domingo, 11 de septiembre de 2016

Programa, Patrón, Ritual.


La nuestra es la historia de un robo. Una usurpación de nuestra historia, una infección en nuestra esencia y una ocultación de nuestra memoria. El largo letargo en el que nos encontramos nos impide atar cabos y hacer las preguntas correctas. Al quitarnos la memoria, al quitarnos nuestra historia, al adormecer nuestra esencia, han conquistado e invadido algo que nos pertenecía, y hemos sido dejados a la deriva de unas circunstancias que nos son ajenas.
Dejar claro que lo que somos ahora es fruto del engaño, la ignorancia es solo consecuencia de una total e interesada amnesia. El acomodo a ese estado de letargo es solo algo que compete a cada uno. La balanza en la que se equilibra nuestra realidad, están conviviendo dos fuerzas, por un lado nuestra capacidad creadora, nuestra condición de dar incondicionalmente y nuestro potencial en conocimiento aplicado, en el otro, viven todas aquellas fuerzas oscuras que tratan de cosechar para sí mismos todo nuestro conocimiento, nuestra energía y nuestra capacidad creativa.
Ellos al estar privados de todo eso, necesitan auto programarse y diseñar una estructura muy bien construida para que no haya margen a la improvisación, de ese modo, nuestro caudal fue canalizado en un circuito cerrado, generando de este modo para sí, un complejo sistema que permite que unos pocos vivan a costa de miles de millones de seres que no son tomados más que como un recurso. Tal y como usamos la electricidad, el agua o el petróleo que desangramos de la Tierra, ellos nos dan un toque amnésico e inician con nosotros una constante programación, para que finalmente destilemos de la forma más pura y refinada, todos los matices que se precisan para mantener este sistema/estructura piramidal.
No hay evolución, no hay ascensión, no hay proceso, ni camino a ningún lado, solo un sistema que controla, domina y exprime, y unos seres que someten su propia voluntad y su propia soberanía a las creencias programadas por terceros.
La forma de someternos es tan básica y sencilla, que cuando la ves, cuesta creer como nadie se da cuenta de ello. Aquellos que nos someten y nos tratan como un recurso, no tienen ningún tipo de capacidad, no poseen ningún potencial, no son creadores de nada, simplemente infectaron, invadieron, usurparon y confundieron, se comportan igual que un virus, toman lo que hay y lo hacen suyo, y posteriormente te obligan a pagar por algo que te pertenece, arrastrando una deuda eterna inexistente (karma), muy astuto, pero poco inteligente.
Son parásitos y su existencia se reduce a que no sepas que existen, la ignorancia y la amnesia es su única arma, y la forma de desarrollarlas está sometida a un guion de lo más simple, una vez los descubres solo es cuestión de tiempo quedar libre, cuestión de desprogramar, purgar y liberar tu mente y tu Ser.
Ellos iniciaron la invasión con un objetivo, están sujetos a ciclos naturales con los que están obligados a lidiar, están desconectados por lo tantos privados de toda gracia. Su agenda está escrita y sujeta a esos ciclos desde el primer día, para ellos todo tiene principio y final, y el éxito de su campaña dependerá obligatoriamente de que los eventos se vayan sucediendo paso por paso según lo programado. Ellos no tienen capacidad improvisadora, no tienen capacidad adaptativa, ni reaccionan bien a los cambios, por lo tanto están muy sujetos a no salirse del patrón diseñado. Cuando se crea un programa y se quiere ejecutar de forma correcta, diseñan un patrón por el cual aplicar ese programa, si ese programa y ese patrón debe alargarse en el tiempo y conlleva la sucesión de varias generaciones, el patrón se convierte en ritual, ya que todo lo ritualizado no es más que un patrón de ejecución, por el cual nada queda al azar. Todo debe llevar una pauta y un ritmo, todo el patrón ha de llevarse a cabo de una forma exacta, esa forma hace que la orden o programa acabe ejecutándose de la forma planeada y así una y otra vez creando un ciclo artificial.
Todo lo que comprenda una forma de ritual, está sujeto a un programa, por lo tanto es una forma de diseño y no responde a un orden natural creado por el Ser. Nosotros somos creadores, esto es otro programa nueva era destinado a seguir robándote la voluntad, pero es cierto, somos creadores, pero no lo somos de forma individual como nos pretenden enseñar, para realizarlo de forma egoísta y caótica, sino que funcionamos de forma colectiva, esto lo supieron perfectamente nuestros parásitos, por eso nos programaron, nos adoctrinaron en la forma de como ejecutar los patrones y esos patrones los ritualizaron para que nos sobrevivieran.

Han logrado que el conocimiento encerrado en ciertos símbolos solo despierte recelo y desconfianza.
Han logrado que el conocimiento encerrado en ciertos símbolos solo despierte recelo y desconfianza.

sábado, 10 de septiembre de 2016

“El alimento”


“Al empezar las comidas con una oración, damos gracias por el alimento. 

Pero eso no es todo; nuestras oraciones contribuyen también a influenciar favorablemente este alimento para ayudar a nuestro organismo a asimilarlo.

Antes de llegar a nuestra mesa, los alimentos han pasado por toda clase de lugares. 

Han sido manipulados, empaquetados, transportados… De alguna manera son, pues, extraños a nosotros y es bueno que tomemos precauciones antes de dejar que nos penetren. 

¿Cuáles son estas precauciones? 

Tomad una fruta, por ejemplo, tenedla en la mano con respeto, miradla, habladle amablemente con el pensamiento, dadle las gracias por la vida que va a aportaros: 

algo en la fruta va a transformarse, estará mucho mejor dispuesta hacia vosotros y, en cuanto la metáis en vuestra boca, empezará a trabajar para vosotros. 

Para que el alimento se abra a vosotros, el secreto es domesticarlo, darle calor; y el calor es el amor.

Por eso os aconsejo que no comáis alimentos que no os gusten, porque se comportarán como enemigos en vuestro organismo. 

No es lo que viviste, sino cómo lo asimilaste


Se ha comprobado, a través de diferentes estudios, que los recuerdos no son inmutables, sino que dentro de ellos hay distorsiones y creaciones propias. Esto, en otras palabras, significa que lo que viviste en el pasado deja una huella que no recuerdas con exactitud, sino en función de la interpretación que construyas para comprender lo que ocurrió.
En realidad, el hilo conductor de la mayoría de nuestros recuerdos no fueron los hechos en sí, sino el significado que tuvieron para nosotros. Veamos esto con un ejemplo. Dos personas fueron abandonadas por sus padres cuando eran muy pequeñas. Ambas sufren un gran impacto por esto, pero una de ellas emprende un proceso para comprender cómo y por qué ocurrió.
Años más tarde, esta persona recuerda todo como un suceso triste, pero conoce y entiende las circunstancias en las que se produjo. En cambio la otra persona, que no ha digerido la experiencia, simplemente tiene recuerdos vagos e imprecisos, pero también una fuerte sensación de dolor y rencor.
Así que, en últimas, nunca se trata de lo que viviste, sino de la forma como has logrado asimilar esa situación. Buena parte de las causas para sentir tristeza o ansiedad están en esas vivencias del pasado que, por no haber sido digeridas, siguen siendo un factor que influencia la vida de manera negativa.


Lo que viviste y su interpretación

Los seres humanos no somos una computadora que simplemente acumula datos y los tiene a disposición. El recuerdo juega un papel muy especial en la vida de los seres humanos. El pasado es en realidad un concepto complejo porque, aunque se trata de algo que ya viviste, puede tener una fuerza muy importante en tu presente. Incluso aunque no te des cuenta de ello.
chico con corona
Aquí podemos utilizar la vieja metáfora del edificio. Primero se hacen los cimientos y luego se debe construir sobre ellos una y otra plantas. Si los cimientos no quedaron bien hechos, probablemente uno de esos pisos comience a agrietarse, sin que haya razón aparente. O el edificio en su conjunto puede comenzar a hundirse o derrumbarse en caso de terremoto.
Esto es exactamente lo que pasa con un ser humano. Las bases de lo que uno es seconstruyen en los primeros años de vida, que son, por lo general, los que casi todos hemos olvidado. De ahí en adelante, cada experiencia se suma y se interpreta, de acuerdo con esa conciencia de base que ya está formada. Y si los cimientos están afectados, por alguna razón, es posible que ya en la vida adulta aparezca esa grieta o esa inestabilidad que puede poner en riesgo todo.
Lo bueno de todo esto es que aunque se pueda hacer la metáfora del edificio para comprender, el ser humano es mucho más complejo, pero, a la vez, más flexible. Lo que ocurrió en el pasado puede leerse de una manera más constructiva y provechosa, gracias a la comprensión. Es decir que lo que viviste puede dar lugar a hacerte mejor o peor, todo depende de cómo lo interpretes.
mujer corriendo entre relojes

Lo que viviste se puede reinterpretar

El despertar de la consciencia


El despertar es un cambio de consciencia en el que se separa el pensamiento y la consciencia.Para la mayoría de las personas, no es un acontecimiento, sino un proceso que experimentan y que se va integrando y fluyendo de manera paulatina en su vida, en todo lo que hacen.

En lugar de estar perdido en tus pensamientos, cuando estás despierto te reconoces como laconsciencia que hay detrás de ellos (ya no te identificas en ellos). Entonces, pensar deja de ser una actividad autónoma al servicio de sí misma, que toma posesión de ti y dirige tu vida, ya que ahora la consciencia se hace cargo del pensamiento. 

En lugar de controlar nuestra vida, el pensamiento se convierte ahora en el servidor de la consciencia. Otra palabra para la consciencia es Presencia, ya que se trata del poder oculto que poseemos al sabernos en el presente.

La iniciación del proceso de despertar es un acto de gracia. No puedes hacer que ocurra. No hay una secuencia clara de pasos que conduzcan a ello (aunque a la mente que te controla le encantaría eso… dominar esa secuencia también)

No tienes que hacerte digno previamente tampoco, le puede llegar al pecador antes que al santo (por eso Jesús se relacionaba con todo tipo de gente, y no solo con las respetables socialmente).

No hay nada que puedas hacer para despertar, todo lo que hagas serán esfuerzos de tu mente, de tu Ego*, para controlar o querer controlar también ese estado de tu vida, que por definición se trata de un estado no controlado por nuestra mente.

El primer despertar o relámpago de consciencia sin pensamiento, ocurre por gracia, sin hacer nada por tu parte. Si este texto te resulta incomprensible o te parece que carece de sentido es porque aún no ha ocurrido, pero si algo de ti responde a él, entonces es porque el proceso de despertar ha comenzado. 

Una vez que se empieza no se puede dar marcha atrás, aunque el Ego lo puede retrasar.

Despertar es tomar consciencia también del Ego que llevamos dentro cada vez que este luche por volver a tomar el control y oscurecer la consciencia de la mente, ya que de pronto ha aparecido unaconsciencia que es consciente del pensamiento pero no forma parte de él. Consciencia y Ego son incompatibles.

Con la consciencia, viene el dejar de identificarse con los pensamientos, emociones y reacciones.Esto no se debe confundir con la negación. Se toma consciencia de los pensamientos, emociones y reacciones, y en el momento en que se toma consciencia desaparece automáticamente la identificación. 

Entonces tu sentido del yo, de quién eres, experimenta un cambio, Antes, tú eras los pensamientos, emociones, y reacciones; ahora, eres la consciencia, la Presencia consciente que contempla esos estados.

El Ego no sabe que la mente y las posturas mentales no tienen nada que ver con quién eres, porque el ego es la mente misma no observada.

Toda tu historia personal, que en último término no es más que un cuento, un conjunto de pensamientos y emociones, adquiere una importancia secundaria y deja de ocupar el primer plano de tu consciencia. YA no constituye la base de tu sentido de identidad.

Cuando has tenido un atisbo de Consciencia o Presencia, lo sabes de primera mano. Ya no es un concepto que hay en tu mente. Puedes entonces tomar la decisión consciente de estar presente en lugar de abandonarte al pensamiento cíclico, desgastante e inútil.

Si haces de esto tu práctica, las personas a tu alrededor no podrán seguir a tu lado y continuar siendo inconscientes.

(*) EGO:

viernes, 9 de septiembre de 2016

“Indulgencia”


“Antes de emitir una crítica sobre alguien, empezad por echar una mirada lúcida sobre vosotros mismos. 

¿Por qué? 

Porque sólo tenemos derecho de criticar una debilidad en los demás si hemos logrado vencerla en nosotros mismos. 

Cada vez que emitís un juicio negativo sobre alguien, sois juzgados vosotros mismos.

¿Por quién? 

Por vuestra conciencia, por vuestro tribunal interior. 

Una voz se eleva en vosotros para preguntaros: «Y tú, que te pronuncias así, ¿estás seguro que, de una manera o de otra, no tienes ese mismo defecto?…

 A esa debilidad de la que tú mismo eres culpable, ¿por qué debes añadirle aún la falta de indulgencia, la falta de amor? ¿No sientes acaso que, en tu corazón, en tu alma, estás perdiendo algo precioso?» 

Invierte en aquello que te puedas llevar al morir


Hace años cuando compré mi casa mi madre me preguntó justo antes de coger las vacaciones “hija ¿cómo es que te vas de viaje si no has cambiado las ventanas de tu casa?”. En ese momento algunas ventanas no cerraban bien y entraba un frío considerable por ellas. Quizás lo “sensato” hubiera sido quedarme, en cambio mi respuesta fue “prefiero invertir mi dinero en algo que pueda llevarme al morir”. A día de hoy pienso igual.

Mis ventanas se quedarán aquí. Mis muebles, mi ropa y todo lo que poseo también. Mis viajes, mis lecturas, mis aprendizajes, mis decisiones, mis atrevimientos, mis relaciones, mis recuerdos… Todo eso me lo llevo donde vaya y es lo que me convierte en lo que soy.

Estamos en una sociedad que nos da múltiples ideas sobre dónde gastar nuestro dinero, que nos convence de que somos imperfectos. Deberías quitarte esos kilos de más, deberías de ganar más, deberías de casarte que se te va a pasar el arroz, deberías de ser diez centímetros más alto, deberías de teñirte el pelo que se te ven las canas, deberías de ser mejor madre… Todo a nuestro alrededor indica que ni tú ni yo somos lo esperado, lo perfecto.

Y ahora ¿qué hacemos? Una posibilidad es luchar desesperadamente intentando llegar a un ideal absurdo. Para ello compraremos ropa que transmita nuestro gran estilo, nos someteremos a rigurosas dietas y tablas de ejercicios, compraremos la última maravilla antiarrugas, estaremos muy pendientes de lo que llevan y hacen los famosos y sobre todo, nos dejaremos un dineral intentando aparentar ser alguien que no somos. Al final de esta carrera estaremos como el hámster en la rueda: en el mismo sitio. Un lugar muy, muy lejos de nuestro verdadero ser.

Tratar de convertirnos en otra persona cuesta mucho dinero y al final nos quedamos eternamente frustrados. Solo tenemos que observar las barbaridades que nos cuentan en los anuncios. Si quieres ser buena madre debes tener la casa impoluta. También deberías de saber que el mundo está lleno de gente mala que quiere entrar en tu casa, ante la duda téme a todos y, sobre todo, contrata el servicio de seguridad que solo quiere lo mejor para ti . No está de más que compres un coche que ni necesitas ni te viene bien pagar, porque da mucho estatus. Como estos ejemplos, cientos.

Para ello hay que comenzar a tomar decisiones de compra consciente. Tampoco tiene que ser algo drástico, tómate tu tiempo. Las pequeñas decisiones repetidas en el tiempo son las importantes. La próxima vez que vayas a comprar cremas, comida o ropa pregúntate ¿realmente necesito esto? Y, muy importante, ¿qué emoción me impulsa a esta compra?

Para sacar lo mejor de alguien, hay que poner lo mejor de nosotros


Seguramente en algún momento de tu vida te hayas sentido frustrado porque veías cómo alguien con un gran potencial humano no te estaba dando lo mejor de sí. Incluso, puede que alguna decepción te haya llevado a plantearte si es suficiente con poner lo mejor de uno para poder sacar lo mejor del otro.
Lo cierto es que cuando hablamos de relaciones interpersonales, aunque no siempre podamos ponerle una etiqueta a esa relación, todo lo positivo suma. En algún caso quizás no conseguiremos impulsar la relación para que sea todo lo buena que nos gustaría, puesto que la última palabra es del otro, pero sí nos acercaremos.
Recuerda que lo importante es que el otro nos trate lo mejor que pueda, aunque a veces no sea capaz de aportar tanto como nos gustaría. La paciencia en este caso puede ser una aliada, pensemos que las relaciones también necesitan desarrollarse y crecer para poder brillar.

Mereces tanto como los demás

En nuestras relaciones con los demás, es conveniente no exigir el cumplimento exacto de nuestros deseos, puesto que esta exigencia puede tener el reverso contrario. Piensa que no es una relación sana aquella en la que ambas partes se sienten completamente condicionadas e incluso faltas delibertad. En lugar de eso, poner lo mejor de ti con flexibilidad y paciencia pueden ser la mejor invitación para que otros hagan lo mismo contigo.
Candando en forma de corazón
¿Y no es verdad que, ya sea en una amistad, en una relación amorosa e, incluso, una familiar, nos sentimos queridos cuando ambos nos esforzamos? De hecho, tener en cuenta esta reciprocidad es también beneficioso para con nosotros: de la misma manera que pones lo mejor de ti, también eres capaz de ver el un comportamiento equitativo en el otro.


El equilibrio de una relación simétrica nos contribuirá a que desarrollemos en ella la mejor versión de nosotros, incluso de manera inconsciente. Eso querrá decir que  percibimos que la otra persona merece la pena y que formamos un buen equipo.

Poner lo mejor de ti es un síntoma de confianza

Stephen Covey afirmó que “si uno quiere despertar confianza, debe ser digno de confianza” y efectivamente para que los demás se abran, puede que debamos ser nosotros los primeros que nos abracemos unidireccionalmente. No tengas miedo a hacerlo, puesto que conocer tus miedos y tus virtudes hará que los demás depositen su confianza en ti para desvelar los suyos, y es muy gratificante que alguien nos considere dignos de ello.
Dos personas en el campo
De hecho, ser capaz de poner lo mejor de uno mismo significa tener la confianza suficiente como para saber que esos miedos, defectos u oscuridades interiores no son lo suficientemente grandes como para eclipsar todo lo bueno que podemos ofrecer. Por ello no te temas, dado que conocerte y valorarte dará la oportunidad, a que quienes te rodean, para que vean todas y cada una de tus virtudes.
“La confianza es un camino de dos direcciones -dijo él con dureza-
-¿Qué insinúa?

jueves, 8 de septiembre de 2016

“Rayos luminosos”


“Todavía no sabéis que los rayos de Sol son capaces de alimentar el espíritu en vosotros. 

Sí, pero sólo si aprendéis a recibirlos, si os abrís a ellos con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. 

¿Todavía no llegáis a admitir que la luz sea más que una vibración física, que sea una entidad viva?…

Mientras sigáis cerrados a esta idea, no podréis beneficiaros de todas las riquezas del Sol.

Procurad organizar vuestra existencia para que la luz ocupe en ella cada vez más espacio. 

En primavera y en verano, id a contemplar el Sol cuando sale, pensando que podéis recibir sus rayos como recibís el alimento, el agua y el aire. 

Y dirigíos también a ellos diciendo: 

«Oh rayos luminosos, penetrad en mí, expulsad las nubes que oscurecen mi cielo.»