural en paz tal como somos. Veremos las cosas con claridad automáticamente.
Nuestra percepción se abre y permite que todo sea como es. Llegamos a
experimentar que todo existe sólo en este momento y que el espacio que
contiene e incluye cada experiencia y apariencia dentro del universo, es un
aspecto o apariencia de la conciencia.
Nos damos cuenta de que todo está simplemente yendo y viniendo en –y como– el espacio en el que sucede.
Ese espacio resulta ser consciente y ve todo dentro de sí mismo. De esta manera nuestro reconocimiento de las ideas convencionales y de nosotros
aparentemente perdidos en alguna línea de tiempo proyectado de logro y
objetivo, empieza a cambiar hacia el reconocimiento de que todo ese
proceso está ocurriendo dentro de nosotros; la conciencia.
Entonces, ¿qué queda por encontrar y buscar?
Sabiendo esto, ¿vale la pena todavía estar tan tenso todo el tiempo con el fin de alcanzar algo? ¿Vale la pena seguir corriendo detrás de los deseos ficticios con la esperanza de que una vez cumplidos nos harán felices, cuando simplemente podemos empezar a ver la libertad en la que aparecen? La libertad que ya está aquí por la misma naturaleza de las cosas.
Podemos simplemente relajarnos y darnos cuenta de que ya hay una conciencia en la que todo aparece, sin creer en las historias de nuestros pensamientos e ideas sobre el logro. El logro también es una idea que aparece y desaparece, sin ningún esfuerzo o dificultad, dentro del conocer natural.
- Un extracto del libro ‘Insights Into Awareness.’
( Para conocer más acerca de Bentinho Massaro puedes visitar: http://www.advaitainfo.com/maestros/bentinho-massaro.html)
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