José Enrique Ruiz de Galarreta, jesuita pamplonés de 75 años, conoció al nuevo Papa, Jorge Mario Bergoglio, durante un curso celebrado en Alcalá de Henares hace 33 años. Ruiz de Galarreta considera que el pontífice podría cambiar muchos aspectos de la Iglesia actual.
MIGUEL SUÁREZ - Viernes, 15 de Marzo de 2013 - Actualizado a las 05:04h
José Enrique Ruiz de Galarreta, en el Colegio San Ignacio. (Iban Aguinaga)
PAMPLONA. Tras la sorpresa del primer momento, el jesuita pamplonés José Enrique Ruiz de Galarreta ayer tuvo tiempo para reflexionar y analizar los retos del nuevo Papa. Ruiz de Galarreta conoció a Francisco personalmente en 1970 y le invitó a conocer Navarra antes de que Bergoglio se tuviera que ir a París. Este jesuita apuesta porque el nuevo Papa se enfrente a la corrupción en El Vaticano y forme un equipo de confianza diferente al que actualmente gobierna la Iglesia. En este sentido, se muestra optimista, ya que considera que el nuevo Pontífice es una persona "sincera y humilde" pero le recomienda que "se lo tome con calma" y que vaya "colocando un equipo de confianza y valía".
Después de un día desde que se supo la noticia. ¿Cómo han analizado hoy con más calma que Jorge Mario Bergoglio sea el nuevo Papa?
La gente sigue un poco mitigada por el desconcierto de ayer, cuando escucharon su nombre no se lo podían creer. Durante todo este tiempo había pasado inadvertido y apenas se había hablado de él. Nosotros le conocíamos por ser jesuita y porque coincidí con él en unas jornadas en Alcalá de Henares, después de las cuales le invité a Navarra a estar por Pamplona y por el Valle de Roncal. Tras estudiarlo un poco, se va comprendiendo. Bergoglio fue una persona que podría haber salido en la anterior ocasión y, sin embargo, pidió que sus votos se pasaran a Ratzinger. La otra posibilidad era Martini, que llegó a exagerar su Parkinson para tampoco ser Papa, aunque falleció años después (en 2012). En este nuevo cónclave, Bergoglio mantenía esa montaña de votos, que no se habían olvidado, y a pesar de que sea relativamente mayor y estar enfermo del pulmón, era una buena opción.
¿Por qué se ha apostado por él en vez de por otros que parecían favoritos como Angelo Scola?
Había muchos que no querían cardenales tan continuistas con los Papas anteriores, como es el caso de Scola. Así que han buscado alguien que fuera lo suficientemente moderado para no provocar una ruptura total pero que pudiera cambiar cosas, como la renovación de la Curia.
¿Cómo ha sido recibida esta decisión por los jesuitas navarros?
Sin un entusiasmo feroz. Lo que ocurre es que cuando una persona jesuita pasa a ser obispo se aleja de alguna manera de la Compañía de Jesús.
¿Qué virtudes destacaría del nuevo pontífice?
Yo creo que miente menos que otros. Quiero decir que, por ejemplo, el miércoles, cuando pidió a la gente que rezara se veía que iba de veras, que no decía que rezaran porque sí. Además, se le notaba que estaba asustado y nervioso. Es más sincero que otros, gracias a ser menos partidario de los rituales y más llano.