domingo, 25 de septiembre de 2016

Cómo Regular Tu Luz Interior para Vivir en Paz con Todo el Mundo


En uno de los últimos artículos hablaba de la importancia de saber controlar nuestra luz interior. A medida que vamos creciendo espiritualmente, nuestra luz se hace más intensa, y a veces hay personas a nuestro alrededor que se sienten incómodos con ella. Y esto puede generar conflictos. Algunos de ellos incluso bastante graves.

Después de aquel artículo, varias personas me escribieron para preguntarme cómo se hace esto de regular la luz interior, así que he pensado que sería útil escribir sobre este tema. Que yo sepa, no hay un método concreto, pero sí hay algunas pautas que pueden ayudar.


El Amor Debe Ser Siempre Nuestro Guía

Lo más importante de todo es actuar siempre con tanto amor como se pueda. El amor debe ser siempre lo que motive todos y cada uno de nuestros actos. Siempre.

Así que siempre que tengamos algún conflicto, siempre que alguien no nos trate bien, siempre que pensemos que alguna persona se está equivocando, o cualquier otra situación similar, debemos mirar en nuestro interior para ver si estamos siendo amorosos o no. Da igual que pensemos que tenemos razón, da igual que la otra persona no esté actuando correctamente, en el momento que perdemos de vista el amor, el que se equivoca seguro somos nosotros.

Nuestra luz interior no debe ser nunca un arma que ataque a alguien. Nunca. Si en algún momento nos enfadamos y tenemos ganas de atacar, aunque pensemos que tenemos razón, es mejor pararse un momento, contar hasta diez y preguntarse cómo podemos cambiar nuestra luz para que deje de ser un rayo que hace daño, y convertirla en un suave calor que todo lo abraza.

Es Mejor Mostrar el Camino con Ejemplos que con Palabras

A medida que crecemos espiritualmente, vemos las cosas más claras y nos volvemos más sabios, y esto hace que a menudo tengamos ganas de dar lecciones a los demás. A veces les decimos abiertamente que se equivocan, y otras lo hacemos de forma más sutil, pero de una manera u otra tendemos a ir por el mundo con la sensación de ser superiores.

Lo primero es hacer un pequeño ejercicio de reflexión y humildad para ver si nos está pasando esto. ¿Te sientes superior a los demás e intentas dar lecciones? Es algo bastante habitual, así que vale la pena fijarse bien antes de responder: “no, yo no lo hago.”

A nadie le gusta que le den lecciones, así que si lo hacemos, es muy fácil que más de una persona se sienta molesta con nosotros.

Si creemos que alguien se equivoca y queremos mostrarle una manera mejor de hacer las cosas, es mucho mejor enseñarle el camino con nuestro ejemplo, que no decirle que no lo hace bien. Cuando queremos aleccionar con palabras, la luz interior que sale de nosotros suele ser como una bofetada: a veces puede ser útil, a veces puede ayudar a alguien a ver las cosas más claras, pero duele. En cambio, la luz que sale cuando damos ejemplo es como un abrazo. Es una manera mucho más suave de decir: “ves, así todo es más fácil. ¿Quieres venir?”

Escuchar y Observar los Otros

Es muy importante prestar atención a las personas que nos rodean para tratar de ver cómo les afecta todo lo que hacemos. A menudo es difícil ver claramente qué sienten, pero vale la pena intentarlo.

Y si vemos que alguna persona se molesta con algo que hacemos o decimos, pues mejor cambiar nuestra manera de actuar respecto a ella. No se trata de hacerle la pelota ni ser como ella quiere que seamos. Esto nunca. Simplemente tratar de respetarla.

En algún lugar leí que no tenemos por qué ser amigos de todo el mundo, pero sí que tenemos que respetarlos y no hacer enemigos. A mí me parece una buena idea.

Cada uno Tiene su Camino

Bank of America nos avisa: "Hay entre un 20% y un 50% de posibilidades que vivimos en 'Matrix'"


La corporación estadounidense Bank of America Merril Lynch, ha enviado este martes a sus clientes una nota en la que sopesa la posibilidad de que la humanidad viva, en realidad, atrapada en un mundo virtual como el representado en la película de ciencia ficción 'Matrix', informa Business Insider.

Los analistas del banco han estimado en su análisis de negocios a futuro, que existe entre un 20% y un 50% de probabilidad de que vivamos en una 'matrix', en la que nuestro mundo sería un conjunto de objetos virtuales fotorrealistas modelados por ordenadores y que nosotros tomaríamos como reales. 

Esta teoría tiene su base científica en el artículo publicado por Nick Bostrom, filósofo sueco de la Universidad de Oxford, en el que afirma que al menos una de las siguientes presunciones es real:

la cantidad de seres humanos que sobrevivan a una etapa 'poshumana' gobernada por otra especie es prácticamente nula, es poco probable que cualquier civilización poshumana recurra a simulaciones de nuestra historia evolutiva, es decir, recrear la vida de los seres humanos utilizando supercomputadores en el futuro, ya vivimos en una realidad simulada por computador.

sábado, 24 de septiembre de 2016

“¿Buscáis el amor?”


“¿Buscáis el amor? 

Pues precisamente por eso no lo encontráis. Diréis: 

«¡Pero tengo tanta necesidad de amor! 

¿Cómo lo voy a encontrar si no lo busco?» 

Si queréis verdaderamente encontrar el amor, empezad por amar vosotros y dejad de buscarlo. 

Entonces veréis cómo va a ser él el que os persiga, y aunque queráis deshaceros de él, no lo conseguiréis: lo echaréis por la puerta, ¡y volverá por la ventana! 

Sí, en cuanto dejáis de buscar el amor porque habéis decidido amar vosotros, entonces se presenta. 

Pero cuanto más lo buscáis, más se aleja. Es como si persiguieseis vuestra sombra: huye delante de vosotros y nunca podéis alcanzarla.

Cuando buscáis el amor de los demás, os concentráis en algo que es exterior a vosotros; os alejáis así de este tesoro que poseéis dentro de vosotros mismos y acabáis perdiéndolo.

Tu mente razona y tu corazón sabe


Te encuentras en un tira y afloja entre lo que tu mente trata de imponerte y lo que tu corazón quiere sentir. Y entonces no sabes bien qué hacer, ¿te guías por las emociones que te brotan desde dentro o racionalizas despacio la situación?
Lo cierto es que harías cualquier cosa por sentirte libre y feliz. Te dejarías llevar sin límites si supieras de verdad que eso es lo que necesitas. Sin embargo, no lo sabes. Tienes dudas de que tu corazón te lleve a un lugar donde no vayas a sufrir y por eso tu mente actúa para evitarlo. ¿A quién escucho? Te estás preguntando.
Pues es beneficioso para tu bienestar futuro que escuches a tu mente y a tu corazón. Sí, a los dos. Tanto uno como otro tienen cosas que decirte: cada uno tiene sus características propias y precias para comprender y actuar ante el mundo.

Lo que tu mente tiene que decirte

Cuando existe un conflicto entre mente y corazón, muchas personas tratan de posicionarse. Por un lado, hay quien cree que la razón es superior a los sentimientos porque dejarnos llevar por estos nos hace vulnerables. Por otro lado, algunos creen que la emoción es primordial para poder amar a los demás y el amor nos mueve.
Lo cierto es que todos tienen razón en parte. El ser humano se caracteriza por poseer razón y corazón y ambos forman un todo que no puede dividirse. Por separado, de hecho, son peligrosos: la mente usa la lógica pero olvida lo que sientes, el corazón te guía pero sin control puede equivocarse.
“Me gusta la gente sentipensante, que no separa la razón del corazón. 
Que siente y piensa a la vez. Sin divorciar la cabeza del cuerpo, ni la emoción de la razón”.
-Eduardo Galeano-
Si no sabes qué hacer, comenzar por escuchar a tu cabeza es una buena opción. Primero porque ella es la encargada de pensar, de argumentar y de establecer sensatez a tu ser más intimo. Segundo porque es tu mente quien pondrá el granito de cordura que te puede estar haciendo falta.

Lo que tu corazón tiene que decirte

¿Qué es la Gran Hermandad Blanca?


Bienvenido querido hermano a este lugar en el no-espacio y en el no-tiempo. Para poder explicar quienes somos primero debemos hablar brevemente de qué es la La Gran Hermandad Blanca, o mas bien para qué se creó. En el mundo occidental se la conoce por muchos nombres:


La Gran Hermandad Blanca
La Gran Fraternidad Blanca
La Jerarquía Espiritual
Los Maestros Ascendidos
La Gran Logia Blanca

A pesar de sus múltiples nombres, tanto en occidente como en oriente solo conocemos una pequeña parte de lo que en realidad es la Gran Hermandad de Maestros de Luz. Esta fraternidad vela por el equilibrio Universal, no solo en el planeta Tierra, sino que esta presente (con diferentes representantes) en todos los planos, dimensiones, universos y distintos estados de consciencia que existen dentro de la Consciencia Universal.En el caso de nuestro sistema, incontables eones antes de que existiera vida como la conocemos ahora en la Tierra, innumerables seres respondían a la llamada de colaboración del logos solar de nuestro sistema, apareciendo desde entonces nuestro actual Logos Planetario: Sanat Kumara. Una vez organizadas las jerarquías espirituales locales, se trazó un plan para conseguir que, siguiendo su curso natural y sin alterar las leyes universales, el sistema gozara del suficiente equilibrio para el salto de vibración y su entrada en el tiempo de 4ª Dimensión de la galaxia.

Debido a ciertos motivos que hacen nuestro sistema peculiar, los Maestros Regentes de las Altas Moradas lo toman como futuro punto referencial para todo el Universo a la hora de elevar la vibración para el siguiente escalón en el proceso de evolución natural.
Y empieza el juego de la experimentación!… desorientados por la dualidad, habiendo olvidado su herencia energética, pero firmemente decididos a evolucionar, seres de nueva creación empiezan a encarnar en esta 3ª Dimensión y comienzan a aprender lentamente vida tras vida.
Sin embargo, de una manera subyacente y ayudando al Logos Solar a llevar a cabo su misión, también encarnan seres de luz “mayores” con misiones concretas para subir el nivel de consciencia y orientar a los seres mas “jóvenes”. Estos grupos de seres de luz encarnados reciben el distinguido apelativo de “discípulos” otorgado el Maestro Tibetano Djwhal Khul en virtud de Maestro responsable o “hermano mayor” de todos ellos. (Hay que puntualizar que el Maestro Tibetano es solo una “faceta” o “reflejo” de un Ser con muchísimas y diferentes encarnaciones, pero de momento nos referiremos a él por ese nombre.)

A partir de ahora definiremos a estos grupos de seres de luz “mayores” como Grupos de Voluntarios de la Luz, debido a que el termino “voluntarios” esta muy arraigado dentro de sus mentes. Del mismo modo que la La Gran Hermandad Blanca en los planos mas sutiles o espirituales está organizada, ocurre en la 3ª Dimensión (aunque aún no seamos muy conscientes de ello) que los Grupos de Voluntarios de la Luz están divididos en muchos grupos, cada uno localizado en diferentes ubicaciones, y con distintos objetivos para ayudar en el proceso de evolución.

Y es dentro de uno de estos Grupos de Voluntarios de la Luz donde surge la idea de crear una “Ciudad Virtual de la Gran Hermanad Blanca, punto de encuentro para todos los Voluntarios de la Luz”. Con el objetivo principal de ayudar en el despertar de los Voluntarios de la Luz, este foro virtual será como la gran biblioteca de Alejandría, donde recopilado el conocimiento para ayudar en el juego de la vida, los discípulos adquirirán sabiduría para llevar a cabo su cometido.
”Eso somos, somos luz y carne, dualidad y equilibrio, fin y principio de una nueva era.”


Maestros Ascendidos

Los siete Maestros
Consejo Karmico


Los maestros ascendidos son entes sin cuerpo o formas de energía de un mundo espiritual. Conjuntamente con los Angeles, Arcángeles y Guías Espirituales, pertenecen a esa parte del mundo invisible que nos ayuda y apoya en nuestra vida. Pese a que son muchas las personas que dudan de la existencia de este mundo irreal, cada vez es mayor el número de quienes experimentan su ayuda.
Uno no sólo puede establecer contacto con este tipo de entes a través de la meditación, sino que también en nuestro día a día podemos percibir su presencia. Los niños se muestran más confiados con este mundo inmaterial, hablan con sus ángeles de la guarda o dicen ver hadas.


LA JERARQUIA ESPIRITUAL

Nosotros hemos vivido ya muchas veces, hemos tenido muchas vidas y en muchos lugares distintos del planeta, hemos acumulado gran conocimiento y seguimos evolucionando día a día, hay otros seres que ya han pasado por el proceso que nosotros hoy vivimos, ellos se encuentran en niveles y planos más altos y, muchos de ellos, demostrando un enorme amor divino, han renunciado voluntariamente a la posibilidad de seguir avanzando y han decidido esperarnos y ayudarnos. A través de los siglos las distintas religiones les han dado muchos nombres: santos, iluminados, buddhas, etc., ellos son nuestros amados Maestros Ascendidos que conforman la Jerarquía Espiritual de nuestro planeta o, lo que es lo mismo, la Gran Hermandad Blanca.

Hace muchos millones de años, dieciocho, para ser más exactos, vino a la tierra, procedente desde el planeta Venus, un gran ser de luz llamado Sanat Kumara, el fundó la Jerarquía Espiritual a la cual pertenecen seres tan hermosos como los amados Jesús, Krishna, Gautama Buddha, María, Kwan Yin, Mahoma, Saint Germain, Serapis Bey, etc. y otros muchos seres que en la religión cristiana, por ejemplo, son conocidos como santos: San Pablo (el Maestro Hilarión), San Francisco de Asís (el Maestro Koot Hoomi), Santo Tomás Moro (Maestro El Morya), por nombrar sólo a algunos, todos ellos son seres altamente evolucionados que vivieron las mismas experiencias que vivimos nosotros y que alcanzaron la Maestría en ellas.Despertaron plenamente a su Santo Ser Crístico y han realizado por completo la Ley del Perdón y la Llama Violeta, llegando a ser seres de gran misericordia, que tienen un perfecto control sobre la mente, las emociones y el cuerpo físico.
En una primera etapa, la Jerarquía espiritual estuvo dirigida por el Amado Sanat kumara, pero con el paso del tiempo, Sanat Kumara es hoy una especie de regente que ha entregado sus responsabilidades formales al actual Señor del Mundo, Gautama Buddha.


ACTUAL JERARQUIA PLANETARIA

La actual Jerarquía Planetaria está conformada del siguiente modo:

viernes, 23 de septiembre de 2016

Cuando nuestro ser pide a gritos un cambio, debemos dárselo



Muchas veces nuestro ser se manifiesta de múltiples maneras, implorando porque tomemos acciones, que tomemos las decisiones que nos posicionen donde queremos realmente estar. Y nosotros muchas veces dejamos pasar este clamor por múltiples factores, pero principalmente por miedo.

Muchas veces tenemos claro cuándo ha sido suficiente, cuándo ya tenemos que partir, que cambiar de trabajo, cuando tenemos que mudarnos o tomar alguna acción de cambio que nos conduzca en otra dirección. Pero postergamos la decisión por muchas variables.

Debemos considerar que si bien es cierto que todo cambio trae consigo un riesgo, también es cierto que si no nos arriesgamos nos limitamos la posibilidad de ganar… Sí, también de perder, pero en este caso es relativo, porque ya quedarnos en nuestra zona de relativo confort es en sí mismo una pérdida.


Todos los cambios, aún los más ansiados, llevan consigo cierta melancolía; porque aquello que dejamos es una parte de nosotros mismos: debemos morir una vida para entrar en otra.  Anatole France

Nadie debería tomar las decisiones trascendentales de nuestra vida por nosotros, esto debe ser de absoluta responsabilidad propia y por ello no debemos sentarnos a esperar por la aprobación o el consentimiento de alguien para irnos tras lo que nos haga feliz, por grande o minúsculo que parezca.

Nuestro tiempo es limitado en este tránsito y un malgasto de él es el peor atentado que podemos hacer en nuestra contra… Por lo que si no estamos haciendo lo que nos gusta, lo que nos nutre o las cosas hacemos van perdiendo valor, tenemos que generar cambios, cambios que comienzan en nosotros mismos.

Debemos ser capaces de entender cuándo y cómo generar cambios, a veces tenemos la vida que soñamos y nos sentimos inconformes y esto es el resultado de la forma en la cual estamos viendo la vida, en qué nos estamos centrando, muchas veces tenemos mil bendiciones y nos enfocamos en el minúsculo punto que nos falta y allí comenzamos a sentirnos infelices.



Ver la vida desde el agradecimiento nos hace tomar decisiones más ligadas al corazón y no aventurarnos a seguir nuestro ego. A veces no queremos dar más, queremos librarnos de responsabilidades y queremos cambios que nos hagan la vida más sencilla, pero por lo general en estos casos los cambios que debemos hacer es de creencias y de pensamientos. Afrontar situaciones no siempre es una tarea grata, pero no debemos evadirlas, sino cambiar la perspectiva que tenemos de nuestra participación.

“Atraer la luz”


“Acostumbraos a concentraros en la luz. Pensad que la atraéis, que la introducís en vosotros para que llene todo vuestro ser de partículas de la mayor pureza. 

Y cuando sintáis que habéis incorporado esta luz, ejercitaros para enviarla a través del espacio para ayudar a todos vuestros hermanos y hermanas en la tierra.

¡Hay tanta gente que, con el pretexto de no tener ni dones ni cualidades notables, se creen justificados para dejarse llevar por una vida mediocre! 

No, nadie puede justificarse de esta manera. Incluso el ser más desheredado, el más desprovisto, puede hacer este trabajo con la luz;

 y al hacerlo, realiza algo más importante que todo lo que otros, dotados, capaces, pueden realizar en muchos otros dominios. 

La Revolución Interior


La iluminación de la que hablo no es simplemente una realización, no es simplemente el descubrimiento de nuestra verdadera naturaleza. Este descubrimiento es sólo el comienzo — el punto de entrada a una revolución interior. La realización no garantiza esta revolución; sino que simplemente hace que sea posible.

¿Qué es esta revolución interior? 

Para empezar, la revolución no es estática; sino que está viva, en curso, y continua. No puede ser apresada o hacer que se adapte a cualquier modelo conceptual. Tampoco hay ningún camino a esta revolución interior, ya que no es ni predecible ni controlable y tiene vida propia. Esta revolución es una ruptura con las viejas estructuras de pensamiento y percepción muertas, repetitivas en que la humanidad se encuentra atrapada.

La Realización de la última realidad es un repentino y directo despertar existencial a nuestra verdadera naturaleza que abre la puerta a la posibilidad de una revolución interior. Tal revolución requiere un vaciado continuo de las viejas estructuras de la consciencia y el nacimiento de una inteligencia viva y fluida. Esta inteligencia reestructura todo tu ser — cuerpo, mente y percepción. Esta inteligencia hace que la mente se libere de sus viejas estructuras que tienen su origen dentro de la totalidad de la consciencia humana. Si uno no puede liberarse de las viejas estructuras condicionadas de la consciencia humana, entonces uno se encuentra todavía en una prisión.

Tener un despertar a nuestra verdadera naturaleza no significa necesariamente que habrá una revolución en la forma en que uno percibe, actúa, y responde a la vida. El momento del despertar nos muestra lo que es en última instancia, verdadero y real, así como revela una posibilidad más profunda en la forma en que la vida puede ser vivida desde un estado indivisible e incondicionado del ser. Pero el momento del despertar no garantiza esta posibilidad más profunda, como lo atestiguan muchos de los que han experimentado un despertar espiritual.

El despertar abre una puerta hacia una revolución interna profunda, pero de ninguna manera garantiza que va a tener lugar. El que tenga lugar o no depende de muchos factores, pero ninguno más importante y vital que una intención sincera e inequívoca por la verdad por encima de todo lo demás. Esta intención sincera hacia la verdad es de lo que en última instancia depende todo crecimiento espiritual, sobre todo cuando se trascienden todas las preferencias, programas y metas personales.

Esta revolución interior es el despertar de una inteligencia que no nace de la mente, sino de un silencio interior de la mente, que por sí sola tiene la capacidad de arrancar de raíz todas las viejas estructuras de la propia consciencia. A menos que estas estructuras sean desarraigadas, no habrá un pensamiento, acción o respuesta creativos. A menos que haya una revolución interna, nada nuevo y fresco puede florecer. Sólo lo viejo, lo repetitivo, lo condicionado florecerá en ausencia de esta revolución. Pero nuestro potencial está más allá de lo conocido, más allá de las estructuras del pasado, más allá de lo que la humanidad ha establecido.

Nuestro potencial es algo que sólo puede florecer cuando ya no estamos atrapados dentro de la influencia y las limitaciones de lo conocido. Más allá del reino de la mente, más allá de las limitaciones de la consciencia condicionada de la humanidad, se halla lo que se puede llamar lo sagrado. Y es de lo sagrado que nace una consciencia nueva y fluida que limpia lo viejo y trae a la vida el florecimiento de una expresión viva e indivisible del ser. Tal expresión no es ni personal ni impersonal, ni espiritual ni terrenal, sino más bien el fluir y el florecimiento de la existencia más allá de todas las nociones del yo.