Hola queridos amigos
Hoy les traigo un tema que desde hace tiempo quería escribir.
Quizás algunos nunca lo habrán escuchado, hablemos un poco sobre el Amor Universal.
Yo creo que todos en nuestras vidas tenemos algo en común, algo que todos deseamos. Por más fríos y rudos que puedan ser algunos, tod@s deseamos amar y ser amados. Eso es posiblemente una verdad para todos, una verdad holística.
Tod@s deseamos amar a algo o a alguien. El amor siempre nos hace bien. Si de verdad es amor lo que sentimos, el amor siempre, pero siempre nos hará bien.
Recuerdo una vez a un amigo haberle dicho: “yo me atrevo a decir que nunca he sufrido por amor.” Seguido de eso le dije, “¿pero sabes por qué lo digo? Lo digo porque en mi concepción del amor, el amor nunca me hará daño…no puede hacerlo. Es imposible eso para mí. Porque si de verdad hay amor, ese amor, esa energía siempre es buena, y lo que hace el amor siempre es construir, ordenar, sanar y crear cosas buenas. Entonces, de ninguna forma puede hacerme daño a mí ni a nadie.”
Luego le continúe diciendo…
Ahora lo que no me gusta mucho, es cuando las personas dicen, “yo he sufrido por amor”. Creo que eso, bajo mi concepción del amor está totalmente equivocado, pues si bien, alrededor de una experiencia cercana al amor puede haber algún sufrimiento, no es el amor en si el que te hizo daño, sino la persona quien no supo amar.
Y lamento aún más cuando esas personas por consecuencia de una “mala” experiencia, se auto-profetizan que todas sus experiencias amorosas serán malas y dolorosas…
Por esto entonces, yo me atrevo a decir que nunca he sufrido por amor, pues el amor nunca me ha hecho daño, siempre me ha ayudado a pulirme y sanarme, a crecer espiritualmente, y a crecer también como ser humano. Si bien es cierto que no todos los amores son correspondidos, ello nunca me ha hecho sufrir. Yo verdaderamente hago una diferencia entre lo que es el amor, y el amor que son capaces de sentir y dar las personas.
Yo le decía a mi amigo, “recuerda que el amor nunca te hará daño. Y si en verdad te sientes mal, entonces no es por culpa del amor, sino por las acciones de la persona que no supo amar“.
Y en verdad, amar no es igual para todos. No todos amamos de la misma forma. Algunos tienen gran capacidad para amar, les es fácil amar a los demás. Pero a otros les cuesta un tanto más, y necesitan aprender a amar, y amarse a sí mismos.
Recuerdo cuando años atrás, veía a muchas personas en parejas alrededor mío. Yo en esos años estaba recién comprendiendo lo que era el amor propio y personal por uno mismo, amor necesario para poder llegar a amar de verdad a los demás. Y siempre que veía a estas muchas parejas alrededor mío me preguntaba: ¿Cuántas de estas parejas aquí realmente se amaran entre ellas y no están simplemente en pareja para no estar solos, o por el “qué dirán”?.
Y es verdad, hay muchas personas que están emparejadas pero que en verdad no se aman así mismas, y no aman realmente a sus parejas (algunas solo creen amarlas). Tan solo están juntos por un acuerdo tácito entre los dos, para no estar solos, para guardar apariencias ante sus amigos o familiares, etc.
Cuando yo comprendí que debía aprender a amarme a mí mismo, para luego poder amar a los demás, es que me di cuenta que debía trabajar en mi auto-conocimiento. Y en estos años me he vuelto un verdadero experto sobre mí mismo, y he logrado expandirme hacia donde yo deseaba hacerlo en esos años.
La famosa frase de Jesús es muy ilustrativa:
“Ama a tu prójimo como a ti mismo.”
Primero tú, luego los demás. Y esto no es un tema de egocentrismo, sino que simplemente no puedes dar algo que no tienes… Entonces si no tienes amor por ti mismo, realmente no podrás dar amor verdadero a los demás. O bien, lo que intentes dar, podrán ser acciones poco amorosas y tú no te darás cuenta de ello, pudiendo herir así a los demás sin querer hacerlo.
Para profundizar en el auto-conocimiento hay que ser valiente, valiente para encarar lo mejor y lo peor de uno mismo. Aceptar nuestras buenas y malas acciones. Y tomar medidas correctivas cuando estas no hayan sido las mejores.
También es necesario darse el tiempo para estar con uno mismo. No buscar escusas y rehuir de los asuntos que debamos pensar y tratar sobre nosotros mismos. Todo esto solo nosotros lo podemos hacer, nadie puede hacerlo por nosotros.
Todos andamos buscando el amor. El problema aparece cuando lo buscamos afuera…cuando en verdad, el amor debe nacer de nosotros, por nosotros, para nosotros y luego para los demás.
Algunas personas incluso dicen, “Cuando encuentre el amor seré feliz”. Eso es aún más radical, pues condicionan su felicidad a algo externo que no pueden controlar.
Si el amor nace en ti, por ti y para ti. Tú podrás darlo a todo y a todos quienes lo necesiten y lo quieran recibir. Puedes dárselo a tus familiares, amigos y amigos animales, como también dedicar tu amor a cosas y proyectos que desees emprender. Recordando constantemente que el amor siempre producirá cosas buenas, todo lo que es hecho con amor, resulta bien.
Y, ¿si alguna vez has hecho algo con mucho amor y no fue percibido así? Piensa que a veces el amor es una energía tan sutil, que no todos la logran apreciar. A veces solo unos pocos, los que también pueden dar ese tipo de amor, logran ver la nobleza de tu amor entregado.
Dentro de estos niveles de amor, hay uno que personalmente intento practicar lo más posible. Ese amor yo lo conozco como el Amor Universal.
Como dice su nombre, el amor universal, es el amor creador del universo. El amor universal es la única razón que hace que todos los universos existan. Todo existe por amor, por el poder creador inherente que tiene todo amor verdadero.
El amor universal para mi es el amor de la creación, el amor más elevado, el más sutil y espiritual. No es para nada comparado con un amor carnal o sexual, el amor universal es siempre libre!
Si tú quieres amar a algo o alguien con amor universal, tu amor siempre debe ser libre. Tu amor nunca debe coartar la libertad de existencia del ser amado. Pues tu amor, como amor universal debe cuidar, proteger, elevar y ayudar a crecer y desarrollarse en todo ámbito al ser amado.
Recuerdo cuando una vez le dije a alguien:
“. . . Tú naciste libre, yo nací libre, entonces si yo te amo, mi amor solo debe sumar a tu vida, nunca restarte, nunca quitarte tu libertad . . .”