domingo, 30 de octubre de 2016

Yo Soy, el Yo Soy (Activa tu centro, pituitaria pineal) sin música


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS SUBIDO, QUE LO DISFRUTÉIS

La pituitaria, que también se llama el séptimo sello, gobierna tu cerebro. La pituitaria es una glándula diminuta, pero maravillosa, que muchos llaman el «tercer ojo»

La pineal, o sexto sello, es responsable de amplificar las frecuencias de pensamiento para que puedan ser enviadas a través de todo el cuerpo.




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“¿Cuándo se puede decir que una prueba ha terminado?”


“Podemos aceptar una prueba, podemos comprenderla, pero al mismo tiempo experimentar amargura, tristeza, pesar: 

¡pensamos que hubiera sido mucho mejor no haber tenido que pasarla! 

En este sentido, se puede decir que la prueba no ha terminado todavía.

¿Cuándo se puede decir que una prueba ha terminado? 

Cuando somos capaces de alegrarnos de ella. 

Es posible que aparentemente no sólo no nos haya aportado nada, que nos haya hecho perder muchas cosas e incluso a seres queridos… 

Sin embargo, después de esta prueba sentimos que nuestra luz, nuestro amor, nuestra fuerza han aumentado y la paz y la alegría nos invaden. 

"Como reprogramar tu vida"


Conversaciones con Victor Brossa y su obra "Como reprogramar tu vida"

Publicado el 27 oct. 2016
Dentro del marco de entrevistas y conferencias de La Ventana Alternativa

viernes, 28 de octubre de 2016

“Las células de nuestro cuerpo”


“Las células de nuestro cuerpo son pequeñas almas inteligentes. 

Es todo un pueblo que tenemos ahí en nosotros, un pueblo con el cual podemos entrar en relación y que tenemos la misión de educar. 

¿ Acaso sois conscientes de ello? 

No, o muy raramente. 

Es por ello que vuestras células no os obedecen. 

Desearíais mejorar el estado de vuestro hígado, de vuestro estómago, de vuestro corazón, de vuestro cerebro, etc., pero no podéis, las células de todos estos órganos no os obedecen, no conseguís imponeros a ellas, funcionan según su propia voluntad.

La Ciencia iniciática, que ha estudiado la anatomía psíquica del ser humano y las reglas que presiden su funcionamiento, nos enseña que podemos mandar a las células de nuestros órganos. 

7 preguntas que te pueden cambiar la vida

A veces no encontramos las respuestas, porque no sabemos cómo formular las preguntas. Nos embarcamos en la aventura de diseñar grandes interrogantes sobre temas generales y profundos, pero al final no llegamos a ninguna parte. Preguntar, por ejemplo, “¿Qué sentido tiene mi vida?” puede ser una buena forma de perdernos aún más.
Las grandes preguntas conducen a grandes respuestas. Pero hay una diferencia entre “grandes preguntas” y “preguntas imprecisas”. Estas últimas se vuelven más que difíciles de responder porque involucran demasiadas variables al mismo tiempo y carecen de límites que las acoten.


Por eso, lograr formular correctamente la pregunta es ya una manera de adelantar la respuesta.Enseguida te vamos a presentar 7 interrogantes diseñados para que evalúes la forma en la que vives y definas si estás en el rumbo correcto, o si es hora de hacer un alto para dar un giro en la dirección que caminas. No se trata de un examen, así que tómate tu tiempo para contestarlas.

1. ¿Qué cambiarías en tu vida si te dijeran que vas a morir dentro de 10 años? ¡Una gran pregunta!

Las experiencias cercanas a la muerte cambian la vida de muchas personas. Esto no es gratuito. Por lo general, vivimos como si fuéramos eternos. Eliminamos por completo la idea de la muerte, pese a que es lo único totalmente cierto que hay en nuestro porvenir.
mujer con tres ojos pregunta
Al recordar que todo terminará, emergen con mayor nitidez todas las cosas que son realmente importantes para nosotros. Por eso, si te atreves a contestar a esta pregunta con total sinceridad, podrás trazar una nueva jerarquía de prioridades que te haga más feliz.

2. ¿Qué consejo le darías a un niño recién nacido?

Piensa esta pregunta muy bien antes de contestar. En esa respuesta va a quedar condensado mucho de lo que has aprendido desde que tu corazón comenzó a latir. Va a ser como una conclusión de tus experiencias y de lo que has conseguido con ellas.
Lo interesante es que después de diseñar tu “cápsula de sabiduría”, lo que debes hacer es ser coherente con ese consejo que tú le darías a ese recién nacido imaginario. ¿Ya lo practicas o deberías comenzar a hacerlo?

3. Si no dependiera del calendario, ¿qué edad dirías que tienes en este momento de tu vida?

La edad es un asunto muy relativo, aunque siempre traten de enmarcarnos en una casilla cada vez que decimos cuántos años tenemos. En estricto sentido, desde que nacemos hay un niño, un adolescente, un adulto y un anciano dentro de nosotros.
Sin embargo, lo frecuente es que sea una de esas edades la que prime en un momento dado de nuestra existencia. Por eso la pregunta es válida: ¿Cuántos años tienes realmente? ¿Cómo te hace sentir el hecho de tener esa edad?
hombre con llave respondiendo pregunta

4. ¿Cuál ha sido el error más grande de tu vida y cómo lo solucionaste?

Conciencia Emocional: Las emociones que no gestionas, te controlan


Todos experimentamos emociones, pero no todos somos capaces de reconocerlas y ponerles nombre. De hecho, ¿sabías que se han llegado a catalogar unas 250 emociones y sentimientos? Entre la tristeza y la alegría, entre sentirnos mal o bien, existe un amplio abanico emocional en el que deberíamos profundizar.

Si no somos capaces de reconocer nuestras emociones y sentimientos, si no encontramos sus causas y no comprendemos cómo impactan en nuestros comportamientos y decisiones, no podremos gestionarlos adecuadamente y terminaremos viviendo en una montaña rusa emocional. Por eso es tan importante desarrollar la conciencia emocional.

Bruma emocional: Los peligros que entraña no distinguir las emociones

Un estudio muy interesante realizado por psicólogos de la Universidad de Michigan reveló que las personas que sufren depresión tienen una característica en común: no distinguen con precisión las
diferencias entre las emociones negativas que experimentan, como la tristeza, la culpa, la ira y la frustración. Esto podría explicar, al menos en parte, por qué la depresión es tan difícil de superar.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores les pidieron a personas sanas y a personas que padecían depresión que reportaran sus emociones en momentos concretos a lo largo de una semana. Así descubrieron que a las personas deprimidas les resultaba muy difícil distinguir entre las diferentes emociones negativas.

Estas personas estarían sumidas en una especie de “bruma emocional”, la cual se genera cuando no somos capaces de distinguir las emociones y etiquetarlas. El problema es que ese estado puede agravar estados como la depresión o la ansiedad. De hecho, es difícil mejorar nuestra vida si no sabemos exactamente cómo nos sentimos sobre algunos de sus aspectos.
Por ejemplo, ¿te imaginas qué difícil sería saber cuándo ha llegado el momento de llenar el tanque de combustible si no tuvieras ese indicador en el salpicadero del coche? Algo similar ocurre con nuestro estado emocional, no podemos mejorar o utilizar las emociones a nuestro favor si no sabemos cómo nos sentimos y por qué.


¿Qué sucede en el cerebro cuando etiquetamos una emoción?

Un estudio llevado a cabo en la UCLA desveló qué ocurre en nuestro cerebro cuando etiquetamos las emociones negativas. Estos neurocientíficos les pidieron a un grupo de participantes que vieran imágenes en las que aparecían rostros enfadados o con miedo.

Esas imágenes incrementaban la actividad en la amígdala, una región del cerebro íntimamente vinculada con las emociones que actúa como una alarma cuando detecta un posible peligro y desencadena una serie de cambios fisiológicos que nos preparan para huir o atacar. De hecho, se ha apreciado que la amígdala responde intensamente incluso ante imágenes subliminales, que nuestra conciencia no capta.

En este punto, los investigadores se preguntaron si el simple hecho de etiquetar esas emociones podría atenuarlas y disminuir el nivel de activación de la amígdala. A continuación, les pidieron a los participantes que identificaran las emociones que estaban viendo. Los resultados fueron asombrosos: casi inmediatamente la actividad de la amígdala comenzó a disminuir, mientras se activaba la corteza prefrontal ventrolateral, una zona vinculada con el pensamiento, la inhibición del comportamiento y el procesamiento racional de las emociones.

En práctica, lo que sucede es que cuando etiquetamos lo que sentimos nos vemos obligados a activar la parte más racional del cerebro. Esa zona echa una especie de “freno de mano”, evitando que las emociones tomen el control. Al entender lo que nos ocurre, el impacto emocional negativo disminuye y hace que las emociones sean menos dolorosas.

Un programa para desarrollar la conciencia emocional

jueves, 27 de octubre de 2016

EJERCICIO PARA DOBLAR TU HABITACION


Quieres ver como se comban las paredes de tu habitación como el efecto que sale en la película de Matrix?

"El siguiente ejercicio no es para personas que se mareen con facilidad"

Instrucciones:

-Al iniciar el visionado dar a la pausa.
-Abrir el vídeo a pantalla completa.
-Mirar al centro de la imagen todo el tiempo.
-Aguantar hasta el final hasta que salgan las letras.
-Y luego mirar alrededor para ver el efecto. 

IMPRESIONANTE






ISMAEL

UNA LUCHA SE LIBRA EN TU INTERIOR, A CADA MOMENTO, PERO TÚ DECIDES QUÉ BANDO APOYAR


En ocasiones, las circunstancias que rodean la existencia pueden parecernos opresivas, sofocantes, como si formaran un torrente en el cual luchamos por mantenernos a flote. Muchas personas experimentan su vida como si estuviera del todo ajena a su voluntad, como si se encontraran en el centro de una red que tira de sus acciones, sin que puedan hacer nada al respecto.

Ésta, sin duda, es una posición extrema, tanto como aquélla que asegura que tenemos control absoluto de lo que nos sucede. Existencialmente, lo mejor parece ser vivir a medio camino entre una y otra postura, pensar que no somos artífices de todo lo que concierne a nuestro destino pero que tampoco, por otro lado, los factores externos de la vida determinan nuestro sendero.

A propósito, específicamente, de la vida emocional, en el sitio Zen Comics se encuentra ilustrada una fábula que nos enseña el alcance que pueden tener nuestras decisiones sobre la manera en que se configura nuestra existencia. Y la premisa es sencilla: cada instante, cada palabra, cada acto, es en cierta forma un dilema o, mejor dicho, una posibilidad de decidir.

Si así lo queremos, podemos inclinarnos por emociones como la superioridad o la culpa, pero también tenemos ante nosotros la compasión o la generosidad. La diferencia, como enseñan disciplinas tan disímiles como el budismo o el psicoanálisis, está en el grado de conciencia con que hacemos esa decisión.