jueves, 15 de septiembre de 2016

“El acto de mirar”


“Observáis un rostro, un objeto, un paisaje…

 ¿Sois conscientes de lo que está entonces sucediendo en vosotros? 

Este acto de mirar, ¿habéis pensado hasta qué punto es vasto, profundo y significativo? 

Parece simple, sin misterio, pero tratad de estudiarlo mejor y descubriréis que tiene una dimensión mágica.

Fijáis vuestra mirada sobre un objeto… 

Desde ese momento, este objeto representa un peligro que os acecha o una felicidad que os aguarda. 

Esto depende de su naturaleza, de su forma, de sus radiaciones y también de vuestro estado interior, porque todo vuestro ser tiende a tomar la forma, las dimensiones y las cualidades de ese objeto. 

Interiormente, en el plano psíquico, seáis o no conscientes de ello, os identificáis con lo que miráis. Es una ley natural, biológica. 

“Tomando Consciencia”


Publicado el 20 jul. 2016

Dentro del marco de entrevistas y conferencias de La Ventana Alternativa


La búsqueda incesante del siguiente nivel de crecimiento


En el artículo sobre el “derecho a no avanzar” decíamos:

Cuando en momentos de euforia buscadora y de querer avanzar más rápido de lo que nuestro Yo Superior o aquellos que nos asisten consideran “adecuado”, aparecen las contrapartidas de abrir puertas a lugares, energías y situaciones que  luego pueden costar de subsanar y corregir.

¿Porqué uno a veces tiene ese afán por querer ir rápido, por querer alcanzar una meta tras otra, sin pararnos a ver los detalles del camino, sin esperar a que cuajen los frutos conseguidos e integrarlos para que se conviertan y transformen en parte de una nueva versión de nosotros mismos? No hemos llegado aun a coger aire del último sprint y ya estamos en la línea de salida de una nueva carrera.

Bueno, explicaciones hay muchas, pero la que más veces he creído comprender, cuando buscas entender el porqué de esas “puertas abiertas” y dinámicas que ponemos en marcha con cada acción que llevamos a cabo para avanzar en nuestro sendero, tiene que ver con algo muy simple: la búsqueda de la felicidad.

Decía el autor Jorge Guasp, en su libro, ¿Dónde está mi felicidad? que vivimos inmersos en una búsqueda incesante de conocimientos, amor, reconocimiento, poder, espiritualidad, etc., y creemos que, una vez conseguidas algunas de estas metas, encontraremos por fin la ansiada felicidad. Sin embargo, las experiencias de vida nos muestran que la satisfacción inspirada por estos logros es efímera. Comprendemos entonces que estas cosas siguen sin hacernos verdaderamente felices y recomenzamos la búsqueda, creyendo que la felicidad definitiva yace escondida detrás de la próxima meta que nos proponemos alcanzar. Así, sin darnos cuenta, hasta el final de nuestros días.

De alguna forma, nos han enseñado, o nos han programado, o ambas cosas, para creer que la hierba siempre es más verde en el campo de enfrente, y, por ende, siempre creemos que estamos en el campo equivocado o que no hemos llegado aun al prado más frondoso donde por fin descansaremos de tanta búsqueda. Esto está relacionado con varias cosas, que son complicadas a transmitir por su multidimensionalidad, y por su estructura a diferentes niveles de nuestra constitución psíquica y energética.

Manteniendo el curso de la octava humana

Primero, está relacionado con la situación y realidad en la que existimos como especie consciente, en la cual, parte de aquello (en niveles muy altos de la Creación) que nos ha creado como seres humanos, necesita la energía de nuestra búsqueda incesante de quienes somos, y de qué somos, para poder mantener la octava y dinámicas en curso a nivel planetario. Es decir, hace falta la energía e impulso de buscarnos incesantemente a nosotros mismos para que un tren muy complejo de explicar pueda seguir su marcha por las vías adecuadas.

Este tren está relacionado con los procesos energéticos por octavas y los saltos frecuenciales que existen en ellas, en este caso, en la octava “cósmica” en la que nos movemos, es la energía de nuestra búsqueda y afán de crecimiento la que proporciona el combustible necesario para producir el choque entre los pasos frecuenciales que corresponden al salto FA-MI, donde no existe “puente” que una esas notas y, por lo tanto, para que la octava no se tuerza y se vuelva recurrente, estamos forzados a generar una búsqueda de nosotros mismos constantemente que mantenga el proceso actual de cambio evolutivo en el que nos encontramos en marcha.

Esto, que sé que es algo abstracto, es parte de la base del sentimiento de insatisfacción permanente, sustentado luego por cosas como son, por otro lado, la programación inherente en nuestra consciencia al enfoque solo hacia la parte externa de la realidad material, y también, en contrapartida, a la necesidad humana de crecer y avanzar por uno mismo, pues es el deseo inherente en cada partícula de la Creación de “volver a casa”, y moverse siempre hacia niveles superiores en la propia escala evolutiva que rige todo lo que existe.

Cada cosa a su tiempo

Pero ese “volver a casa”, simbólico, tiene unos tiempos y unos ritmos, que son perfectamente entendidos por esas otras partes de nosotros mismos qué, si estuvieran en control de nuestra consciencia, imbuidas y tomando las riendas de la personalidad que somos, llevarían de otra forma el curso de los acontecimientos, eventos y experiencias que nos ayudan a eso, a crecer y avanzar, “despertar” y evolucionar.

Ahora llega entonces otra paradoja. ¿No decimos que todo es experiencia y que todo sirve y que no hay camino equivocado? Correcto. Así que, por esa misma razón, no hay juicio moral asociado a si hemos hecho las cosas bien o si las hemos hecho mal, si hemos ido rápido o si vamos despacio, por aquello que somos (nuestro ser/Yo Superior/jerarquías de las que provenimos) sino que, simplemente, hay efectos de las causas puestas en marcha por nuestro ímpetu y nuestra incapacidad de mantener ciertos tiempos y ritmos, que, en muchos casos, podriamos no haber necesitado que se manifestasen y tuvieran lugar. Pero, si lo han tenido, no han dejado de ser experiencias que han sumado también a la mochila de lo aprendido. El concepto de “Value Fullfilment” del que hablamos hace algún tiempo está relacionado con esto.

Todo está aquí y ahora

miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿Qué sucede cuando estamos separados?


No-dualidad, también conocida como advaita, significa literalmente "no dos". Esto implica que todo es "uno"; todo en el universo está compuesto de una y la misma "sustancia", es decir de energía. Esta energía asume millones de formas, tales como planetas, agua, aire, plantas, árboles, conejos, elefantes y seres humanos. Nosotros, los humanos también somos simplemente una masa de energía. Algo extraordinario ocurre solamente en los seres humanos cuando tenemos más o menos un año y medio de edad. En ese momento, comenzamos a tener una sensación de "yo" o ego. De repente, un niño piensa: ¡Eh, este soy YO! También es en ese momento cuando los niños pequeños comienzan a reconocerse a sí mismos en el espejo.

La idea YO y la sensación YO que ocurre en los niños es muy útil: para poder sobrevivir, así como para interactuar socialmente con otros. El hecho de que nos veamos a nosotros mismos como un individuo separado es útil y necesario. Sin embargo, el concepto de YO/ego en el ser humano es un tanto exagerado.

Durante la infancia, la idea YO se vuelve cada vez más poderosa. Entonces llega el momento en que se crea otra nueva idea: "Si este soy 'yo', ¡entonces también debería ser aceptable"! Y podemos ver a los niños, especialmente los adolescentes, con ganas de llevar la ropa de diseño adecuada, identificarse con los ídolos del pop, los clubes de fútbol o cierta música, conducir la moto adecuada y moverse en la pista de baile con un aire de "por favor, confirma que soy aceptable". El mantenimiento de una imagen propia (yo-imagen) se convierte ahora en una actividad diaria.

Este tipo de comportamiento aumenta continuamente con la edad y tanto en las relaciones personales como de trabajo nos encontramos con personas que están ocupadas tratando de ser "aceptables". Algunos pueden hacer esto siendo dominantes, mientras piensan: "Si soy dominante y actúo de forma agresiva y con fuerza, seré capaz de demostrar que soy aceptable". En este caso en realidad estamos tratando con un ego que sufre de complejo de inferioridad, exhibiendo conductas compensatorias, aunque ellos mismos a menudo lo ven de manera diferente.

Otros podrían mostrar un comportamiento apaciguador, el pensamiento "Yo estoy bien, siempre y cuando ellos piensen que soy aceptable". Tratan de complacer a todos, con el fin de obtener aprobación. Al hacerlo, muestran un comportamiento servil para evitar el conflicto. Tanto el comportamiento dominante como el apaciguador genera muchos problemas.


A medida que crecemos, la idea de "tengo que ser aceptable" no es el único pensamiento que tenemos. Otro que surge es: "Si este soy YO, entonces también necesito poder mantener el control de todo". Las elecciones que hacemos, las decisiones que tomamos, sin duda influyen grandemente en el curso futuro de nuestra vida, por lo que mucho depende de ellas. Desde una edad temprana ya tenemos que hacer una serie de elecciones: la educación adecuada, el trabajo, la experiencia laboral, la pareja, el destino de las vacaciones y el seguro del automóvil. No es tan fácil.



Hemos crecido con la idea de que nuestras vidas ocurren a través de nuestros pequeños egos. Por lo tanto, queremos asegurarnos de que todo se dirige por el camino correcto para nosotros. Pero no importa cuánto nos esforcemos por evitar el dolor y encontrar el placer, todos nos encontramos con la prosperidad así como las caídas. Y así, la vida es lo que nos ocurre a nosotros mientras estamos ocupados haciendo otros planes.

¿Habrías predicho hace 10 años cómo sería hoy tu vida?

Más aún, al final del día, cuando pensamos en los planes que teníamos para ese día y lo que realmente ha ocurrido, a menudo notamos una gran diferencia. Pero cuando la vida resulta ser diferente de lo que queremos, surgen las frustraciones. Además, vivimos con el temor de lo que pueda pasar en el futuro. Por otra parte, muchos de nosotros llevamos un "bagaje" del pasado, incluidos remordimiento, culpa, tristeza e ira.


Así puedes ver un revoltijo de preocupaciones desarrollándose en pequeñas nubes (de pensamientos). Esto causa estrés y tensión y por tanto todos sufrimos mentalmente. Y como todo se siente tan terrible, pensamos: "¡Me voy de compras"! Y eso funciona. ¡Puedo recomendar ir de compras a todo el mundo! Porque una vez que has comprado el nuevo coche o los zapatos nuevos, se libera un tipo de endorfina y sólo por un momento te sentirás fantástico. Todo estrés y tensión ha desaparecido, ¡genial! Puedes ir por ahí sintiéndote liberado y feliz como una alondra. Pero entonces, después de un día o tres, la emoción se desvanece y piensas: "Debería ir a comprar otra cosa". Así es como se ha desarrollado nuestra sociedad consumista en la que estamos completamente tratando de reprimir nuestro estrés y llenar vacíos en nuestras vidas abasteciéndonos con nuevas posesiones. Nosotros no sólo intentamos hacer esto con nuevos televisores de pantalla grande o zapatos nuevos, sino también con la comida. Porque el chocolate, los cigarrillos y la cerveza también funcionan bien. Y, para los más avanzados entre nosotros, siempre hay drogas ilegales y antidepresivos.



Algunos de nosotros nos damos cuenta de que todas estas cosas sólo funcionan temporalmente, por lo que buscamos nuevas formas tales como seguir una carrera, pensando: "Una vez que consiga ese trabajo, todo estará bien". Y así, finalmente nos convertimos en gerentes o directores y entonces ... ¡la angustia continúa! Nos decimos a nosotros mismos: "¿Sabes qué?, debería hacerme espiritual". El incienso llega a nuestra casa; estamos ocupados con las afirmaciones positivas. Reservamos un viaje a la India para someternos a un re-nacimiento (re-birthing) y limpiar todos nuestros chakras. Y maldita sea ... esto también sólo funciona temporalmente. "Esto no va demasiado bien", pensamos, ¡"Necesito asesoramiento"! Junto con el terapeuta ponemos nuestro pasado bajo el microscopio y tratamos de ver las cosas en perspectiva. Después de una o dos sesiones es probable que nos sintamos bien por un tiempo, pero poco a poco esas pequeñas nubes e preocupación empiezan a reaparecer de nuevo.

Así que la pregunta es: "¿Qué estamos haciendo mal"? La respuesta es:

¿Cómo hablas y le pides al Universo?


La manera en que te comunicas con el universo es demasiado importante para poder sentirte a gusto en tu vida. De la misma manera en que te comunicas contigo mismo y con las demás personas, la comunicación con el universo es vital para disfrutar de armonía, paz y plenitud en tu existencia.

Cuando no nos comunicamos con fraternidad con otras personas se generan conflictos, mal entendidos, discusiones, peleas y guerras. Cuando no nos comunicamos amorosamente con el Universo este no se siente ofendido ni nada de eso, simplemente no logra comprender lo que estamos tratando de decirle.

Muchas veces te responde entregándote lo mismo de siempre o lo contrario a tu pedido.
Esta es una de las grandes razones de por qué no nos funciona la ley de atracción cuando pedimos algo que queremos manifestar en nuestra vida. Comúnmente no expresamos nuestra intención en un idioma comprensible para Universo.
Y cuando digo expresar, no solo me refiero en términos de palabras, sino que a la expresión completa que incluye las intenciones, las emociones y los sentimientos que se encuentran envolviendo nuestras palabras.

Cuando nos encontramos con otra persona puede que le digamos “que bueno verte” sin que eso sea verdad en nuestro interior. Si esa persona es sensible e intuitiva podrá darse cuenta de que estamos fingiendo, pero si no lo es, creerá que realmente nos alegramos de verla. Sin embargo el Universo es muy sensitivo y tiene la capacidad de leer siempre lo que hay detrás de nuestras palabras. Nunca es posible engañarlo. Necesitamos ser completamente coherentes para que el universo nos escuche y comprenda claramente.

Todos pedimos cosas al universo, pedimos trabajo, pedimos salud, una buena pareja y muchas cosas más y la mayoría de las veces sentimos que el Universo no nos escucha. En algunas ocasiones tenemos largas listas de pedidos o pedidos muy antiguos que parecen estar olvidados esperando que algún día se produzca el milagro de ser concedidos.
Quizás nunca te hayas puesto a pensar en esto, quizás no te has dado cuenta de que tus pedidos están siendo analizados más allá de lo que a simple vista pueden serlo.

Recuerda que todos los pedidos son escuchados y concedidos, y si aun no llega lo que tú has pedido, puede ser porque no estás siendo coherente entre tus palabras y tus intenciones o porque tus sentimientos no están acorde a él.
El Universo es muy riguroso en este sentido. No concede pedidos mal planteados. Analiza el tono de tu pedido. ¿Estás siendo sincero? ¿Eres amable? ¿Eres sereno? ¿Amigable?

3 Maneras de permanecer despierto en un mundo dormido


¿Cómo prosperar una vez que estemos despiertos en una sociedad que está diseñada para mantenernos dormidos? Nuestro mundo se ha diseñado a propósito para mantenernos distraídos y desconectados entre sí.

¿Te gustaría vivir en un mundo en el que puedas coger el autobús y tener una conversación con alguien o en grupo sobre lo que piensas y no sentirte un bicho raro?. ¿O simplemente ir caminando por la calle y sentir tu conexión con todo el mundo y poder comunicarte libremente con facilidad? En ese mundo, hay una profunda comprensión de que somos uno, así que nadie es un extraño; somos todos los aspectos del otro.

Hasta que consigamos colectivamente existir en esa realidad, podemos:

Aprender

Estudiar, investigar, indagar y explorar. En el ámbito de la espiritualidad, hay tantos temas para obtener información: los chakras, la energía, las leyes universales, la conexión humana, etc. incluso la ciencia y la tecnología son los temas espirituales.

Hay una gran cantidad de información veraz en el Internet mientras que también hay una enorme cantidad de información falsa. Es ahí donde tenemos que aprender a separar lo que es real de lo que no.

Cuanto más leas y más aprendas más piezas tendrás del rompecabezas. Cuando todo se conecta, el discernimiento se convierte en una segunda naturaleza de la verdad. Es parte de lo que eres. Escucha los mensajes que vienen hacia ti, te llegarán por alguna razón.


Difunde el conocimiento

Esto es lo que significa ser humano, ¡conexión! Comparte lo que sabes, comparte tus verdades y tu sabiduría a aquellos que quieren escuchar. Encontrar a personas de mente abierta en una sociedad cerrada es un gran punto a favor. A cuantas más personas puedas llegar mucho mejor.
Cuando estaba despertando por primera vez, me encantó hablar con mis amigos acerca de todas las cosas “locas” que estaba aprendiendo. Algunos pasaron del tema, otros me dijeron que se me estaba aflojando un tornillo, y otros me escucharon con interés y abrieron su mente.

Estaba descubriendo cómo se comportan los seres humanos y la comprensión de la estructura fundamental que crea la realidad y la sociedad. Ser capaz de compartir este conocimiento era tremendamente de apoyo y ayuda para mi despertar.

Habla con la gente que quieres, habla de forma anónima en Internet, liberarás tu energía de alguna manera antes de que se acumule, te sorprenderás de que cada vez somos muchos más. Tenemos mucho que aprender y mucho que explorar juntos.

Crear

martes, 13 de septiembre de 2016

“La música y el canto”


“La palabra es creadora de mundos y estos mundos son capaces de mantenerse mucho tiempo. 

Es imposible saber hasta cuándo una palabra puede producir efectos. 

Entonces, ¿qué pensar de todas esas músicas que se oyen en la actualidad, músicas histéricas sobre las que se han puesto tantas palabras vulgares o violentas? 

Es peligroso para una sociedad, subestimar su poder destructor.

En una Escuela iniciática, la música y sobre todo el canto, juegan un importante papel. 

Puesto que en el canto nosotros mismos somos el instrumento que produce los sonidos, cantar tiene efectos muy poderosos sobre nuestro cuerpo físico y nuestros cuerpos sutiles. 

Con el canto, emitimos ondas, corrientes de fuerzas que crean formas en nosotros. 

Somos instantes


Somos instantes, momentos pasajeros y una sucesión de recuerdos. Somos viajeros en el tiempo, en una fracción del mundo en la que instalamos nuestra vida como si fuera durar para siempre. Pero lo cierto es que somos fugaces, somos como huellas en la arena que las olas borran al momento. Sin embargo, a pesar de ello, creemos que somos cemento.
Nos empeñamos en vivir instalados en el cuento de aquello que nos hiere y en el lamento de no tener lo que nos falta y nos olvidamos de vivir lo que tenemos. Dejamos que el tiempo se escape sin pensar que nada es eterno, ni lo que amas ni lo que te hiere, porque en realidad somos una sucesión de momentos, somos instantes pasajeros.
Lo queremos todo al momento, no tenemos lugar para el respiro, todo es rápido, todo pasa y nada se disfruta. En el mundo de la comida rápida, las citas exprés y los horarios repletos de citas de trabajo, hemos perdido la perspectiva del valor del tiempo, preocupándonos más por el sufrimiento que por el placer de las cosas simples vida.


Somos unos locos que no sabemos vivir el momento

Somos unos locos que no sabemos vivir el momento. Preferimos ir deprisa mirando el suelo en lugar de disfrutar del lugar en el que estamos. Preferimos correr para llegar a cualquier sitio en lugar de pasear y respirar lo que nos rodea. Preferimos dejar que eltiempo se escape entre nuestros dedos que agarrar el momento con fuerza para vivirlo sin miedo.
Defender tus capacidades frente al paso del tiempo
Lo queremos todo deprisa porque siempre hay algo más importante, algo más allá que disfrutar del momento presente y nos olvidamos de disfrutar de lo que tenemos,porque nunca paramos lo suficiente como para darnos cuenta de ello. Vivimos encerrados en un túnel del tiempo, un túnel oscuro con una sola luz al fondo que nos impide ver aquello que nos rodea y que nos empuja a ir ciegos hacia ese futuro incierto.


Somos instantes que vivimos como si fuéramos eternos. Somos instantes que no disfrutamos de lo que tenemos a nuestro alrededor en todo momento. Nos comportamos como si ya hubiera tiempo para disfrutar de lo bueno cuando, en realidad, nos lo estamos perdiendo.

Somos unos “masocas” instalados en el sufrimiento

Y en cambio, cuando algo nos hiere, somos “masocas” instalados en el sufrimiento. Nos sumergimos en el dolor y nos abrazamos a la queja como si no hubiera nada más en el mundo que nuestros problemas. Nos cegamos ante ese dolor y dejamos de ver que más hay ahí fuera.
Hurgamos en nuestras heridas despacio y sin buscar soluciones. Nuestras conversaciones se vuelven monótonas día a día porque paramos nuestros relojes en aquello que nos lastima. Somos instantes menos cuando sufrimos, entonces somos eternos y dañinos.
desde hace tiempo que me siento vacío por dentro
En ese agujero negro del sufrimiento en el que con gusto nos vemos inmersos, nos cegamos ante la luz que nos haga salir de nuestros problemas porque sólo somos capaces de sentir eso ya que siempre dejamos escapar lo bueno. Nos olvidamos de recordarnos que somos instantes y el dolor es pasajero.

Si somos instantes, vivámoslos sin miedo