Mientras desabrochaba una nueva pregunta, de pronto, comencé a dudar, a preguntarme, pero… Entonces realmente.. ¿Qué es la vida? Mi madre busca la respuesta en la biblia, mi padre dejó que la frustración le condujera hasta el cómodo sillón del nomeimportismo, la vecina no se entera de nada, la otra, se complica con todo.
La televisión reemplazó al cielo estrellado, alguien se arrastra por las escaleras, es la rutina haciendo lo mismo cada día, en el armario de la memoria están guardados bajo llave, las creencias, ellas son intocables y para algunos, definitivas. A mí no me dijeron que es la vida, tampoco crecí viendo televisión, de joven llevaba preguntas hasta en los bolsillos, la duda era mi bufanda. Pasó el tiempo presentándome a la experiencia, esa señora que enseña tantas cosas. Con el tiempo aprendí, que soy mucho más de lo que veo cuando me paro frente al espejo, desde entonces le di más importancia a la esencia y opté por formarme y transformarme. Y descubrí que la vida es simple y profunda, mágica e impredecible, que es bueno estar preparados para todo, para ausencias y presencias, para tener mucho sin perder la humildad y para no olvidar que en verdad tenemos pocas necesidades necesarias.
Aprendí que en la vida tenemos derechos, a ser libres, a ser felices, a ser amorosos, a estar sanos, pero lo más importante que aprendí, es que los derechos son también deberes y eso deja en nuestras manos la responsabilidad de vivir bien, porque entonces tenemos el deber de ser felices, el deber de saber amar, de mantenernos sanos, de ser indefinidamente libres y para todo eso, precisamos prepararnos, es decir, aprender a vivir.
Aprendí que no nacemos completos, que completarse es formarse y con ello, entender cómo funciona la vida, aprendí que somos poderosos, paradójicamente me sorprendí al ver que la mayoría no usa casi nada del poder y las capacidades que tiene, aprendí que mucha gente fue programada para sufrir y que la infelicidad es una opción. Aprendí la importancia de vivir el presente, la necesidad de disfrutar, la conexión del cuerpo con la mente, la influencia de las emociones sobre el cuerpo, que cada día es una oportunidad.
Aprendí que la vida es simple, cuando hemos aprendido a vivir, que todo es fácil cuando amamos lo que hacemos, que la vida es maravillosa, cuando liberamos nuestro potencial interior. Aprendí que todo es posible, es más, conocí idiomas indígenas en los que no existe la palabra imposible, entonces sus niños crecen pensando que todo es posible y lo logran, porque lo que en verdad no es posible, en realidad no es necesario. Aprendí que la vida es un regalo maravilloso, que solo precisamos darnos cuenta, y que cada día es una fiesta de creación y crecimiento a condición de que estemos despiertos, que el amor nos hace sensibles y la coherencia poderosos, que la felicidad nos vacuna contra muchas enfermedades y que reduciendo las necesidades ampliamos nuestra libertad.
Entonces aprendí que la vida es… lo que tú decidas que sea. Quiero que te des la oportunidad, de tener una vida espectacular, por favor relee este mensaje, compártelo y fundamentalmente, aplícalo a tu vida, recuerda que es breve y por una sola vez.
Chamalú
@Chamalu1