Hay personas que tienen facilidad para motivarse, para hacer lo que se proponen. Otras, en cambio, tienden a dejar las cosas a medias, para otro día o simplemente no las empiezan. Pues existe un modo de terminar con esa rutina: se puede aprender a auto-motivarse.
La neurociencia ha descubierto la fuente extraordinariamente simple para la auto-motivación sin fin. Podemos hacer cualquier cosa que establezcamos en nuestras mentes. Pero a veces puede parecer que nuestros cerebros están trabajando contra nosotros, cuando se trata de lograr nuestros objetivos.
Un ciclo de conducta incapacitante
Los planes para aprender una nueva habilidad, ponerse en forma, o para ahorrar dinero y comenzar un negocio, siguen siendo empujados hacia atrás con la esperanza de que tu futuro yo se encargue de ello algún día. Este “dejar para mañana lo que puedes hacer hoy” tiene un nombre, a esta acción se la conoce como procrastinar. Que no es otra cosa que aplazar-te las cosas a ti mismo. De hecho, en la psicología, la dilación se clasifica como una forma de auto-sabotaje.
Pero hay buenas noticias. Mientras que aprender a ser una persona motivada puede parecer difícil, la solución potencial es notablemente simple, de acuerdo con la neurociencia cognitiva.
En sus conclusiones, un profesor de psicología de la Universidad de Harvard, Ron Siegel, sugirió que la clave para conseguir la motivación se reduce a esto: llevar el optimismo y la diversión de nuevo a primera línea. Esto suena evidente, ¿verdad?
¿Por qué procrastinamos?
Según la investigación, la razón por la que postergamos nuestras ambiciones radica en nuestra psicología primitiva: Nuestros cerebros modernos todavía están conectados al antiguo propósito evolutivo de sobrevivir en un ambiente peligroso. Hace más de un millón de años, más o menos, desarrollamos estructuras neuronales especializadas que sintonizaron selectivamente a las señales de peligro.
Así que, cuando llega el momento de crear y ser productivos, en lugar de centrarnos en los aspectos placenteros y gratificantes de la obtención de nuestros objetivos, nuestros cerebros se centran en la ansiedad y el miedo que viene junto con hacer algo nuevo.
Entramos en modo de supervivencia y rechazamos situaciones potencialmente incómodas. De hecho, el optimismo y la diversión son conceptos relativamente nuevos para nuestro cerebro, evolutivamente hablando. Sin embargo, hay algunos métodos extremadamente fáciles que puedes hacer para que la creación y el logro de tus sueños no te tomen tanto esfuerzo y te resulte más satisfactorio.
Inclina la escala a tu favor
Siegel sugiere una manera sencilla de saltar de una rutina a la auto-motivación, se trata de escribir una lista y obtener las alegrías de hacer algo para compensar los dolores iniciales de empezar. Es decir, prémiate por hacer algo que no te apetecía tanto, no llenes tu día solo de responsabilidades. Dicha lista debe ser simple, de dos columnas de pros y contras.
¿No te apetece hacer algo que debes y te das cuenta de que se llena la columna de contras, y en la de pros sólo está un “tengo que hacerlo”? ¡Pues añade pros! “Cuando termine iré al parque, quedaré con unos amigos, ya no tendré que pensar en ello más…”. Puede parecer sencillo, incluso infantil, pero, este ejercicio ayudará a tu mente a aprender a enfocarte en lo positivo, y a saber motivarte para llegar a tus objetivos, para no desfallecer en el camino.
Si bien este método es eficaz en sí mismo, el siguiente paso es lo que realmente impulsa esta técnica, la visualización: Visualiza una experiencia de cuerpo completo.
Al escribir tu lista, realmente trata de visualizar y evocar los sentimientos precisos y sensaciones que tu objetivo te traerán. Siente la alegría por el trabajo realizado, por el premio que te aguarda, por poder eliminar ese punto de tus quehaceres.
Si tu objetivo es seguir una dieta más saludable, por ejemplo, trata de sentir cómo te sentirás con el resultado. Piense en cómo tendrás más energía, o mejor piel, o cómo te protegerás de la enfermedad cardíaca.
Disfruta del proceso
Mentalmente caminar a través del proceso de éxito, y las alegrías y beneficios que trae, puede enseñar a tu cerebro a ser una persona motivada, a no dejarse vencer por la pereza o el miedo. Continuando con el ejemplo anterior, aprende a disfrutar de cada paso, i más en las metas a largo plazo. Siéntete orgulloso al pasar un día con tu alimentación saludable, festeja la primera semana, los primeros 10 días. ¡Piensa en que cada día que sumas, es un nuevo récord para ti!
Recompensa tu progreso
Podrías pensar: “Pero yo no soy un niño. No necesito ser recompensado cada vez que hago algo.” Sin embargo, volviendo al punto del profesor Siegel, uno de los aspectos más críticos de la auto-motivación sostenible es el placer y la alegría, y un sistema de recompensas es una fantástica manera de ayudar a lograr esto.
No solo se recompensa por alcanzar metas una buena técnica de autocuidado, también cambia la química de nuestro cerebro y puede convertirnos en personas mas motivadas.
En un estudio se comparó los cerebros de las personas motivadas con los cerebros de las personas perezosas; se observó que los niveles de dopamina en una cierta área del cerebro desempeñan un papel importante en la capacidad de las personas para ser auto-motivadas. Resulta que la dopamina se libera en previsión de una recompensa, y recompensarse por los logros puede ayudarte a mantenerte en el buen camino.
Elije las recompensas correctas
Sólo porque la motivación positiva funciona, no cometas el error de auto-sabotear tus victorias con premios contraproducentes. Siguiendo con el ejemplo de la alimentación saludable, comer comida basura para celebrar que llevas una semana haciendo una dieta saludable, es completamente contraproducente (y absurdo).
“Si las recompensas que te das a ti mismo socavan el objetivo en sí, sólo sirven para volver atrás”.
Recuerda, invertir en ti mismo es el regalo más grande que puedes darte. El nuevo “lo merezco” debe ser algo que continúa recompensándote por años, en lugar de castigarte después de que la novedad desaparezca.
Todo, desde tomar una clase emocionante hasta poner dinero a un lado para futuros esfuerzos, puede ser una forma divertida y productiva de mantenerte motivado. Estás haciendo algo grande para ti, estás invirtiendo en tu futuro. Eso es algo para sentirse orgulloso.
Celebrar las pequeñas victorias
Al igual que la mayoría de las personas en el camino hacia el éxito, es probable que tengas grandes objetivos, esperanzadoramente audaces, a largo plazo. Pero como probablemente sabrás, estas aspiraciones enormes no se logran de un día para otro.
Es por eso que debes encontrar el tiempo para premiarte por tus esfuerzos todos los días. Ya hemos hablado antes de esto, pero es importante tener en cuenta que, por mucho esfuerzo que requiera un objetivo, o por muy duro que sea, no tienes que convertirte en un mártir para conseguirlo. Disfruta del camino, es la mejor manera.
Frank Gruber, cofundador de Tech.Co, dijo: “Este es un viaje duro y la única manera de hacerlo sostenible y soportable es reconociendo tus pequeños éxitos en el camino.”
Al celebrar esas pequeñas victorias, encontrarás una dosis diaria muy necesaria de auto-motivación. Siempre y cuando estés centrado en la diversión gratificante y en las experiencias sensoriales de la realización de tus objetivos, serás capaz de conseguirlos por difíciles que te parezcan o te parecieran en un principio.
http://upliftconnect.com/surprising-secret-to-self-motivation/
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