Curiosamente, una de las mejores frases sobre la imperfección no surgió de los labios de un filósofo afamado o de un célebre psicólogo. Fue un actor italiano, Vittorio Gassman, quien afirmó que “nuestras imperfecciones nos ayudan a tener miedo. Tratar de resolverlas nos ayuda a tener valor”.
Tal vez resulte irónico y llamativo, pues es fácil pensar que lo perfecto hubiese sido que un gran filósofo de talla mundial e histórica recitase las sentencias más perfectas sobre la imperfección. Sin embargo, el ser humano es imperfecto, de ahí que cualquier persona, por muy insignificante que se sienta, sea capaz de llevar a cabo grandes hazañas.
No obstante, es sensato pensar que todo individuo cometerá errores a lo largo de su devenir vital. ¿Significa esto que no puede ser feliz? ¿Hemos de purgar eternamente nuestra mente por cada fallo realizado? La respuesta es no, pues en nuestra propia imperfección habita la perfección. Todos podemos ser perfectamente imperfectos.
“No quieres a alguien porque sea perfecto. A las personas las quieres a pesar de que no lo son”
La terapia de la imperfección
Adam Smith dijo una vez que “si abordas una situación como un asunto de vida o muerte, morirás muchas veces”. Esta sabia sentencia es perfecta para abordar una teoría psicológica que ha desarrollado una metodología clínica propia, la terapia de la imperfección.
Con grandes defensores como su propio creador, el Doctor Ricardo Peter, profesor de la UDLAP, investigador y psicoterapeuta, esta terapia trata de concebir un tratamiento eficaz para los trastornos del perfeccionismo, hoy mucho más integrados en la sociedad de lo que muchos podamos pensar.
En este caso, la terapia de la imperfección parte de una base peculiar, pues su propio nombre podría resultar erróneo y equívoco, ya que aquí se habla de ‘encuentros’, en lugar de la clásica sesión terapéutica.
Al establecer ‘encuentros’, se busca situar en el mismo plano al terapeuta y a la persona que recibe la sesión, desvirtuando así cualquier inclusión de ventaja o desventaja de ambos actores. La misión del terapeuta es explorar la autocompresnión de la persona.
La imperfección del ser humano
La idea de dedicarle un artículo a la teoría de la imperfección se debe a una contradicción:a sabiendas de que somos imperfectos, en muchos casos no nos cansamos de enfrentarnos a nuestra propia naturaleza. De hecho, la incomodidad del algunas personas es tanta que convierten este duelo en una obsesión.
Sin embargo, la perfección llevada al límite no ejerce ningún tipo de influencia positiva sobre la psique humana, pues ni siquiera somos capaces de definir con exactitud en qué consiste. ¿Un círculo, una esfera, un trabajo perfectamente llevado a cabo…?
En torno a la existencia de la idea de perfección ha nacido un debate en el que han participado especialistas de todas las épocas y ramas de la ciencia. Actualmente, la polémica sigue abierta ya que no existe un acuerdo que lo haya cerrado. Pese a las discrepancias, sí hay una corriente que goza de un buen respaldo y que defiende que la perfección no existe y estos son algunos de sus argumentos:
- Platón buscó a lo largo de su vida la idea perfecta y definitiva, a la que solo se puede llegar encontrando la perfección. ¿Crees que lo consiguió?
- Otras corrientes filosóficas evolutivas establecen que tras la perfección no hay nada más. Si el mundo está en constante movimiento y evolución, y nosotros somos parte de este mundo, es evidente que no podría existir tal perfección.
- Existe también una corriente de pensamiento que establece que la perfección no existe, pero sí el perfeccionismo. La idea de hacer algo cada vez mejor no significa que un día lo lleves a cabo de forma perfecta, pero invita a mejorar.