por Michael Forrester
12 Enero 2016
del Sitio Web PreventDisease
traducción de Adela KaufmannVersión original en ingles
Michael Forrester es un consejero espiritual y es un orador motivacional practicando para corporaciones en Japón, Canadá
y los Estados Unidos.
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Hace poco más de cuatro años, pasamos un portal hacia lo desconocido.
Un lugar donde la conciencia humana nunca ha estado. Habían dudas y escepticismos con respecto al proceso de la ascensión, pero está aquí… está ahora y aquí y no hay vuelta atrás. La nueva energía que todo lo abarca, omnipresente e innegable, incluso para aquellos que lo niegan.
En ningún otro momento en la historia de este planeta ha estado la conciencia humana tan alta como lo está ahora.
La Tierra y sus habitantes están ahora en un curso de cambiar la naturaleza de las poblaciones humanas a tal punto, que las sociedades serán irreconocibles en menos de 50 años y no hay absolutamente nada que pueda detenerlo.
La Tierra se ha acostumbrado y adaptado a la misma melodía durante los últimos 300,000 años. La misma frecuencia con poco o ningún cambio, hasta ahora.
Contrario a sus libros de historia, ha habido muchas civilizaciones avanzadas en la Tierra antes de ésta y todas ellas han fracasado. Fracasaron porque el pensamiento espiritual no podía mantenerse al día con la tecnología avanzada. No reconocieron que la naturaleza y la vida misma era benevolente.
Fueron incapaces de apreciar la verdadera conexión que tenía la humanidad a su fuente creativa.
Eso ha cambiado y está cambiando…
¿Dónde estamos ahora?
La humanidad ha recorrido un largo camino desde su pérdida de identidad de grupo y el desarrollo de la identidad individual en la tercera dimensión.
Es la única dimensión que sufre de la ilusión de la separación del Espíritu. Es uno de los pocos lugares donde las almas vienen a experimentar el ateísmo porque no es posible en dimensiones superiores.
La tercera dimensión es una vibración que crea la ilusión de la separación tan intensamente que presenta un enorme desafío para los que tratan de elevar la frecuencia entre los habitantes de la Tierra.
Los seres humanos en esta dimensión están centrados en,
su mortalidad su necesidad de aparearse poseer cosas materiales controlar su espacio obtener poder personal para gobernar a otros
Actualmente la humanidad todavía está pasando por un período de transición a la cuarta densidad o la realidad de la quinta dimensión, que puede dar cuenta de muchos cambios acelerados. Es desde aquí que muchas lecciones sobre la integración se aprenden.
Este es el más intenso de todos los niveles en su cultivo de crecimiento con nuestro ser innato o lo que realmente somos.
La mente egotista ha tenido un momento difícil renunciando a sus apegos y expectativas de resultados particulares. Mientras que todos sienten sed de cambio, también tememos a lo desconocido. Al ego le gusta estar en control, y el cambio rápido requiere soltarlo el control y estar en el momento presente, que es muy difícil para la gente.
La mayoría no se sienten a gusto dando un paso fuera de su zona de confort. Al movernos hacia adelante este año, no tendrán otra opción.
¿Hacia dónde vamos?