sábado, 5 de diciembre de 2015

Personas auténticas: 10 rasgos que las hacen especiales


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.

La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.

Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño.

Me gusta la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Se trata de un extracto de Mario Benedetti. Yo, simplemente, digo que me gusta la gente auténtica. Esa gente que no tiene miedo a mostrarse tal cual es.

Las personas auténticas son aquellas que, sin ser un dechado de virtudes, deciden ser coherentes con lo que piensan y sienten. De hecho, resulta curioso porque probablemente todos coincidimos en que la falsedad no es buena consejera, pero muchos no dudan en mentir o en esconder sus emociones cuando consideran que es “necesario”.

En la sociedad actual, donde las personas pasan horas cuidando su imagen en las redes sociales, la autenticidad es un don raro. Sin embargo, nos sentimos atraídos por esta característica. De hecho, en un estudio muy interesante realizado en la Bangor University de Wales les pidieron a un grupo de personas que fueran auténticas, a otras que fingieran. Luego, les pusieron delante de extraños, para que mantuvieran una conversación. Los psicólogos monitorizaban las respuestas de ambos interlocutores y se dieron cuenta de que respondemos con mayor rapidez a las sonrisas auténticas, quizá porque las asumimos como un valor que debe ser recompensado. Al contrario, reaccionamos con mayor lentitud y con menos entusiasmo ante las sonrisas fingidas.

¿Qué diferencia a las personas auténticas del resto?

1. Tienen una autoestima sólida. Un estudio realizado en la Universidad de Manchester descubrió que las personas auténticas tienen una autoestima elevada, aunque no demasiado para no caer en actitudes narcisistas o arrogantes. Estas personas, más bien tienen una autoestima sólida, consistente, que les permite funcionar de modo más relajado y no estar a la defensiva continuamente. Estas personas logran ser auténticas porque les preocupa menos exponerse ante los demás, porque se sienten a gusto consigo mismas y saben que las opiniones de los otros son solo eso, meras opiniones.

2. Abrazan la vulnerabilidad. Nuestra cultura nos impulsa a mantener los puentes levadizos levantados y a minimizar o esconder los errores y las imperfecciones, para protegernos de los demás. Se trata de una cultura que rechaza la vulnerabilidad. Sin embargo, la Psicología nos enseña que abrirnos al miedo o reconocer nuestras debilidades nos permite crecer. Por eso, las personas auténticas abrazan la vulnerabilidad y son capaces de mostrarla, no tienen miedo a fracasar o a equivocarse porque saben que cada experiencia implica un aprendizaje.

3. Comparten sus pensamientos, creencias y sentimientos. Las personas auténticas no se plantean muchos problemas a la hora de expresar lo que sienten o piensan. De hecho, un estudio realizado en la Wake Forest University desveló que cuando las personas son auténticas, tanto si tienen tendencia a la extroversión como si son introvertidas, se sienten cómodas compartiendo sus ideas y emociones. Además, en este estudio también se apreció que las personas más auténticas también eran emocionalmente más estables.

4. Dan y reciben cumplidos. Las personas auténticas no tienen problemas para hacer un cumplido, y tampoco se esconden detrás de la falsa modestia cuando los reciben. Son conscientes de que los cumplidos deben fluir en dos direcciones y son capaces de desligarse del estrés que generalmente está asociado a las expectativas de los demás. Estas personas no se pierden en elucubraciones. Si creen que alguien merece un cumplido, lo hacen. Si reciben uno, no buscan intenciones ocultas. Para ellos los cumplidos son una mera constatación de los hechos para hacer sentir bien a los demás.

5. Son excelentes oyentes. A pesar de que solemos identificar la autenticidad con la extroversión, lo cierto es que las personas auténticas no suelen acaparar la atención sino que son excelentes oyentes. Se trata de personas que normalmente prestan atención a las conversaciones, porque están realmente interesadas en los demás y quieren conocerles. Como se relacionan con los demás desde su “yo” más profundo, también intentan conectar con la esencia de los demás.

6. Se guían por su voz interior.

Para ser feliz, hay que aprender a ignorar



En algunos casos, alejarnos de las personas conflictivas no es una cuestión de comodidad, sino de equilibrio mental. Es cierto que no existen personas enteramente “malas” ni completamente “buenas”. Pensar asi sería extremadamente reduccionista. No obstante, existen personas cuya forma de ser y comportarse simplemente no se complementa con la nuestra y mantener una relación estrecha con ellas solo puede hacernos daño porque sus actitudes nos desequilibran, bloquean o nos impiden realizarnos plenamente como personas.

Hay relaciones que, aunque nos aporten determinadas cosas positivas, cuando las colocamos en una balanza, terminan causando más daño que bien. Se trata de relaciones tóxicas que contaminan nuestra vida y terminan contagiándonos emociones negativas que no necesitamos.

Desgraciadamente, en la mayoría de los casos esas personas no están dispuestas a cambiar, por lo que solo nos queda una salida: ignorarlas, o más bien, aprender a ignorar algunas de sus actitudes. Porque no tiene sentido sacrificar nuestro bienestar emocional solo para mantener a flote una relación que nos está causando daño.

¿Qué debemos aprender a ignorar?

1. Las críticas destructivas. Las críticas son positivas, siempre y cuando tengan un objetivo constructivo y nos ayuden a reparar un error o a crecer. Sin embargo, hay personas que solo critican por el placer de criticar y causarle daño a los demás. Si queremos blindar nuestra autoestima, debemos aprender a ignorar esas críticas. Una vez que has detectado a una persona así, que solo hace críticas destructivas, deja de preocuparte por lo que piense sobre ti. Después de todo, sus opiniones no te permitirán crecer sino que tan solo servirán para desestabilizarte.

2. Las comparaciones inútiles. Todos tenemos una tendencia innata a comparar. De hecho, se trata de una de las operaciones básicas del pensamiento, gracias a la cual podemos sacar conclusiones. Sin embargo, hay personas que recurren a las comparaciones para manipularnos emocionalmente. Se trata de gente que nunca está satisfecha y siempre compara nuestras decisiones, comportamientos o actitudes con otros, para hacernos quedar mal. Obviamente, si conoces a alguien que siempre menosprecia tus logros, es conveniente que aprendas a hacer oídos sordos de sus opiniones.

3. Las preocupaciones sin fundamento. Todos nos preocupamos, pero hay personas que son verdaderos profesionales a la hora de buscar motivos para preocuparse. Se trata de gente que siempre tiene un problema para cada solución, que se centran en los aspectos negativos y siempre están avizorando catástrofes o desgracias. Obviamente, no necesitamos a alguien así en nuestra vida. No se trata de adoptar un optimismo ingenuo que no nos llevará a ninguna parte, pero rodearse de personas que solo ven lo negativo terminará deprimiéndonos y descorazonándonos, sumiéndonos en un estado en el que solo esperamos lo peor. Por tanto, es mejor aprender a ignorar ese tipo de vaticinios.

4. Las inseguridades innecesarias. Hay personas que van por la vida como si fueran expertos de todo. Siempre tienen algo que opinar y se encargan de minimizar nuestra opinión, haciéndonos sentir insignificantes. Esas personas generan una profunda inseguridad, que termina socavando nuestra autoconfianza y nos pueden sumir en un estado de bloqueo emocional que nos impida cumplir nuestros sueños. Por eso, procura ignorar ese tipo de comentarios y actitudes, sobre todo cuando no tienen en su base un conocimiento profundo de la situación y no sirven para ayudarte a construir el proyecto que te estás planteando.

5. Las culpas erróneas. Hay personas que ven la paja en el ojo ajeno pero no son capaces de percibir la viga en su propio ojo. Esta gente a menudo recurre a la sensación de culpa para manipularnos, haciendo que nos sintamos realmente mal con nosotros mismos, hasta el punto que pueden convertirnos en sus esclavos porque nuestro estado de ánimo y decisiones quedan sometidas a sus deseos. Se trata de gente que reclama continuamente y que jamás está satisfecha. Obviamente, es fundamental aprender a ignorar esos intentos de echarnos la culpa, para no caer en su red.

¿Qué consigues cuando aprendes a ignorar las actitudes dañinas?

viernes, 4 de diciembre de 2015

Cómo alcanzar el éxito y la prosperidad verdaderos

 

El éxito verdadero

El éxito no es un asunto simple: no puede definirse meramente por la cantidad de dinero y de bienes materiales que posees. El sentido del éxito es mucho más profundo. Sólo puede ser medido por el grado en que tu paz interior y tu control mental te capacitan para ser feliz en todas las circunstancias. Ése es el éxito verdadero.



El secreto del éxito y de la felicidad está dentro de ti. Si has encontrado externamente el éxito y la prosperidad fuera de ti, pero no en tu interior, no has alcanzado realmente el éxito. Un millonario que no es feliz no es un hombre de éxito. No quiero decir, sin embargo, que si tienes un millón de dólares no puedes ser una persona de éxito. Pobre o rico, si consigues ser feliz en la vida habrás logrado un éxito auténtico.


El empleo de la fuerza de voluntad dinámica

Nada es imposible, a menos que así lo pienses. 


Como ser mortal eres limitado, pero en tu condición de hijo de Dios no tienes ningún límite. […] Concentra tu atención en el Señor y dispondrás de todo el poder que desees, para usarlo libremente de acuerdo con tu voluntad.

La voluntad es el instrumento a través del cual se refleja la imagen de Dios en tu interior. En la voluntad yace el ilimitado poder divino, el poder que controla todas las fuerzas de la naturaleza. Puesto que has sido creado a imagen de Dios, ese poder te pertenece y puedes aplicarlo para satisfacer todos tus anhelos.


Cuando te propongas realizar cosas buenas, lograrás el éxito si haces uso de la fuerza de voluntad dinámica para llevarlas a cabo. Independientemente de las circunstancias, si perseveras en tus esfuerzos, Dios creará los medios por los cuales tu voluntad recibirá la debida recompensa. A esta verdad se refirió Jesús cuando dijo: «Si tenéis fe y no vaciláis, […] si aun decís a este monte: “Quítate y arrójate al mar”, así se hará». Si continuamente ejercitas tu fuerza de voluntad, no obstante los contratiempos, ella te aportará el éxito, la salud y la capacidad para ayudar a los demás y, sobre todo, te aportará la comunión con Dios.

El cerebro del hombre mortal se encuentra lleno de «imposibles». Cada individuo ha nacido en una familia dotada de ciertas características y hábitos, y es la influencia de estos factores lo que le induce a pensar que no le es posible realizar determinadas cosas: por ejemplo, caminar mucho, comer esto o soportar aquello. Esos «no puedo» deben ser cauterizados. Cada uno de nosotros dispone en su interior del poder para alcanzar todo lo que desea; dicho poder yace en la voluntad.

Si te aferras a un determinado pensamiento, aplicando en ello tu fuerza de voluntad dinámica, dicho pensamiento llegará finalmente a manifestarse en forma externa y tangible.

Albergar un pensamiento con fuerza de voluntad dinámica significa aferrarse a él hasta que ese pensamiento matriz desarrolle su propio poder dinámico. Cuando un pensamiento se torna dinámico por acción de la fuerza de voluntad, adquiere la capacidad de manifestarse de acuerdo con el modelo mental que hayas creado.

¿Cómo desarrollar la voluntad? Escoge un objetivo que creas no poder lograr, y concentra todos tus esfuerzos en alcanzar esa sola meta. Cuando hayas obtenido el éxito, prosigue con algún objetivo de mayor envergadura, y continúa ejercitando tu poder de voluntad de esta manera. Si lo que te propones es muy difícil, ora profundamente: «Señor, dame la capacidad necesaria para superar todas mis dificultades». Debes hacer uso de tu fuerza de voluntad, no importa lo que seas ni quién seas. Debes proceder con determinación. Aplica la fuerza de voluntad tanto en los negocios como en la meditación.

El éxito o el fracaso se deciden en tu mente. Aun cuando tengas en contra la opinión negativa del resto de la sociedad, si mediante el uso de la invencible voluntad que Dios te ha conferido manifiestas la convicción de que las dificultades no podrán vencerte, sentirás que te invade un secreto poder divino; comprobarás entonces que el magnetismo de esa convicción y de ese poder te abre nuevas puertas para solucionar los problemas.


Cómo afrontar constructivamente el fracaso

La estación del fracaso es el período más propicio para sembrar las semillas del éxito. Aunque seas azotado por el látigo de las circunstancias, mantén la cabeza erguida. No importa cuántas veces hayas fracasado, inténtalo siempre una vez más. Aun cuando creas que ya no podrás continuar luchando, o que has hecho ya todo cuanto podías, lucha siempre, hasta que tus esfuerzos se vean coronados por el éxito.

Aprende a utilizar la psicología de la victoria. Algunas personas aconsejan: «No hables nunca sobre el fracaso»; pero eso sólo no ayuda. En primer lugar, analiza tus fracasos y sus causas, aprovecha la experiencia y luego desecha todo pensamiento al respecto. Aunque fracase muchas veces, la persona que persevera en su intento, la que no ha sido vencida en su interior, es en verdad una persona victoriosa.

La vida puede ser sombría y quizá sobrevengan dificultades o dejes escapar oportunidades, pero nunca pienses: «Estoy vencido. Dios me ha abandonado». ¿Quién podría hacer algo por una persona así? Tu familia podrá desampararte; la fortuna podrá aparentemente abandonarte; todas las fuerzas del hombre y la naturaleza podrán disponerse para marchar en tu contra; pero con la capacidad de la iniciativa divina que posees dentro de ti, puedes desbaratar todas las incursiones del destino, creadas por tus propias acciones erradas del pasado, y entrar con paso victorioso en el paraíso.

No importa cuantas veces fracases, sigue tratando de triunfar. No importa lo que suceda, si tomas la siguiente decisión irrevocable: «La Tierra podrá hacerse añicos, pero yo continuaré esforzándome al máximo», estarás ejerciendo la voluntad dinámica y tendrás éxito. Es esa voluntad dinámica la que hace a un hombre rico; a otro, fuerte; y a otro, un santo.


 La concentración: clave del éxito

Las 12 sabidurías



Hay 12 puntos sencillos que saber que nos permitirán poder utilizar a nuestra propia alma como medicina:
1. Saber que la existencia es una sola cosa, que está completamente consciente, y que se comunica con todas sus partes o aspectos. La vida sabe lo que hace y nos habla.
2. Saber que el universo es amistoso y te está apoyando hasta cuando no lo parece.
3. Saber que creamos nuestra realidad, que las cosas no nos pasan a nosotros por casualidad que más bien ocurre desde nosotros y con algún sentido.
4. Saber que somos únicos, y que somos capaces de pensar, imaginar y crear o hacer cualquier cosa de alguna forma.
5. Saber que la vida es un misterio que cambia de un instante al otro y que todo está en movimiento y que al mismo tiempo está inimaginablemente bien organizada.
6. Saber que somos 99 por ciento espiritual o no-materia, y sólo el uno por ciento materia.
7. Saber que el mundo físico tiene más sentido como metáfora que como algo sólo denso. La Realidad crea realidad en metáforas de tres dimensiones.
8. Saber que no existen casualidades y que cada persona es un alma que está aquí con un propósito de evolucionar. Esta vida es una aventura espiritual, el safari del alma.
9. Saber que la vida es muchísimo más creativa o mágica que mecánica. Estamos inmersos en un gran océano de una creatividad continua.
10. Saber que la primera relación es la que tenemos con nosotros mismos, que es para aceptarnos y ser responsables de nuestros actos. Es este sentido de responsabilidad creativa que nos permite aprender y cambiar nuestros actos y sus consecuencias.
11. Saber que el alma no se enferma, pero si hay que alimentarla. Si no alimentas tu alma, parece que tu vida se muere de hambre. La respiración consciente, la meditación y oración, el arte, la risa y el buen humor incluyendo el humor negro, y la limpieza a todos los niveles son algunos de los principales alimentos del alma.
12. Saber que siempre nos estamos mirando en un espejo metafórico por el cual la vida, lo más profundo de nosotros mismos, lo que nos une con el misterio, nos está hablando, guiando y divirtiendo.
Las 12 sabidurías son como unas frutas o delicias de la vida que si las pruebas no solo verás que son ciertas y espiritualmente nutritivas sino que también son capaces de transformar tu experiencia de qué es ser un ser humano vivo.

“Abrazando la conciencia”

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No es la violencia lo más duro de sobrellevar sino la mala conciencia, tan solo para los que la tienen.

Los que no la tienen que son muchos no sobrellevan nada ni siquiera la ética de la violencia.

La ética de la violencia es la gratuíta, aquella del porque sí, porque quiero, porque me nace y puedo y agredo a los demás (físicamente, mentalmente, con asociaciones con otros o a solas), y la legitimidad de responder ante todo sin conciencia.

Los sin conciencia van más allá porque no hay ética y solo práctica del mal. Son los imbuídos por Satanás y docenas y cientos de demonios que se les presentan cada día cada instante a aconsejarles mal y destruirlos cada día sin pausa hasta que ya no son capaces siquiera de responderles con nada de criterio que les quede del bien. Y el mundo está lleno de estos, se podría decir que casi la mitad, y que esta mitad impulsan a la otra mitad a vivir en pena y son gloria, a sufrir lo que no les toca y los sin conciencia han sabido crear en sus vidas con malos actos.

Cuando vemos tanta y tanta violencia gratuita en televisión, son pocos los que logran apartarla de la simple visión, porque el grado de contaminación es muy alto, y los sin conciencia lo saben y aprietan el acelerador para ver a cuantos inocentes lograrán destrozar la conciencia.

Cuando vemos tanta agresividad gratuita en la vida cotidiana, comprendemos que el mal campa a sus anchas, y es una de las razones por las que abandonan la fe en Dios.

Pretenden que Dios sea lo más material imaginable y que aparezca al momento como la moneda que se mete en un expendedor para entregarnos algo a cambio. 

Dios nunca está, porque es lo que lleguemos a comprender de la vida, de nosotros y los demás, y nada nos va a dar que no nazca de esta comprensión en la que si nos puede ayudar cuando solo queremos eso y no una expendería. 

jueves, 3 de diciembre de 2015

GIGANTES, EL SECRETO REVELADO


Aquí tenéis un tema muy interesante donde hablo de los gigantes, antes de ser aniquilados por el famoso diluvio universal que se menciona en la mayoría de escritos antiguos. 

Hay evidencias arqueológicas sobre estos seres por todo el mundo. En muchas ciudades antiguas, como Tiahuanaco, Babilonia, y en otros lugares, como los Montes Bucegi, en Irak, en Sudáfrica, Sudamérica, Egipto... se pueden ver símbolos donde vienen dibujados gigantes.

Parece ser que hay muchos restos arqueológicos desaparecidos.

¿Quién quiere ocultar la verdadera historia de la Tierra?

Los increíbles beneficios del cloruro de magnesio, para enfermedades incurables


Magnesio es indispensable en nuestra alimentación, su falta provoca vejez y otras enfermedades. Los alimentos que tomamos carecen de magnesio como consecuencia de los abonos químicos, por eso el cloruro de magnesio es un remedio milagroso para prevenir estas enfermedades.

El cloruro de magnesio sirve para curar una gran cantidad de enfermedades:

colesterol, cistitis, aparato digestivo, parkinson, calambres y temblores musculares, acné, eczemas, el sistema nervioso, psoriasis, picor de distintos orígenes de la piel, fortalecimiento de cabello y uñas, problemas circulatorios, hipertrofia prostática, asma, urticaria, Alzheimer, agresividad , arritmia, asma, cáncer, parálisis cerebral, fatiga crónica, diabetes, enfermedades del corazon, hipertensión, cálculos renales, menopausia, migraña, esclerosis, síndrome premenstrual, desordenes psiquiátricos, artritis reumatoide, mejoría para deportistas, estrés, calcificaciones de lugares indebidos, próstata, obesidad, anorexia, estreñimiento, embarazo y la lactancia, mareos, insomnio, ansiedad, raquitismo, anorexia, náuseas, vómitos, arterioesclerosis, hepatitis, cirrosis, enfermedades paratiroideas, es energetizante, aumenta la memoria, para la sordera por descalcificación y muchas más.

Se puede comprar en farmacia, pero también se puede  preparar.

Preparación:
• Se hierve 1 litro de agua.
• A continuación se introduce el contenido de un sobrecito de 33 gramos de Cloruro de Magnesio (se consigue en farmacias), en una botella o recipiente de vidrio (no en plástico).
• Agregarle el agua hervida fría para disolverlo, luego mezclar y tapar.
• De esta manera se obtiene una preparación pura que se mantiene inalterable.
• No es necesario guardarlo en el frigorífico.

DOSIS RECOMENDADA:

El equivalente a una taza de café, de acuerdo a la edad y la necesidad:
De los 10 a los 50 años: media taza.
De los 51 a los 70 años: Una taza por la mañana.
De los 71 años en adelante: una taza por la mañana y otra por la noche.