martes, 2 de febrero de 2016

CONSEJOS PARA UN ALMA CREATIVA…



Para los Superhéroes de todos los días…


Levántales tu dedo medio creativo a quienes dudan de ti.

Escribe poesía para los pesimistas.

Saca a bailar a tus imperfecciones.

Hazle el amor a tus demonios.

Haz un rap con esa sensación que te susurra que no eres suficiente.

Tú eres infinito.



¡Hola!

Alrededor del 99% de los creadores que he conocido o con los que he trabajado al paso de los años – me incluyo – compartimos un temor fundamental, independientemente de nuestro camino, estilo o revolución creativa…



CONOCE AL ENEMIGO #1 DE TU CREATIVIDAD…

El miedo a no ser suficiente, a no tener lo que se necesita, a no reunir los “estándares imaginarios o proyectados” que crees que deberías tener, con el fin de ser llamado un Escritor, un Creador, un Artista, un Éxito… o cualquier otro papel o título que estés tratando de desempeñar…

… O el miedo a simplemente escuchar a tu intuición y dar el más mínimo paso en dirección a tus sueños.

Este miedo paraliza por completo tu creatividad – y si se lo permites, toda la vida que hay en ti.

Y después de haber sido presa de él por las primeras dos décadas de mi vida, he hecho de mi misión ayudar a tantas personas como sea posible a escapar de esta prisión de la mente para que puedan ir en pos de su pasión, como si su vida REAL dependiera de ello…

… porque así es.



Hablo mucho del Miedo y el Perfeccionismo como las causas PRINCIPALES del bloqueo creativo y cómo el hecho de aprender a trabajar CON ellos - no en contra de ellos - me ha ayudado a cambiar mi vida en una dirección que nunca pensé que fuera posible mientras me sentía atrapada en las garras de la PERFECCIÓN Y EL MIEDO A NOS SER SUFICIENTE.

Hoy quiero compartir otro episodio de Cómo Trabajar A Través de la Duda, y POR QUÉ esta, probablemente, sea la batalla más importante de tu vida.

Porque el coraje y la fuerza que forjas a través de esta batalla te ayudará a trascender tu pequeño yo territorial y se mantendrá expandiendo hacia nuevas dimensiones de ti.

Como el abuelo Shakespeare lo puso en uno de mis favoritos disipadores-de-dudas…

     “Nuestras dudas son traidores,

      y nos hacen perder el bien

     que a menudo podríamos ganar,

     por nuestro temor a intentarlo.”



Tu mayor enemigo no se encuentra en tus circunstancias, limitaciones, en las opiniones que otras personas tienen acerca de ti, en tus sueños fallidos y expectativas, en tus aparentes imposibilidades, o en cualquier otra “obvia” razón fuera de Ti.

Es demasiado fácil señalar con el dedo hacia todos los pedazos rotos, o hacia cada cosa que no esté funcionando en tu vida.

Pero ALTO. Esto es un derroche masivo de tu energía creativa y de tu corazón.

Lamento mucho lo que te pasó (o lo que no te pasó), eso que pudo haberse interpuesto en el camino para que siguieras tu llamado.

Culpar a tu mundo exterior – por doloroso o verdadero que sea – es la salida más fácil, una distracción del alma que evita que veas lo que esta realmente sucediendo en el interior.

El punto no es lo que la Vida te ha hecho. El punto es, ¿qué estás haciendo en tu vida con respecto a eso?

¿Por qué la duda es tu kriptonita y la mayor amenaza para tu evolución creativa?

La duda opera sobre la creencia de que nunca eres suficiente.

De que siempre hay algo más que podrías ser, hacer, tener…

Como el Perfeccionismo, evita que hagas LO QUE PUEDES con LO QUE TIENES, AQUÍ y AHORA mismo.

El Mentiroso en tu cabeza te hace creer que tus limitaciones son la razón por la que “no puedes” seguir tu deseo (en cualquier área tu corazón te está llamando).

Al mismo tiempo que alimenta tus sensaciones de escasez, de no ser suficiente y de ser inadecuado, la duda (en ti) produce más miedo y falta de confianza: el famoso “Quién soy yo para…”

Es una locura perpetua, una aniquilación gradual del alma.



PON EN MARCHA TU CREATIVIDAD, PONTE TU CAPA…

La creatividad siempre te pedirá que SALTES. Porque ella sabe que puede recibirte en sus brazos.

Con el fin de CREAR una NUEVA realidad, debes acostumbrarte a saltar en la oscuridad (o como yo le llamo, en el hermoso no-saber).

La duda, por otra parte, siempre intentará detenerte, porque teme que puedas caer.

Te mueves entre los dos diariamente, desde tus más pequeñas hasta tus más grandes decisiones.

Pero aquí está la cosa, si no estuvieras listo, si no fueras suficiente, no sentirías el deseo de salir de tu zona de confort.

Como mi otro abuelo de la sabiduría, Ralph Waldo Emerson, lo puso,

“No hay nada caprichoso en la naturaleza, y la implantación de un deseo indica que su satisfacción está en la constitución de la criatura que lo siente.”

Tu deseo es tu brújula. Te señala tu Norte.

Tu ser superior jamás te invitaría a una misión, búsqueda o experiencia que no fueras capaz de manejar.

Simplemente no sentirías un deseo de expandirte en una o más áreas de ti, si no estuvieras tanto LISTO como EQUIPADO con el poder para manejarlo.

Confiar en ti mismo no es seguir ciegamente a tu corazón sin antes conocerlo.

Confiar en ti, en última instancia, significa confiar en que tu Ser Superior, el Universo, tu Dios, cualquier nombre que tu espíritu quiera darle, está conspirando contigo (no contra ti) para ayudarte a crear la vida que te sientas llamado a encarnar.

Confiando en los suaves murmullos de tu intuición por encima de cualquier otro ruido. Confiando en el faro de tu alma en medio de cualquier tormenta.

Tu existencia no es al azar. Si estás aquí, significa que hubo una demanda universal por ti.

Fuera de todo pronóstico aquí estás tú, y este deseo, marcando los latidos de tu corazón. ¿Qué harás con esto?



TÚ CONFÍA. Y DESPUÉS TRABAJA POR CONVERTIRTE EN TU RESPUESTA.

Amor


Amor, una palabra pequeña, solamente cuatro letras pero revela y declara la máxima explosión del Ser. Su esencia inicial y terminal. Su esencia sin fin.

Te saludo una vez más pequeñ@ mí@ haciéndome presente nuevamente al fluir en ti, por ti y, a través de ti.

¿Cuestionas acaso tu poder bendito de crear? ¿cuestionas en algún sentido tu capacidad de hacer milagros conectada a la fuente Divina? ¿Cuestionas más aún, la indivisible coexistencia de tu Padre como Divinidad, en cada una de todas las expresiones que vibran y laten en cualquier circunstancia en la eternidad? ¿Cuestionas tu origen Divino que conforma un solo corazón universal latiendo al unísono de la totalidad?

No, pequeñ@ mí@!, ya no! Tu momento de duda debe extinguirse de tu realidad ilusoria. Tú eres Yo, y Yo Soy Tú, por eso mismo todo tu Ser en existencia infinita es la gloria y la bienaventuranza de esa Divinidad en cada partícula de tu expresión absoluta de amor.

Avanza Ser implacable de Luz, avanza en ese poderío que te distingue como mi enviada Divina.

Certeza! certeza! certeza!, repite sin cesar, sin duda alguna. Porque esa grandeza te ha sido dada por mí, por ti porque YO Soy el Yo Soy, y Tú eres lo mismo que YO.

lunes, 1 de febrero de 2016

QUE ES EL DESPRENDIMENTO, QUIEN SE DESPRENDE, DE QUE TE DESPRENDES


Nueva entrega de Elisa Bernal, en este nuevo vídeo Elisa nos introduce en una charla sobre el desprendimiento, que es lo que se desprende y de que te desprendes, todo ello acompañado de las preguntas del chat. 


El mapa de nuestros Puntos de Presión

De acuerdo a las antiguas técnicas orientales, todos y cada uno de los órganos del cuerpo humano están representados por un punto de presión ubicado en los pies y en las manos. Según este método, masajear y aplicar presión en estos puntos por alrededor de 10 minutos, nos podría ayudar a aliviar dolores, curar enfermedades y recuperar la vitalidad que nuestro cuerpo necesita.

Para aumentar el tamaño de las fotos y poder visualizarlas en pantalla completa, Haz click sobre ellas.

Manos



1- Sinusitis         12- Enfermedades oculares  23- Articulaciones         34- Apéndice
2- Dolor de Cabeza 13- Enfermedades auditivas 24- Intestino delgado 35- Hemorroides
3- Ansiedad         14- Dolor de hombros         25- Hipertensión            36- Nervio ciático
4- Depresión       15- Enfermedades pulmonares 26- Enfermedades del vaso 37- Problemas de fertilidad
5- Insomnio      16- Diarrea                                  27- Indigestión          38- Estimulación sexual
6- Enfriamiento   17- Enfermedades estomacales 28- Intestino grueso          39- Útero
7- Estimulación de la energía 18- Enfermedades hepáticas 29- Pérdida de apetito 40- Próstata
8- Estrés 19- Calambres menstruales 30- Enfermedades intestinales    41- Problemas de eyaculación
9- Estimulación de la memoria 20- Corazón 31- Descompostura de estómago
10- Venas oculares 21- Diabetes                          32- Infección urinaria      42- Dolor  testicular
11- Venas auriculares 22- Enfermedades renales 33- Incontinencia urinaria   43- Dolor de ovarios

44-Deficiencia hormonal 45- Pérdida de peso 46- Diafragma  47- Glándula tiroide  48- Glándula paratiroides  49- Dolor cervical   50- Dolor de espalda  51- Dolor de columna  52- Dolor de espalda

Pies

El Buscador es lo Buscado



Maharaj: Lo que quiero deciros es de una sencillez asombrosa, si tan sólo se apercibiera. ¡Y lo más gracioso es que sólo se puede apercibir si el "oyente" está completamente ausente! Entonces sólo queda la apercepción, y vosotros sois esa apercepción.

Lo que sucede es que lo Absoluto inmanifestado se expresa en manifestación: la manifestación tiene lugar por medio de millones de formas; la consciencia funciona a través de cada forma, y la conducta y el funcionamiento de cada forma son, en general, acordes con la naturaleza básica de la categoría a que pertenece la forma (ya se trate de una planta o de un insecto, de un león o de un hombre), y en particular, son acordes con la naturaleza de los elementos básicos de cada forma.

No hay dos seres humanos iguales (no hay dos personas que tengan exactamente iguales las huellas dactilares) debido a las permutaciones y combinaciones de los millones de matices de los ocho aspectos (los cinco elementos básicos y los tres gunas), que producen billones y trillones de formas cuyas naturalezas nunca son exactamente iguales. En el proceso de manifestación se están creando y destruyendo constantemente millones de estas formas.

Una percepción clara de este proceso de manifestación implica la comprensión de que: a) en realidad no hay posibilidad de ninguna identificación con ninguna forma individual, porque la base misma de este espectáculo-manifestación es la duración (de cada forma), y la duración es un concepto temporal, y b) nuestra verdadera naturaleza es el atestiguamiento de este espectáculo. No hace falta decir que este atestiguamiento sólo puede tener lugar mientras dure el espectáculo, y el espectáculo sólo puede durar mientras exista consciencia. Y ¿quién ha de comprender todo esto? La consciencia, naturalmente, que intenta encontrar su origen y no lo encuentra porque el buscador es lo buscado. El apercibimiento de esta verdad es la liberación definitiva y única, ¡y el comodín de la baraja es el hecho de que hasta la "liberación" misma es un concepto! Ahora, reflexionad sobre esto.


Maharaj: Comprende cuán sencillo y directo es esto: "Yo", la intemporalidad, soy conciencia total sin darme cuenta de esta conciencia; subjetividad total, sin el menor rastro de objetividad. Yo me manifiesto a través de la consciencia en la dualidad por medio del sujeto y del objeto, a través de los conceptos del espacio-tiempo y por la gama de opuestos interdependientes, sin todo lo cual no sería posible la manifestación y la objetivación. Toda manifestación es mi expresión, mi imagen reflejada en la que me manifiesto como cada ser sensible; este objeto, este ser sensible, parece que funciona y se considera a sí mismo (equivocadamente) como sujeto. Pero "Yo" soy la única subjetividad, y todo funcionamiento en el mundo manifestado es mi objetivación en la consciencia, la cual en verdad soy Yo.

Todos los objetos fenoménicos, aspectos de lo que Yo soy, sólo se hacen perceptibles sensorialmente cuando se extienden en lo que Yo manifiesto como "espacio" y cuando se miden en lo que Yo manifiesto como "tiempo".

Repito, por tanto, la verdad sencilla y evidente: Este aquí-ahora, toda manifestación percibida sensorialmente, no es distinta de lo que Yo soy en mi unicidad. Y, naturalmente, todo objeto sensible puede decir otro tanto.

Cuando hayas comprendido claramente esta situación tan sencilla, puedes hacer lo que quieras mientras recorres el plazo de vida que se te ha asignado. Practica la devoción y la veneración, si quieres; canta bhajans, pero comprende que lo falso es falso. Comprende que no hay nada de religioso ni de venerable en el proceso de la manifestación, el cual se produce espontáneamente y en el que tú no estás implicado de ninguna manera como entidad individual.


Maharaj: Habéis estado viniendo aquí con la esperanza de que yo os diera un programa de lo que tenéis que hacer para obtener la "liberación". Y lo que yo os digo una y otra vez es que, al no haber entidad como tal, no surge la cuestión de la esclavitud; y que si uno no está esclavizado, no hay necesidad de liberación. Lo único que puedo hacer es mostraros que lo que sois no es lo que pensáis que sois.

Pero lo que digo no resulta aceptable para la mayoría de vosotros. Y algunos se van a otra parte, donde reciben con agrado una lista de prescripciones y de prohibiciones. Más aún, siguen estas instrucciones con fe y con diligencia. Pero lo que no advierten es que lo que practican como "entidad" no sirve más que para reforzar su identificación con la entidad ilusoria y, por ello, la comprensión de la Verdad les queda tan lejana como siempre.

Las personas se imaginan que, de alguna manera, deben cambiarse de seres humanos imperfectos a seres humanos como los que llaman "sabios". ¡Ojalá vieran el absurdo de esta manera de pensar! El que está pensando estas cosas no es a su vez más que un concepto, una apariencia, un personaje de un sueño. ¿Cómo es posible que un mero fantasma fenoménico se despierte de un sueño a base de perfeccionarse a sí mismo?

El único "despertar" es apercibir eso-que-es. De hecho, en este apercibir ni siquiera cabe preguntarse "quién" percibe, ya que el apercibir mismo es nuestra naturaleza verdadera, y el requisito previo para esta apercepción es la desaparición del fenómeno. Lo que se apercibe es la manifestación en su totalidad, sin que haya "alguien" que se mantiene como observador separado. La apercepción es el funcionamiento total de lo Absoluto: apercibir es lo que eres. El universo que aparece en la consciencia es un espejo que refleja a cada ser sensible; es decir, la consciencia es la fuente misma del universo aparente. La consciencia no es diferente de su contenido manifestado.

Y esta apercepción no tiene nada que ver en absoluto con un "quien", con un fenómeno, con una apariencia en la consciencia que no es más que una parte infinitesimal del funcionamiento total. La comprensión intuitiva profunda de este hecho es el único "despertar" o "Iluminación", es la única "liberación" ilusoria de una "esclavitud" ilusoria, es el despertar del sueño viviente.

¿Qué hace el gurú? El gurú realizado hace lo único que se puede hacer - señalar con el dedo al sadguru interno. El sadguru siempre está allí, lo recuerdes o no, pero lo único que hace falta es una asociación constante con él (con independencia de lo que puedas estar haciendo). Un esfuerzo de cualquier otro tipo no sólo no resultará beneficioso, sino que representaría un obstáculo y un peligro.


¿Necesitamos un breve repaso de todo? Aquí está:

1. La existencia manifestada es fenoménica, y los fenómenos, al ser apariencias cognoscibles sensorialmente y limitadas por el tiempo, son una visión, un sueño, una alucinación y, por tanto, falsos. La existencia inmanifestada es Absoluta, intemporal, inespacial, no se da cuenta de existir, no cognoscible por los sentidos, eterna; por tanto, es verdadera. ¿Quién dice esto? La consciencia, naturalmente, que intenta conocerse a sí misma y no lo consigue, porque el conocer (no existe conocedor como tal) no puede conocer eso que en sí mismo es conocer - el ojo no se puede ver a sí mismo, aunque vea todo lo demás. El buscador es lo buscado. Esta es la verdad básica y esencial.

2. Yo, inmanifestado, soy la potencialidad total, la absoluta ausencia de lo conocido y lo cognoscible, la absoluta presencia de lo desconocido y lo incognoscible. Yo, manifestado, soy la totalidad de todos los fenómenos, la totalidad de lo conocido en la inconcebibilidad de lo desconocido inmanifestado.

3. Sólo puede existir Yo (el Yo eterno) absolutamente incondicionado, sin el más leve vestigio de atributos, subjetividad pura. El mero pensamiento "mí" es una esclavitud inmediata y espontánea (aunque ilusoria). Que desaparezca el mí, y entonces, de manera inmediata y espontánea, tú eres Yo.

domingo, 31 de enero de 2016

Comienza el gran 'desfile de planetas'


El recientemente iniciado fenómeno espacial se podrá observar en los próximos días. De este modo, Saturno, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y la Luna se alinearán para formar un 'desfile de planetas brillantes', informa el planetario de Moscú, citado por TASS. 

El fenómeno consiste en que una serie de planetas del sistema solar se aproxima hacia un lado del sol dentro de un sector relativamente pequeño.

Lo que hace que este fenómeno presente un interés especial es que cualquier aficionado podrá observarlo sin la utilización de un telescopio o de dispositivos complejos. 

Para observar la alineación de los planetas solamente es necesario que el cielo en su región esté despejado durante la noche.


Para disfrutar plenamente de todo lo que puede ofrecer el 'desfile',

AQUELLO QUE SIEMPRE ERES



Hay algo que siempre está presente, es la consciencia. El hecho
de saber que eres, de ser consciente. En ese momento aparece el
pensamiento yo, el lenguaje, la mente y todo el mundo de las
ideas y las dualidades; el conflicto, el temor, el dolor, el placer,
etc. 

Todo esto forma parte del juego del yo, del juego de la
mente. No importa lo más mínimo que ocurra esto. No hay que
esforzarse por cortar con ello, por evitar que las cosas sucedan,
por reprender a la mente, etc. Todo lo que hagamos seguirá
entrando en ese juego.

Lo único real es que eres, que sabes que eres. Viendo eso
comprendemos la realidad primera, intocada y prístina, la
realidad fundamental. Sabemos que todo lo que surja después,
que todo lo que creamos que somos, que cualquier formulación
ya es de la mente. Sin embargo la conciencia no desaparece, es
el fondo bajo el que todo sucede, el gran silencio sobre el que
nacen todos los sonidos. 

El gran océano que ve nacer y morir
las olas infinitas. El mar está en calma o agitado, pero siempre
es el mar. Los sonidos cambian, la melodía siempre es otra,
pero el silencio es siempre el punto de partida, el mantenedor
de todo, lo único real y constante. Tú eres eso. Tú eres la
conciencia que siempre es. La luz de la conciencia. Lo demás no
importa, no te preocupes por ello, si sabes que eres.

Sé testigo del milagro de ser. No te esfuerces por ser esto o
aquello. Sé lo que eres, nada más. Sé el todo, no te conformes
con la parte. Si lo miras bien, afortunadamente, no tienes
opción alguna, siempre eres lo que eres. Darse cuenta de esto es
lo más evidente que puede ocurrir, es como mirarte en un
espejo y ver tu rostro directamente o señalar un árbol y ver el
árbol. 

Abandona la culpa y deja de juzgarte a ti mismo


Tanto si lo sé como si no, siempre estoy atacándome a mí mismo. Tal vez crea que te estoy atacando a ti, pero sólo es una ilusión. Por supuesto, a veces tú también crees en mi ilusión, y entonces te sientes ofendido. Así es como funciona el mundo.

Pero, en verdad, yo no puedo atacarte. Sólo puedo atacarme a mí mismo. Todo lo que proyecto sobre ti vuelve a casa, vuelve a mí. El pensamiento es el boomerang perfecto. Siempre vuelve a la persona que lo envía.

¡Esto no tiene nada que ver con el castigo! Muchas personas, incluso las que creen en el karma, no compreden esto. Nadie está siendo castigado por sus pecados. Simplemente está recibiendo de vuelta lo que ha enviado para poder tomar conciencia de ello. Si la persona envía ira, la ira vuelve porque tiene que responsabilizarse de ella. Cada uno de nosotros tenemos que adueñarnos de lo que emitimos. Sólo podemos liberarnos de algo cuando nos adueñamos de ello.

Se trata de una ley simple. No hace falta que la usemos para castigarnos unos a otros. No hace falta que digamos: “Ves, desgraciado. Sabía que te iba a volver”. No tenemos que jugar a ser Dios. No se nos necesita en ese papel.

Simplemente tenemos que entender que vamos a seguir cometiendo errores hasta que aprendamos nuestras lecciones. Vamos a seguir proyectando cualidades positivas y negativas en los demás mientras no estemos dispuestos a adueñarnos de ellas en nosotros mismos. Vamos a seguir atacando a los demás hasta que nos responsabilicemos del ataque.

Apropiarnos y responsabilizarnos del ataque sólo es una manera de cortocircuitar el proceso. Yo digo: “De acuerdo, ira, ya sé que me perteneces, de modo que no voy a pretender que provienes de otra persona”. Eso no significa que no exprese la ira. Si está ahí, es mi responsabilidad expresarla. Pero debo hacerlo sabiendo que me pertenece a mí. De esa manera no tiene por qué ir hacia fuera, quedarse pegada a alguien que se sienta suficientemente culpable como para recogerla y después volver a mí en forma de algún resentimiento callado.


“El Amor no abriga resentimientos”
Un Curso de Milagros


Me responsabilizo de la ira. Entiendo que no es a ti, sino a mí mismo, a quien ataco. No me pierdo en la proyección, o al menos no me pierdo cuando tengo éxito en mi intento de responsabilizarme.

No siempre tengo éxito, ni tampoco suelo tenerlo a la primera. A veces te ataco, y a veces me apropio del ataque. Cuando te ataco, me siento culpable porque creo que puedo herirte. Llevo esa culpabilidad conmigo y entonces, cuando tú u otra persona me ataca, mi culpabilidad invita a ese ataque a quedarse pegado a mí. Todo este proceso es muy extraño.

Cuando te ataco, me siento muy mal. Eso me pone en el centro de la diana de otro posible ataque. Todos los extraños que tienen ira acumulada, sienten en mí una víctima potencial cuando paso a su lado. ¡Hasta los pastores alemanes pueden oler el aroma! Cada vez que te ataco, establezco mi propia culpabilidad. Si no crees que esto sea verdad, lee crimen y castigo de Dostoievsky. En la novela, Roskolnikov intenta perpetrar el crimen perfecto. Cree que si mata por una buena razón, no se sentirá culpable por haberlo hecho. Pero no funciona.

Cierto, no le pillan. Consigue que no le acusen del crimen. Pero no puede vivir con la culpa. Finalmente, se entrega a la policía.

Esto es lo que todos tenemos que hacer: entregarnos.

En cuanto atacamos, tenemos que recordar que estamos afirmando nuestra culpabilidad.

Confesémoslo inmediatamente. ¡Al infierno con las justificaciones! Sabemos que el ataque no puede ser justificado. De modo que responsabilicémonos de sanarnos y sanar a los demás.

“He cometido un error, hermano. Te he atacado porque tenía miedo. Pensaba que tenía derecho a atacarte, pero me equivoqué. Perdóname. Ayúdame a seguir mi camino”.

Cuando hago de mi ataque una petición de amor, mis hermanos y hermanas me permiten que me acerque a ellos. Este es un gesto de reconciliación.

Si reconozco mi ataque y asumo la responsabilidad de corregirlo, mi culpabilidad no se queda fijada. La culpabilidad se queda fijada cuando justifico mi ataque y me niego a enmendarme.

La culpabilidad crónica no es más que la negativa continuada a asumir la responsabilidad de reconocer y aprender de mis errores. Nadie se convierte en un saco de arena, de esos que usan los boxeadores, sin que haya una causa para ello. Sin embargo, la causa suele estar profúndamente enterrada en la psique.

Cada vez que te ataco, me ataco a mi mismo. Ese ataque puede venir en forma de juicio sutil, pero, si se repite una y otra vez, me envía continuamente el mensaje de que no soy adecuado.

No es coincidencia que los individuos que tienen menos autoestima sean los que más juzgan a los demás. Cuanto más nos dedicamos a juzgar a los demás, más nos juzgamos inconscientemente a nosotros mismos.

Todas las proyecciones vuelven a casa. Ésta es la función de la culpabilidad. A cierto nivel, se niega a permitir que nuestro ataque nos deje. Simplemente no podemos atacar a los demás sin sentirnos responsables del ataque en algún nivel de nuestro ser.

Cuando llevamos esta responsabilidad a la conciencia, podemos empezar a sanar. Cuando dejamos que siga siendo inconsciente, atraemos sucesos que nos obligan a tomar conciencia no sólo de nuestros ataques hacia los demás, sino del profundo odio que sentimos hacia nosotros mismos, que es el que provoca esos ataques.

La culpa y la responsabilidad se excluyen mutuamente. La culpa se queda pegada a la herida impidiendo que ésta se cure. El primer paso del proceso de curación es la responsabilidad.

Para soltar la culpa y dejar de juzgarnos, debemos empezar a responsabilizarnos de nuestros ataques contra otras personas. Debemos tomar conciencia de nuestras proyecciones en cuanto ocurren.

Tomando conciencia de nuestro ataque, vemos la causa que está detrás. Vemos nuestros propios miedos, nuestros juicios profúndamente arraigados y nuestros sentimientos de inadecuación. Vemos nuestra profunda llamada al amor.

Esto es esencial. No podemos empezar a perdonarnos a nosotros mismos hasta que no nos demos cuenta de que toda nuestra oscuridad es una llamada a la luz, y de que toda nuestra ira y dolor son una llamada al amor. Tenemos que reconocer esto, porque de otra manera tomaremos nuestra conciencia y la usaremos para golpearnos a nosotros mismos.

¡No debemos subestimar este peligro! Si dejamos nuestro proceso de curación en manos del ego, no pasará de ser otro proceso en el que volveremos a herirnos. Sólo el Espíritu puede estar al cargo de nuestra curación, porque el Espíritu confirma nuestra validez, al tiempo que nos anima a enmendarnos y a aprender de nuestros errores.

Yo no soy malvado por haberte atacado, y tú tampoco eres malvado por haberme atacado. Nuestro ataque mutuo viene de que ambos nos sentimos profúndamente inadecuados. Viene de un lugar en el que ni tú ni yo nos sentimos amados.