viernes, 4 de noviembre de 2016

Date tiempo para escuchar


Si practicas el silencio, el viaje interior, si te das tiempo para escuchar y crear el espacio para escuchar, serás capaz de oír. Serás capaz de ver los signos y recibir los mensajes que esperas. Al mismo tiempo, desarrollarás el arte de la paciencia. La paciencia y la oportunidad… Todo llega cuando tiene que llegar.

Una vida llega cuando uno puede vivirse sin prisas, no puede ajustarse a un calendario. La vida no tiene final, nunca morimos. Nunca hemos nacido de verdad. Lo que sucede es que pasamos por distintas fases. No existe un final. Los seres humanos tenemos muchas dimensiones, pero el tiempo no es como lo vemos, sino que se compone de lecciones que se van aprendiendo.

Sólo el amor es real.

El amor es una energía de increíble poder y fuerza. Todos estamos hechos de esa energía.

El amor es algo absoluto.

El amor no termina nunca, no se detiene nunca.

 La forma más pura es el amor incondicional, el que no espera nada a cambio. Escuchemos nuestras intuiciones y no dejemos que nuestros miedos influyan en los murmullos de nuestro corazón. Vivamos la libertad de amar sin reprimirnos, sin reservas, sin condiciones. No tengamos miedo. Somos inmortales, espíritus eternos, y somos siempre amados.

Todos estamos compuestos por muchos sentimientos, unos son muy satisfactorios pues la felicidad es algo que nos hace ir caminando por el mundo con una sonrisa en el rostro, generalmente ese es el sentimiento que nos gusta compartir con los que nos rodean, pues generalmente, así nos sentimos cuando compartimos experiencias con nuestros seres queridos, amigos, familiares o incluso nuestra pareja. Pero no siempre es así.

La realidad es que tememos a la soledad, nos asusta el pasar tiempo a solas pues pensamos que eso nos llevará a un callejón sin salida en donde solo nos hundiremos más. El hablar de la soledad, generalmente la relacionamos con sentimientos hostiles, tristes y dolorosos.

Muchas veces necesitamos de alguien que siempre esté con nosotros, alguien que nos anime, y con una sonrisa y un abrazo nos haga sentir que todo estará mejor, que todo pasará y que estaremos bien, alguien que nos aliente a saltar la barrera del dolor en donde nos hemos estancado por un tiempo. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones lo único que necesitamos es tiempo con nosotros mismos, es un examen interno, pues nadie nos conoce más que nosotros mismos, y por contradictorio que parezca, aprendiendo a escuchar a la soledad, en el más puro silencio, es lo que nos dará la correcta solución a la situación que estemos pasando.

Solo tú tienes el control de tu entorno, solo tú sabes cuál es el momento idóneo de comenzar nuevamente, nunca es tarde para date cuenta de todo lo que hay en tu interior. Cuando el dolor nos aflige, pensamos que el mundo nos puede comer, pensamos que no podemos con tato y que tarde o temprano nos destruirá.

Pero basta con darte un baño caliente, café dulce con bombones y la luz tenue de una habitación oscura para poder pensar en que es lo que te afecta, que es lo que te hizo sufrir, de esta manera podrás darte cuenta que lo que pensabas que te aplastaba y no te dejaba respirar, en realidad tiene una fácil solución, que en realidad hacíamos una tormenta en un vaso de agua.

La respuesta está en ti,

jueves, 3 de noviembre de 2016

“Riquezas”


“El mundo material y el mundo espiritual nos presentan cada uno de ellos sus riquezas; en ambos casos, no es fácil adquirirlas, pero no vivimos las dificultades de la misma manera cuando buscamos las riquezas materiales que cuando buscamos las riquezas espirituales.

Aquél que se concentra en el éxito material, en las posesiones, el dinero, el poder y no logra sus objetivos, vive amargamente sus fracasos: al no haber obtenido lo que deseaba, siente una frustración, y a menudo está resentido contra aquéllos que han triunfado donde él fracasó.

Mientras que el que alimenta necesidades espirituales se siente siempre sostenido, como si estuviese habitado por una luz que no le abandona nunca.

Gracias a sus aspiraciones hacia una vida superior, teje continuamente lazos con el mundo divino y estos lazos producen en él unas vibraciones secretas. 

Y aunque no llegue incluso a realizar plenamente todas sus aspiraciones, aunque se sienta tan pequeño frente a la inmensidad de su ideal, las vibraciones poderosas que animan su ser profundo, le salvan del desánimo. 

Los milagros siempre vienen de la mano con la fe

Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro. ― Albert Einstein

Definitivamente existen cualquier cantidad de milagros en la vida, algunos tan cotidianos que los pasamos por alto y otros que parecen ser producto de algún tipo de intervención divina.
Cuando hacemos un recorrido de ellos nos damos cuenta de que en lo más simples siempre existe la costumbre de darlos por sentado, creemos en ellos, creemos que ocurrirán, pero sin dar mayor fuerza para generarlos, como cuando ponemos nuestro despertador para el día siguiente con la convicción de que tendremos al menos un día más de vida.
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Y para las cosas de mayor envergadura, que vemos que se materializan en nuestras vidas, ocurre algo similar, solo que lo potenciamos con mayor fuerza, cuando creemos firmemente en algo y no damos posibilidad a la duda, cuando estamos seguros de que algo nos ocurrirá no hay manera de que no sea así.
Muchos pueden pensar siempre he querido sanarme de alguna dolencia, o he querido hacer determinado viaje, sin embargo, no se ha materializado. Pero solo deja de materializarse cuando ponemos peros, cuando sembramos dudas, cuando no nos sentimos capaces de realizarlo.
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Muchas veces damos más atención a lo que no queremos que nos ocurra, que a lo que sí, y por eso terminamos manifestando lo contrario. No importa a quien le endosemos los milagros, muy probablemente cada uno sea capaz de generarlos, pero si queremos ponerle algún nombre diferente a nuestro propio ser, que ya contiene toda la divinidad del universo y su poder creador, podemos hacerlo, porque lo que determina la creación es la seguridad de poderlo materializar.

EL ALMA ENTRA EN EL FETO A LOS 49 DÍAS POR LA GLÁNDULA PINEAL, SEGÚN UN CIENTÍFICO


El doctor Rick Strassman sugiere en su libro DMT: The Spirit Molecule, una fascinante hipótesis: que el alma humana encarna en el cuerpo en la séptima semana después de concepción, utilizando la glándula pineal como canal espiritual y a la molécula dimetiltriptamina (DMT) como un catalizador.  Strassman es un médico norteamericano especializado en psiquiatría con una beca de investigación en psicofarmacología clínica.

El DMT es una poderosa sustancia psicodélica que se produce de manera natural en la glándula pineal –algo que recientemente se ha comprobado— y podría estar también vinculado con las experiencias cercanas de la muerte (ECM) .

En efecto, una investigación publicada en la revista Biomedical Chromatography documenta la presencia de DMT en las glándulas pineales de ratas vivas. Según los investigadores el descubrimiento de la glándula pineal como fuente de DMT  "refuerza la idea del rol de esta enigmática glándula en estados de conciencia inusuales".

La dimetiltriptamina se ha vinculado con la generación de imágenes en los sueños, con los estados de conciencia que generan las experiencias cercanas a la muerte y todo tipo de experiencias místicas.

Lo curioso es que la glándula pineal se hace visible en el feto humano a los 49 días, que es la cantidad de días en los que un alma tarda en reencarnar según el Bardo Thodol (Libro Tibetano de los Muertos). Estas coincidencias han llevado a Strassman a afirmar que el alma encarna en el cuerpo a las séptima semana de embarazo.

Siguiendo los informes de experiencias cercanas a la muerte en los que se describen momentos de conciencia fuera del cuerpo, Strassman teoriza que es el DMT el que hace accesible estos estados de conciencia. En su opinión, La glándula pineal podría actuar como una antena o pararrayos para el alma.

Aunque muchas personas no creen en la existencia del alma, otras consideran que es inmaterial –Platón y los neoplatónicos creen, por ejemplo, que el cuerpo es creado por el alma-. Y hay quien ha conseguido fotografiarla.  Rene Descartes, ubicó el asiento del alma, en la glándula pineal, algo que ahora podría verse comprobado. De todos modos, la coincidencia hallada por Strassman nos asombra.

http://www.xn--revistaaocero-pkb.com/secciones/espiritualidad-creencias/alma-entra-feto-49-dias-glandula-pineal-segun-cientifico



miércoles, 2 de noviembre de 2016

Hallelujah Mis amados


Hallelujah Mis amados, cada día somos mas....

Os dejo con esta magnifica interpretación de Hallelujah por Pentatonix

“El estado en el que comemos”


“Es importante, evidentemente, escoger un alimento sano y hacer comidas equilibradas, pero el estado en el que comemos es todavía más importante: cuando no tomamos ciertas precauciones, podemos envenenarnos con la mejor de las comidas.

Si coméis perturbados, irritados o en otros estados negativos, impregnáis los alimentos con los venenos producidos por tales estados, y estos venenos van a difundirse por todo vuestro organismo. 

Lo inverso también es cierto: los alimentos se impregnan con los buenos pensamientos y los buenos sentimientos que podéis tener cuando coméis y os alimentan con su quintaesencia.

Es normal que estéis momentáneamente perturbados e irritados por ciertos acontecimientos; pero entonces, aunque sea la hora de comer, esperad un poco hasta que hayáis recobrado la paz. 

¿Qué es el Aura?


En términos básicos, el aura es una energía luminosa o campo electromagnético que rodea en forma de óvalo a todos los seres vivos y que es imperceptible a plena vista. 

El aura es la combinación del cuerpo etéreo, emocional y físico, al igual que de la información de nuestras almas. El aura está ligada a los chakras.


¿De qué está hecho el aura?

El aura usualmente se extiende entre uno y tres pies de distancia del cuerpo físico en todas las direcciones, rodeando a la persona como un “huevo de luz” de múltiples capas.

Se dice que el aura consiste en 7 capas o cuerpos sutiles (algunos dicen que son 12 o muchos más) que se interconectan y afectan mutuamente constantemente.


El cuerpo etéreo es el más cercano al cuerpo físico y usualmente refleja nuestra salud física y nuestros instintos más básicos. Se manifiesta usualmente con un color azul o plateado suave pero si existe una enfermedad, se torna en colores oscuros, sobre todo alrededor del área afectada.


El cuerpo emocional, como su nombre lo indica, refleja el estado anímico de la persona, al igual que las reacciones emocionales frente a otros individuos y a situaciones. Por esta razón, es la capa del aura más inestable, y cambia continuamente de acuerdo con el estado de ánimo de la persona.

Sin embargo, los residuos de las emociones más fuertes como la rabia y miedo, permanecen almacenados en esta capa por algún tiempo y pueden con el tiempo afectar la salud emocional y física de la persona.

Cada emoción genera colores diferentes en la capa emocional del aura y por lo tanto ésta puede manifestarse en cualquier tono o combinación de colores. Los colores más brillantes y puros usualmente indican emociones elevadas y paz. Los colores turbios son más característicos de emociones violentas o instintos bajos.


La capa o cuerpo mental se relaciona con lo que llamamos consciencia. Los pensamientos e intenciones conscientes del individuo se reflejan en esta capa. El amarillo y naranja son los tonos característicos del cuerpo mental. Se dice que las personas altamente intelectuales tienen un cuerpo mental de color amarillo brillante.


El cuerpo astral está atado al cuerpo físico por un cordón plateado, y refleja nuestros deseos superiores y nuestro avance espiritual en términos de amor incondicional.

Es de alguna manera un portal con otras dimensiones, y se dice que puede desprenderse del cuerpo físico y transportarse libremente en las llamadas proyecciones astrales. También está ligado en parte a nuestra fuerza de voluntad. Puede manifestarse en varios colores que van desde el rosado puro hasta una mezcla de todos los colores del arco iris.


El cuerpo espiritual tiene que ver realmente con conexión y comunicación – con otros, con nosotros mismos y con nuestro propósito superior.


El cuerpo mayor o celestial es la conexión entre nuestra consciencia humana y el plano espiritual en donde frecuentemente se encuentran sueños y memorias de otras vidas o de experiencias extracorporales.


El cuerpo divino es la conexión con el plano superior y la sabiduría divina, y se puede manifestar en un rayo y luz dorada brillante. Entre más separado esté el individuo de su propósito supremo y su camino espiritual, más oscura o bloqueada estará esta capa del aura.


¿Qué refleja y dice el aura?

¿Sabes cuál es el sentido y propósito de tu vida?



“El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida.” 
-Viktor Frankl-

Me despierto abriendo suavemente los ojos. Hago una respiración profunda, inhalo y exhalo sintiendo cada parte de mi cuerpo recobrar su actividad después del sueño.
Estiro mis brazos y mis piernas en la cama mientras tomo conciencia de lo que me rodea, del espacio y el tiempo en el que estoy.

Descubro unos juguetones rayos de sol colándose entre las rendijas de las persianas de mi habitación. Sonrío desde el corazón a la luz de un nuevo amanecer.
Doy gracias mentalmente por un nuevo día, y comienzo la mañana con ilusión porque recuerdo que mi vida tiene un sentido y un propósito.

¿Sabes tú cuál es el sentido y propósito de tu vida?

Llegamos a este mundo “sin pedirlo” y sin entender muy bien las razones por las que estamos aquí, si tenemos algún propósito o misión que cumplir. Al nacer nuestros padres no tienen un manual de instrucciones para educarnos, ni nadie nos regala un mapa de la ruta a seguir. Vamos creciendo, construyendo nuestro camino en cada despertar.

No hay uno de nosotros que no se haya equivocado, muchos nos hemos sentido perdidos, sin saber cuál ruta de las muchas disponibles tomar. Esa sensación de vacío, esa aflicción que te causa el no saber cuál es tu lugar, qué se espera de ti, qué es lo mejor que puedes realizar con tu vida, quizás te resulten sensaciones familiares.


Vivimos en una sociedad saturada de estímulos externos (las modas, los estereotipos, las tecnologías, las ideologías y un largo etc.) a los que respondemos automáticamente, sin embargo pienso que debemos detenernos, buscar un poco de silencio para permitir escuchar nuestra propia voz interior, en lugar de estar respondiendo constantemente a las expectativas y llamados del exterior.
¿Te has planteado alguna vez qué le da sentido a tu vida, cuál es tu propósito fundamental?
Si no es así, tranquilo, aún estás a tiempo de hacerlo. No es de extrañar que muchas personas no se cuestionen el sentido de sus vidas. Convivimos en un mundo en el que a menudo nos centramos más en lo que hacemos y tenemos que en lo que somos.

Reflexiona sobre esto: Cuando conocemos a alguien no le preguntamos: ¿Quién eres? sino ¿Qué haces?

Probablemente esta sea una de las raíces de la confusión de muchos individuos, que identifican su valor y el de los demás, con lo que hacen y lo que tienen, pero el sentido de la vida no mora en lo que hacemos ni en lo que tenemos, sino más bien en quiénes somos.

Si me preguntas, te diría que el sentido de nuestras vidas está en encontrar el equilibrio interno, esa paz interior que se traduce en bienestar y armonía, que no significa que siempre nos sintamos felices, pero sí siempre involucra la coherencia entre lo que queremos que sea nuestra vida y lo que hacemos cada día para que así sea. Cuando encuentres aquello que te permita estar en concordia con tu realidad, sentimientos y acciones, entonces habrás encontrado lo que da propósito a tu existencia.

El sentido y propósito de tu vida es una revelación muy personal, lo que sí sé es que pasa siempre por la ruta del AMOR. Intuimos que todo lo que tiene sentido está hecho con Amor.
Conocemos que el amor tiene como ingrediente ese misterio con el que incluso lo más insignificante cobra sentido.

Una vida con propósito y significado es aquella que se vive en primer lugar desde el amor propio, que no es egolatría, es el reconocimiento de que cada uno de nosotros es un ser único, digno de amar y de ser amado. Para dar amor, primero tenemos que albergar amor dentro de nuestros corazones, no podemos dar aquello que no tenemos.

Cuando nos amamos podemos percibir que somos criaturas amadas del universo y que por tanto nuestra vida tiene algún sentido, de lo contrario no estaríamos aquí, ni siquiera existiríamos.
Desde ese amor a nosotros mismos, será posible percatarnos de nuestros talentos, virtudes, sentimientos, y las razones que nos estimulan a levantarnos cada mañana, para emplear todo esos dones que hemos recibido de la vida, en el servicio a los demás. Dándole así una dimensión trascendente a ese verbo que todos conocemos, pero que pocos le damos su máximo potencial: Vivir. Intrínsecamente el ser humano posee un auténtico y genuino deseo de vivir una vida lo más significativa posible.

Todos los aspectos de la vida son igualmente significativos, y estarás cumpliendo tu propósito primordial si en cada cosa que haces pones toda tu presencia, y te alineas internamente con el Aquí y el Ahora. Intenta que todo lo precioso que haces en el momento presente no sea un medio para algún fin futuro, sino un fin en sí mismo. Si convertimos cada instante de nuestra existencia en una meditación, enfocando toda nuestra consciencia, cada cosa que hacemos cobrará un sentido sagrado: desde lo más simple como es respirar o comer, hasta crear una obra de arte.
Aclarar nuestra razón de vivir. Preguntas que pueden ayudarte.

Hay momentos vitales en los que no podemos eludir preguntarnos nuestra razón de vivir. Puede ser consecuencia de una transformación espiritual, de un cambio interior que estás experimentando, o de una situación en que pierdes lo que creías imprescindible.

En circunstancias especialmente difíciles, el hecho de saber que nuestra vida tiene un sentido, nos puede ayudar a sobreponernos, recordándonos que tenemos “algo” por qué vivir y por qué luchar, un sentido potencial que nos aguarda para ser cumplido.

Si estás atravesando una crisis, puedes pensar que la vida te está castigando injustamente o por el contrario puedes sentir que te está ofreciendo una oportunidad para despertar, para que crezcas y empieces a vivir desde la consciencia y el optimismo.

Cada uno de nosotros escribe su propia historia, de esto se deriva que el propósito que demos a nuestras vidas, será una respuesta personal a nuestras más profundas creencias y a nuestras circunstancias particulares. Lo más importante no es el sentido de la vida en términos generales, sino el significado concreto de la vida de cada uno de nosotros como individuos. Tu vida tendrá el sentido que tú quieras darle.

Considero que no hay que tomar una decisión definitiva sobre el sentido y propósito de nuestra vida, porque eéste cambiará a medida que maduramos y ganamos en sabiduría. Sin embargo, no me gustaría que por encontrar un sentido, te obsesionaras alejándote de lo más importante: el camino en sí mismo, este ahora en el que transitas.

Aquí te dejo algunas preguntas que te pueden ayudar a encontrar las respuestas que te permitan vivir una vida con propósito y significado: