lunes, 7 de agosto de 2017

Cómo ejecutar cambios en la rutina egóica de “supervivencia”


A partir de que uno se va formando mentalmente una imagen global de la situación en la que nos encontramos, se hace cada vez más fácil encajar muchas piezas del rompecabezas que, en otros niveles de nuestra percepción, sabemos que no tenían lógica. Suceden muchas cosas en el mundo que no se entienden si no se añade un componente multidimensional a la realidad, y suceden muchas cosas que no hay forma de explicarse si no se añade una intervención exoplanetaria sobre el planeta. Lo interesante del tema, es ver la cantidad de informaciones que el sistema de control de daños, de los poderes que rigen los medios, y en general nuestra sociedad, tienen que inventarse y sacar constantemente a la luz para proporcionar explicaciones que cuadren con lo establecido hasta ahora como la “verdad oficial”.

¿Porqué no usamos sus mismas armas?

Hace unos días alguien preguntaba: “¿porqué entonces no se intenta que los medios de comunicación,  o al menos algunos, sean usados para emitir la verdad de la situación? ¿no podría forzarse la toma de control de todas las herramientas de desinformación que existen para darles la vuelta y usarlas como medio de despertar a las personas? “

La respuesta que viene es, si, tecnológicamente si, se podría “pinchar” una señal de satélite, o todas, y empezar a emitir la verdad “real” de las cosas, pero, ¿que bien haría eso en las personas cuando las personas no quieren, una gran parte, conocer la verdad?

¿Porqué alguien no quiere conocer la verdad, o al menos una versión menos manipulada y más acorde a los acontecimientos que se están dando? Porque tememos que esto rompa nuestros esquemas, y nos desmonte todo lo que creemos que es correcto. Esto ya lo hemos hablado anteriormente, una gran parte de la población, desea, literalmente, desea, que las cosas sigan como están porque, dentro de lo malo, no estamos tan mal, y, contra ese deseo, no se puede forzar nada, ya que eso significaría violar el libre albedrío y tantas otras leyes y directivas. Pero todo requiere un balance, así que, en algún momento, a esa parte de la población humana que no desea que las cosas cambien (y todos podemos estar incluidos, en mayor o menor medida en esta descripción, porque nos viene bien jugar al juego de querer cambiar pero sin tener que mover ninguna ficha ni arriesgarnos por ello), tendremos que tomar la decisión de aceptar de una vez que hay cosas que ya no se pueden obviar, porque no tienen sentido en este show, y uno ya no podrá esconderse ante los cambios que se produzcan en la realidad consensuada, y que obliguen a admitir el escenario en el que nos movemos.


Más margen

En todo caso, seguimos teniendo un poco más de margen antes de que eso suceda, como os decía en el anterior artículo, siempre tenemos un poco más de margen, así que siempre hay un poco más de tiempo para que los humanos hagamos el trabajo individual que nos toca hacer con pequeños empujones solo cuando nos quedemos retrasados más allá de un límite aceptable para todos los involucrados, principalmente el planeta en el que viajamos y sus ritmos y ciclos evolutivos. Es como cuando queremos que nuestro niño pequeño aprenda a subir las escaleras por si solo, y le dejamos, con paciencia infinita, que suba como pueda escalón tras escalón, pero, si en un escalón se atasca demasiado, le damos un pequeño empujoncito suave para que pase ese punto en el que está atascado, y volvemos a dejar que siga solo en el siguiente escalón para que vaya subiendo por sus propios medios. El tiempo que tenemos para subir cada escalón es el tiempo que marca el ciclo y la octava planetaria en su propio crecimiento, ya que los primeros escalones van desapareciendo con el tiempo, así que, si tu escalón está a punto de desaparecer, no hay más remedio que ayudarte a subir al siguiente, y ahí se nos vuelve a dejar para que sigamos a nuestro ritmo haciendo los deberes que nos toca hacer.


Una rutina de supervivencia

Con esto en mente, volvamos de nuevo a examinar las razones por las que no queremos, en general, que se nos desmonte la visión de la realidad que tenemos.

Todo tiene una base mental, no hay ningún componente del sistema de creencias y de creación de la realidad holocuántica de cada uno que no esté imbuido en nuestra esfera de consciencia, en nuestras esferas mentales y en nuestro cuerpo mental. En este caso, el componente principal que impide que queramos, nosotros mismos, desmontarnos, es nuestro programa ego, que tiene, en su interior, una rutina codificada de “supervivencia a toda costa” y de control de todos los procesos de gestión de la realidad externa y material.

Si no tuviéramos esta rutina de “supervivencia” y de aferrarnos a lo establecido, seríamos más maleables y aceptaríamos mucho mejor cualquier cambio que se nos presentara, porque no estaríamos agarrados a un clavo ardiendo, que es la estructura actual de sumisión a otras razas, y podríamos navegar más fluidamente por las modificaciones constantes que se producen, tanto en nuestro propio sistema energético, como en el entramado de la realidad que proyectamos y compartimos.

Esta rutina de supervivencia, por llamarla de alguna forma, fue uno de los primeros componentes insertados en el cerebro reptílico, uno de los tres componentes del llamado cerebro triuno, y, para desmontarla un poco, podemos de nuevo apelar a la consciencia de nuestro ser, Yo superior, o partes más elevadas de nosotros para que la reconfiguren y disminuyan en potencia.

No vamos a poder eliminarla por completo, así como no se puede eliminar el programa ego que es el software de gestión de toda nuestra personalidad y sin el cual estaríamos perdidos, pero si que se puede tunear en ciertos aspectos, para reducir su poder y control, ya que, en general, aun está, la mayoría de la población, lejos de conseguir que su ser tome el control de su ego, y, mientras esto no ocurra, lo que podemos intentar es ir reduciendo su poder recodificando pequeñas rutinas y subprogramas del mismo.


Recodificando y reduciendo el poder de la rutina de supervivencia

domingo, 6 de agosto de 2017

Theismavision en Mandala Academy


Os invitamos a todos a que os acerquéis los días 18 y 19  de Agosto 2017
a compartir con nosotros estos dos días que estaremos allí para conocer esta maravillosa Escuela y a nosotros personalmente.

Queremos compartir el primero de los vídeos que hemos hecho para esta escuela,  platicar con vosotros, y darnos unos abrazos.

El 19 sera el día de la inauguración oficial.
Calle Sendero Cerrito del Frayle Lt 32 #25 y 27.
Rancho Blanco.
Col. Espíritu Santo.
Jilotzingo, Edo. Mex

 informes@mandala-academy.mx 

 5084 6224 

Para seguir todos los eventos que suceden allí, les recomiendo sigan esta pagina en Facebook de Mandala Academy:
https://www.facebook.com/MandalaAcademyMexico/


Quedan invitados y espero su Presencia.

Ismael



viernes, 4 de agosto de 2017

POR QUÉ EN LOS MEJORES MOMENTOS DE LA VIDA DEJA DE HABER UN "YO" SEPARADO DEL MUNDO


EN LOS MEJORES MOMENTOS DE LA EXISTENCIA DEJA DE HABER UN SUJETO EN RELACIÓN A UN MUNDO DE OBJETOS SEPARADOS

Jordan Peterson, profesor de psicología de la Universidad de Toronto, se ha convertido en una celebridad de Internet por la furiosa lucidez con la que azuza a los jóvenes a tomar responsabilidad de sus vidas y encontrar significado en la posmodernidad. En este video, Peterson, hablando ante jóvenes universitarios, analiza cómo en nuestra época la idea de lo sagrado de ha vuelto incomprensible o anacrónica... y sin embargo, es vital para encontrar sentido existencial.





En cierto momento Peterson menciona algo sumamente perspicaz. Aunque creemos que existimos en un mundo en el que la existencia es fundamentalmente una relación entre un sujeto encerrado en su cuerpo-mente y un mundo de objetos separados, esta visión newtoniana determinista no necesariamente es correcta. Por una parte, la física moderna ha mostrado que el mundo no está hecho de objetos en sentido estricto, sino de procesos y probabilidades. Asimismo, diversos científicos de la inteligencia artificial han notado que es imposible crear máquinas que vean objetos, ya que las barreras entre los objetos no son nada obvias y es muy difícil entender cómo separamos los objetos. Existimos a múltiples niveles, al nivel cuántico, atómico, molecular, del tejido celular, etc. Y aunque nos vemos a un cierto nivel de resolución, todos los niveles son igualmente relevantes y reales, y no tenemos una buena idea de cómo es que vemos lo que vemos. Esto se conoce como el problema del marco.

Otra manera de entender por qué es importante y podría ser provechoso dejar de existir de una forma basada en los objetos tiene que ver con el hecho esencial de que los momentos más memorables, extáticos y significativos de nuestra existencia justamente ocurren cuando no nos percibimos como sujetos en relación a un mundo de objetos. Y, por otro lado, los momentos de mayor sufrimiento son casi siempre momentos en los que estamos demasiado conscientes de nosotros mismos. Peterson sugiere que si te observas durante 1 semana te darás cuenta que los momentos en los que estás molesto, aburrido o pasándola mal en general son aquellos en que estás pensando de manera incorrecta, abusando de ti mismo, ensimismado.


Mientras que en "los momentos en los que estamos verdaderamente involucrados en la vida no te das cuenta de que estas ahí; la distinción entre sujeto y objeto desaparece cuando estas involucrado en algo que te parece significativo". Tenemos aquí un entendimiento que borra la línea que divide a lo sagrado de lo significativo --siendo lo significativo lo que conecta a una persona con su propia naturaleza y con el orden de la vida.

"El propósito de la vida, según puedo ver luego de estudiar mitología y psicología por varias décadas, es encontrar un modo de existir en el que el hecho de que la vida es sufrimiento no sea relevante o que sea aceptable", dice Peterson, haciendo referencia a algo que ha notado tanto el budismo como el cristianismo, que la vida es sufrimiento, pero que ese sufrimiento puede ser transformado si es resignificado. Ese modo de existir es un estado de flujo en el que deja de haber resentimiento y aburrimiento:

hay una intemporalidad asociada en este estado, mitológicamente es equivalente a una breve habitación en el reino de Dios, el lugar en el que estás que es tan significativo que te permite sobrellevar las duras precondiciones de la vida sin volverte amargo o resentido o cruel. No hay nada tan útil como esto.

5 SALUDOS EN SÁNSCRITO DIFERENTES DE ‘NAMASTE’


'NAMASTE' NO ES EL ÚNICO SALUDO EN SÁNSCRITO, UNA LENGUA EN DONDE ABUNDAN LAS FORMAS VERBALES DE RENDIR HOMENAJE, DESEAR BUENA SALUD Y BIENESTAR

Seguramente conoces la expresión namaste, uno de los saludos más comunes en algunas partes de la India y, por extensión, en las escuelas y centros de yoga de todo el mundo. Namaste procede del sánscrito y está formado por el sustantivo namaḥ, "homenaje, reverencia, saludo" y el pronombre te, "a ti", resultando en la expresión "Homenaje a ti", "Reverencia a ti", "Saludos". Por cierto, namaḥ proviene de la raíz nam, que en su forma más básica significa "doblar", "someter", "hacer reverencia", y no hace referencia a ningún tipo de luminosidad o cualidad inmutable del ser, como se afirma en muchas interpretaciones del saludo namaste.

Sin duda el saludo namaste no falta en textos sánscritos antiguos, como en el Garuḍapurāṇa y el Mahābhārata, en donde muy a menudo aparece acompañado por la forma verbal astu, "que haya", de varias formas: namaste'stu, namo'stu te, significando "Que haya homenaje a ti", "Que haya reverencia a ti", etc.; y también encontramos sus variantes te namaḥ, que es una simple inversión de sus elementos, y namastubhyam, que significa exactamente lo mismo pero con otra forma del pronombre.

Aunque namaste es tan común y usado, está lejos de ser la única forma de saludar en la India, en donde, dependiendo de la región, es más apreciado utilizar otras formas como ram ram, jay mata di, etc. Y, definitivamente, namaste no es el único saludo en sánscrito, una lengua en donde abundan las formas verbales de rendir homenaje, desear buena salud y bienestar, etc. Abajo te presentamos cinco saludos en sánscrito que también puedes utilizar en tu vida cotidiana, y que están presentes en los textos antiguos de la India.



1. namo namaḥ. Este saludo es una variante muy cercana al namaste. En realidad es una repetición de la palabra namaḥ (namaḥ namaḥ), presentándose un cambio fonético al final del primer namaḥ. Aunque en sánscrito hay repetición, en español podemos entenderlo como simplemente "Saludo", "Reverencia". Puede ir acompañado de te, como en namo namaste, y/o del nombre de la persona a la que se está saludando, sea humana o divina, como en este ejemplo del Kūrmapurāṇa: namaste kṛṣṇāya govindāya namo namaḥ, "Reverencia a ti, reverencia a Kṛṣṇa Govinda".



2. bhadraṃ te. Literalmente significa "Que tengas bienestar", "Que seas feliz". La palabra bhadra se refiere a "prosperidad, fortuna, alegría, auspicio, bendición", por lo que con este saludo uno desea que el otro tenga todos esos favores. También puede incluir la palabra astu, como en bhadramastu te, significando lo mismo.



3. svasti. Svasti, de donde procede la palabra svastika, significa "fortuna, bienestar, éxito, prosperidad", y siempre se refiere a algo sumamente auspicioso y propicio. A modo de saludo svasti se puede usar de forma aislada o también agregarle astu, como en svastyastu, "Que haya fortuna", o te, como en svasti te, "Que tengas fortuna". Finalmente se pueden usar las tres palabras, como en este ejemplo del Mahābhārata: svasti te 'stu; y en este otro del Liṅgapurāṇa: svastyastu te. A veces se puede combinar con el saludo anterior, como en este ejemplo del Mahābhārata: bhadraṃ te svasti te 'stu, "Que seas feliz y tengas fortuna".

jueves, 3 de agosto de 2017

Aquellos que nos asisten



Hace unos días, en la página de Facebook, se hizo el siguiente comentario:

“Me parece muy interesante que nos compartas esta nota. Solo tengo una duda, cuando te refieres a los grupos que nos manipulan los mencionas con nombre y apellido, pero cuando te refieres “a los que nos asisten” no sé quiénes son, ¿me podrías indicar dónde puedo averiguar esto?”

Y yo respondía:

Es más difícil de definir, la estructura que conozco y que me han ido explicando a lo largo de estos últimos tiempos, nos habla de una mezcla de diferentes razas de otros sistemas que están involucradas con los cambios que se están dando en el planeta, y que les afectan también a ellos, ya que todo sistema está conectado con todo y cualquier distorsión en el nuestro tiene repercusiones. Así, parece que hay una coalición “pro-humanidad” compuesta de muchos muchos grupos, de algunos tengo algún nombre, de otros no. Además, hay jerarquías y seres que pertenecen a los planos no físicos de nuestro planeta que están también trabajando y asistiendo para lo mismo. Así que un buen pupurrí de ayuda de muchos niveles, clases, jerarquías y procedencias.
Creo que vale la pena explicar todo aquello que se me ha explicado sobre la estructura de la ayuda que tenemos, eso que podríamos llamar la “coalición pro-humanidad”, a groso modo, para que entendamos de dónde viene toda la asistencia que tenemos cuando en los artículos escribo “aquellos que nos asisten”.


Una petición de ayuda

Vamos entonces con el origen, ¿de dónde sale toda la ayuda? Sale de una llamada de Kumar (Gaia, Madre Tierra, diferentes nombres para diferentes culturas), hace mucho tiempo en nuestro tiempo lineal, pues se no “veía” (simbólico) cómo avanzar en su octava sin deshacerse de aquellos que intentaban gestionar y controlar la vida en el planeta.

Kumar, como Logos, ser y consciencia de la Tierra, puede liberarnos de todo cautiverio, puede hacer muchas cosas, pero igual que no usas una bomba nuclear para matar un mosquito, no interviene un Logos planetario para solucionar un tema entre razas o grupos que están evolucionando y tratando por sus medios de comprender y avanzar en sus procesos de crecimiento. A no ser que llegue un momento crítico, como lo hubo en el pasado, donde el propio planeta físico estuvo en peligro, no es el propio Logos el que tiene que dirimir con la situación existente en sus “dominios”, aunque ayuda y frena todo intento de ir mas allá de unos ciertos límites, así que se requiere que otros, en niveles evolutivos iguales o similares a nuestros “opresores”, tomen la iniciativa de hacerlo.

Bien, a partir de esa llamada de ayuda, diferentes grupos que estaban siendo afectados por las distorsiones planetarias, tal y como explicamos anteriormente y debido a nuestra pertenencia a un sistema superior, se ofrecieron para ayudar. Recordad lo que explicamos:

Porque como nos dicen aquellos que nos asisten en este trabajo, hay muchos sistemas implicados en este proceso. Todo nuestro sistema solar pertenece a un conjunto mayor que está regido por la estrella o sol central de la constelación que llamamos Pléyades y que llamamos Alcione. Todo funciona por ciclos, y todo funciona por jerarquías. El sistema al que pertenecemos tiene lazos, conexiones y está ubicado en una de las bandas de la estructura de este otro subconjunto estelar mayor. Como analogía, de nuevo, podéis visualizarlo como un átomo donde uno de los electrones cambia su carga, se desestabiliza, eleva y baja constantemente su energía, afecta a los otros átomos de su órbita y a veces se ralentiza respecto a la velocidad que necesita. Esto causa alteraciones no visibles para nosotros, pero si para todo el resto del conjunto, que han de ajustar y parametrizar constantemente los escudos, campos energéticos, líneas de fuerza, etc., etc. en todo el subconjunto solar mayor al que pertenecemos, por no hablar del resto de esferas planetarias del mismo sistema que también son parcialmente influenciadas. 

Aunque aquellos en control de esas esferas planetarias ya toman las precauciones necesarias para que el sistema de vida en la Tierra no afecte mucho a sus propios procesos evolutivos, es inevitable que los vaivenes a los que estamos sometidos no les afecten. Para minimizar, y para equilibrar todos esos puntos, líneas, campos, sistemas y demás, otras fuerzas y grupos acuden, y realizan los ajustes que son necesarios según las directrices de equilibrio que sugieren las leyes cósmicas y universales y que son estos que os expliqué en el artículo anterior.

Otros grupos, por otro lado, llevan ya mucho tiempo aquí desde los inicios de la manipulación del sistema de vida en la Tierra, pero solo como observadores y teniendo agentes de campo, dentro del sistema, para obtener información y conocimiento de lo que sucedía. Hasta hace algunas décadas, no se formó por completo el grupo que tenemos ahora más allá de nuestra atmósfera trabajando por que esta ficha de domino caiga de la forma correcta, para que su empuje y el avance en su camino afecte correctamente a las otras esferas y sistemas con los que está conectado. Así, mientras el objetivo principal es suplir de ayuda a Kumar, esto no se puede hacer sin ayudar a la raza humana a que haga el trabajo que tiene que hacer desde dentro, ya que es la raza humana la que necesita avanzar, como parte de la vida consciente en la Tierra, la que va más retrasada en su evolución respecto a la octava planetaria, para que todas las fichas vuelvan a estar en orden y en sincronía.


Perdida de algunas oportunidades

A medida que los años han ido pasando, y se han ido abriendo y cerrando diferentes ventanas de paso evolutivo, han venido y se han ido diferentes oportunidades de cambio, y se han producido inicios y finales de diferentes octavas que no han podido ser aprovechadas para sacarnos adelante como raza, por lo que se ha tenido que incrementar la ayuda y la intervención más directa, de lo contrario, todo lo explicado sobre el equilibrio natural de los sistemas planetarios conectados entre sí, peligraba.

Esto ha llevado a que diferentes grupos con diferentes capacidades hayan estado yendo y viniendo hacia nosotros, para asistir; bien se trataba de hacer un ajuste en los campos de energía de diferentes partes de la estructura del planeta, bien se trataba de protegernos de la llegada de refuerzos para las razas en control, o bien se trataba de mantener estable alguna parte de la Tierra, etc., etc.

Todo eso, tengamos en cuenta, sin violar, o violando lo menos posible, el libre albedrío de la raza humana, que sigue sin darse cuenta, en su mayoría, de la situación en la que se encuentra, y, por lo tanto, y como una de las reglas principales de toda intervención extraterrestre, no se suele intervenir en grupos y razas que están avanzando en su propio camino evolutivo, y que están en desarrollo, pero, cuando esto pone en peligro y produce desestabilización de otros sistemas, entonces las reglas del juego cambian, y para el bien mayor de toda la comunidad exoplanetaria, la intervención es requerida, aprobada y permitida, siempre dentro de los límites que permitan a la raza humana seguir creciendo como especie, darse cuenta de su situación, revertirla, y salir de la misma por su propio pie, y entonces dar el salto evolutivo que hace tanto esperamos y deseamos.


Un poco más de tiempo para hacer los deberes

El mundo está hecho de detalles valiosos que merecen ser apreciados


Hay quien mira pero no ve, hay quien oye pero no escucha y quien toca pero no siente. Por eso prefiero a quien sabe apreciar los detalles valiosos y las sutilezas de la vida, a quien pone voluntad en ello y sabe contemplarme hasta llegar hasta lo más hondo de mi ser sin necesidad de pasaporte. Porque quien combina la intencionalidad con la emoción sincera disfruta mucho más.

Dicen los antropólogos y los psicólogos que la observación ha sido siempre la clave de la supervivencia en el ser humano. Sin embargo, hemos llegado a un punto en nuestra evolución en que si hay algo que nos define es precisamente la distracción. Somos, cada uno a su manera, esa sociedad hiperventilada que vive pendiente de mil estímulos a la vez, que ignora a los sentidos pero a la vez no los soporta dormidos. Queremos abarcarlo todo sin percibir si quiera qué o a quién tenemos en frente.


“Pensar es más interesante que saber, pero menos interesante que mirar”
-Goethe-


Los expertos nos dicen que si en el pasado no hubiéramos sido unos buenos observadores probablemente hubiéramos desaparecido como especie. Nuestros ancestros usaban todo el potencial de sus sentidos para intuir cualquier riesgo, amenaza o estímulo del cual podían sacar algún beneficio. Afinábamos el oído, la vista y el olfato para captar cada detalle de nuestro entorno… Nada se nos escapaba.

Sin embargo, en el momento presente la mayoría nos hemos convertido en observadores perezosos, de esos para quienes ni las señales acústicas ni visuales son suficientes para hacernos alzar la vista mientras cruzamos un paso de cebra. No solo estamos dejando de percibir los peligros, sino que algunos de nosotros nos estamos perdiendo detalles valiosos e incluso esas fascinantes sutilezas que conforman nuestra realidad,




El buen observador va más allá de los simples detalles

Los detalles valiosos son como pequeñas cajas disimuladas en nuestra realidad donde se almacena una información determinada y admirable. Un gesto, una mirada, un tono de voz, un cambio de luz, un cuadro inclinado, un insecto que bebe agua en una gota de rocío… Todo ello son sutilezas que habitan en nuestro campo de visión y que no siempre apreciamos. Tal vez por falta de voluntad, tal vez por escasez de tiempo.

Asimismo es necesario recordar que “ver no es lo mismo que mirar”. Para entenderlo mejor fijémonos por un momento en la pintura de Edward Hopper que tenemos más arriba. Habrá quien sencillamente enfoque sus ojos en la obra durante unos segundos sin apreciar nada, sin notar nada. Otros, en cambio mirarán con intencionalidad para decidir qué ver, para captar el alma del cuadro, para leer sus detalles valiosos, y aún más, lo “contemplarán” hasta el punto de personalizarse en alguna de esas figuras.

El buen observador, el que trasciende más allá de la realidad, percibirá sin duda el sutil enigma que Hopper quiso trasmitir con esta obra. Vemos a dos mujeres en un restaurante, pero nos inquietan ante todo sus semejanzas y el gesto de la que tenemos en frente. ¿La razón? La joven que tiene ante ella es su Doppelgänger, su doble, su “otro yo”.

El acto de “ver” es el primer escalón de la conciencia, es un “yo” pequeñito que nos ayuda a discriminar cosas, objetos, personas… Sin embargo, es el acto de “mirar” quien nos permite despertar, quien nos ofrece la oportunidad de traspasar al otro para tomar contacto con su alma para captar su esencia.




Por otro lado es interesante saber que en el test del eneagrama tenemos también a la personalidad “observadora”, a quien se la define como a una persona curiosa, innovadora, capaz de tomar distancia de las cosas para emitir sus propios juicios. Son además perfiles independientes, sencillos y muy perspicaces.

El mundo está hecho de detalles valiosos que merecen ser admirados

miércoles, 2 de agosto de 2017

El Arte de la Rendición


¿A quién debo rendirme? A tu Ser. El Ser que es omnisciente, omnipotente. El Ser que lo Impregna Todo. El Ser que es la Unidad Final, Conciencia Pura. Sat Chit Ananda. Ríndete a ese Ser, porque tú eres realmente Eso.

Y si te sorprende lo que has oído, comienza haciendo precisamente eso. Mientras estás en el trabajo, mientras estás lavando los platos, mientras estás viendo la televisión, siempre recuerda rendirte. Y un día el maestro interior tirará de tu mente hacia dentro, hacia la Fuente y Despertarás. Serás liberado. Serás el Ser. Entonces eres Libre.

No hay nada en este mundo o en cualquier otro lugar que pueda afectarte o causarte daño a menos que te lo creas. El progreso del mundo se compone de creencias mentales. Todo lo que contemplamos es una proyección de la mente, y como cambia constantemente, no se puede decir: "Esta es la realidad." Por ejemplo, tu cuerpo no es el mismo que era hace 10 años, o hace 20 años, o cuando fue concebido. ¿Cómo puedes decir por lo tanto que tu cuerpo es real?

Sobre la impermanencia

El mundo no es el mismo que era hace veinte años, todo ha cambiado. Entonces, ¿cómo es posible que digas que el mundo es real? La mayoría de nosotros tiene miedo de tratar esta cuestión... porque empezamos a sentir que nada es permanente, y esto da miedo. Si nada es permanente, entonces ¿quién soy realmente? ¿Qué soy yo? ¿De dónde vengo? ¿Cuál es el origen de mi mismo? Estas preguntas sólo pueden ser respondidas por ti.


Algo hermoso

Hay algo más hermoso, más grandioso, más maravilloso de lo que podrías imaginar, que existe dentro de ti, que es el sustrato de toda existencia. Sin embargo, para sentir esta alegría, esta felicidad, con el fin de hallar la liberación total de las llamadas cargas de la vida, tienes que profundizar en ti mismo. Tienes que renunciar a algo. No puedes quedarte como estás, con la misma disposición, los mismos valores, las mismas ideas preconcebidas, los mismos conceptos y ser libre. No puedes hacer esto. Tienes que dar media vuelta y abandonar totalmente todas tus ideas acerca de lo que es la vida, rendir totalmente tu ego, tu mente, tu cuerpo.

Sólo el Ser es suficiente. No siendo esto, no siendo lo otro. Sólo Ser.

El secreto de la paz de la mente es no identificarte con nada que no sea tu Verdadero Ser.

¿A quién rindes esto?

El poder del silencio


Los seres humanos modernos han perdido el contacto con su "verdadero yo" interior. El silencio y la quietud son un medio para recuperar la felicidad y la alegría. En el mundo moderno el silencio prácticamente ha dejado de existir.

La raza humana ha estampado su autoridad sobre el planeta Tierra no sólo cubriendo su superficie con hormigón y destruyendo su vida vegetal y animal, sino también enterrando los sonidos naturales de la Tierra debajo de una cacofonía de ruido artificial. Vivimos nuestras vidas en el contexto de esta cacofonía, con los mecánicos sonidos irregulares de la sociedad urbano-industrial que atacan continuamente nuestros oídos: el rugido de los coches, aviones y trenes, el sonido metálico y sordo de las máquinas, el ruido de las obras de construcción y restauración, la cháchara de las radios y televisiones en los coches y casas de otras personas, y la música pop-rock a todo volumen desde cualquier lugar imaginable. Pero nada, por supuesto, ha hecho más daño en destruir el silencio que el coche. En el mundo moderno es muy difícil ir a cualquier lugar donde no exista la posibilidad de ser perturbado por el sonido de los coches que pasan, y la única posibilidad que tienen los habitantes de la ciudad para poder experimentar algo de la tranquilidad que existía anteriormente cuando no había coches en ningún sitio, es algunas veces en los domingos, cuando el loco correr de aquí para allá de la vida moderna se ralentiza. Esta quietud parece tan extraña ahora que parece difícil creer que hace cien años y antes era así en todas partes todo el tiempo. En aquel entonces esta quietud incluso llenaba los centros de las ciudades de mayor actividad, que probablemente tendría un nivel de ruido equivalente a la de un pequeño pueblo moderno.

También hay más ruido que nunca dentro de nuestras casas. Es raro entrar en una casa hoy en día donde no haya al menos un televisor parloteando en alguna parte, aunque los residentes no estén realmente viéndolo, y otras formas de entretenimiento en el hogar compiten con la televisión para producir aún más ruido: radios, reproductor de CD, ordenadores y videojuegos, etc. de hecho, el único sonido que en gran medida está ausente de las casas de la gente de hoy en día es la voz de sus propios ocupantes hablando unos con otros.

Viviendo en medio de todo este ruido es seguro que tendrá un mal efecto en nosotros. Todo el ruido hecho por el hombre es fundamentalmente perturbador. Encontramos el sonido del canto de los pájaros o el del viento que sopla a través de árboles agradable, pero el ruido mecánico es siempre chirriante y desentonante. Y puesto que vivimos nuestras vidas en un contexto de ruido mecánico resulta que siempre hay un trasfondo de agitación dentro de nosotros, producido por el ruido. Este ruido es sin duda también una de las razones por las que la vida moderna es tan estresante. En la vida moderna nuestros sentidos son bombardeados masivamente con estímulos externos. Nuestro campo de visión siempre está lleno de diferentes cosas (y en constante cambio), y nuestros oídos son bombardeados con una desconcertante variedad de sonidos, todos los cuales reclaman nuestra atención. Nuestros sentidos tienen que absorber y procesar todo este material, que ocupa una gran cantidad de energía, lo que significa que somos susceptibles de quedarnos fácilmente sin energía o "agotados". Podemos salir nosotros mismos de este estado eliminando todos los estímulos externos, dejando que nuestras baterías de energía se recarguen de forma natural, es decir, relajándonos. Pero hay tantos estímulos externos alrededor en el mundo moderno y la gente está tan acostumbrada al ruido, que es posible que nunca podamos relajarnos adecuadamente, lo que podría significar vivir en un estado permanente de "agotamiento".

Esta falta de quietud también significa que la gente ya no utiliza el silencio, e incluso pueden, como resultado, llegar a tener miedo de él. Junto con la inactividad, el silencio se ha convertido en algo que la mayoría de las personas están decididas a evitar a toda costa, y que, cuando se enfrentan con ello, les enerva. La gente se ha acostumbrado tanto al ritmo frenético y la actividad incesante de la vida moderna que se sienten incómodos cuando no saben qué hacer o se quedan sin nada que ocupe su atención aunque sea por unos momentos, y se sienten igual de incómodos cuando el ruido de fondo que hay en sus vidas se calma. ¿Por qué la gente necesita tener sus radios y televisores parloteando de fondo, incluso cuando no les están prestando atención?