Auroville: la utópica ciudad experimental financiada por la Unesco
Con un templo de meditación, una ciudad creada en forma de mandala y una cuenta bancaria mancomunada, la experimental ciudad de India ofrece un particular oasis de paz internacional del planeta, financiada por la Unesco.
No corresponde ni a una película, serie ni libro de ficción, Auroville es real. Ubicada en India, esta peculiar ciudad ofrece a sus habitantes una "paraíso terrenal", un lugar apolítico, donde reina la paz entre las naciones y la totalidad de su población practica el antiguo arte de la meditación.
La creación de Auroville surgió de la motivación de crear un lugar donde hombres y mujeres aprendan a vivir en armonía, más allá de todas las creencias, opiniones políticas y nacionalidades. Se buscaba que el lugar no perteneciera a ninguna nación, donde todos los seres de buena voluntad y sinceros puedan vivir libremente como ciudadanos del mundo.
¿Cómo lo hicieron?
La ciudad conocida como “Ciudad de la Aurora” (City of Dawn), fue fundada en el año 1968, luego de que se presentara un proyecto de la sociedad de Sri Aurobindo, maestro de yoga, filósofo, poeta y nacionalista indio que fue parte de la independencia de India, quien fue compañero espiritual de la francesa Mirra Alfassa, quien inspiró la fundación de la ciudad, y cuyo nombre luego rendiría honor al nombre de su gran maestro.
No fue contemplada como un "paraíso hippie", sino para ser un emblema de los valores de la India. La idea de la urbe fue presentada a la ONU y el gobierno de la India en 1965, al año siguiente la Unesco aceptó y asistió la realización del proyecto.
El diseño de la ciudad es de un mandala que inicia en torno al “Matrimandir” o “Templo madre”, que corresponde a una sala de meditación, en cuyo centro se ubica la “bola de cristal del mundo”, una esfera de 70 cm de diámetro y más de 400 kilos que se encuentra iluminada mediante el reflejo del sol en espejos y que representa el centro del mundo.
El Matrimandir o “Templo de la Madre”, tardó 37 años en construirse y consiste en una gran sala de meditación conocida como “la zona de paz”. A su inauguración asistieron más de 5.000 personas y 124 delegados de distintas naciones, las cuales depositaron en una urna un poco de tierra de cada país, la cual se enterró como símbolo de la fraternidad universal al centro de la ciudad en una cúpula.
Los pilares de la ciudad
En base a las ideas Alfassa, la ciudad y su espíritu se sustenta en cuatro pilares que rigen todo el orden del lugar, lo que llaman su "carta fundamental":
1.Auroville no pertenece a nadie en particular, sino a la humanidad en su conjunto. Pero, para vivir en ella, uno debe ser un servidor voluntario de la conciencia divina.
2.Auroville será un lugar de una educación permanente, de progreso constante, y de una juventud que nunca envejece.
3.Auroville quiere ser el puente entre el pasado y el futuro. Aprovechando todos los descubrimientos de fuera y de dentro, brotará audazmente hacia realizaciones futuras.
4.Auroville será un sitio de investigaciones materiales y espirituales para ser la encarnación viva de una verdadera unidad humana.
La vida en Auroville
La utópica ciudad posee características únicas en su tipo. De partida, no existe el papel moneda y el país funciona mediante una cuenta mancomunada de todos los aurovillanos, la cual consiste en un tipo de “cuenta bancaria comunitaria”, donde el sueldo por el trabajo de todos ingresa a una cuenta y cada ciudadano tiene en su poder una “Aurocard”, con la cual pueden comprar bienes y servicios. En Auroville existe un sueldo mínimo, pero también un sueldo máximo, el cual no puede ser más alto que el triple del más bajo, manteniendo así la equidad en la ciudad.