lunes, 23 de noviembre de 2015

No se trata de ser perfectos


Me encanta este pensamiento de Charles Chaplin:
”Conoce tus límites y jamás los aceptes.”

Cada día podemos mejorarnos a nosotros mismos.
Y en tanto nos hacemos mejores personas, también vamos a ser mejor madre/padre, herman@s, hij@s, amig@s,
emplead@s o jefes. . . Tal vez hoy estemos dando lo que podemos, lo que queda de alguien cansado, o triste, o asustado; cumpliendo con las responsabilidades sin alegría, sin amor por nosotros y sin confiar en que depende de nuestra elección y decisión todo lo que podemos llegar a ser, hacer y tener.

 Mejorándonos, automáticamente van a mejorar nuestras relaciones ya que vamos a dar lo mejor de nosotros. ¿Sos una persona con la que los demás quieren estar? ¿Sos la persona que querés ser?

El mejor Yo puede ser mi obra maestra.

Dice Yehuda Berg:

Sin importar todo lo que hayamos alcanzado en nuestra vida, existe aún mucho más que podemos obtener.

Esto significa que, ya sea que tengas 13 años de edad ó 72, lo que hiciste ayer quizás sea genial, pero lo que puedes hacer mañana te sorprenderá porque puede ser mucho mejor. Incluso si has encontrado una cura para una enfermedad o ganado el Premio Nobel de la Paz, existe mucho más por descubrir.

Por supuesto, debemos estar orgullosos de nuestros logros y celebrar el haber vencido los desafíos que enfrentamos en la vida, pero nunca jamás a expensas de descansar en los laureles y quedarnos cómodos con nuestros logros. ¿Por qué? Porque todos somos capaces de mucho más de lo que pensamos.

El problema es que nos sentimos limitados. Sentimos nuestro potencial muy lejos de nosotros. Sucumbimos a nuestra negatividad tan a menudo que a veces se siente como si hacer más fuera imposible.

Pero no lo es.

Si te vieses como yo te veo


Los ojos solo ven lo que la mente está preparada para comprender
Henri Bergson

Una mirada lúcida, respetuosa y cordial (que sale del corazón), es como una caricia suave, como un beso en el rostro. Y un beso pedido es lo que salvó a una niña argentina de la calle, la mendicidad y la prostitución. Después de haber sido abandonada por los padres, golpeada y abusada en el orfanato, de haber escapado y vagado por las calles, un solo gesto cambió su vida. Estaba mendigando a la puerta de una iglesia, cuando entró una elegante señora con su abrigo de piel. La niña le pidió unos pesos; la feligresa le preguntó qué podía darle a cambio. Y la niña, con los ojos como platos: ¿qué podría darle, harapienta y hambrienta, a esa rica señora? Esta le pidió un beso. Y la pequeña, que nunca los había recibido ni dado, no podía creer que ella poseía algo que podía dar a alguien que lo necesitaba en ese momento, más allá del dinero, la edad y la posición social.
Hoy día, aquella cría, ya anciana, se dedica junto con su pareja a recoger niños de la calle en una gran familia; y viven de pequeñas artesanías que crean juntos. Había sido mirada como un ser humano que, en su inocencia, podía dar algo que ella ignoraba. Y esa mirada le devolvió la dignidad hasta entonces pisoteada.

La mayoría de las personas ignoran realmente su potencial; pero sobre todo ignoran su verdadera identidad. Se consideran culpables de algo, se cargan de limitaciones y mendigan miradas de aceptación y respeto. Miradas que les digan cuál es su lugar en el mundo o que se lo confirmen. Pero luego, si la mirada es sostenida y positiva no la pueden sostener. En el último círculo de hombres, pedí a uno de los participantes, actor y excelente profesor de clown, que compartiera algo de su maestría: nos hizo circular en la sala con la cabeza alta y mirando continuamente a alguien, aceptando las sensaciones y las emociones que surgieran. Muchos hombres se ponían tensos por momentos, desviaban la mirada y necesitaban unos instantes para volver a mirar y dejarse mirar. Los miedos del otro les enfrentaban a sus propios miedos.

Y es que la mirada está castigada en la sociedad occidental. Se considera una agresión, o un mensaje de deseo erótico o sexual. Se ha perdido la curiosidad inocente con la que miran los niños y, afortunadamente, aún muchos pueblos de los llamados “primitivos”. En las sesiones de terapia, muchos consultantes se ponen nerviosos si se les mira de frente cuando se produce un prolongado silencio. Inmediatamente piensan que se les está demandando algo, que están haciendo algo mal o que estoy pensando cosas que no les digo, o simplemente introduciéndome en su mente. Como si la mente guardase recovecos oscuros, cuevas vergonzantes, laberintos infranqueables que es necesario proteger. Cierto que en cualquier proceso terapéutico, en cualquier camino de desarrollo personal o espiritual, es necesario atravesar a veces zonas pantanosas y túneles negros; bajar de la terraza al sótano, limpiar las telarañas y deshacerse de trastos viejos. Pero no es tan terrible, doloroso ni amedrentador como puede parecer en un principio. Cuando se acerca una linterna a un bulto fantasmal, se descubre una vieja mecedora cubierta por una sábana o un montón de antiguas maletas tapadas con una manta.

Y eso que relegamos, olvidamos, acabamos por no ver, es lo que llamamos inconsciente. Pero el inconsciente revelado, sacado a la luz, no nos daña, sino que nos amplia y nos da más libertad. Y para ello es necesario en algún momento la mirada ajena, la mirada de los que nos rodean y ven lo que nosotros no vemos. Es un primer paso, aunque la mirada del entorno suele estar contaminada por su propia forma de mirarse, por condicionamientos familiares, culturales y sociales. Si un terapeuta quiere devolver una mirada lúcida, respetuosa y cordial, debe previamente volver la mirada hacia sí mismo y haber tenido terapeutas y/o maestros que le hayan mirado siquiera una vez devolviéndole a su propio ser.

Cuando acude una persona a mi consulta, jamás le he visto como alguien enfermo, trastornado, o completamente perdido, sino como un Ser que ha perdido momentáneamente, o quizá desde hace tiempo, el centro de su ser. Y veo el problema, pero también la solución emergente. Palpo los nudos y las madejas enmarañadas, pero también los hilos que llevan al mismo ovillo y cómo este puede desplegarse. Compadezco –padezco con- el sufrimiento momentáneo del “paciente” –que tiene la paciencia de recorrer su camino y hacer su proceso-. Pero siempre veo un enorme potencial que no ha desplegado totalmente las alas.

Cuando Rembrandt pintaba, partía de un fondo oscuro, que iba iluminando paulatinamente, hasta llegar a la maestría de las luces y las sombras, como “Judith en el banquete de Holofernes” (Museo del Prado), “La tormenta en el mar de Galilea” (pude verla en Boston, antes de su robo en 1990) o “El festín de Baltasar” (National Gallery de Londres), que cualquiera puede apreciar por internet. Es una buena metáfora de lo que ocurre en un proceso terapéutico, en donde surge la figura de un fondo indeterminado e inasible, porque finalmente se trata de decidir dónde ponemos la mirada. Y decidir qué miramos y cómo miramos cambia nuestra visión del mundo. Y cuando cambia nuestra visión del mundo, este empieza a cambiar para nosotros.

Un espejo nos devuelve la mirada, pero con tanta fidelidad que si tenemos la mirada miedosa, triste, iracunda, orgullosa, amorosa o alegre, nos devolverá exactamente ese instante y esa emoción a la que con tanta pasión nos aferramos hasta que cristalizamos la máscara-carácter con la que nos identificamos. Al final, como dice Chris, el protagonista de la hermosa película “Caminos hacia rutas salvajes”, “Tu único enemigo eres tú mismo y esa terquedad te impide cambiar las circunstancias que vives”.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Para qué buscas la felicidad?


La palabra felicidad siempre me ha dado mucha desconfianza… ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo logramos la felicidad? ¿Somos felices?
Muchas veces, y muchas más de las que deberíamos, pensamos que otras personas, u otras cosas, nos “darán” la felicidad: una pareja a la que otorgamos el “poder” de hacernos felices o infelices, un objeto que pensamos que una vez lo tengamos nos hará felices, u objetivos que nos marcamos, etc.
Pero todos sabemos, en el fondo, que nada de esto nos hará felices. Podemos “organizar” nuestra vida en torno a estos objetivos que queremos que se cumplan, pero puede que nuestros sueños nunca se hagan realidad. O que se hagan realidad, pero no duren, o que sufran variaciones no deseadas; o que esos sueños materializados –aun durando- no nos hagan tan felices como pensábamos…

La felicidad aquí y ahora

Aunque es bueno, necesario y muy sano tener objetivos en la vida, no deberíamoscondicionar toda nuestra felicidad a conseguir aquello que deseamos. Mientras trabajamos duro persiguiendo nuestros sueños, y cultivamos muchas de las emociones positivas necesarias -como el soñar “a lo grande”-, más relacionadas con el futuro… también tenemos que concentramos en el presente. Y cultivar aquellas emociones positivas del “aquí y ahora”, como la diversión, el asombro, la gratitud o la alegría.
Podríamos decir que para ser feliz podríamos seguir diferentes estrategias, unas con la vista en el futuro, en lograr nuestros “sueños” y cumplir nuestra misión y propósito en la vida (sin montarnos con ello una condición indispensable para ser felices). Y otras estrategias que nos hagan felices aquí y ahoraQue nos permitan experimentar emociones positivas en el momento presente.

Estrategias para cultivar la felicidad en el momento presente…

  1. Respirar
Puede parecer una tontería, pero respirar profundamente puede marcar la diferencia. Cuando notes que estás con el “piloto automático”, tu respiración también será superficial. Para un momento y respira tres veces muy lentamente. Conéctate otra vez con el momento presente.
  1. Ser conscientes
Este punto está muy ligado al anterior. Simplemente es tratar de liberarnos del “piloto automático”. Ser conscientes de nuestros movimientos, de nuestros pensamientos, de las emociones que sentimos. Cuando vivimos en el automatismo, nuestra mente no para de pensar, y eso genera un desgaste tremendo, un molesto y agobiante “run-run”, un diálogo interno que no se detiene nunca.
Volver al presente, al aquí y ahora, apacigua y detiene por unos momentos nuestra mente. Nos trae calma y serenidad, emociones positivas que mejoran mucho nuestra calidad de vida. Cuando dichas emociones están presentes no quieres que se vayan nunca, pero ese apego también hay que soltarle, pues volvería a provocar tensión (y másrun-run).
  1. Ralentizarnos

“¿Qué tienen en común el Ho’ oponopono, la Cábala y Un Curso de Milagros?”


¿Qué tienen en común el Ho'oponopono, la Cábala y Un Curso de Milagros? por Santos Avila, evento realizado el día 30 de Septiembre del 2015 en el Institut de Salut Holistica Barcelona.

En esta charla veremos cuál es el punto en común de estas tres formas de percibir la vida. Entenderemos en qué dirección nos llevan estas corrientes de pensamiento.
Las tres inciden con mucha importancia en un tema concreto que descubriremos durante la charla y aprenderemos algunas herramientas que nos permitirán sacar provecho a esto para mejorar la calidad de nuestra vida.

Una charla en la que entenderemos cómo unas sencillas prácticas si se realizan de forma constante nos pueden ir abriendo el camino hacia una vida mejor, una vida llena de paz y de armonía.
Tanto si conoces y practicas el Ho'oponopono, la Cábala y El Curso de Milagros como si no, durante la charla entenderás la dirección a la que te llevan estas corrientes de pensamiento y de esta forma podrás identificar en tu vida aquello que tienes que trabajar o modificar para lograr una vida más plena y armónica.

Santos Ávila
Es formador, terapeuta y escritor. Imparte cursos de crecimiento personal y ofrece terapias y consultas de Registros Akáshicos, Geometría Sagrada, Armonización Angélica, Sanación Cuántica, Limpieza Energética e Hipnosis Clínica.
Es autor del libro "Registros Akáshicos, doce herramientas para mejorar la calidad de vida y la autoestima".
Es colaborador habitual del programa de radio Siempre Adelante de Radio Kanal Barcelona.


¿Qué tienen en común el Ho' oponopono, la Cábala y Un Curso de Milagros? por Santos Ávila

Soltar los cuatro deseos básicos


¿Estás motivado por lo que deseas?

Sí y no. Piensa unos minutos en lo que deseas. ¿Quieres más dinero y menos deudas? ¿Deseas disfrutar de unas mejores relaciones con la familia y los amigos, o iniciar una relación amorosa especial? ¿Quieres una salud mejor, o al menos que disminuyan los sufrimientos y los dolores? ¿Deseas el éxito, o cómo mínimo dejar de sentirte un fracasado? ¿Quieres más tiempo libre y menos presión? ¿Quieres un coche nuevo, un vestido nuevo, un equipo de música nuevo, una vida nueva? Tu lista podría ser interminable.
¿De verdad quieres todo eso? ¿O buscas la felicidad que estas cosas representan? ¿Y si pudieras lograr la felicidad sin necesidad de todo aquello con que lo asocias?
Desear equivale a carecer, no a poseer. Nuestra vida está limitada por la tendencia que tenemos a centrarnos en la lucha que lleva a poseer, en vez de hacerlo en la propia posesión. Cuando soltamos un deseo, nos sentimos más capaces de poseer. Además observamos el correspondiente incremento en lo que ya poseemos. La razón está en que la mejor forma de hacer realidad lo que decidimos es desde la postura de que “está bien” tanto si lo conseguimos como si no.
Todos estamos motivados por cuatro deseos fundamentales que se sitúan debajo de nuestros pensamientos: los sentimientos, las creencias, las actitudes y los modelos de conducta. Estos motivadores subyacentes – el deseo de aprobación, de control, de seguridad y de separación – forman el núcleo de nuestra limitación. Cuando liberamos estos deseos, podemos obtener lo que deseamos y seguir motivados. En este proceso, simplemente soltamos la sensación de privación y carencia.
Cada vez que sueltas los sentimientos y pensamientos restrictivos que subyacen al nivel de los deseos, aceleras tu proceso. Es posible que observes que algunos aspectos de tu vida van cobrando orden, a pesar de que nunca liberas directamente sobre ellos. Como todo se relaciona directamente con los deseos, muchos aspectos cambian de inmediato cuando sueltas esos deseos.
¿Qué prefieres, desear la aprobación o tenerla? ¿Desear el control o tenerlo? ¿Desear la seguridad o tenerla? La respuesta es evidente.

El deseo de controlar

Cuando queremos controlar sentimos que no poseemos control alguno. Para reconocer la sensación de querer controlar te ayudará saber que no se trata de una sensación, aunque es algo que se siente. Parece algo difícil y agresivo, como si dijeras: “Tiene que ser como yo digo”. Cuando deseamos controlar, sentimos que no tenemos control alguno, y como su tuviéramos que actuar para recuperarlo. Sinónimos del deseo de control son la resistencia y el deseo de cambiar, además del deseo de comprender, manipular, impulsar, arreglar, obligar, hacer las cosas como nosotros decimos, tener razón y ser el primero, entre otros.
Concédemos, Señor, la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, la valentía para cambiar las que puedo cambiar, y la sabiduría para ver la diferencia. Oración de la serenidad. ~Reinhold Niebuhr
Cuando empieces a cambiar el deseo de cambiar o controlar las cosas de tu vida, verás que aceptas aquello que no puedes cambiar, que cambias lo que procede cambiar, y que te preocupan mucho menos cosas que escapan a tu control. Nada hay de malo en hacer lo que sea necesario para cambiar las cosas que se deban cambiar en los negocios y en la vida personal. Sin embargo, mucha gente se queda atascada en el deseo de cambiar o controlar cosas que están bien como están o que no se pueden cambiar, como el pasado o el tiempo.
Resistencia es también sinónimo de deseo de control. La resistencia es como intentar avanzar con el freno puesto. Surgirá siempre que pienses que tienes que, has de o debes hacer algo. Cuando sueltes la resistencia, tu vida empezará a fluir hacia lo que más te conviene.

El deseo de aprobación/amor

sábado, 21 de noviembre de 2015

Acuerdo de Almas


Con cada persona que forma parte de nuestra vida establecemos un acuerdo de almas. Esto significa que mucho tiempo atrás, en el reino de las almas, prometimos tener un encuentro especial, compartir la vida, modelar la experiencia, completar otra alma, al unirnos con ella en esta vida terrenal.

Los acuerdos entre las almas son compromisos para el crecimiento del alma en conjunción con otra. De esta manera, emprendemos el viaje hacia un estado de conciencia y apertura total que los místicos denominan “iluminación”.

Estos compromisos son el motivo por el cual, en ocasiones, sentimos una extraña conexión con otra persona; otras veces no entendemos que alguien con carácter difícil forme parte de nuestra vida, o nos preguntamos simplemente por qué recorremos la vida junto a alguien, como si existiera un acuerdo tácito que a su vez puede terminarse abruptamente.

Como miembros de esta comunidad de almas reunidas en la vida sobre la Tierra, hemos acordado no sólo recordar a los demás sobre el estado puro original, sino también realizar todo lo posible dentro de la existencia humana, infinitamente cambiante, con el fin de asegurar el crecimiento de nuestra propia alma y las de los demás.

Algunas personas vienen al mundo para ser bellas y fuertes, otras para ser complicadas o raras; algunas para morir jóvenes y enseñarnos a través de la desolación de tan terrible pérdida; otras, para vivir muchos años e instruirnos mediante su sabiduría. Sin embargo, no importa cuál sea nuestro rol: todos formamos parte de este gran destino espiritual que principalmente consiste en recordar nuestra esencia eterna y dirigir nuestros actos hacia la unión final.

Origen emocional de la enfermedad por Vicent Guillem


Vicent Guillem Primo es Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Valencia. Trabaja actualmente en el Servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico Universitario de Valencia como investigador en la determinación de la predisposición genética al cáncer.

En su tiempo libre se dedica a la práctica del reiki con fines terapéuticos, de forma gratuita y totalmente desinteresada.También realiza charlas gratuitas para dar a conocer la relación entre emociones-salud y enfermedad.

Es autor del libro “Las Leyes Espirituales” que contiene un mensaje de Amor  para toda la humanidad y que difunde de manera gratuita y desinteresada.

VICENT GUILLEM PRIMO:

– UN BUEN INVESTIGADOR ES AQUEL QUE QUIERE SABER LA VERDAD y para poder llegar a la verdad tienes que profundizar e investigar en campos que no están labrados. La Ciencia no está reñida con la Espiritualidad, sino sólo con la superstición y el fanatismo. Uno de los motivos por los que se ha puesto tantas trabas a la investigación de lo Espiritual es porque se nos caerían todos los esquemas. Sabríamos a qué venimos, y no sería tan fácil manipularnos.

– LO QUE INTENTO CON MI TRABAJO EN EL LABORATORIO  es  poner de manifiesto cuáles son las consecuencias negativas de los tratamientos para el cáncer que  actualmente se están dando. La medicina oficial no va a  admitir  un no rotundo a un tratamiento, pero cuando en combinación con la genética demuestras que la gente que tiene una genética más débil tiene una supervivencia menor y riesgo mayor de desarrollar una leucemia  por el tratamiento, lo pueden tomar en cuenta y pueden evitar dar ciertos fármacos a las personas que pueden ser más susceptibles de tener  efectos secundarios. Es lo máximo que puedo hacer dentro del ámbito laboral.

– FUERA DEL ÁMBITO LABORAL, A TRAVÉS DE LAS CHARLAS, intento que la gente sepa que MUCHAS ENFERMEDADES TIENEN SU ORIGEN EN CONFLICTOS EMOCIONALES y que el primer paso a seguir es resolver ese conflicto.  Esta etapa es ineludible, porque si no se desactiva el programa biológico que ha desarrollado la enfermedad, nada de lo que hagas  nivel físico va a revertir el proceso. Una vez desactivado este programa biológico, hay tratamientos a nivel físico que ayudan en el proceso de regeneración. Soy partidario de los tratamientos no agresivos, Renoven, (conocido antes como Biobac, un estimulador del sistema inmune), las terapias que ofrece la Medicina Naturista, la Homeopatía, o la Terapias Energéticas, como el reiki, también son beneficiosas. A veces también es necesario utilizar fármacos, como antiinflamatorios, corticoides o antibióticos, o realizar intervenciones quirúrgicas para eliminar algún tejido muy dañado.

– A ESTE MUNDO VENIMOS  a algo más que a trabajar,  pagar la hipoteca, ser más sexys, o tener éxito. Eso no tiene ninguna importancia. Lo  importante es desarrollar los sentimientos; siempre es buen momento para cambiar interiormente.

Primera parte




Segunda parte

CONCIENCIA ESTELAR por Rodrigo Romo

Rodrigo Romo

CONCIENCIA ESTELAR  por Rodrigo Romo, es una entrevista en la que tocamos diferentes temas, la  grabación es de de 4 horas en total, donde la iremos dando por partes,  tocamos temas de consciencia, espiritualidad, crecimiento personal, la creación, de dónde  venimos y hacia dónde vamos, El Alma, El Empoderamiento, la Oscuridad, la Luz, intraterrenos, extraterrestres,   la luna, Marte, etc… en compañía de Yolanda Soria, Antonio Tirado, Carlos Gama y Luis Palacios.



El Alma, El Empoderamiento, Oscuridad y Luz - CONCIENCIA ESTELAR 1 por Rodrigo Romo





Portal Dimensional, CERN, Mujer y Embarazo - CONCIENCIA ESTELAR 2 por Rodrigo Romo





El Origen, la Luna, Marte, Nibiru y Hercolubus - CONCIENCIA ESTELAR 3 por Rodrigo Romo





¿ILUMINATIS Quienes Son? ANUNAKIS, DRACONIANOS, REPTILIANOS - CONCIENCIA ESTELAR 4 por Rodrigo Romo