Somos las únicas criaturas en la superficie de la Tierra capaces de transformar nuestra biología cambiando nuestros pensamientos y sentimientos.
La neurociencia ya nos está diciendo que nos transformamos en nuestras interpretaciones de la realidad cuando las internalizamos. Entonces, ¿vamos a esperar a enfermarnos para hacer algo al respecto? ¿O tomaremos la decisión cuanto antes de descubrirnos y cambiar lo que necesitemos para ser felices?
Estás logrando decir: “Me dolió tanto lo que me hicieron en la vida, pero elijo vivir sin odio en mi interior”. Una persona así ya no dice que la jorobaron y que tiene que perdonar. Simplemente se dice: “No me hicieron nada que yo no necesitara que me hicieran; por ende, no los puedo perdonar, los adoro, les agradezco y celebro su existencia en mi vida, y soy tan feliz por haber crecido y aprendido de la situación”.
Muchas veces, la gente se pregunta: “¿Cómo algo doloroso en mi vida puede llegar a ser perfecto para mi evolución?”. ¡Absolutamente! “Pero me abusó, me humilló, me robó, me engañó, me dejó en la calle, me pegó. ¿Qué beneficio me aportó todo eso?”.
Acá te pido un poco de paciencia y de atención, y sobre todo de confianza, porque no son conceptos e ideas de sencilla explicación. Esta idea, que en Oriente se comprende casi genéticamente, en Occidente todavía suena extraña, provocativa y hasta delirante.
Nadie experimenta lo que no haya causado. Me dirás: “¿Y por qué no me acuerdo? Si me acordara de lo que hice, aceptaría las consecuencias, pero la verdad es que no me acuerdo”. Casi cierto. Pero existe una gran ley, llamada ley de la misericordia, o del olvido, que dice que cuando un alma encarna, automáticamente olvida.
Si recordase lo que eligió vivir según lo que causó a otra forma de sí mismo, no podría vivir a causa del miedo, o de la culpa. Entonces se permite ese olvido temporal. Hay gente, sin embargo, que recuerda. “Recordar”, en este caso, no significa “Me acordé de que yo lo abusé en otra vida”. No: cuando alguien “recuerda” esas otras encarnaciones quiere decir que en su corazón percibe una situación que le habla.
Deepak Chopra dice: “Si en tu corazón hay un alivio y una cierta calidez, por no decir una cierta paz, ahí se produce el recuerdo”.
Podés llamarlo el recuerdo del ser, el recuerdo de sí, el cuarto camino, la teosofía. En cambio, si todavía decís: