Según Christopher Hansard, autor del Arte tibetano de la serenidad, el mayor logro que todos conseguiremos en la vida es simplemente amar y ser amados. La compasión es la que nos ofrece la oportunidad de amar, por eso, si deseas seguir el camino que lleva al amor, debes conocer la naturaleza de la compasión.
La compasión no es amor, aunque a veces confundamos una cosa con la otra, sino la absoluta bondad de la sabiduría que conoce la esencia del sufrimiento. En cambio, el amor es el gozo de la vida, tal como es.
El poder de la compasión transforma el miedo. Para conocer la compasión, es necesario dejar de culpar a los demás, incluyéndose a uno mismo. Al hacerlo, aprendes a confiar en tu interior y tu corazón se abre permitiéndote conocer tu verdadera naturaleza, la cual ama sin miedo ni inseguridad.
Al desarrollar la serenidad, reconoce todo aquello que te hace estar de mal humor y elimínalo, hasta que sólo quede la serenidad en ti.
Reflexiona cada día un rato sobre lo siguiente: la verdad del amor es la verdad del universo. El amor es como la comprensión que se ilumina cada vez más a medida que contempla las numerosas verdades. Cuando en tu experiencia del amor conoces la verdad, esa misma verdad es la lámpara del alma que te revela los secretos de una terrible oscuridad.
Al afrontar los problemas de la vida, recuerda que estás simplemente iniciándote en los misterios del amor. Si te enfrentas a tus problemas con serenidad y amor, cada uno de estos misterios se te revelarán por sí solos.









