Paz y Amor
Tu verdadera esencia es Paz y Amor. Totales. Esta Paz no es el opuesto de la guerra o el conflicto; es la Paz que acepta la aparición de la guerra y del conflicto. Este Amor no es el opuesto del odio; es el Amor que acepta sin condiciones todo lo que surge, incluyendo el odio.
Esta Paz y este Amor no es algo que necesite o que pueda ser hallado, o desarrollado, o aprendido. Esta Paz y este Amor es la naturaleza esencial de Ser.
En esta Paz y este Amor hay una inocencia casi infantil, una magia prodigiosa, una gran tranquilidad... pero "tú" nunca puedes hallarlos. La presencia de un "yo" es la aparente separación entre "yo" y el mundo. En esta separación hay conflicto, sufrimiento, esfuerzo, deseo, temor. Sentimos que hemos perdido esa inocencia, esa magia, y buscamos conseguir algo... ¿tal vez la "Iluminación"?
Así que no hay nada que pueda hacerse para "conseguir" esta Paz y este Amor, nada que pueda "yo" hacer para hallarlos, simplemente porque la creencia en el "yo" es el factor mismo que oscurece el reconocimiento de la Paz y el Amor ya presentes.
La búsqueda es simplemente más de lo mismo, es decir, la negación por parte de la mente de la magia y maravilla de ESTO, de lo que de hecho está ocurriendo. "Tal vez en el futuro consiga las respuestas a mis preguntas, o bien meditaré lo suficiente como para ser capaz de verlo". Pero ningún "yo" ha podido verlo jamás. Ninguna búsqueda ha podido conducir a ello jamás. Y no hay respuestas a la pregunta sobre qué podría "yo" hacer para verlo. "Yo" nunca podré verlo. Porque "yo" es tan sólo otro pensamiento que surge, otra creencia creada a partir de memorias encadenadas.
La única respuesta reside en el sonido del viento entre los árboles, en la sensación de un baño caliente, en el aroma de una taza de chocolate humeante, e incluso en la desesperada lucha del indigente sin hogar, o en el olor a podrido de una alcantarilla, o en el dolor por la pérdida de algún ser querido.
La Paz y el Amor únicamente pueden ser, exactamente, ESTO, AHORA MISMO – exactamente este momento ordinario, el cual la mente pasa por alto, prefiriendo aquello que "podría" ser.
No hay nada más que conocer
¿Qué hay ahora presente en la conciencia? Un monitor de ordenador, los dedos en el teclado, una ligera sensación de acidez. Esto es exactamente lo que estás buscando. No hay nada más que encontrar, ningún otro lugar adonde ir, ninguna otra cosa que conseguir.
La creencia de que hay algún sentido ulterior, alguna "mayor" Iluminación, es la base de la búsqueda. Y en esta búsqueda hay una negación de ESTE PRECISO MOMENTO. La búsqueda de lo sagrado en el futuro no es posible. Nunca será hallado.
En la medida que agotemos las posibilidades de encontrar la beatífica Iluminación en algún punto del futuro (siempre que recitemos tantos mantras o que meditemos lo suficiente), se vuelve crecientemente obvio que ESTE PRECISO MOMENTO es la única cosa que existe. El pasado y el futuro son sólo pensamiento, que surgen PRESENTEMENTE. El tiempo parece moverse, pero es SIEMPRE AHORA. El tiempo nunca se mueve.
Cuando esto nos penetra, surge la pregunta: ¿Qué soy yo? Todo aquello de lo que está construido este "yo" está basado en la memoria, en historias, en cosas que he poseído o he hecho, o en cosas que deseo hacer. Este deseo es como un torbellino que continúa con la farsa del "yo".
¡Es tan patentemente obvio, que se pasa por alto! ¿Dónde podrías "tú" existir, si el tiempo es una ilusión? La única cosa que se conoce es el pensamiento (o la percepción, o la sensación) que surgen presentemente. La mente toma a estos y los agrupa sin orden y los etiqueta como "cuerpo", y más tarde como "mi cuerpo".
Incluso la mente (o el pensamiento) es tan sólo una sensación surgiendo AHORA. ¿Dónde está la base para la identificación? Incluso tenemos que ir a las definiciones de palabras memorizadas para saber cómo etiquetar alguna cosa.
Anterior a todo ello hay una "cualidad de conocer" básica, una conciencia simple y ordinaria, que está registrando cada sensación, cada percepción, cada pensamiento, cada etiqueta, cada identificación. TODO es conocido en este espacio de conocer. Y este registro está ocurriendo espontáneamente, sin esfuerzo alguno.
Cualquier cosa conocida, incluyendo el deseo de ser una persona, el sentido de "yo", el sentido de estar en un cuerpo, el sentido de cualquier cosa, ocurre en este espacio de conocer. Es la pantalla en la que todas las cosas se registran, como en un espejo.
Esta vacía "cualidad de conocer" es lo que tú eres, anterior al sentido de ser una "persona", anterior a las sensaciones que son etiquetadas como "yo" o "mi cuerpo". El "cuerpo" es únicamente un manojo de sensaciones asociadas: no es lo que tú eres. El ver esta ocurriendo presentemente. No hay nada más que conocer.
Cada paso es Dios
En la búsqueda de Dios hay millones afanándose, realizando todo tipo de prácticas, restringiendo su dieta y modificando su manera de vestir y su conducta. Creando también reglas con las que, supuestamente, "otros" deberían vivir sus vidas para acercarse a Dios o ganar sus favores. Todas las religiones buscan estar "más cerca" de Dios que las demás.
Cada átomo de este "universo" es Dios. No hay ningún lugar al que tengas que ir para aproximarte a Dios, nada que tengas que hacer para estar más cerca de Dios. Porque Dios es aquello de lo que estás hecho, Dios es lo que TÚ ERES. No puedes JAMÁS estar separado de Dios.
Si Dios es omnipresente, omnisciente, omnipotente, ¿cómo podría Dios ser otra cosa que lo que tú eres? ¿Cómo podría ser omnipresente si no estuviera EN TODAS PARTES, incluyendo este cuerpo, estos pensamientos, este sentido de ser una persona que busca la iluminación, este sufrimiento, o cualquier otra cosa perceptible o concebible? Todo ello, ¿cómo podría ser otra cosa que Dios?
Dios es un término demasiado manoseado y que tiene distintas definiciones dependiendo de la orientación religiosa. Pero Dios no es otra cosa que el CONOCER inteligente actual, dentro del cual el mundo aparece.
La paz viene cuando se advierte que cada "persona", cada "situación", es, únicamente, Dios. Dios está "haciéndose" a Sí Mismo. Así que, ¿por qué preocuparse? ¿Por qué sufrir?
Algunos llaman a Dios, conciencia o unicidad, pero no importa qué etiqueta se emplee, porque la propia etiqueta es Dios. Y en esta realización, todo ello es Dios: no hay lugar para una persona separada, una "biografía" que tenga algún sentido. Todo está ocurriendo en Dios y como Dios.
Y mientras atravesamos la apariencia de esta "biografía", estamos anclados en esta Paz, con la comprensión y realización de que cada paso que damos es Dios. Cualquier cosa, sea la que sea, ES DIOS... ¿Quién va a encontrar algún problema en eso?
¿Quién está mirando?