sábado, 17 de diciembre de 2016

Instrucciones para la práctica de afirmaciones

La comprensión de cómo utilizar el poder de las afirmaciones


La palabra del hombre es el Espíritu en el hombre. […] Las palabras colmadas de sinceridad, convicción, fe e intuición actúan como bombas vibratorias altamente explosivas, cuyo estallido desintegra las rocas de las dificultades, operando la transformación deseada.


Todo pensamiento depresivo o de felicidad, de irritabilidad o de calma, graba surcos sutiles en las células cerebrales, fortaleciendo nuestras tendencias hacia la enfermedad o hacia el bienestar, respectivamente.

Las subconscientes «ideas-hábito», ya sean de salud o de enfermedad, ejercen una poderosa influencia sobre nuestro ser. Las enfermedades rebeldes —tanto mentales como físicas— poseen siempre una profunda raíz en la mente subconsciente. Para eliminar la enfermedad es necesario arrancar estas ocultas raíces. Por eso, toda afirmación consciente debe ser practicada con la suficiente fuerza como para que sea capaz de imprimirse en la mente subconsciente; entonces esta última influirá a su vez en forma automática sobre la conciencia.

Así pues, las afirmaciones vigorosas que se practican de manera consciente actúan sobre la mente y el cuerpo a través de la mediación de la mente subconsciente. Las afirmaciones efectuadas con una fuerza aún mayor alcanzan no sólo la mente subconsciente sino también la supraconsciente, mágica surtidora de poderes milagrosos.


Toda afirmación de una Verdad debe ser practicada aplicando en ella la voluntad, el sentimiento, la inteligencia y la devoción. No ha de permitirse que la atención se distraiga. Es necesario entrenar la atención como si se tratase de un niño travieso; cada vez que se desvíe de su objetivo, hay que traerla de vuelta y enseñarle, repetida y pacientemente, a concentrarse en la tarea asignada.


La paciencia y la repetición atenta e inteligente operan maravillas. Las afirmaciones practicadas para sanar perturbaciones físicas o mentales crónicas deben repetirse con frecuencia, profundidad y continuidad (sin prestar ninguna atención a las condiciones persistentes o adversas, si las hubiera) hasta que lleguen a formar parte integrante de nuestras más hondas convicciones intuitivas.


Elige la afirmación que necesites y repítela completa, comenzando en voz alta y bajando progresivamente la voz —mientras la repetición se hace a su vez más lenta— hasta acabar en un susurro. Después deberás continuar repitiendo la afirmación de forma mental solamente, sin mover los labios ni la lengua, hasta que sientas que has alcanzado una profunda e ininterrumpida concentración. En este período no debe caerse en un estado de sopor, sino que ha de existir una profunda continuidad de pensamiento, un pensamiento que fluya sin interrupción.

Si continúas con la afirmación mental, ahondando aún más, surgirá una sensación de paz y dicha crecientes. Durante el estado de concentración profunda, tus afirmaciones mentales se sumergen en la corriente del subconsciente para retornar después a la esfera de la conciencia, reforzadas con el poder de influir sobre la mente consciente a través de la ley del hábito.

En ese período de la práctica en el cual experimentas una creciente paz, tus afirmaciones llegan aún más hondo, penetrando en el reino de la supraconciencia; desde dicho reino, regresan a la conciencia dotadas esta vez de un poder ilimitado para influir sobre la mente consciente, así como también para satisfacer tus deseos. No albergues duda alguna, y te será posible comprobar el milagro de esta fe científica.


Cómo practicar las afirmaciones:

viernes, 16 de diciembre de 2016

NASA: "Estamos ante una posible extinción de nuestro planeta y no estamos preparados"


Aunque los asteroides y cometas potencialmente peligrosos son fenómenos raros, su llegada podría causar la "extinción" del nuestro planeta y no estamos preparados para ello, advierte un científico de la NASA.

Los seres humanos no estamos preparados para repeler la llegada inesperada de un asteroide o de un cometa, advirtió este lunes un científico de la NASA, el doctor Joseph Nuth, durante una reunión anual con científicos nucleares sobre cómo podemos desviar eventuales peligros cósmicos que se precipiten hacia nuestro planeta.

En el marco de la reunión anual de la Unión Geofísica Americana, Joseph Nuth, investigador del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, señaló que aunque los asteroides y cometas grandes y potencialmente peligrosos son bastante raros, hay que tener en cuenta que se trata de "fenómenos de alcance de extinción".


Nuth puso el ejemplo de un cometa que pasó cerca de Marte en 2014 y que fue descubierto solo 22 meses antes de que pasara rozando el planeta rojo, tiempo insuficiente para lanzar una misión de deflexión de un asteroide, si se hubiera dirigido a la Tierra.

"Si nos fijamos en el horario de las naves espaciales de alta fiabilidad y en su lanzamiento, se necesitan cinco años para lanzar una nave espacial.

Meditar es descansar la mente para iniciar un diálogo con el alma


Llega un día en que lo necesitamos, así, sin más: apagar el ruido de la mente para sintonizar esa voz interna que teníamos descuidada y que tanto tiene que decirnos. Porque meditar es, ante todo, propiciar un reencuentro con nuestra alma, una conexión vital con la que hallar respuestas en estos tiempos de mares convulsos.

No existe una única razón por la cual, una persona elige empezar a practicar la meditación. A veces, se llega por casualidad. Alguien tiene un dolor de espalda y le recomiendan el yoga, y del yoga, casi sin saber cómo, se inician en este arte ancestral del que existen tantas escuelas como curiosos enfoques.

“Meditar es regalarte un momento para ti, para estar contigo de manera íntima y especial”

Por otra parte, cabe señalar también que la meditación tiene diferentes significados según el contexto. A pesar de no estar ligada a ninguna religión en concreto, sí es un componente destacado en muchas creencias. No obstante, y dejando a un lado el aspecto espiritual, el interés psicológico por la meditación ha sido siempre destacable por muchas razones y finalidades terapéuticas.

Este ejercicio se centra ante todo en esa capacidad para “autorregular” la mente y sus procesos, de manera que podamos alcanzar así un adecuado equilibrio entre los pensamientos y las emociones. Es algo muy interesante, algo a lo cual se llega a través de un entrenamiento planificado y que podría, sin duda, ayudarnos a complementar muchas estrategias a la hora de ciertos “picos de lanza” psicológicos, como el estrés, la ansiedad o la depresión.

Te proponemos reflexionar sobre el tema.


Meditar para restaurar nuestro equilibrio interior

Para muchos hablar de meditación es hablar de Budismo. Sin embargo, cabe recordar que también los druidas hacían uso de estas técnicas para conectar con la naturaleza y la divinidad. Para lograrlo, debían afrontar una serie de resistencias a las que denominaban las “cuatro tristezas”: la nostalgia, el dolor de la pérdida, la envidia y la dificultad del viaje. Algo que, sin duda, nos es ligeramente familiar.

“Orar es hablar con la parte más profunda de nuestro Ser, meditar es hallar la Respuesta”

Si uno ahonda un poco en el complejísimo e interesante mundo de las religiones y la espiritualidad, se dará cuenta de que hay ejes vertebradores que siempre se repiten. Mircea Eliade, conocido filósofo e historiador, dijo una vez que en el momento en que el ser humano miró hacia arriba por primera vez y descubrió las estrellas, quedó hechizado por esa calma y esa magia, casi divina. Algo debía ocurrir en aquella dimensión que tanto se alejaba de las necesidades y penurias de la humanidad.

Desde que hemos tenido uso de razón, siempre hemos ansiado hallar esa calma, ese equilibrio interior con el cual, alcanzar una comprensión más intuitiva de las cosas, una serenidad más sabia y profunda con la que invocar al auténtico ser que llevamos dentro y que, de algún modo, nos permitiría conocernos mejor y conectar de otro modo con nuestro entorno. Algo que, si lo pensamos bien, es bastante complejo a día de hoy, en este mundo donde prima la acción y el estrés, ese desgaste inadvertido que fragmenta por completo esa dimensión divina: nuestra autoestima.



Dejar de ser esclavos de las circunstancias externas
Nadie puede controlar al 100% lo que acontece en nuestro exterior. No obstante, lo que sí podemos dominar es el modo en que nos afectan esas circunstancias. Lo creamos o no, cada uno de nosotros convivimos a diario con una serie de saboteadores internos a los cuales, no vemos pero están ahí. Son como los ácaros de nuestra conciencia, a los que debemos hacer frente de forma hábil, sabia.

Serían los siguientes:

 - Las preocupaciones.
 - Ser adictos a recordar el pasado.
 - Pasarnos la vida juzgando.
 - Ser críticos con nosotros mismos y aún más con los demás.
 - Culparnos de todo lo que acontece a nuestro alrededor.
 - Ser un catastrofista empedernido
 - Ser un adicto a las dudas y a las indecisiones.


Cuando una persona empieza a meditar, se inicia al mismo tiempo en un viaje contemplativo donde ver cada una de estas dimensiones. Ahora bien, lejos de contemplar estas empalizadas con desdén o desprecio, las veremos con esa calma serena de quien es capaz de NO juzgar para entender que el cambio siempre es posible. Porque la meditación es, ante todo, arroparnos a nosotros mismos con respeto y amor para clarificar las metas y salir reforzados de ese instante de paz y equilibrio.

Elige tu tipo de meditación y cuida de tu cerebro

A día de hoy, la ciencia tiene muy claro que meditar genera cambios muy positivos en nuestra arquitectura cerebral. Se incrementa, por ejemplo, el grosor cortical, esa área relacionada con la introspección y la atención. Asimismo, también aumentan las conexiones en el área del hipocampo o el área frontal, estructuras relacionadas con las emociones o la toma de decisiones.


La meditación es, como vemos, un arte en el que vale la pena iniciarse si así lo creemos y si lo necesitamos. Tenemos además diferentes tipos de meditación, entre los que podemos elegir los que mejor se ajusten a nosotros en un momento dado.

Serían las siguientes:

7 cosas que haces hoy de las que te arrepentirás dentro de 10 años


El ritmo de vida que ha impuesto la sociedad puede llegar a ser agobiante. Inmersos en numerosos compromisos y responsabilidades, es fácil perder de vista las cosas más importantes. De hecho, pasamos gran parte de nuestra vida sin ser conscientes de que, a medida que pasa el tiempo, menos oportunidades tenemos para remediar los errores cometidos, por lo que es esencial encontrar un equilibrio aquí y ahora que nos permita satisfacer nuestras necesidades y, a la vez, ser más felices. Así podremos mirar al futuro con ilusión y encaminarnos hacia él con la certeza de que no tendremos grandes arrepentimientos.

El pasado no existe, el futuro es incierto, solo tenemos el hoy

1. Descuidar a los amigos. 
El tiempo pasa y postergamos todas aquellas cosas que no son urgentes. Como resultado, nos vemos atrapados en un sinfín de pequeñas tareas que en realidad no nos aportan mucho pero que se convierten en un agujero negro por el que se escapa nuestro tiempo. Como resultado, nos vamos alejando de los amigos, de manera que nuestro círculo social se va reduciendo cada vez más. Sin embargo, es importante no descuidar a esas amistades sinceras y profundas, a los amigos de la infancia y la juventud, para que un día, cuando lo necesites y mires a tu alrededor, no te encuentres solo.


2. Darse por vencido en una relación de pareja.

Después de la fase de enamoramiento llega la etapa de compromiso y trabajo duro, que es precisamente cuando las personas suelen tirar la toalla. De hecho, prácticamente todos hemos roto con una persona significativa que, al cabo del tiempo, nos hace preguntarnos qué habría pasado si no nos hubiéramos dado por vencidos tan pronto. Por eso, cuando creas que una relación merece la pena, haz todo lo posible antes de tirar la toalla y, lo que es aún más importante, vívela plenamente ya que de esta forma, si en algún momento llega a su fin, no tendrás nada de qué arrepentirte.


3. No controlar el nivel de estrés.

El ritmo de trabajo y las obligaciones familiares pueden llegar a asfixiarnos. Sin embargo, inventamos pretextos para no prestarle atención a esas primeras señales de estrés y seguimos recorriendo la vida por el carril rápido. Más temprano que tarde ese estrés nos pasará factura porque es una auténtica incubadora de enfermedades. Por eso, para que dentro de 10 años no te arrepientas de no haber parado a tiempo, es importante que aprendas a organizarte, que no te sobrecargues de planes que no puedes cumplir y que te desconectes de vez en cuando para que puedas relajarte y recargar las pilas.


4. No tomar decisiones por miedo. 

El miedo es la emoción más paralizante que existe, pero no podemos dejar que domine nuestras vidas hasta el punto que dicte nuestras decisiones. Si el miedo al rechazo social, a no ser lo suficientemente bueno, a arriesgar o a equivocarnos son los patrones en los que nos basamos para decidir, podemos estar seguros de que dentro de 10 años nos arrepentiremos de esas decisiones. Por supuesto, no se trata de lanzarse por un acantilado sin paracaídas pero debemos ser capaces de conectar con nuestro “yo” más profundo y descubrir exactamente qué queremos lograr en la vida, encontrar esas cosas que nos apasionan e ilusionan y atrevernos a alcanzarlas.


5. No decir lo que sentimos a las personas que amamos.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

El conocimiento del Sí Mismo (Parte III)


La sobreimposición (adhyasa) o las falsas identificaciones (upadhis)
Sólo se puede conocer (objetivamente) lo que no se es, porque lo que se es no es una realidad objetiva que pueda ser conocida, percibida o imaginada.

Aquello que puede ser descrito no puede ser usted y lo que usted es no puede ser descrito. Sólo puede conocerse a sí mismo siendo sí mismo sin ningún intento de auto-definición o auto-descripción. Una vez que ha comprendido que usted no es nada perceptible o concebible, que todo cuanto aparece en el campo de la conciencia no puede ser usted, entonces se dedicará a la erradicación de toda auto-identificación (Nisargadatta) (56).

No somos el cuerpo, ni nuestros pensamientos, sentimientos, experiencias, etc., pues todo ello son realidades cognoscibles y experimentables, mientras que el yo que permanece ―el que permite decir en cada momento de la existencia: "Yo soy"― no es ningún contenido particular de experiencia sino el factor inobjetivo mismo que los sustenta: la Conciencia o el experimentador puro en sí. El movimiento de la auto-indagación (vichara) adopta, de este modo, una metodología negativa: neti-neti = ni esto, ni aquello. "Yo no soy esto, yo no soy aquello... ¿Quién soy yo?".

 No soy esto o aquello porque no soy ningún contenido objetivo, nada cognoscible o experimentable. Puedo saber de mi cuerpo ―afirma el jñani―, por ello, no lo soy. Puedo atestiguar mis pensamientos, emociones y sensaciones, por lo tanto, no los soy. Incluso las afirmaciones últimas del Vedanta ―"Yo soy Brahman", etc.―, como tales juicios, como contenidos de conciencia, ocultan al Yo real. "Ninguna auto-definición es válida. Despréndase de todas las ideas sobre sí mismo ―insiste Nisargadatta―, incluso de la idea de que usted es Brahman" (57); pues en tanto que "idea" oscurece la identidad última supraobjetiva.

El camino de regreso hacia sí mismo pasa por la desidentificación, por la negación y el abandono:

Del mismo modo que un niño no nacido no puede conocer la vida tras el nacimiento puesto que no tiene en su mente nada con lo que formar una imagen válida, así también la mente es incapaz de pensar en lo real en términos de lo irreal excepto mediante la negación: "no esto, no aquello". El obstáculo es aceptar lo irreal como real (Nisargadatta). (58)
Esta vía negativa consta de dos momentos internos:

―Viveka: el discernimiento entre lo falso y lo verdadero, que se logra cuando se ve lo falso como falso.

―Vairagya: el desapego o abandono de las falsas identificaciones. Este desapego no es resultado de un acto volitivo posterior a viveka; acontece espontáneamente con la comprensión de la insubstancialidad de las identificaciones a las que previamente se había otorgado realidad. Viveka conlleva vairagya.

Conviene advertir que, si bien viveka es una discriminación racional, mental, ello no contradice la afirmación advaita de que la mente no puede alcanzar al Yo ―dado que éste no puede ser nunca un objeto conocido―.

YA ESTÁS EN UN NIVEL SUPERIOR DE CONCIENCIA


Si ahora mismo te has parado a leer este artículo, es porque efectivamente ya estás en un nivel superior de conciencia. Y por si tienes dudas, te voy a mostrar unos puntos que delatan que claramente ese así.

Si hay una cosa que sabemos todos sin lugar a dudas, es que toda la vida es un proceso evolutivo. Todo, desde la partícula más pequeña de la existencia del universo en su conjunto está en el proceso de la evolución.

La inmutabilidad es la única verdad. La expansión es el punto. La única pregunta es si está o no está sucediendo consciente o inconscientemente.


Como es el caso ante cualquier avance – ya sea deportivo, intelectual o espiritual – ciertos signos comenzarán a aparecer después de una cantidad en concreto de práctica que se haya dispuesto para ese fin, y comenzarán a salir, o deberían, en tu comportamiento diario. Si no lo hacen, entonces no has condensado todavía la plena comprensión, el concepto no ha hecho su camino plenamente al nivel de acción.

Si bien no es, en realidad, ningún nivel real “superior” de la conciencia (esto es una idea del ego basado en la comparación), hay sin duda, diferentes modos de ver el mundo, dando como resultado, por supuesto, los diferentes modos de estar en el mundo, esos modos de ser donde nos abran a una mayor relajación, a la armonía y al equilibrio interno, así como el mundo exterior continúa en la manera que siempre lo ha hecho. Esto demuestra que ha habido un cambio interior.

¿Cómo sabemos cuando estamos preparados para conseguirlo? 

Aquí te presentamos 5 conductas que demuestran que estás llegando a un nivel superior de conciencia:



1 -La pérdida de interés por los cotilleos

Una vez que comienzas el despertar, la negatividad se hace mucho más evidente, sobre todo cuando llega en forma de chisme. Ya no tiene el poder de seducirte en la forma que alguna vez lo hizo. Puedes escuchar el egoísmo de esos cotilleos, el juicio y la necesidad inconsciente de sentirse superior por parte de el que hace el cotilleo, y el poder para agraviar a los demás. La diferencia entre alguien que declara los hechos como han sucedido, por un razón, y alguien que habla por hablar en beneficio de su ego es muy claro, es por eso que poco a poco encuentras menos interesante participar en ese ambiente.

2 -Una pérdida de interés en los hábitos destructivos

La diferencia entre el corto plazo y la satisfacción a largo plazo comienza a revelarse. Ciertas cosas que te hacen sentir “bien” en el momento presente (como con el hábito de los cotilleos) no conducen a una vida más feliz en un planteamiento del largo plazo, y tú comienzas a darte cuenta de esto. La inutilidad de muchos actos, desde preocuparse (en contraposición a pensar constructivamente) hasta un exceso de comer viendo la televisión, tiene un efecto negativo en la mente, y es ahora cuando comienzas a verlo claro, e inicias simplemente el dejar estos hábitos atrás.

3 -Más Trabajo, menos estrés

Eres simplemente más eficaz de lo que fuiste una vez, porque estás más presente. No estás viviendo el momento con dolor o angustia y no piensas acerca de lo que debes o no debes hacer, sólo estás haciendo lo que hay que hacer, y lo haces bien. Hay un sentido interno de “juego” que acompaña a la mayoría de las cosas, aliviar el estrés y traer más alegría a uno mismo, y a los que te rodean.

4 -Más de Cooperación, menos competencia

Cómo evitar absorber la energía negativa de otras personas


La empatía es la capacidad de reconocer y sentir las emociones de los demás. A menudo, para ser ” empático ” significa que estás absorbiendo gran parte del dolor y el sufrimiento en tu entorno, que puede sacrificar tu capacidad para expandirte a un nivel más alto.

Si a menudo coexistes con una persona negativa, sabrás como es si energía tóxica. Aprender a no a absorber las energías de los demás es una gran habilidad para desarrollar la espiritualidad y para eso te dejamos 5 sencillos pasos para hacerlo.

Recuerda que no se puede complacer a todo el mundo

Si alguien te acosa moralmente, faltándote el respeto, no trates de caerle bien. Esto sólo conseguirá chuparle su campo de energía y le hará dependiente energéticamente en su dictamen.

No le vas a gustar a todo el mundo. Todos estamos aquí en la tierra para vivir con un propósito diferente. El amor a nosotros mismos, creará un campo de fuerza a tu alrededor que te protegerán de otras opiniones.

También recuerda: no se puede cambiar a nadie. No hagas tu misión el tratar de cambiar a otros. A veces, lo mejor que puedes hacer es no hacer nada, porque, al hacerlo, vas a alimentar la energía que están proyectando hacia ti.



Ten cuidado de quién entra en tu vida

Tu cuerpo, tu mente y tu entorno es tu templo.

Si se le da a una persona un trozo de pan, un día, van a pedir pan todos los días. Si dejas que alguien se quede en tu casa durante un fin de semana, puede que traten de quedarse durante toda la semana.

Hay que respetar el espacio de otros para que los otros respeten el nuestro, de manera que es mejor mantener distancias con ciertas personas antes de que haya mal entendidos.

Es bueno ser generosos, pero hay una línea que no hay que dejar pasar, eligiendo así el ayudar a aquellos que realmente lo necesitan y lo merecen. Muchas veces es mejor para nosotros y para otras personas saber decir NO.

Dejar de prestar atención

Un parásito necesita un huésped para sobrevivir. Es decir, si te centras en los “vampiros de energéticos”, te robarán tus pensamientos para que pienses en sus “problemas”, lo que reduce drásticamente tus niveles de energíadiscusion

Algunas personas van a volcar su energía en ti. Un oído atento puede ser una cosa maravillosa, pero es necesariamente trazar una línea y que no sea sobrepasada si se quiere mantener la salud de tu energía.

Tal vez seas el apoyo de una persona que tiene frustraciones en el trabajo, una relación o logros exitosos . Todas estas emociones se pueden drenar en muchos sentidos y hacer que empiece a limitar sus propias formas de vida no productiva.

Ámate a ti mismo lo suficiente como para ajustarlas, decirles que se detengan.


Deja que la naturaleza te inspire

Ir a meditar a la naturaleza, relajarse y respirar. Purificar su interior, hacer ejercicio y flotar. Como una mariposa, que flota suavemente, pero se mueve rápidamente. La respiración aumenta la circulación del flujo sanguíneo en todo el cuerpo y ayuda a mantener y absorber la energía de los que te rodean. Camina con confianza, manten la cabeza en alto y no dejes que nadie te haga sentir inferior.

Hazte con el 100% de responsabilidad de tus pensamientos y emociones

martes, 13 de diciembre de 2016

El conocimiento del Sí Mismo (Parte II)


Atma-vichara o la auto-indagación en la naturaleza del yo
El Advaita, decíamos, es en esencia conocimiento del Sí mismo. Una de las prácticas recomendadas por el advaita para despertar del olvido de nuestra naturaleza profunda es la indagación en la naturaleza del yo (atma-vichara) (27). Esta auto-indagación que no ha de ser confundida con el auto-análisis o la auto-observación psicológica:

El estado del conocimiento (...) contemplado por el Yoga, no es una mera concepción intelectual o clara discriminación de la verdad, ni una iluminada experiencia psicológica de las modalidades de nuestro ser. Es una "realización", en el sentido pleno de la palabra; es hacer real para nosotros y en nosotros al Yo, a la Divinidad trascendente y universal, y es la subsiguiente imposibilidad de apreciar las modalidades del Ser excepto a la luz de ese Yo y en su aspecto verdadero, como su corriente del devenir bajo las condiciones psicológicas y físicas de nuestra existencia mundana. (28)
Lo primero que hay que decir respecto a la naturaleza de esta auto-indagación es que se trata de una vía estrictamente experiencial. El acceso a la verdad en torno al Sí mismo no es fruto del estudio ni del conocimiento de la sruti o de alguna filosofía; no se adquiere mediante el asentimiento a autoridad alguna; tampoco a través del discernimiento lógico o racional; sólo se logra mediante la "comprensión-realización" que acontece siempre a través de la experiencia propia, directa e intransferible. (29)

La elocuencia sonora de un río de palabras, la habilidad de exponer o comentar las escrituras, la erudición misma, sirven sólo para la satisfacción personal; para la liberación, todo esto es perfectamente inútil (...).
Las Escrituras formadas por miles de palabras no son más que un bosque impenetrable en el que se pierde la mente con facilidad. El sabio aspirante debe aplicarse con celo a experimentar por sí mismo la auténtica naturaleza del Atman (Vivekachudamani)". (30)


De hecho, lo dicho sobre la identidad última del yo con Brahman no es, para el Advaita, una afirmación teórica que haya que aceptar sino una verdad a experienciar, a ser (recordemos que, en este contexto, ser es conocer). Sólo la experiencia otorgará a esta doctrina el sello de realidad. Sólo al ser realizadas, encarnadas en el propio ser, dichas verdades merecen denominarse tales; como meras proposiciones lógico-filosóficas, ni son verdad ni permiten el encuentro con la verdad. De hecho, afirmar "Yo soy Brahman" desde el nivel de la conciencia dual, es decir, cuando lo afirma el yo individual, es un acto de mera auto-identificación mental y, como veremos, para el Advaita, el conocimiento de nuestra verdadera Identidad se alcanza precisamente en el abandono de todas las auto-identificaciones mentales. "Yo soy Brahman" sólo lo puede ser dicho por el mismo Brahman.

La experiencia de Brahman es, por tanto, intransferible, irrenunciablemente personal. Pero inicialmente, "(...) para aferrar la resplandeciente verdad del Sí mismo, escondido por maya y por sus efectos, debemos ajustarnos a las instrucciones de un conocedor de Brahman" (Vivekachudamani) (31). Este ajuste no supone relegar el criterio según el cual no hay más autoridad que la propia experiencia. Se trata, sin más, de alcanzar esta última a través de una metodología análoga a la metodología científica ordinaria. Así lo describe Nisargadatta: