viernes, 13 de febrero de 2015

“La psique del ser humano y la desprogramación de esferas mentales” David Topi


Hace ya varios meses, os comentaba el estado de mi propio proceso interno de transmutación y alquimia interior, hablando de aquello que habíamos denominado “la sombra”…y escribía que…

El proceso de trabajo con la sombra se puede dividir en dos mitades, o en dos ciclos. El primero, es el descenso al inframundo interior de cada uno, donde la personalidad emocional egoica en sus facetas negativas es rota en pedazos, mediante tremendos esfuerzos y choques externos que dejen hecha añicos una parte de las oscuras y rígidas estructuras mentales establecidas a lo largo de la vida. Yo he recibido ya dos choques de este estilo, y, si no lo has vivido, no se puede explicar lo que se siente. Un martillo rompiéndote por dentro seria una buena descripción, pero tampoco se acerca realmente a la sensación que produce sentir como se desmonta un parte de ti.  Estas partes, luego, se tienen que transmutar, y las piezas rotas deben recomponerse para mantener el conjunto de tu psique estable y funcional, pero sin la carga negativa asociada que poseían antes. Aquello que se ha liberado y deja hueco, debe volver a llenarse, esta vez con las partes “positivas” de uno mismo.

Este proceso de sacar la sombra, y romper sus estructuras energéticas puede producir sensaciones extrañas de perdida (pues te han arrancado una parte de ti que siempre ha estado ahí y notas que te falta), de desespero, tristeza,  de dolor, etc. Es cuando uno se da cuenta de que realmente se ha iniciado el primer ciclo de esa noche oscura, que, cuando se ha completado, por otro lado, da paso a emociones que son todo lo contrario: alegría, felicidad, ligereza, limpieza interior, paz…

Cuando uno ha terminado esta primera parte del ciclo, que puede durar una eternidad, dicen que entonces se inicia la segunda, que es volver a sacar a la superficie, dejando atrás el inframundo interior ya más o menos descompuesto y parcialmente liberado, limpio y transmutado, la esencia pura de cada uno, despertando la conexión total con el ser del que venimos, y la manifestación de su “conciencia” en la nuestra, pues uno ya no tiene una personalidad artificial tan fuerte que tome los mandos, sino que, entonces, es nuestro Yo superior quien lo hace y el ego simplemente “obedece”. La diferencia, es que, ahora, la visión que teníamos del mundo anterior al proceso está muerta, ha desaparecido, porque se ha roto el séptimo velo, y uno inicia la nueva etapa con una perspectiva completamente diferente, evidentemente, si todo el proceso que se ha hecho durante el primer ciclo, ha tenido éxito.

El tiempo, luego, dio paso a otra etapa de mi proceso interior, que os conté en el artículo “Ábrete Corazón” , cuando escribí lo siguiente….

Y así comenzó la verdadera odisea. La esencia, el espíritu, fue instruido sobre como hacer para liberar a otros hermanos y hermanas. Lo curioso es que la personalidad jamás se dirigió a otras personalidades en esos términos, pero cuando la esencia tomó el mando, no veía a las otras personalidades, sino que solo veía a las otras esencias en el interior de cada una de esas personalidades, y todas eran hermanos e iguales. Y la esencia recibió instrucciones. Una voz de otra conciencia externa le explicó lo que debía hacer. Sanar a otros, le dijo, pero no como lo has hecho hasta ahora, sino desde la esencia que eres, despertando a los otros espíritus que moran en el interior de cada una de las personas y dirigiendo el trabajo de la propia luz de cada uno para que ellos se sanen a ellos mismos.

[…]

Mi esencia subía por el canal central del cuerpo etérico hacia la cabeza – tienes que liberar a tu vehículo físico de la conexión con el sistema que controla a los humanos- decía yo a la otra esencia. Yo te abriré un hueco en la esfera mental que tienes que desmontar, pero luego yo no puedo hacer nada más, tu misma tendrás que empezar a desprogramar la conexión. Solo introdúcete en la esfera de la parte de atrás de la cabeza, y evalúa cuanto de preparada está tu personalidad para ser sanada. A partir de ahí, es tu decisión como y cuando limpiar, sanar y desconectar tu vehículo hasta que llegues a tomar el mando del mismo. Ahora, debo retirarme, pues no puedo tomar decisiones sobre lo que debes hacer con tu vehículo orgánico ni la personalidad que tiene.

Y en la última parte de “La Creación de las especies” esto otro…

jueves, 12 de febrero de 2015

La iluminación de una persona común


“Si no hubieras sufrido como has sufrido, no tendrías profundidad como ser humano, ni humildad, ni compasión. No estarías leyendo esto. El sufrimiento abre el caparazón del ego, pero llega un momento en que ya ha cumplido su propósito. El sufrimiento es necesario hasta que te das cuenta de que es innecesario.”
― Eckhart Tolle
Nací en una casa común del quizás no tan común Cono Sur, allá casi por los aperturadores y revolucionarios años ’60. Me desarrollé en el seno de una familia complicada (como todas), rodeada de gente sencilla, sin lujos, con poco dinero, aunque asistiendo al mejor colegio de Buenos Aires… becada por supuesto y sufriendo las diferencias socio-económicas, para decir una de tantas dicotomías en mi vida.
Seguí mi guión, naturalmente, me recibí de Maestra, me casé, cambié mi profesión y me volví Restauradora de Antigüedades, tuve dos preciosos hijos a quienes llené de problemas cuando me divorcié y me fui a vivir a Montevideo y también de Amor y contención en momentos clave de sus vidas. Pasé por varias parejas, mudanzas, estudios, altibajos económicos… y más dualidades extremas. Allí fue cuando empecé a incursionar en el Yoga por el año 1988 y en las terapias Complementarias. Me sumergí tanto en esto que durante 20 años formé instructores abandonando todas las demás actividades, conviví 2 años con mis maestros rusos aprendiendo muy drásticamente; daba clases en las cuales hablaba del ser, de la dualidad y la no-dualidad, que el Yoga es unión, que hay que integrar sus caminos (ya que era la escuela basada en Sri Aurobindo), de la unificación, del mundo ficticio y todo eso que siempre decimos en este tipo de formaciones. Comprendía a la perfección lo que es maya: la gran ilusión. Estudié, practiqué, investigué, diseñé sistemas y métodos, casi imponiendo mi punto de vista a todo el mundo… Todo era tan clarito!!! Hablar, enseñar, bla bla bla… pero ¿estas palabras que decía, estaban realmente llenas de SABER? Pues yo creía que sí, ya que todo era tan obvio y evidente ante mis ojos, pero me faltaba algo: la experiencia verdadera y absoluta de quien realmente SOY.
Así fue que un día, en la pasada primavera de 2014, hubo un instante de inflexión, ese punto de no retorno.
“El mundo está lleno de sufrimiento. La raíz del sufrimiento es el apego a las cosas. La felicidad consiste precisamente en dejar caer el apego a todo cuanto nos rodea. El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.”
― Buda Gautama

Mi “primavera”… simple y fácil

Un día vi que SER el SER es algo simple, pero recién cuando vi que también era fácil fue que comenzó mi libertad.
Simple y... fácil
“En el resplandor del Yo, la oscuridad de la ilusión se disipa para siempre.”
― Ramana Maharshi
Así sucedió y por eso digo que tuve “mi primavera” (no sólo porque fue en esa estación del año sino porque “broté”), fue el momento en que, casi de golpe, germinó lo aprendido y vi claramente el mundo como es y todo en él, sin ninguna duda más, finalizando todas mis búsquedas: SÉ QUIEN SOY.

The Power of love - El poder del amor


El poder del amor, nunca ha sonado tan bien como en esta interpretación de esta niña 
Cydel Gabutero 

Escucharla es muy buena

Cómo absorber la energía de los árboles


Los poderes curativos de los arboles Los Maestros taoístas advirtieron que los arboles son plantas sumamente poderosas. No solo absorben di6xido de carbono para transformarlo en oxígeno, sino que también absorbe en fuerzas negativas y las transforman en energía sana. Los arboles están muy bien arraigados en la tierra y, cuanto más enraizado el árbol, más arriba se extiende. Los arboles permanecen de pie muy quietos y absorben la Energía de la Tierra y la Fuerza Universal de los Cielos.

El arbol, sanador y amigo
Los arboles son las plantas de la Tierra más grandes y evolucionadas en el plano espiritual. Meditan en todo momento y la energía sutil es su lenguaje natural. A medida que su dominio de este lenguaje aumente, podrá comenzar a entablar una relación con ellos. Le ayudaran a abrir los canales de energía y a cultivar la calma, la presencia y la vitalidad. Usted, a su vez, puede ayudarles con sus bloqueos y zonas debilitadas. Es una  relación mutuamente beneficiosa que precisa ser cultivada.

Elección de un árbol con el que trabajar

A lo largo de la historia, los seres humanos usaron todas las partes del árbol como remedio para curar. Los mejores arboles para sanar son los grandes, en especial los pinos. Los pinos irradian energía Chi, nutren la sangre, fortalecen los sistemas nerviosos y contribuyen a prolongar la vida. También alimentan el alma y el espíritu. Los pinos son los "Arboles Inmortales". La poesía y la pintura china antiguas están llenas de admiración por los pinos.
 Si bien los pinos son a menudo la mejor elección, se pueden usar muchos otros árboles o plantas. Los aids grandes son los que contienen más energía. Entre los más poderosos se encuentran los arboles que crecen junto al agua corriente. Algunos son más cálidos o fríos que otros. Practique distinguir las diversas propiedades de los diferentes arboles.

1-Los cipreses y los cedros reducen el calor y nutren la 
    energía Yin.
2-Los sauces ayudan a eliminar los vientos malsanos, a liberar la 
   humedad excesiva del cuerpo, a reducir la alta tensión sanguínea 
   y a fortalecer el aparato urinario y la vejiga.
3-Los olmos tranquilizan la mente y fortalecen el estomago.
4-Los arces persiguen a los vientos malsanos y ayudan a mitigar el 
    dolor.
5-Las acacias blancas ayudan a eliminar el calor interno y a 
    equilibrar la temperatura del corazón.
6-Las higueras de Bengala limpian el corazón y ayudan a    
   eliminar la humedad del cuerpo.
7-Los canelos eliminan el frio del corazón y del abdomen.
8-Los abetos ayudan a eliminar cardenales, a reducir la hinchazón 
    y a curar los huesos rotos mas rápido.
9-Los espinos ayudan en la digestión, fortalecen los intestinos y 
     reducen la tensión sanguínea.
10-Los abedules ayudan a eliminar el calor y la humedad del 
      cuerpo y a desintoxicarlo.
11-Los ciruelos nutren el bazo, el estórnago, el páncreas y 
     tranquilizan I a mente.
12-Las higueras eliminan el exceso de calor del cuerpo, aumentan 
     la saliva, nutren el bazo y ayudan a detener la diarrea.
13-Los ginkgos ayudan a fortalecer la vejiga y alivian lo
     problemas urinarios de las mujeres.


No es necesario internarse demasiado en el bosque para buscar un árbol apropiado con el que trabajar. Los arboles que están acostumbrados a tener personas alrededor comprenden nuestra energía y en realidad son más accesibles y amigables que los que están lejos en el bosque. Los parques de las ciudades y los patios suburbanos están llenos de arboles poderosos y accesibles, a quienes les encantaría tener relaciones más cercanas con los humanos que dominan su medio.

 Existe un determinado limite de tamaño de los arboles más accesibles a los seres humanos. Si el árbol es demasiado pequeño, no tiene la suficiente energía para impresionarle. Si es demasiado grande, el problema es el contrario, es decir quo precisara más tiempo para que le interesen los arboles grandes. Como fuente de energía sanadora, lo mejor es elegir un árbol grande y robusto dentro de la escala de tamaños accesibles. Para la interacción con humor, lo conveniente es escoger un árbol entre pequeño y mediano. Si bien no es necesario trepar al árbol para establecer una relación, as1 se abre de veras un mundo completamente nuevo. Trepe con suavidad y cuidado para no dañarlo.


c. Establecer comunión con un árbol

miércoles, 11 de febrero de 2015

6 ilusiones que gobiernan el mundo (y tu vida, si lo permites)


Parecería una obviedad afirmar que el mundo no siempre ha sido lo que es hoy. Las sociedades del pasado se han transformado, para bien y para mal, en muchos aspectos, y la creación colectiva de una sociedad global no es la excepción: aunque el mundo de nuestros días sea inspirador y aterrador, el flujo de información y el intercambio de esta a velocidades antes inimaginables puede darnos la sensación de que hemos llegado a un punto de “estasis”, o de balance, donde pocas cosas de nuestro entorno pueden cambiar. En suma, somos el resultado de un bombardeo constante de medios publicitarios que nos dicen qué desear y cómo obtenerlo, porque hay poderosos intereses económicos en que las cosas sean tal cual son.

El problema es que vivimos en un mundo conformista si permitimos que un puñado de marcas dirija el curso de nuestras vidas a través de la disposición del ingreso; si permitimos que el gobierno utilice el terror para afianzar su autoridad; si permitimos que la alteridad se diluya en favor de una aséptica homologación de todas las formas de vida a través de la corrección política del discurso.

En suma, todos perdemos si aceptamos como una segunda naturaleza las ilusiones corporativas del mundo actual.

A menudo pensamos que las ilusiones son cosas que no existen o que no pueden existir, pero en este caso se trata de esos “crímenes perfectos” que Jean Baudrillard nos enseñó a identificar: ficciones operativas que rigen el mundo y los destinos políticos a través de la propagación estratégica de mentiras y verdades veladas. La especulación bursátil utiliza modelos matemáticos que en realidad no están respaldados físicamente (p. ej. Carlos Slim y los 10 peces gordos más gordos del mundo no podrían retirar en efectivo sus fortunas de los bancos simplemente porque no existe tanto dinero impreso); los gobiernos presumen un arsenal militar cientos de veces mayor al necesario para barrer con toda la población del mundo, mientras la industria del entretenimiento toma la forma de un norte moral para la juventud.

Conformismo del mundo comercial: compra y sé parte.

Las ilusiones son aspectos de la realidad que parecen fijados para siempre y como tallados en piedra; su gran triunfo sobre la mente es dar la sensación de que son “naturales” (como el matrimonio por conveniencia entre democracia y capitalismo), de manera que cuestionarlos es difícil. Pero no imposible.

A continuación free-jazzeamos sobre algunas ilusiones puestas sobre la mesa por el buen Sigmund Fraud de Waking Times, para ponerlas a prueba:


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1. La ilusión de la ley

Seguir la ley se considera una obligación moral, a pesar de que los gobernantes a menudo den muestras de ser los mayores corruptores de las leyes que juran defender. Las balanzas de la justicia se inclinan siempre en favor de quienes tienen suficiente dinero para quitarle el velo de los ojos a la justicia.
Los niños necesitan leyes y límites para aprender hasta dónde pueden exponer su deseo, de manera que aprendan a convivir y crear consenso con los demás para realizarlo. Pero son pocos los países, si acaso existe alguno, donde la gente puede decir que la ley representa efectivamente su voluntad, y donde dicha ley se sigue al pie de la letra. Los gobernantes de la Antigüedad crearon sistemas de gobierno basados en la ejemplaridad de la conducta individual; la excelencia divina era un modelo a seguir para los gobernados. Los gobernantes de hoy requieren hacer uso de la fuerza bruta para hacer valer una autoridad que sus acciones no respaldan.

2. La ilusión de felicidad y prosperidad


Cómo ser más intuitiv@


“Analizar las cosas sólo desde el prisma racional puede sumirnos en un laberinto de senderos infinitos. La intuición, por el contrario, permite hallar la vía más directa hacia lo esencial.”
Si se pregunta cuáles son las virtudes que ayudan a vivir con plenitud, la mayoría de las personas responderán, por ejemplo, que el optimismo, el amor y la amistad, la inteligencia y la capacidad para reflexionar, el sentido del humor… Pocas se acordarán de la intuición, y sin embargo es la cualidad fundamental que seguramente está detrás de todas las demás, pues es la que sirve para integrar eficazmente, lo que sucede tanto en el entorno físico como en los estratos más profundos y desconocidos de la mente. Por eso se la considera una eficaz consejera interior, que aclara las dudas en momentos delicados y ayuda a tomar decisiones correctas para alcanzar los objetivos vitales más importantes.
De alguna manera las personas intuitivas tienen una capacidad especial para percibir los mensajes más sutiles procedentes del exterior, almacenarlos en el inconsciente y tenerlos en cuenta en el momento oportuno. Es decir, se dan cuenta sin esfuerzo del significado de los pequeños gestos, los matices de la voz, las miradas o las actitudes de las personas con quienes se relacionan. Eso les permite, por ejemplo, descubrir los intentos de engaño o hacer una propuesta en el momento más adecuado.

El don de aprender sin darse cuenta

La psicóloga alemana Angelika Faas, que estudia desde hace más de 20 años este “don especial”, lo define como “principio de aprendizaje implícito”, pues las personas intuitivas mantienen a lo largo de su vida una actitud mental abierta que les permite acumular informaciones que siempre acaban siendoles útiles. La peculiaridad de éstas personas es que además tienen la capacidad para distinguir la información que es importante de la que no. Así, un campeón de ajedrez no puede competir cuantitativamente con un ordenador a la hora de evaluar jugadas, pero su intuición le ayuda a preseleccionar velozmente los caminos más eficaces.
Según Faas, esta cualidad se convierte en fundamental en los tiempos actuales, en que los datos al alcance de una persona se duplican en pocos años debido a la creciente presencia en la vida cotidiana de los medios de comunicación, la informática o la formación continuada. Por esa razón aumenta el interés por la intuición, que se ha puesto de moda entre los ejecutivos de grandes empresas y las estrellas del cine -Demi Moore, por ejemplo, ha prologado el libro La intuición eficaz, de Laura Day, y Sharon Stone tiene un asesor para mejorarla-. En Estados Unidos incluso existen programas de televisión y páginas web que explican las ventajas de la intuición y cómo desarrollarla.


Una cualidad de la mente profunda

Más allá del hacedor


Del capítulo 3 y 4 de
The Texture of Being
En la mayoría de nuestras actividades en la vida, asumimos el papel de “hacedor”. Pensamos en nosotros mismos como una especie de entidad fija y permanente que controla, capaz de hacer esto y no hacer aquello, a voluntad. Desde luego, esto parece ser una visión precisa de cómo son las cosas. Cuanto más establecidos estamos en nuestra sociedad, más poder, influencia, riqueza y sensación de control tenemos ― o eso parece.

Cuando decimos “yo”, la mayoría de nosotros nos estamos refiriendo a una imagen que tenemos de nosotros mismos, que cubrirá todo con nuestras experiencias personales y condicionadas de la vida, nuestras tendencias heredadas, nuestra posición en la sociedad, nuestro éxito o fracaso y nuestra sensación de bienestar.

Tenemos esta imagen de nosotros mismos, que es exclusiva para nuestra propia mente, que es lo que pensamos que somos ― y desde esta imagen expresamos nuestra vida. Caminamos o nos abrimos paso por la vida, creyendo que voluntariamente tenemos el poder para “hacer”, controlar y manipular la vida para que se acomode a nuestro deseo de control y tomar decisiones. Con este estado de ánimo nos abrimos camino por la vida con mucho esfuerzo desde la juventud a la vejez. Pero ¿qué le ocurre a este “hacedor” al final de una vida? ¿Qué pasa con todos sus logros y adquisiciones?