martes, 10 de mayo de 2016

Hay “personas mágicas” rodeándonos por todas partes


Hay “personas mágicas” rodeándonos por todas partes. Son aquellas con las que conoces la felicidad, aquellas que te ayudan a volar, a brillar y a descargar tu mochila. Ellas, personas con las que compartes la complicidad, la permanencia.
A veces no hace falta decir “estoy a tu lado” porque sobran las palabras. A veces encajas con una persona y como de la nada te guías por la melodía del “quiéreme bien”. Es un vínculo sano, claro en contenidos, abierto a experiencias. La amistad es de esas de miradas sinceras que aligeran pesares y nos ayudan a deshacernos de los obstáculos que se nos presentan.
“Hay personas mágicas. Te lo prometo, las he visto. Se encuentran escondidas por todos los rincones del planeta. Disfrazadas de normales. Disimulando su especial forma de ser. Procuran comportarse como los demás. Por eso, a veces, es tan difícil encontrarlas. Pero cuando las descubres ya no hay marcha atrás. No puedes deshacerte de su recuerdo. No se lo digas a nadie, pero dicen que su magia es tan fuerte que si te toca una vez, lo hace para siempre”.
-Autor/a desconocido-

Esquimales dándose un beso

Los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano

Los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano. Esta es una gran verdad que probablemente nadie puede negar. Esto es natural, pues no podemos cuadrar expectativas, sentimientos, emociones, pensamientos y aficiones con cada persona que pasa por nuestra vida.
Hay gente con la que conectamos de manera especial y a la las experiencias nos vinculan, sirviéndonos de esto para sustentar uno de los planos más importantes de nuestra vida: el social. Como dijo Aristóteles, somos animales sociales y, por lo tanto, necesitamos de estas uniones para sentirnos completos.
Las “personas mágicas” son aquellas que tienen grandes cualidades sociales y emocionales, las que nos brindan su apoyo, nos rescatan y nos encaminan. En otras palabras, las que poseen inteligencia social, prima hermana de la inteligencia emocional.
amigos-disfrazados

La inteligencia social y sus dos ingredientes principales

lunes, 9 de mayo de 2016

“Montañas y valles”


“Montañas y valles tienen sus correspondencias en la vida interior. Los valles, por los que fluyen los arroyos y los ríos, representan la fertilidad, es decir la abundancia, la generosidad, la bondad. 

Es en estos valles y no en las cimas de las montañas donde se encuentran las praderas, los jardines, los frutos, las flores, las ciudades y sus habitantes. 

En las altas cimas se encuentran las rocas, el hielo, la aridez.

¿Os sentís solitarios? Pues bien, no os quedéis en la cima donde vuestro intelecto, con su orgullo, su deseo de crítica os ha arrastrado. 

Descended al valle donde reina la abundancia, donde el corazón se manifiesta, donde fluyen las aguas del amor.

El saber que habéis adquirido en las cimas gracias a vuestro intelecto, debe fundirse para formar arroyos, ríos y fertilizar los valles. 

Salirse del Juego de los Juicios por Jim Self


Has estado en este sendero de conocimiento por muchísimo tiempo. Has estudiado los mejores libros de autoayuda, has tomado los seminarios y has seguido a todos los maestros más inspiradores. Has aprendido que estás en completo control de cómo diseñas tu vida. Entonces, ¿por qué sigues encontrándote juzgando a los demás? (Sí, esa voz pequeñita y diminuta todavía está ahí susurrando.)

¿Por qué eso sigue presentándose en tu vida cuando pensabas que ya estabas más allá de todo eso?

Porque TÚ has sido juzgado.

Hay una línea muy interesante en medio del Padre Nuestro. Dice: “Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden”. No dice: “Ve a arreglar a ese tipo de allí y cuando él sea perfecto y amable y considerado, entonces yo voy a considerar perdonarlo.”

Lo que esto realmente significa es: “He asumido el equipaje de alguien y lo estoy llevando conmigo a todas partes. Pero ahora estoy decidiendo y eligiendo creer que ellos son buenos. Por muy mal y horrible que puedan estar actuando en este momento, ellos en realidad son buenos. Simplemente están sintiendo mucho dolor.”

Verás, no hay gente mala—sólo hay mucha gente sintiendo dolor. A veces ese dolor se manifiesta en voz muy alta. A veces ese dolor es arrojado hacia ti en forma de juicios.

¿Alguna vez has tratado de trabajar mientras tenías un dolor de muelas? No es muy cómodo. ¿Alguna vez has tenido una astilla en el dedo mientras tratabas de teclear? No es fácil. La gente tiene un dolor generalizado, porque se les ha mentido y mentido y mentido. Ellos simplemente están manifestando lo que mejor saben hacer. ¿Alguna vez has visto a alguien ir por ahí encolerizado, con dolor y energía de víctima? A ellos les han mentido. La luz que reside en su interior se ha atenuado y ellos simplemente están manifestando lo que creen que es la verdad.

¿Alguna vez has tenido la experiencia de guardar rencor? Por ejemplo, digamos que yo te pateo y me voy. Tú piensas para ti: “Qué imbécil que es ese tipo. Ni siquiera se disculpó.” Tú estás realmente molesto por eso y se lo cuentas a todos tus amigos. Un año más tarde yo vengo a tu ciudad y te digo: “Oye, qué gusto verte de nuevo.” ¿Qué es lo primero que te viene a la mente? “Imbécil.” Pero entonces lo que pasa es que yo digo: “Parece que estuvieras enojado conmigo.”

“¡Lo estoy! Tú me diste una patada y eres un idiota y…”

“Vaya, no lo sabía. Ahora que lo pienso, recuerdo que cuando me levanté pensé que había golpeado la silla o algo así. Lo siento mucho. Si lo hubiera sabido, definitivamente te habría pedido disculpas.”

En ese momento, ¿todavía sientes ese rencor? No realmente. Pero durante todo ese año, ¿quién estuvo atascado—tú o yo? Tú te sentaste todo un año refunfuñando y juzgando. Mayormente, tú elegiste quedarte en esa energía de juicio porque no obtuviste lo que realmente y apasionadamente querías de mí. Tú querías un “¡Hola!”. Hola. ¡Yo te veo! Eso es lo que has querido toda tu vida. Sólo querías que alguien te dijera: “¡Hola! Yo puedo ver tu resplandor.” Muy sencillo.

En el jardín de infantes, ¿le mostraste a alguien tu dibujo de un elefante que habías pintado color naranja por todas partes, saliéndote de las líneas? Tal vez la respuesta fue: “Eso no es un elefante. Es sólo un garabato pintarrajeado. ¿No sabes que los elefantes son grises y se quedan dentro de las líneas? Que no se te ocurra volver a dibujar así.” Si eso te pasa a ti, ¿vas a volver a dibujar otro elefante? Probablemente no. Entonces, ¿llevas contigo un poco de juicio en tu espacio acerca de quién eres y de qué eres capaz? (Mucho).

Esa desaprobación proviene de personas que están sintiendo dolor. Ellos no son malos—sólo están sufriendo. ¿El mirar atrás a esa experiencia pasada desde una nueva perspectiva, la cambia un poco? Te deshiciste de los juicios de correcto/incorrecto y bueno/malo. Por ahí se van los juicios. Todo lo que queda es experiencias— experiencias interesantes, divertidas. Tú puedes hacer una elección distinta ahora.

Puedes elegir la compasión

EJERCICIOS DE PERCEPCIÓN ESPIRITUAL- RECUERDA CONSTANTEMENTE “ESTO ES UN SUEÑO”


En la segunda entrega de los ejercicios de percepción espiritual –un acercamiento práctico a la espiritualidad basado en el desarrollo y purificación de la percepción, tomando el ejemplo de grandes maestros de la filosofía, el arte y la religión– indagaremos la noción budista de que la realidad como la conocemos –sólida, fija y estable– es una ilusión. En esto no se hace distinción: tanto la vigilia como los sueños son irreales, son fabricaciones mentales interdependientes. Para llevar a la mente a la lucidez de darse cuenta que “esto es un sueño”, los budistas practican diversas meditaciones y ejercicios de auto-observación. Intentaremos aquí brindar un poco de contexto, esbozar la parte simple –y no por ello menos poderosa– del ejercicio y entender la filosofía que sustenta esta noción, la cual es fundamental para que podamos llegar a la realización de una conciencia despierta, la cual es la esencia del estado de la budeidad: el términobuddhi significa justamente despertar, una conciencia lúcida y despierta. Finalmente consideraremos que este ejercicio va más allá de una práctica para tener sueños lúcidos, si bien puede tener ese beneficio como un efecto añadido, su perfeccionamiento hace de la vigilia y el sueño un mismo continuum, un único estado de conciencia libre de apegos, fijaciones y dualidad perceptual. Un paso esencial para el gran cometido de hacer la mente como el espacio: luminosa vacuidad que se da cuenta de sí misma.
La metáfora de la existencia ordinaria como un sueño aparece en innumerables sutras y comentarios en la diferentes escuelas del budismo. Una de las más famosas menciones ocurre en el Sutra del Diamante:
Debes de ver este mundo como algo pasajero,
como una estrella en la mañana, una burbuja en un arroyo,
un relámpago o una nube de verano,
un destello parpadeante, un espectro y un sueño.
Esta serie de imágenes que encontramos en el budismo mahayana nos llegan a través del gran maestro tibetano Lonchenpa como ocho símiles que ilustrarán diferentes principios filosóficos de la irrealidad. Longchenpa nos dice que el mundo se parece a un reflejo en un espejo, a la luna en el agua, a un eco, a un acro iris,  a un sueño, a una ciudad de gandharvas, a un espectro y a una ilusión óptica creada por un mago. En su seminal Dzogpa Chenpo, uno de sus “siete tesoros”, se dice:
La felicidad o el sufrimiento del nirvana o el samsara son como sueños o pesadillas. Desde el momento de su aparición, su naturaleza está libre de elaboración. A partir de esta [naturaleza libre de elaboración], la causalidad del surgimiento y la cesación aparecen como un sueño, como maia, como una ilusión óptica, una ciudad de gandharvas, un eco, un reflejo, sin ninguna realidad.
Es por esta noción de la irrealidad e insustancialidad del mundo que los budistas practican diferentes técnicas para establecer en su percepción lo que llaman “la perspectiva correcta”, que en este caso consiste en ver que el mundo es irreal, por impermanente e interdependiente. En suconferencia sobre el budismo, parte de un ciclo de “Siete Noches”, Borges hace un comentario sobre esta práctica:
En los monasterios budistas uno de los ejercicios es este: el neófito tiene que vivir cada momento de su vida viviéndolo plenamente. Debe pensar: “ahora es el mediodía, ahora estoy atravesando el patio, ahora me encontraré con el superior”, y al mismo tiempo debe pensar que el mediodía, el patio y el superior son irreales, son tan irreales como él y como sus pensamientos.
Borges añade que para poder acercarnos a erradicar el sufrimiento  “debemos llegar a comprender que el mundo es una aparición, un sueño, que la vida es sueño. Pero eso debemos sentirlo profundamente, llegar a ello a través de los ejercicios de meditación”.
En la traducción de uno de los textos preliminares para la práctica de la Gran Perfección de Longchenpa (el cual Keith Dowman traduce como Maha Yoga), se dice:
Como práctica principal medita de la siguiente forma:
El mundo exterior, sus montañas y valles, pueblos y ciudades y seres vivientes,
compuestos de tierra, agua, aire, fuego y espacio, todas las formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones,
los cinco objetos sensoriales y el mundo interno de la mente-cuerpo y su conciencia sensorial, toda la experiencia,
deben de ser atendidos incesantemente como un sueño.
Longchenpa dice que esta conciencia del sueño que es la realidad tiene los beneficios de que “el intelecto se relaja y el aferramiento inmediatamente cesa–el aspecto objetivo es refutado, y el sujeto se retira”, esto después de un tiempo permite que cuando la mente se acerca a las situaciones “como si fueran un sueño”, sin poder encontrar algo sustancial a lo cual adherirse, entonces se “sumerge en un espacio todopenetrante como el cielo… desprovista de toda actividad mental compulsiva, emerge como espontánea y simple cualidad vacía”. Esto nos lleva a una prístina conciencia no dual, lo que se conoce comorigpa. La mente se vuelve como el espacio en toda su vastedad y vacuidad, el único fundamento constante y real. Esta realización, nos dice Longchenpa, tiene numerosos otros beneficios, como los que pueden ocurrir en un sueño lúcido: al  descubrir que estamos soñando podemos viajar inmediatamente a paraísos de la mente –a todas las Tierras Puras– y ejercer todo tipo de poderes supernaturales y “alcanzar el jnana, el samadhi y una multitud de dakinis” y, sin embargo, el beneficio supremo es la liberación de la ilusión consustancial de la existencia reificada.
Thinley Norbu Rinpoche, uno de los más recientes grandes maestros del linaje budista Nyingma, el más antiguo del Tibet y del cual también forma parte Longchenpa, dice en su libro Magic Play: “los fenómenos no tienen existencia verdadera pero aparecen a todos. Ver todas las apariciones como mágicas, y así abandonar el apego a la existencia como real, entonces, tiene la habilidad de lograr la liberación”. Así el sueño y los fenómenos de los cuales está compuesto se vuelven sabiduría pura, la delicia del espacio libre que conoce el gran espectáculo de la existencia sin formar ninguna relación objetificante; libre de la alucinación de creer en su realidad, el arco iris se puede disfrutar como lo que es. Para establecer este delicioso modo de percepción, en el cual nada se cristaliza, nada se coagula –el modo del contemplativo puro–, es sumamente útil repetirnos todos los días cada vez que descubrimos que nos estamos enmarañando con una situación, que nos identificamos con un fenómeno o un concepto o que simplemente creemos en la solidez irreversible de las cosas: “esto es un sueño”. ¡Y que alivio que lo sea!
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Para entender por qué los budistas consideran que el mundo es como un sueño, debemos de explorar la noción del surgimiento dependiente o pratityasamupada.

domingo, 8 de mayo de 2016

“Desbrozar el terreno”


“¡Cuántas cosas inútiles e incluso nocivas los humanos dejan que se acumulen en su cabeza y en su corazón! 

¿Por qué? Porque no saben hacer una selección. 

Lo bueno y lo malo, lo útil y lo inútil, lo esencial y lo superfluo, lo aceptan todo sin discernimiento. Y después se lamentan: 

«Yo hago esfuerzos, entonces ¿por qué no avanzo? ¿Por qué no obtengo resultados?» 

Es muy simple: porque no han comprendido todavía que deben comenzar por desbrozar el terreno. Si, hacer una selección y eliminar todo lo que contradice a su ideal espiritual. 

Porque no basta con tener un ideal que se quede ahí en un rincón de su cabeza, es necesario que toda la vida esté en armonía con él.

Cada uno cree que es normal tener toda clase de gustos, de necesidades, de proyectos, de puntos de vista o actividades. 

Mindfulness: Suaviza, calma, permite


Meditación.

Suaviza, calma, permite,  es una meditación Mindfulness para tratar con el dolor o incomodidad físico o emocional.


1. Comenzar con la respiración y la bondad.
Trata de encontrar una posición cómoda, cierra los ojos, y haz tres respiraciones profundas y relajantes. Coloca tu mano en tu corazón por unos momentos recordando que estás en una habitación, y también para atraer hacia ti mismo la sensación de bondad.

 2. Etiquetar la emoción. 
Ahora trata de recordar una situación moderadamente difícil que estés viviendo en este momento, quizás un problema de salud, estrés en una relación, o la situación de dolor que está viviendo un ser querido. Trata de no elegir un problema muy difícil, como tampoco un problema trivial, elige más bien un problema que genera estrés en tu cuerpo cuando piensas en eso. Trata de visualizar la situación claramente. ¿Quién estaba ahí? ¿Qué se dijo? ¿Qué pasó? Ahora fíjate si puedes etiquetar la emoción más fuerte que sientes, la emoción difícil asociada a esa situación: ¿ira?, ¿tristeza?, ¿dolor?, ¿confusión?, ¿miedo?, ¿anhelo?, ¿desesperación? Repíte el nombre de la emoción con una voz tierna y comprensiva, como si estuvieras validando lo que un amigo siente: “Eso es anhelo.” “Eso es pena”.

 3. Llevar la atención de la emoción al cuerpo.
Luego, expande y amplia la conciencia hacia tu cuerpo como un todo. Recuerda la situación difícil de nuevo y escanea tu cuerpo notando dónde sientes más fuerte esa emoción. Desde el ojo de tu mente, escanea tu cuerpo desde la cabeza hasta los pies, deteniéndote donde sientes un poco de tensión o incomodidad. Luego, elige un lugar de tu cuerpo donde el sentimiento se expresa con más fuerza, tal vez como un punto de tensión muscular o una sensación de dolor, como un dolor de corazón. Mentalmente, inclínate delicadamente hacia ese lugar.

4. Suaviza, Calma, y Permite.
Suaviza y ablanda ese lugar tu cuerpo. Deja que los músculos se relajen, sin la necesidad de que se vuelvan blandos, como cuando aplicas calor a los músculos que están doloridos. Puedes decirte silenciosamente, “blando… suave … blando …”, para ir mejorando el proceso. Recuerda que no estás tratando de hacer que la sensación desaparezca, sino que estás presente en la sensación con conciencia amorosa. Si quieres, simplemente puedes ablandar los bordes de esa sensación. No es necesario que los ablandes del todo.

Cálmate también a ti mismo por esforzarte de esta manera. Pon tu mano sobre su corazón y siente tu cuerpo respirar. Tal vez surjan palabras afectuosas en tu mente como: “Bueno, tranquilo…Sí, estoy atravesando una experiencia difícil y dolorosa. Que yo pueda crecer en alivio y bienestar”. Si lo deseas, también puedes dirigir la bondad a la parte de tu cuerpo que sientes estresada, colocando la mano en ese lugar. Muchas veces, es útil pensar en tu cuerpo como si fuera el cuerpo de un niño al que quieres mucho. Puedes decir palabras amables a ti mismo, o simplemente repetir, “calma … calma …calma.”

Permite a la incomodidad estar ahí. Abandona el deseo de que la sensación desaparezca. Deja que la molestia vaya y venga a su antojo, como un huésped en su propia casa. Puedes repetirte, “permite… permite… permite”. “Suaviza, calma, y permite”. “Suaviza, calma, y permite”. Puedes utilizar estas tres palabras como un mantra, recordándote inclinarte con ternura hacia tu sufrimiento. Si sientes mucho malestar con una emoción, vuelve a tu respiración hasta que te sientas mejor.

5. Facilitando la salida…

¿Culpa de ser tú?


Sólo es posible construir con la vibración del corazón.

Tema recurrente en terapia: la culpa. Por si hago, por si no hago; por si soy egoísta, por si doy demasiado; por si fui esto o aquello; por si tengo, por si no tengo… por cualquier cosa… el ego siempre se las ingenia para encontrar motivos.

Nace en nuestra infancia, cuando nos manipulan/amenazan con dejar de amarnos, de reconocernos, de apoyarnos, de estar, porque no somos como nuestros padres quieren que seamos. Revoltosos, gritones, llorones, sensibles, agresivos, encerrados, salidores, lectores, volados, contestadores: podemos ser de muchas formas, pero si no se adecúan a lo que ellos esperan, nos tratan de formar a su imagen y semejanza o a lo que ellos piensan que es lo mejor para nosotros.

La manipulación puede darse explícitamente (“no te voy a querer más si haces esto”, “me lastima que seas así”, “está mal que pienses de esta forma”, “no eres capaz de hacerlo”) o implícitamente (silencios, gestos represores, falta de cariño, no hablar de determinados temas). El hecho es que nos queda una sensación interna de que somos inadecuados, insuficientes, malos, erróneos, feos, anormales, etc.

Podemos responder siendo adaptados o rebeldes. Los primeros ceden y se transforman en niños buenos, siguen las reglas, se conforman al sistema. Los segundos  continúan reclamando aceptación a través de conductas agresivas, de hacer lo contrario a lo que se espera de ellos, llevando sus exigencias a la sociedad a través de luchas por distintas cosas. En la base, ambos son dos caras de la misma moneda. Cambia la actitud, pero siguen sintiéndose incompletos, necesitados, incorrectos.

De esta falta de aceptación de uno mismo nacen los “debería”, los “tengo que”, que martirizan con sus exigencias y perfeccionismos. Lo que está en el fondo es “si fuera de tal forma, entonces tendría…”. Nos llenamos de pequeños y grandes programas para lograr metas exteriores, para adaptarnos y manipular como hicieron con nosotros, para tapar el vacío y lo que consideramos malo, para cambiarnos por lo que parece ser el modelo social de éxito. Es la fórmula de la desdicha y la frustración, porque sólo podemos ser felices siendo quienes somos y no otros. 

Como es imposible dejar de ser uno, aparece la culpa y ésta exige castigo. ¡Y somos muy ingeniosos en castigarnos! Y crueles, porque buscamos nuestros lugares más preciados y sensibles. Y porque lo hacemos eterno: no bastan unos años, es cadena perpetua. Cada nueva caída clama otra sentencia y así andamos, dejando en la cárcel a nuestros Niños Internos, privados de amor y apoyo.

viernes, 6 de mayo de 2016

El ADN es responde a la vibración


Revolución científica al descubrir que no hay ADN “basura” sino un segundo ADN secreto sensible a la vibración

Por fin los científicos admiten que hay un segundo ADN que controla los genes y es sensible a la vibración algo que supone una revolución en los estudios sobre el genoma humano. El fascinante y reciente descubrimiento se produjo a finales del 2013 y presta una mayor credibilidad a lo que los científicos metafísicos han estado diciendo desde hace milenios: “el cuerpo habla dos idiomas diferentes”.

Dado que el código genético fue descifrado en la década de 1960, los investigadores han asumido que se utiliza exclusivamente para escribir información acerca de las proteínas. Pero los biólogos han sospechado durante años que algún tipo de herencia epigenética ocurre a nivel celular. Los diferentes tipos de células de nuestro cuerpo son un ejemplo. Las células de la piel y las células del cerebro tienen diferentes formas y funciones, a pesar de tener exactamente el mismo ADN.

No hay tal cosa como el ADN "basura" 

El genoma humano está lleno con al menos cuatro millones de interruptores de genes que residen en trozos de ADN que antes se calificó de "basura" Pero resulta que el llamado ADN basura juega un papel crítico en el control de cómo las células, los órganos y otros tejidos se comportan. El descubrimiento, considerado un gran avance médico y científico de primer orden, tiene enormes implicaciones para la salud humana y la conciencia, porque muchas enfermedades complejas parecen ser causadas por pequeños cambios en cientos de interruptores de genes.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Whashington, liderado por el Dr. John Stamatoyannopoulos y su equipo,  ha descubierto este segundo código de ADN oculto. Como científicos profundizaron en la llamada "basura" - las partes del ADN que no son verdaderos genes- pero que contienen instrucciones para las proteínas así que descubrieron un complejo sistema que controla los genes. Al menos un 80 por ciento de este ADN es activo y necesario. Otro 15 a 17 por ciento tiene funciones superiores que los científicos todavía están descifrando.
Hallazgos recientes publicados en la revista Science pueden tener grandes implicaciones para la forma en que expertos médicos utilizan los genomas de pacientes para  interpretar y diagnosticar enfermedades- dijeron los investigadores-.

El código genético utiliza un alfabeto de 64 letras llamado codones. El Dr. Stamatoyannopoulos y otros co-autores se sorprendieron al descubrir que algunos codones, que llamaron Duons, pueden tener dos significados. Uno describe cómo se hacen las proteínas, y el otro indica a la célula cómo se controlan los genes.

El código genético recién descubierto en el ácido desoxirribonucleico, el material hereditario que existe en casi todas las células del cuerpo, fue escrito justo encima del código de ADN que los científicos ya habían agrietado. En lugar de ocuparse de sí mismo con proteínas, éste instruye a las células en cómo se controlan los genes. Su descubrimiento significa cambios en el ADN, o mutaciones que vienen con la edad, o en respuesta a los cambios de vibración dentro del ADN, puede estar haciendo más de lo que los científicos pensaban anteriormente.

"Durante 40 años hemos asumido que cambios en el ADN que afectan el código genético únicamente afectan cómo se hacen las proteínas"- dijo el autor principal John Stamatoyannopoulos- Universidad de Washington, profesor asociado de ciencias del genoma y de la medicina.
"Ahora sabemos que este supuesto básico acerca de la lectura del genoma humano se perdió la mitad de la película",-dijo-. "Muchos cambios en el ADN que aparecen para alterar las secuencias de proteínas, pueden causar realmente la enfermedad mediante la interrupción de programas de control de gen o incluso ambos mecanismos simultáneamente."

Estos dos significados parecen haber evolucionado en concierto entre sí. Las instrucciones de control de genes parecen ayudar a estabilizar ciertas características beneficiosas de las proteínas y cómo se hacen.
El descubrimiento fue realizado como parte de la colaboración internacional de grupos de investigación conocido como la Enciclopedia de Elementos de ADN Proyecto o ENCODE.

El ADN responde a frecuencia.