CAPÍTULO 8
RESONANCIA II:
ALINEÁNDOSE CON EL ESPÍRITU
La primera pregunta sería: ¿Por qué no estoy ya en contacto pleno con el ESPÍRITU, si mi propia naturaleza es el ESPÍRITU?
He aquí algo más de lo cual se deben sentir responsables, pero no culpables. En el instante en que nacieron, o caminaron adentro de esta realidad, como ESPÍRITU hicieron una de las cosas más difíciles y dolorosas que hay en el universo: encarnarse en el Planeta Tierra. En ninguna parte de ningún planeta son tan densos los velos entre el plano físico y los planos superiores. Sabían, al entrar en sus cuerpos, que seguirían las reglas que ustedes mismos ayudaron a fijar para la especia y establecerían un punto focal que excluiría todo conocimiento acerca de quiénes eran. Es muy posible que hayan pensado: "No veo ningún problema, pronto recordaré; además será apenas por unas pocas décadas". Así pues, se deslizaron adentro de un cuerpo, se apretujaron a través de un túnel diminuto y llegaron a un mundo brillante y frío, los pusieron patas-arriba y les dieron de palmadas para hacerlos respirar. ¡Ay! Corrieron los velos para olvidar que eran ESPÍRITU y, a partir de ahí, se la pasan tratando de recordar quiénes son.
El primer paso para esta recordación consiste en que acepten la responsabilidad por haberlo olvidado. Intenten esta línea de pensamiento con ustedes mismos:
dijo:
"Soy ESPÍRITU. Al encarnar en este cuerpo, voluntariamente y con toda mi intención, lo olvidé para poder darme a mí mismo esta oportunidad de volverlo a descubrir. Soy ESPÍRITU, jugando a la gallina ciega conmigo mismo. Estuve de acuerdo en que el juego se acabaría una vez que lo supiera. Ya lo sé y declaro que el juego ha terminado. Me encarné bajo estas reglas, de manera tal, que pudiera disfrutar descubriendo mi verdadera naturaleza. Soy ESPÍRITU".
Después de algunas repeticiones y algún tiempo para alinear sus campos con esta verdad, se darán cuenta de que sus percepciones empiezan a cambiar. Empezarán a examinar sus situaciones bajo estas otras ópticas: "Hice esto para aprender más de lo que es ser un humano limitado", "Invité esta persona a mi vida para compartir esta experiencia", y "¿De qué me sirve esta revelación en mi sendero hacia la Luz?"
Con esto, ¡habrán reclamado su maestría! En vez de ser Juan Torres, hijo, cónyuge, padre, trabajador, y, etc., serán el ESPÍRITU realizando la función de Juan Torres, cualesquiera que ella sea. Y la función de Juan Torres se volverá obvia rápidamente.
Reconozcan que están aquí porque, como ESPÍRITU, deseaban estar aquí. Tenían ideas muy específicas acerca de lo que deseaban lograr. Llegó el momento de revisar si siguen en curso. Llegó el momento de estar completamente al tanto de sus yo-espíritus y de alinearse con ellos.
Existen tantas maneras de incorporar al ESPÍRITU cuantos cuerpos hay. Cada una es única. No obstante, existen algunas guías genéricas. Recuerden que no van a sentir como si estuvieran "en medio de juegos pirotécnicos" porque, en realidad, nunca se desincorporaron realmente del ESPÍRITU, sin importar cuán solitarios se hayan llegado a sentir. Sencillamente se les olvidó a dónde mirar. Y si es que han llegado hasta este punto, es porque han limpiado los esquemas de energía responsables de cualquier tipo de resistencia que les podría causar una reacción como la de estar "en medio de juegos pirotécnicos".
Estamos agradecidos con Merlín por el siguiente enfoque para incorporar al ESPÍRITU:
Unifiquen sus chakras y pídanle al nivel apropiado del ESPÍRITU que se mezcle con sus campos unificados, a través del chakra del corazón. Visualicen un cristal rosado o rojo en el chakra del corazón, resplandeciendo intensamente. Véanlo crecer hasta volverse un poco más alto que ustedes. Acérquensele y tóquenlo. Dense cuenta de que pueden atravesarlo fácilmente. Parece ser como una luz rosada. Entren y miren a su alrededor. Alguien los espera para darles la bienvenida. Es una imagen proyectada por sus yo-espíritus. Probablemente sentirán oleadas de amor, compasión y cariño.
Lo que hagan de ahí en adelante, depende de ustedes. Pueden "asolearse" en esta luminosidad, hacer preguntas, pedir guía o sencillamente dedicarse a cultivar esta amistad. Pidan que esta energía permanezca con ustedes en sus chakras del corazón y que los guié en todos sus quehaceres. Pidan que ustedes, como ESPÍRITU, se mezclen con el campo unificado para mantenerlo alineado y para incorporar una porción cada vez mayor de energía, de frecuencias más elevadas. Finalmente, cuando se sientan completos, dejen que la imagen se vaya desapareciendo y retornen a sus consciencias en el aquí. Afirmen: "Soy ESPÍRITU, soy un Maestro en todo lo que hago".
Repitan este encuentro tan a menudo como les plazca. Siéntanse libres de acordar sus propios encuentros. Algunas personas tienen un lugar favorito que alguna vez visitaron o recuerdan como especial. Otras construyen un lugar interior para irse. Algo imaginado no es menos real que un lugar físico o una cosa. La única diferencia consiste en que la realidad del consenso no abarca el sitio privado de cada quien. Después de todo, ¿desde cuándo se han visto constreñidos por el consenso?
Sencillamente decreten que al llegar a sus sitios de reunión, sus yo-espíritus estarán allí para darles la bienvenida a sus yo-egos. Podrían toparse con una imagen que sus yo-egos encuentren apropiada, como por ejemplo, una bella mujer o un hombre sabio y compasivo. No se atemoricen en absoluto, sin importar lo que se les aparezca. Por ejemplo, todos llevan consigo la energía de los aspectos arquetípicos de Crone y del Reaper. Estos aspectos de sus funciones del espíritu podrían ser portadores de mensajes muy importantes para ustedes. Mantengan firmemente en sus mentes que cualquier persona o cosa que se encuentren, no es más que ustedes mismos; denle la bienvenida a la oportunidad de mezclarse con "ese aparente otro" hasta el punto en que no haya ninguna distinción entre ambos.
Pueden usar una técnica más específica; ésta, de nuevo, proviene de Ariel, y es para seguir al ESPÍRITU y obtener revelaciones acerca de los problemas cotidianos insolutos que los rodean en la vida del plano físico. Funciona sobre la base de que sus cuerpos mentales tienden a vivir en el futuro; los emocionales, en el pasado; y los físicos, en el presente.
Coloque en la palestra una pregunta. Por ejemplo, "¿Cómo me siento respecto a aceptar la oferta del empleo x?" o "¿Cómo resultará si me caso con Y?".