Abandono de viejas creencias
Una de las diferencias más impresionantes entre un gato
y una mentira, es que el gato sólo tiene siete vidas.
Mark Twain
Mi pasado no es más que la estela
que he dejado tras de mí.
Lo que impulsa mi vida es la energía
que genero en el presente.
Ahora ha llegado el momento de comenzar la tarea de reorganizar y abandonar
las creencias y opiniones que no se adapten a su nueva relación con la
realidad. Veamos algunas de esas arraigadas creencias y apartémosla de
nuestra conciencia.
Su pasado está preñado de creencias. Estas creencias se encuentran en el
núcleo de lo que usted percibe como constituyentes de su realidad. Debe
usarlas para explicar por qué su vida ha tomado el rumbo que ha tomado.
Tome la resolución de extirpar aquellas que no se ajusten a la nueva relación
con la realidad que está creando.
A lo largo de este capítulo se le pedirá que descubra y luego cambie creencias
que ya no necesita. Puede que se pregunte por qué iba a aferrarse a sistemas
de creencias innecesarios o indeseados. En el libro Be As You Are (Sea tal
como es) Ramana Maharshi, uno de los sabios indios del siglo XX, dice lo
siguiente en respuesta a por qué los seres humanos continúan repitiendo
costumbres que niegan su ser:
El placer o el dolor no son sólo aspectos de la mente. Nuestra naturaleza
esencial es la felicidad. Pero hemos olvidado el yo e imaginamos que el cuerpo
o la mente son el yo. Es esa identidad equivocada la que da lugar a la
desdicha. ¿Qué debe hacerse? Esta tendencia es muy antigua y ha perdurado
durante reencarnaciones. Por lo tanto, se ha hecho fuerte. Debe desaparecer
para que la naturaleza esencial, la felicidad, se imponga.
Este capítulo podría ayudarle a responder a la pregunta planteada por Ramana
Mahrshi: “¿qué debe hacerse?”.
He aquí diez de las creencias más comunes y difíciles de desechar que se
enseñan en la civilización occidental. Examine cada una de estas creencias
nucleares y observe cómo operan en su vida. Luego considere alguna de las
sugerencias que ofrezco.
En el proceso, volverá a definir su relación con la realidad y tal vez hallará sus
propias respuestas a la pregunta: “¿qué debe hacerse?”.
Recuerde que la totalidad de su vida tiene que ver con la acumulación de
energía. Cuantas más creencias destierre de su espacio interno, más espacio
habrá para la nueva energía. Pregúntese si estas diez creencias las quiere
mantener o desechar. Y tenga presente que si dichas creencias no le sirven,
son mentiras que viven eternamente, como sugiere Mark Twain en el epígrafe
del presente capítulo.
PRIMERA CREENCIA:
CUANTO MÁS, MEJOR
Cuanto más mejor es una enfermedad del siglo XX que puede ocultar el
sendero de su búsqueda. ¿Se ha convertido esta creencia en parte de su vida
diaria? ¿Dónde está la paz en cuanto-más-mejor?
Esta búsqueda del más lo condena a uno a una vida de constante lucha.
Resulta imposible disfrutar de la vida. ¿Le han educado en esta creencia? Si
ha dedicado una gran cantidad de energía vital al cuanto-más-mejor, puede
resultarle difícil sustraerse a esa inercia. Necesita saber si es una piedra
angular de su vida.
Algunos de los indicadores de que el cuanto-más-mejor informa su vida son
los siguientes: tiene que estar ocupado para sentirse satisfecho; debe ganar
más dinero del que gana; ha de obtener un ascenso para demostrar su valía;
necesita tener más de todo. Para cambiar esto, usted ha de descubrir y
convencerse de que apenas sí necesita cosas para ser libre.. Éste es el primer
paso para abandonar esta espiral.
Cuanto-más-mejor le mantiene a uno anclado en el ámbito de lo físico. Con lo
que el yo espiritual no tiene cabida en nuestra vida diaria. La energía interna
está concentrada en la acumulación, las adquisiciones, las recompensas, los
trofeos, la aprobación y el dinero.
Algunas personas experimentan sentimientos de culpa, vergüenza, y se hacen
reproches porque piensan que son haraganas e incompetentes.
Nos enseñan este juego en una etapa temprana de la vida. Ya en el colegio,
buscamos conseguir notas más altas, diplomas adicionales, reconocimientos.
No hay paz en esta espiral.
La sensación de paz existe cuando uno se aparta del cuanto-más-mejor. Ello
indicará que su yo espiritual está llamándole. “Los buenos y los sabios llevan
vidas tranquilas”, dijo Eurípides.
Que quede claro que no incluyo esta constante búsqueda del más a la cabeza
de la lista porque sea intrínsecamente mala. La razón es porque le niega la paz
y armonía que precisa su búsqueda sagrada. NO tiene por qué convertirse en
un ser inerte para tener paz. Puede abandonar la idea de cuanto-más-mejor y
reemplazarla por una serenidad interna que no necesita más para ser
satisfactoria.
Usted ha recibido creencias de una interminable cadena de personas que han
sido víctimas voluntarias durante generaciones. Cuando se despoje de estas
creencias, abrirá un espacio interno que e permitirá acumular un tipo de
energía diferente, energía que le dirigirá hacia la paz y no a la confusión y a una
operación a corazón abierto.
Sugerencias para librarse del cuanto-más-mejor:
Relájese, relájese, relájese. Nunca lo repetirá lo bastante. Examine con
cuidado cuánta energía vital utiliza en la consecución de lo que ni quiere ni
necesita. Practique una vez por día el decir no al cuanto-más-mejor. Diga un
muy tajante “no, no voy a perseguir eso”.
En lugar de perseguir el cuanto-más-mejor, dedique tiempo a jugar con su hijo
o nieta. Lea el Nuevo Testamento en lugar de afanarse en otro objeto. Váyase
a dar un largo paseo por la orilla del río en lugar de dedicar tiempo a superar a
los demás.
Al liberar la energía que antes aplicaba a conseguir más, usted se libera a sí
mismo para experimental el júbilo de ser. Esto es la libertad, el escoger ser, no
acumular.
Descubrirá, a medida que adopte esta actitud, que muchas cosas que antes
perseguía, incluido el dinero, comenzarán a aparecer en su vida sin que las
persiga. Ésta es una de las grandes ironías de la vida ¡Menos es más!
Concédase momentos de contemplación silenciosa. Trate estos momentos
como algo absolutamente esencial en su rutina diaria. La práctica de la
meditación o la plegaria silenciosa volverán a ponerle en contacto con Dios.
Como lo expresó Mikhael Aivanhov en The Mistery of Life (El misterio de la
vida), “dondequiera que no existan límites, donde existan la infinitud, la
eternidad y la inmortalidad, allí está Dios”.
Los momentos de contemplación le apartan de la idea de que debe tener más.
Llegará a saber que todo lo que necesita para tener una vida plácida,
placentera y llena de amor, ya lo posee, y esta conciencia impregnará toda su
vida cotidiana.
Practique decir “paso”. Cuando comience a sentir la presión de ir a por más,
limítese a decir la palabra “paso”. Es liberador dejar que ceda la presión por
conseguir más. Después de decir esto unas cuantas veces sentirá una libertad
interna. Este espacio interior quedará disponible para su yo espiritual.
Vuelva a la naturaleza. La naturaleza es terapia. Concédase tiempo para ir a
bosques, caminar por las montañas, pasear por los campos o a lo largo de la
playa. El sencillo hecho de estar en contacto con la naturaleza es una forma de
librarse de la enfermedad del querer más.
Pase la noche durmiendo al raso con sus hijos o un ser amado, o a solas. Mire
las estrellas y sienta su lugar en la infinita magnificencia del cielo nocturno. Le
garantizo que adquirirá una nueva perspectiva de la vida. Verá la belleza del
mundo natural y abandonará la creencia de que la acumulación es necesaria
para sentirse completo.
Añada a estas sugerencias las palabras de los Peregrinos de la Paz:”Una vida
simplificada es una vida santificada”. Puede ser ejecutivo de una gran
empresa, cabeza de una numerosa familia, representante de ventas, director de
un gran hospital, tendero de una zona comercial concurrida... y a pesar de eso
llevar una vida santificada. Es la conciencia de un nuevo propósito lo que
necesita tener, una que abandone el “cuanto más, mejor” y la reemplace por “la
paz es mejor”
SEGUNDA CREENCIA:
LO EXTERNO TIENE LA CULPA DE MIS CONDICIONES DE VIDA.