Paul Cézanne dijo: "Todo se desvanece, se desmorona, ¿no es así? La naturaleza es siempre la misma, pero nada en ella nos parece que dure. Nuestro arte debe representar la emoción de su permanencia, junto con sus elementos, la apariencia de todos sus cambios. Nos debe dar una idea de su Eternidad."
Esa declaración debe ser una de las expresiones más claras y profundas de la naturaleza y el propósito del arte en nuestra época. ¿Qué quiso decir Cézanne, estando delante de una montaña, el Monte de Santa Victoria, una de las estructuras más sólidas y duraderas en la naturaleza, cuando dijo: "Todo se desvanece, se desmorona..."?
Cézanne se refería al acto de ver. No percibimos un mundo fuera de la Consciencia. El mundo es nuestra percepción del mundo. No hay evidencia de que haya un mundo aparte de su propia percepción, aparte de la Consciencia. Lo visto no puede separarse del ver y el ver no puede separarse de la Consciencia.
Un objeto sólido no puede aparecer en la Consciencia más de lo que un objeto sólido puede aparecer en el pensamiento. Sólo un objeto que está hecho de materia podría aparecer en el espacio. Sólo un objeto que está hecho de mente podría aparecer en la mente. Y sólo un objeto que está hecho de Consciencia puede aparecer en la Consciencia. Y como todo aparece en última instancia en la Consciencia, todo es, en último análisis, hecho de Consciencia.
Cuando decimos que percibimos un objeto, queremos decir que ese objeto aparece en la Consciencia. Es una percepción que aparece en la Consciencia. Si cerramos los ojos por un momento, la percepción anterior se desvanece por completo. Si reabrimos los ojos aparece una nueva percepción. Aunque pueda parecer que es el mismo objeto el que reaparece, es en realidad una nueva percepción.
Si repetimos este proceso, aparentemente mirando al mismo objeto durante un período de tiempo, la mente va a comparar las diversas imágenes o percepciones y concebir un objeto sólido que aparentemente ha perdurado a lo largo de la aparición y desaparición de las percepciones, y que existe en el tiempo y el espacio, independientemente de la Consciencia que lo percibe.
Este mismo concepto aparecerá y desaparecerá en cualquier otra percepción. Y con el siguiente pensamiento, se concibe un sujeto, un veedor, que supuestamente ha tenido varias vistas diferentes del objeto aparente y que estuvo supuestamente presente antes, durante y después de su aparición.
En este caso tanto el objeto como el veedor, que son concebidos como existentes por sí mismos, independientes del pensamiento que los piensa, son conceptos.
Este objeto y su sujeto, el veedor, son en realidad simple y solamente ese mismo pensamiento que los ha concebido. Y con el fin de concebir un objeto que exista y perdure en el tiempo y en el espacio, el tiempo y el espacio mismos tienen primero que ser concebidos, con el fin de albergar a estos objetos. Del mismo modo, el tiempo y el espacio en sí no son otra cosa que el mismo pensamiento que los ha concebido.
Sin embargo, aunque esta capacidad de la mente de concebir un objeto y su correspondiente sujeto es útil, no refleja un modelo preciso de experiencia. Nuestra experiencia real es que una percepción desaparece totalmente antes de que aparezca la siguiente percepción. Es en este sentido que, como decía Cézanne, todo "se desvanece" de momento a momento.
La aparente experiencia de un objeto sólido se disuelve en esta comprensión, y es sustituida por la comprensión de que nosotros en realidad experimentamos una serie de percepciones insustanciales, fugaces. Es en este sentido que "todo se desmorona". Dicho esto, también tenemos la intuición profunda de que algo, que Cézanne llama "naturaleza", perdura.
¿De dónde viene esta sensación de perdurabilidad o permanencia? ¿De dónde obtiene Cézanne el conocimiento de que, "La naturaleza es siempre la misma", dado que ya ha reconocido que, "Todo lo que vemos se desvanece, se desmorona"?
Como seres humanos somos sólo una parte de la naturaleza como la montaña que Cézanne estaba mirando. El cuerpo/mente/mundo es un sistema integrado. Por lo tanto, la exploración de la llamada esfera interna y subjetiva de nosotros mismos y la llamada esfera externa y objetiva de la naturaleza debe, en última instancia, conducir a la misma Realidad. La naturaleza y el hombre son parte de un sistema integrado y por lo tanto deben compartir su Existencia. Su Ser debe ser compartido.
Mirando primero el aspecto objetivo, Cézanne reconoce que el sentido de perdurabilidad o de permanencia en la naturaleza no puede venir de "la apariencia de todos sus cambios", porque "nada en ella nos parece que dure". Él implícitamente reconoce que un "objeto" es un concepto derivado de una serie de percepciones insustanciales y fugaces, pero que cada una de esas percepciones tiene una Realidad compartida. Esta Realidad es expresada por (pero es independiente de) cada una de esas apariencias.
En su declaración de que "La naturaleza es siempre la misma, pero nada en ella nos parece que dure", hay tres elementos. Está la Realidad o Existencia de la naturaleza, que es "siempre la misma". Está la apariencia de la naturaleza, en la que "nada dura". Y está el "nosotros", es decir, la Consciencia, que es consciente de las apariencias.
Cézanne reconoce estos tres elementos en cualquier experiencia. Existencia, apariencia, Consciencia. ¿De cuál de estos tres elementos obtiene Cézanne el conocimiento de que en nuestra experiencia de la naturaleza hay algo que es "siempre lo mismo", que hay algo que perdura?
En la declaración, "'Nada en ella (la naturaleza) nos parece que dure", Cézanne descarta todo lo que aparece en la naturaleza como una fuente posible de eso que es "siempre lo mismo". Esto deja sólo Existencia y Consciencia.
¿Cuál es la relación entre estas dos, Existencia y Consciencia, y de qué manera puede una o ambas explicar lo que Cézanne describe como, "eso que es siempre lo mismo"? La naturaleza se nos presenta como forma y conceptos. La forma son los datos en bruto de las percepciones de los sentidos y los conceptos son las etiquetas o interpretaciones, interrelacionados entre sí por el poder conceptualizador de la mente.
También hay un elemento en nuestra experiencia de un objeto o de la naturaleza, que es. La naturaleza tiene Existencia, Realidad o Ser. Es. Aunque las apariencias están cambiando todo el tiempo, su Existencia o Realidad no cambia de una apariencia a otra. Esta Existencia no es una teoría intelectual. Aunque no puede ser percibida como un objeto, sin embargo se expresa y se experimenta en cada experiencia que se produce.
Cézanne llama a esta Existencia o Eseidad (Beingness), que está siempre presente y sin embargo no aparece, "Eternidad".
Después de haber descartado "lo que aparece" como la fuente de la Eternidad de la naturaleza, su única otra fuente posible es o bien Existencia, o Ser, la Seidad de las cosas, o Consciencia. La Existencia o Ser está presente en cada experiencia de un objeto y no cambia o desaparece cuando las formas y conceptos cambian y desaparecen, el agua no deja de ser agua cuando una ola desaparece.
Hay una Realidad en cada percepción aunque la propia percepción es efímera e insustancial, desapareciendo a cada momento, y esta Realidad perdura de una apariencia a otra. Esta Realidad es el soporte o fundamento de la apariencia. La apariencia puede ser una ilusión, pero la ilusión misma es real. Hay una ilusión. Tiene Realidad. La Realidad de cualquier experiencia no está oculta en la apariencia, es expresada por la apariencia.
Si exploramos profundamente la naturaleza de cualquier experiencia, nos encontramos con que esta Realidad es su sustancia. Es el contenido de la apariencia. De hecho, es solamente Realidad lo que siempre se experimenta realmente. Antes de que esto sea evidente, sólo vemos las apariencias. Después de que es evidente vemos la apariencia y la Realidad simultáneamente. No vemos nada nuevo. Vemos de una manera nueva.
Por ejemplo, podemos confundir una cuerda con una serpiente. La apariencia, la forma y el concepto de la serpiente aparente, no describe la Realidad de la cuerda. Sin embargo, la Realidad de la cuerda es la sustancia de (y es expresada por) la (aparente) serpiente. Hay algo que es real en nuestra experiencia de la serpiente. Es la cuerda. La cuerda no está ocultada por la serpiente. De hecho sólo vemos siempre la cuerda. Lo que aparece como serpiente es la cuerda.
La experiencia de la apariencia de la serpiente es la experiencia de la cuerda, sólo que no se conoce como tal. El miedo por la serpiente es el resultado natural de esta falta de claridad, y se desvanece instantáneamente cuando se ve la Realidad de la cuerda.
La serpiente no puede aparecer sin la cuerda. La cuerda es la sustancia real, la Realidad de la apariencia de la serpiente. Sin la cuerda no habría serpiente pero sin la serpiente, que en primer lugar nunca existió, todavía hay cuerda.
Así que sabemos que la naturaleza es real, que hay algo presente, que hay una Realidad en ella, incluso si todo lo que se nos presenta es insustancial y fugaz. Lo que es real, por definición, perdura. Algo que no está presente no puede decirse que es real. Sólo lo que está verdaderamente presente se puede decir que ser real, que tiene Realidad.
Experimentamos esto vívidamente cada vez que nos despertamos de un sueño. La apariencia del sueño parecía ser real, pero al despertar descubrimos que era sólo una fugaz apariencia en la Consciencia. El tigre en nuestro sueño parece ser real, pero al despertar descubrimos que estaba hecho de mente, y la mente consiste sólo de apariencias en la Consciencia. La Consciencia es la Realidad de la mente. El tigre en el sueño es irreal como "tigre", pero real como Consciencia.
Cuando el tigre está presente hay una Realidad en él. La Realidad del tigre es la Consciencia, que es su soporte, su sustancia y su testigo. La Consciencia no es oscurecida por el tigre. Es auto-evidente en el tigre. Se conoce a sí misma en y como la apariencia del tigre.
Nuestra experiencia objetiva en el estado de vigilia también consiste en apariencias fugaces en la Consciencia. Por lo tanto, en último análisis, no hay ninguna diferencia entre los dos estados de sueño y de vigilia. El sustrato y la sustancia de las apariencias en los estados de sueño y de vigilia, su Realidad, es idéntica y permanece después de que las apariencias se han desvanecido.
La apariencia está hecha sólo de su Realidad subyacente. La imagen en el espejo está hecha sólo de espejo. Esta Realidad está siempre presente. Nunca hemos experimentado su ausencia. Y nunca hemos experimentado nada que no sea esta Realidad. El cambio es sólo apariencia. Sólo hay Realidad tomando la forma de esto, y esto y esto.
¿Cómo puede algo que es real convertirse en irreal? ¿Dónde se va su Realidad? ¿Cómo puede algo cuya naturaleza, cuya sustancia es la Realidad, convertirse en otra cosa, convertirse en no-realidad?