Pregunta: Aquí parece haber una comprensión intelectual en lugar de “instintiva” de los elementos esenciales como “yo soy la conciencia” y las ramificaciones de ese concepto y de que todo es la Consciencia y su contenido. Si fuera una comprensión “instintiva” las “respuestas a todas las preguntas” surgirían espontáneamente, como parece suceder para tales “recordatorios” como Leo, Nathan y otros, porque la Consciencia que actúa como “ellos” habla desde la Unidad, ¡y no desde la Consciencia que finge olvidar!
Sin embargo, en relación con el hecho de que todas las “personas” que nos recuerdan eso dicen que todo (lo que percibimos) surge en la conciencia, yo aparentemente acepto eso, pero “nadie” que yo sepa ha dicho de dónde surgen todas esas apariencias. Tengo la sensación de que la respuesta sería “de la Consciencia” o “Ese es el Misterio”, y que la curiosidad de la mente siempre está buscando preguntas queriendo “saber” cosas que tal vez no puedan ser “conocidas”. La curiosidad de la mente es también la Consciencia preguntándose a Sí misma, porque no hay nada más.
¿Algún comentario?
Respuesta: Puesto que la comprensión no puede ser un objeto para sí misma, al igual que la vista no puede ser su propio objeto, prefiero señalar que simplemente hay comprensión. No hay necesidad de dividir dualísticamente la comprensión en intelectual e instintiva. No hay, en realidad, ninguna entidad separada realizando la comprensión; sólo existe el Uno expresándose como la comprensión.
En respuesta a la pregunta “¿De dónde surgen todas esas apariencias?” surge lo siguiente: Digamos que respondo “Todo viene de la Fuente”, entonces la pregunta avanza de nivel y pregunta de dónde proviene de Fuente. Si entonces decimos algo como “Desde el Vacío”, podríamos repetir de nuevo la misma pregunta. Para mí tales regresiones interminables son una señal de alarma, y me dicen que probablemente algo anda mal con la pregunta.
Incrustada en esta pregunta está la suposición de causa y efecto. Causa y efecto son herramientas prácticas para el razonamiento, pero sólo se aplican en el nivel relativo; no se pueden aplicar al Sujeto Último. Este Sujeto Último es otro nombre para la Causa Sin Causa; es Auto-Originaria y ha sido llamada “el No-Nacido” por el maestro Zen Bankei.
Es evidente que lo No-Causado no puede explicarse en términos de causa y efecto. Y puesto que la actividad de la mente depende de la polaridad nunca puede concebir lo que es anterior y más allá de la causa y efecto. Cuando esto está claro, también está claro que no vamos a obtener “LA RESPUESTA” en un formato que la mente pueda comprender. Cuando el razonamiento reconoce sus propias limitaciones, la necesidad de una explicación conceptual se desvanece, y el cuestionamiento simplemente se disipa.
Podemos llamar a esta caída de la búsqueda, comprensión o rendición. Desde esta perspectiva no lineal, el Universo ya no se ve como causado por nada, sino que es “conocido” como la Presencia-Incausada-Que-Es.
Pregunta: He leído estas preguntas y respuestas siempre con mucho interés. Pero ¿qué pasa con este enfoque intelectual?
Se ha escrito mucho acerca del Advaita y mucho más se escribirá sobre ello. Pero quizá se trata de entender sólo una o dos frases: El Uno es, y lo abarca todo, manifestándose como todo.
La primera frase es suficiente, supongo. ¡Su comentario por favor!
Respuesta: El enfoque intelectual –o Jñana Yoga– es apropiado para aquellos que se sienten atraídos por él. Cuando el enfoque Jnana es llevado a su conclusión final terminará en la rendición o entrega. Otros se sienten atraídos por la devoción y la entrega, o Bhakti Yoga. Cuando el Bhakti es llevado a su conclusión final se disolverá en la comprensión.
En última instancia, la comprensión y la entrega desaparecen en una Prior-idad, que no puede ser alcanzada por ningún concepto o emoción.
De hecho, esto podría realizarse por medio de una frase, una sola palabra, o un silencio “clamoroso”. Por otra parte, esta claridad inherente podría también ser re-conocida después de una búsqueda sin fin y un millón de palabras.
En este punto, toda construcción mental alrededor de la claridad se desmorona. Las palabras comienzan a contradecirse entre sí y la mente pierde su equilibrio. El antes y el después ya no se aplican y se hace evidente instantáneamente que ni la devoción ni el enfoque intelectual pueden ser esenciales para la presencia de esta claridad omnipresente.
Desde la perspectiva de la búsqueda ciertamente parece que hay un proceso que conduce de la confusión a la claridad, pero cuando se pasa por la puerta sin puerta, se ve que realmente nunca hubo puerta, ni nadie que pase a través de ella. Ya sea que ELLO aparezca como buscador o como claridad, ya sea que ELLO aparezca como puerta o como alguien que pasa a través de ella, siempre hay solo Presencia.
Nada (no-cosa) puede conducir a la Presencia, nada ha causado lo Incausado, y nada jamás oscurece la claridad en la que aparece toda esta manifestación.
Así que si hay algún mérito que pueda atribuirse a la claridad que ES, no está contenido en una sola frase, ni lo está en una biblioteca entera; todo el “mérito” es de la nada (no-cosa).
Pregunta: Puedo estar presente sólo cuando me acuerdo de ello… ¿Se volverá natural en algún momento? ¿Hay una creencia insatisfecha o una historia que me impida totalmente permanecer siempre en esa conciencia a pesar de que el mundo cambie a mi alrededor?