Los gestos de cariño tienen el poder de cambiarlo todo cuando llegan en el momento adecuado. Por eso es bueno traer un mensaje hasta aquí: no dejes para mañana los besos, abrazos y caricias que puedas dar hoy. Porque ellos se traducen en sonrisas y complicidad y eso.., es maravilloso.
No son solo gestos físicos que se traducen en humedad, calidez y contacto, sino que son complicidad, amor, respeto y amistad. Momentos indescriptibles, mágicos y repletos de una ternura que contagia a través de la sensibilidad y de la validación emocional.
“El beso que te guardo por ahora amenaza con volarse, con salirse de mis labios y buscarte o perderse en el intento de encontrarte.”
El contacto emocional, la base de nuestro bienestar
El contacto emocional nos ayuda a amarnos a nosotros mismos. Es una afirmación tan rotunda como real. Cuando los demás muestran que nos quieren estamos captando un mensaje maravilloso: somos merecedores de amor.
Por eso en mis artículos siempre hablo de que el cariño nunca es excesivo, ni cuando hablamos de laeducación que debemos transmitir a nuestros niños ni cuando tratamos el tema de las relaciones entre adultos. Dar amor significa maravillar un alma, compartir eternidad e intimidad, ser profundos, transmitir comprensión, rodear los dolores y coleccionar los motivos por los que merece recompensar al mundo con nuestra sonrisa.
“Millones y millones de años y todavía no tengo suficiente tiempo para describir ese pequeño instante de eternidad en que colocas tus brazos alrededor mío y yo coloco mis brazos alrededor tuyo.”-Jacques Prévert-
Saber que nos quieren es una de las sensaciones más maravillosas que existen
Saber que nos quieren es la sensación que nos mantiene en pie en los malos momentos.Como hemos dicho en multitud de ocasiones, a veces lo que nos salva es algo tan simple como un gesto de cariño.
Así, nos reafirmamos una vez más en que un poco de cariño puede llenar un corazón de felicidad. Es incomparable el sentimiento que se deriva de ser conscientes de que alguien nos tiene presentes y en cuenta, que se preocupan por nosotros y que somos tan importantes como para que “gasten” un segundo en pensar en nosotros.
Sin ninguna duda, saber que ocupamos la mente de alguien es reconfortante en lo social, en lo emocional y en lo cognitivo.









