viernes, 29 de enero de 2016

Aprender a pensar positivamente


1. Mantén la Calma en los Momentos Difíciles
Es fácil ser positivo cuando todo nos va bien, pero el verdadero reto ocurre en las situaciones conflictivas. La mejor estrategia para sobrellevarlas es manteniendo la calma, confiando en que todo será resuelto, en parte por tu iniciativa positiva y en gran medida por la ayuda del Universo

2. Sé Comprensivo con los Demás
Como seres humanos, todos tenemos nuestras limitaciones y cometemos errores. Comprendiendo esto, valora la bueno que hay en cada persona que sueles criticar, y harás crecer en ellas más de sus bondades.

3. Enfoca tu Atención en las Cosas que Más Te Gusten
Aquello en lo que te enfocas, lo haces crecer. Cuando hay algo en tu vida que no te gusta, nada puede empeorar más esa situación que enfocarte en el problema. Apunta tu atención hacia lo que deseas que ocurra, y ocurrirá. Generas tu camino a medida que elijes en qué enfocarte.

4. Si Aparece un Pensamiento Negativo, Acéptalo y Déjalo Fluir
Si te resistes a aceptarlo, le estás dando atención y más poder, haciendo que el mismo crezca en tu mente y se manifieste en tu realidad. Recuerda siempre: “A lo que te resistes, persiste”. Acéptalo y elije cambiarlo por al menos una ideas positivas.

5. Lo que Parece Real es Sólo un Pensamiento Negativo
Solemos darle demasiada dimensión a la percepción de los hechos, considerando nuestro punto de vista como el real. Sin embargo, esa no es “la realidad”. O, al menos, no es la única realidad. Es simplemente tu pensamiento configurando tu entorno. Reflexiónalo.

6. Perdona, Suelta, Libera.
El perdón es la acción que nos permite desprendernos de aquello que tanto nos hirió. No significa justificar lo sucedido ni a quien cometió el hecho, sino simplemente tomar la decisión de soltarlo para que no influencie más en nuestra vida.

7. Habla Siempre en Positivo
Cuida tus palabras, pues se vuelven realidad. Sobre todo aquellas palabras a las que les pones sentimiento. Por un día, toma consciencia de cuántas oraciones negativas emites, y trata deliberadamente en convertirlas en positivas y afirmativas.

Mónadas: todos a una, una para todos


Y empezó el viaje. La esencia, proyectada desde la parte de atrás del ombligo, desde el interior del cuerpo, tomó el mando, relegó a la personalidad virtual a un lado con mucha delicadeza, explicándole su función y su papel, relegó a un lado también a los cuerpos superiores que pertenecían al errante que también era parte de esta encarnación, por debajo de la personalidad humana, y la luz interior se hizo con el control absoluto de la existencia terrenal que seguía yaciendo dentro del saco de dormir.

Y así comenzó la verdadera odisea. La esencia, fue instruida sobre como hacer para liberar a otros hermanos y hermanas. Lo curioso es que la personalidad jamás se dirigió a otras personalidades en esos términos, pero cuando la esencia tomó el mando, no veía a las otras personalidades, sino que solo veía a las otras esencias en el interior de cada una de esas personalidades, y todas eran hermanos e iguales. Y la esencia recibió instrucciones. Una voz de otra conciencia externa le explicó lo que debía hacer. Sanar a otros, le dijo, pero no como lo has hecho hasta ahora, sino desde la esencia que eres, despertando a los otros espíritus que moran en el interior de cada una de las personas y dirigiendo el trabajo de la propia luz de cada uno para que ellos se sanen a ellos mismos.

La voz de esa otra conciencia que guiaba el trabajo de instrucción mostró entonces a la esencia como se debían hacer las sanaciones. Extiende tu mano, pidió. El cuerpo físico levantó la mano derecha. Ahora, proyecta tu energía por tu mano hacia las personas que tienes alrededor. Tienes que conectar con la esencia de cada uno como primer paso. La energía salía por la mano como si siempre hubiera estado ahí con esa misma potencia, y un fino hilo de luz se proyectó hacia una persona…
Del artículo “Ábrete corazón”

Ya hace más de un año que tuve esta experiencia que os conté en el artículo mencionado, donde mi mónada, esencia, o “partícula primordial”, tomó “el control” del vehículo evolutivo que mi cuerpo y mi personalidad es para “ella” y aprendí a hacer sanaciones usando su aspecto energía.

Ya hemos hablado anteriormente que la existencia de nuestra realidad está basada en una trinidad de aspectos equivalentes y relacionados entre sí: la materia, la energía y la consciencia, y ninguno de esos tres aspectos puede existir sin los otros dos. La Creación, todo aquello que existe, está compuesto por un número infinito de puntos de materia-energía-consciencia en movimiento. Estos puntos o bloques básicos, que serían el equivalente a los trillones de gotas individuales que forman un océano, fueron llamados “mónadas” en la escuela Pitagórica y son la unidad indivisible “básica” de la Creación.

Cada “mónada” posee conciencia individualizada, que es además parte de la vasta conciencia colectiva de esa Creación. Así, desde el inicio, la conciencia de estos átomos primordiales, mónadas o unidades primarias, existen como los bloques fundamentales de construcción de la realidad, los ladrillos que forman todo lo que vemos y conocemos. Todas las formas existentes, físicas y densas, o etéricas y energéticas, son producto de acuerdos entre mónadas, los bloques básicos de la Creación, para unirse entre ellas, el equivalente a unas cuantas gotas de agua individuales de un océano formando una forma, un remolino, o una ola de cuatro metros. Estas diferentes “formas” que podemos percibir, sólidas o no, las veamos o no, son creadas a partir de “moldes” y “plantillas” que son concebidas primero por las mismas mónadas en su aspecto “consciencia”. Básicamente la consciencia de la mónada crea la forma, y la materia, energía y movimiento de la misma le da existencia y la trae en manifestación.


¿Mi mónada?

jueves, 28 de enero de 2016

Reconocer la Conciencia Presente


(1) Reconocer la conciencia
(2) Permitir que todas las apariencias sean como son
(3) Ver que las apariencias son inseparables.

Vamos a empezar con el reconocimiento de la conciencia. El primer y más importante paso en Living Realization es una introducción experiencial directa a la conciencia. Este capítulo se centra sólo en esta introducción experiencial.

En Living Realization, reconocemos la conciencia tan a menudo como sea posible, durante todo el día, todos los días, hasta que el reconocimiento sea inquebrantable y sin interrupciones. Reconocemos la conciencia cada vez que recordemos hacerlo. No importa lo que estemos haciendo ―relajándonos, caminando, estar sentados, trabajando, haciendo ejercicio físico, o acostados en la cama por la noche― dedicamos un momento para reconocer la conciencia.

Al reconocer la conciencia en todas estas situaciones, nos damos cuenta de que la conciencia está ya y siempre presente, independientemente de lo que suceda en nuestras vidas. Esto proporciona una paz y estabilidad que sobrepasa todo entendimiento. Transforma verdaderamente lo que somos. Al ver que la conciencia está siempre presente, nos damos cuenta de que la conciencia es nuestra verdadera identidad. Esto libera de forma natural y sin esfuerzo la tendencia a identificarnos con las diversas apariencias que van y vienen dentro de la conciencia. En las apariencias se incluyen pensamientos, emociones, sensaciones, estados y experiencias. Hablaremos más sobre las apariencias en capítulos posteriores.

A. Cómo Reconocer la Conciencia

1. Comienza con la conciencia no-conceptual

Cuando primero empezamos a reconocer la conciencia en nuestras vidas, es importante comenzar con la conciencia no-conceptual. ¿Qué es la conciencia no-conceptual?:

No te esfuerces en parar los pensamientos. Cuando el siguiente pensamiento que tengas se agote de forma natural, simple y suavemente observa el espacio no-conceptual que queda una vez que el pensamiento desaparece. Descansa ahí por un momento, sin etiquetar tu experiencia o tener que saber nada acerca de la vida. Esa es la conciencia no-conceptual.


El ser humano está acostumbrado a depender en gran medida de los pensamientos, tanto para darle un sentido de sí mismo como para informarle acerca de los demás y del mundo. Pero esta tendencia habitual a confiar en el pensamiento crea una creencia en la separación. Cuanto más aprendemos, repetimos, y dependemos de los conceptos, más sentimos realmente cómo los conceptos están señalando cosas separadas.

Esta creencia en la separación es la causa subyacente del sufrimiento humano, la búsqueda, y el conflicto. Es la razón por la que nos experimentamos a nosotros mismos como personas separadas en un mundo de otras personas y cosas separadas. A medida que surjan los pensamientos, hay una tendencia a creer que señalan cosas separadas (por ejemplo, yo, tú, nosotros, ellos, manzanas, países, la luna, átomos, suegras, etc).

Este sistema de creencias se encuentra en el núcleo mismo del sufrimiento personal. El sufrimiento personal proviene de la fuerte identificación con la corriente de pensamientos de nuestra mente. Si esa corriente de pensamientos es negativa, experimentamos sufrimiento emocional y mental. Este sistema de creencias es también la causa de la búsqueda humana. Cuando nos vemos a nosotros mismos como seres separados, pensamos en nosotros mismos como historias separadas existentes en el tiempo. En esta historia, el pasado se siente incompleto. En cada punto de la historia, nos encontramos en medio de una película inacabada llamada, "Mi Vida". El pasado aún no ha concluido y parece que se necesita el futuro para esta conclusión. Esto resulta en la búsqueda constante hacia el futuro. La creencia en la separación es la razón por la que a menudo estamos persiguiendo la satisfacción en el futuro, pero nunca encontramos esa satisfacción de alguna forma permanente.

Este sistema de creencias es también la razón por la que experimentamos conflictos con otros seres humanos. La separación nos hace sentir "desconectados" de otras personas y de la vida misma. Cuando nos sentimos como objetos separados, creemos que otros objetos (por ejemplo, personas, lugares y cosas) tienen el poder de amenazar o disminuir lo que somos. Esto hace que queramos tener la razón y que otros estén equivocados. Al tener la razón, nos agrandamos, fortaleciendo el sentido del yo. Esto protege el frágil centro del yo (es decir, del ego) de sentirse disminuido o amenazado. Por desgracia, esta es precisamente la razón por la que nos encontramos en conflicto. Por cada razón, hay una equivocación y por lo general es "el otro" el que está equivocado.

Para la mayoría de los seres humanos, los pensamientos suceden muy rápidamente, uno tras otro, y llevan tal fuerza o impulso que la corriente de pensamientos parece incontrolable. Hay una sensación de que no podemos desconectarla. A lo largo del día, esa corriente de pensamientos manifiesta todo tipo de juicios, opiniones, creencias, posiciones mentales, críticas, y otros conceptos. La corriente de pensamientos tiene un sentido auto-investido propio. Consultamos esa corriente de pensamientos para saber quién y qué somos ―incluyendo nombre, historia, recuerdos, creencias, familia de origen, afiliación política, y todos los otros pensamientos acerca de nosotros mismos. Una gran parte del pensamiento es egocéntrico. El centro del yo es el objeto principal de nuestra experiencia. El término centro del yo, en Living Realization, se refiere a la sensación de ser una persona separada en el tiempo y el espacio. Hablaremos más sobre el centro del yo en el Capítulo Tres: Pensamientos.

El objetivo de Living Realization no es desconectar esa corriente de pensamientos de forma permanente. Aunque podemos experimentar un aquietamiento de la mente, Living Realization no trata de tener una experiencia completamente no-conceptual de la vida. Los pensamientos son parte de la vida.

Los pensamientos cumplen la función de identificar las cosas para propósitos convencionales. Por ejemplo, ¿cómo sabríamos cortar el césped si no fuéramos capaces de determinar que hay una persona, una cortadora de césped, y un césped que necesita ser cortado? ¿Cómo sabríamos cómo conducir un coche, limpiar la casa, o pagar los impuestos?

Living Realization está diseñado para ayudarte a terminar con la creencia en la separación, no a deshacerte del pensamiento. Cuando esa creencia desaparece, se ve que el pensamiento no es sólo inofensivo, sino una herramienta valiosa para la vida. Es un aspecto inseparable dentro de la conciencia, lo que significa que no es más que conciencia. Hablaremos más sobre la inseparabilidad más adelante en el texto.

Una vez que ya no nos identificamos con los pensamientos, ni creemos que están indicando cosas existentes separadas, lo que queda es el aspecto funcional y convencional del pensamiento (por ejemplo, cortar el césped, hablar con un amigo, comprar comida en el supermercado, y enseñar a un niño).

Aunque el fin último de Living Realization no es deshacerse del pensamiento, te animamos a comenzar con la conciencia no-conceptual en el principio. Reconociendo la conciencia no-conceptual se interrumpe la creencia en la separación. Proporciona una relajación y liberación de la historia del pasado, presente y futuro que está constante e incontrolablemente representándose a sí misma en la cabeza (es decir, el centro del yo).

A través del reconocimiento de la conciencia no-conceptual, llegamos a ver que no tenemos que depender tanto del pensar. Simplemente podemos ser la conciencia. Esta es la forma de vivir más sencilla y sin esfuerzo. En Living Realization, llegamos a experimentar la conciencia como algo natural, sin esfuerzo, y siempre presente. A medida que experimentamos la conciencia no-conceptual, nuestras historias son vistas como menos importantes en nuestras vidas. Por lo tanto, el egocentrismo naturalmente desaparece. Llegamos a ver la conciencia como nuestra verdadera identidad. Este reconocimiento ofrece paz, libertad, sabiduría, alegría y bienestar que hemos estado buscando en nuestras vidas.

¿Qué queremos decir con reconocer la conciencia no-conceptual? La conciencia no es un concepto. La palabra "conciencia" es un concepto que va y viene dentro de la conciencia que ve ese y todos los demás conceptos. Todos los conceptos, y otras apariencias, van y vienen dentro de la conciencia. Reconociendo esto desde el principio ayuda mucho para evitar la confusión.

Vale la pena repetir la explicación de la conciencia no-conceptual:

No te esfuerces en parar los pensamientos. Cuando el siguiente pensamiento que tengas se agote de forma natural, simple y suavemente observa el espacio no-conceptual que queda una vez que el pensamiento desaparece. Descansa ahí por un momento, sin etiquetar tu experiencia o tener que saber nada acerca de la vida. Esa es la conciencia no-conceptual.


Si tienes alguna dificultad con lo señalado arriba, empieza con algo más simple la primera vez. Lleva tu atención, una y otra vez durante todo el día, a la sensación de presencia que sientes en el pecho o cuerpo interior. Simplemente vuelve a esa sensación en varias ocasiones, con la mayor frecuencia posible. Observa que ahí no hay pensamiento. Sólo hay una sensación de presencia. Simplemente descansa cada vez que experimentas ese espacio interior. Cuando reposas ahí cada vez más, comienzas a notar que este espacio es naturalmente no-conceptual. No tienes que pensar en el espacio. Simplemente está ahí. Y no hay más que darse cuenta y descansar como ese espacio interior durante todo el día. Cuando reposas ahí más y más, el espacio parece expandirse. Empieza a abarcar más de tu experiencia. Empiezas a notar que ese mismo espacio en tu pecho está también en las piernas, brazos y en la cabeza. La voz en tu cabeza, que está reproduciendo un pensamiento tras otro, se ve que está ocurriendo dentro de este espacio. Te das cuenta de que este espacio es lo que oye esa voz. Así que este espacio comienza a sentirse cada vez más como lo que realmente eres. Los pensamientos empiezan a parecer cada vez menos como lo que tú eres.

Incluso comienzas a notar que la espaciosidad que estás experimentando en tu cuerpo y mente es la misma espaciosidad fuera de tu cuerpo y mente. Empiezas a notar este espacio presente no-conceptual donde quiera que vayas, sin importar dónde te encuentres. Lo notas en tu casa, en el trabajo, en compañía de otros, y cuando estás solo. Descubrirás que este espacio está siempre presente. Experimentas su tranquilidad natural. Y esta tranquilidad te atrae hacia ella, una y otra vez. Se siente como en casa. Esta es una paz que sobrepasa todo entendimiento. Incluso si trataras de entenderla, sería un pensamiento tratando de hacer eso. El pensamiento sería sólo una apariencia temporal que va y viene dentro de este espacio estable, siempre presente. Ese pensamiento no puede entender este espacio. Lo primero y más importante que hay que hacer en Living Realization es hacer de este espacio presente y tranquilo lo más importante en tu vida. Regresa ahí a menudo hasta que el regreso se vuelva automático. Se volverá automático porque la paz dentro de ese espacio tiene un fuerte poder de atracción hacia ella.

Si olvidas lo que significa la conciencia no-conceptual, simplemente vuelve a este capítulo y lee los párrafos anteriores. Marca esta página si es necesario.


2. ¿Es el reconocimiento de la conciencia no-conceptual una práctica?

Conócete y Acéptate


Una necesidad o un objetivo de cualquier persona es conocerse y aceptarse uno mismo. Para ello es preciso mirar hacia dentro con realismo, calma y sin miedo. El saber quién es y cómo es uno facilita el camino y lo hace más gratificante. Para sentirnos bien es importantísimo conocer nuestra forma de ser y de actuar, también nuestros puntos positivos como los negativos y estar motivados para aumentar ese conocimiento, pero no de manera obsesiva.


Es muy importante quererse uno mismo, lo has escuchado muchas veces y lo sabemos desde la infancia pero… ¿de verdad lo haces?, ¿de verdad te aceptas a ti mismo o te preocupas más por complacer y agradar a los demás?, ¿tienes claros tus gustos, tus preferencias, tus principios…?


Se escucha demasiado que debemos tener éxito, ser un buen ingeniero, un buen arquitecto, un buen lo que sea para ganar mucho dinero. Se vive entonces con la presión excesiva de ser más y mejor que los demás, destacar sobre los otros. Sacar las mejores notas, tener las mejores cosas. Al final, lo que a uno le hace infeliz es darse cuenta de haberse olvidado de quién es en realidad. Y entonces, empieza a surgir esa rabia y resentimiento por no haber podido ser quien eres en realidad.


Pero eso puede cambiar desde este momento, en el momento en el que uno se plantea ser exactamente quien uno es, ni más ni menos, y sentirse muy orgulloso de la persona que es, porque si hay algo que mejorar se mejora. Recuerda que no se puede cambiar nada que antes no ha sido aceptado.

Todos somos diferentes, todos somos especiales. Cada uno tiene su forma de ser y de entender las cosas, esto viene condicionado por el desarrollo de tu vida desde el día en que naces; infancia, adolescencia, familia, gente que va formando parte de tu vida, incluso gente con la que solo coincides una vez, todo esto y muchas cosas más crearán tu personalidad.

Hay tanta variedad de personalidades como personas existen en el mundo, puedes tener características similares pero nunca serás igual a otra. El empeño de algunas personas por imitar a otras no es nada bueno, para ser feliz y aceptarte debes ser tú mismo, ser natural, sentirte bien con lo que hagas, no dejarte llevar por la manipulación de la gente, los medios, etc.
Generalmente hay dos tipos de personalidad, aunque como ya hemos dicho la variedad es infinita (tantas como personas).

– Personalidad fuerte; son aquellas personas que tienen muy claros sus preferencias, sus principios, sus objetivos en la vida, estas personas son difíciles de manipular porque saben lo que quieren. Estas personas pueden con casi todo.

– Personalidad débil; son aquellas personas que no se paran a reflexionar sobre lo que de verdad les gusta, cambian continuamente de ideas, de principios y son fácilmente manipulables, no tienen claro lo que quieren y se dejan llevar, su único fin es gustar a todo el mundo, y esto, aparte de estúpido es imposible.

Por que finalmente NO habrá Nuevo Orden Mundial en La Tierra.


No me agrada darle demasiado bombo a estos tipos, aquellos que trabajan por y para el lado negativo, pero soy consciente de que hay muchas personas que se preocupan y siguen minuciosamente la agenda de estos grupos. Si de verdad queremos beneficiar al ser humano y acabar de una vez por todas con el sistema impuesto por estos tipos, debemos descentrar nuestra atención de sus objetivos, olvidarnos de sus metas y cegarnos ante sus propósitos. Podrás pensar que es una locura, vivir ignorante de lo que la negatividad opera diariamente en nuestra realidad, pero solo debes recordar que ese sistema injusto y esclavista, lo es gracias a que programan a millones de conciencias para crear y conseguir que ese sistema sea real y se mantenga vivo.

Enfocando toda nuestra atención en sus propósitos y centrando nuestro potencial en sus objetivos, lograremos que eso que se proponen se haga realidad sin remedio, por obra y gracia nuestra. Somos su herramienta y saben como canalizar todo nuestro poder, para lograr lo que se proponen, para ello disponen de todos los medios mediáticos a su alcance. Nos tiramos horas mirando una pantalla y nuestra mente esta constantemente bombardeada con sus consignas que automáticamente y de forma subconsciente ponemos a trabajar, creando aquello que en el fondo mas nos perjudica. No queda lejos cuando se propusieron crear una crisis, durante meses, estuvieron bombardeándonos las 24 horas del día con esa palabra, hasta que finalmente ese estado que querían crear se materializo y golpeo a todo el planeta. Ellos solo se limitaron a ofrecernos el concepto y nosotros nos limitamos a hacer el resto, consiguiendo resultados que aun hoy sufres en tus carnes.



Tranquilo que esto se acabo, afortunadamente hay mucha gente que se ha percatado del juego y están enfocando su atención de forma mas positiva, creando una realidad ligeramente distinta a la que ellos programaron. Desbaratan sus planes y logran alargar sus plazos en esa agenda oscura. Somos muchos los que desviamos nuestra atención de sus objetivos, pero no lo bastantes como para liquidar por completo sus opciones. Debemos ser más y con ese propósito escribo este artículo.

Apaga tu TV, no visites sus webs de noticias, no escuches sus mensajes a través de sus medios de ocio, boicotea sus herramientas mas preciadas, evita centrar tu atención en sus películas, su música, sus eventos de masas, en definitiva los medios que logran distraer tu atención y descentrarte de lo realmente importante. Suelen atraparte con sus consignas estrella, guerra, atentado terrorista, integrismo, homicidio y corrupción. Con estos latiguillos, logran focalizar tu atención y ponerte a trabajar en su agenda como un borrego dócil. Apelan a tu indignación, te quieren permanentemente cabreado, horrorizado y expectante, así es mucho mas fácil sacar de ti todo tu potencial, y crear para ellos ese mundo idílico donde reina el caos y la desigualdad.



Finalmente no se van a salir con la suya, al menos en este planeta. El reino del caos esta próximo a su desaparición, es probable que no te lo parezca a priori, apaga tu TV y levanta la mirada de la pantalla de tu moderno smarthphone, en el mundo real, las personas también colaboran y se ayudan entre ellas, el humano no es ese ser vil, corrupto y desalmado que nos venden en los medios, los salvadores de la humanidad, caminan por la calle y viven de forma anónima. No permitas que consigan que creas que somos insensibles al dolor y al drama, vinimos a este mundo a remangarnos y a echar una mano y cuando todos poco a poco nos percatemos de ello, habremos creado un mundo donde la igualdad, el respeto y la empatía reinen, una sociedad plural hermanada  construida con el ladrillo que habremos colocado cada uno de nosotros.

miércoles, 27 de enero de 2016

Cuando me dejo VIVIR


Cuando la vida me ocurre y la siento,
siento un leve y dulce desplazamiento,
un vaivén habitando en mis brazos,
una onda suave que corre por dentro.

Cuando la vida me ocurre y la siento,
oigo el eco del aterciopelado viento,
el canto del mundo, suave y alto,
una armónica canción que suena dentro.

Cuando la vida me ocurre y la siento,
toco de los cuerpos su aliento,
un vaho de vida que inevitable exalto,
cual conocida caricia y la gozo dentro

Y ese día que me descubrí viva y viviendo… me sentí tan viva.
Tan viva que vivo esa parte de mi que no vive….
Tan viva que no puedo parar de sonreír,
tan viva que no puedo para de vivir

Ese día que me descubrí viva y viviendo…me goce…
Como niña corriendo entre flores.
Como flor mirando al cielo.
Como cielo arropando cuerpos.
Como cuerpo abrazado a mi alma.
Como alma de niña corriendo entre almas de flores…

Ese día que me descubrí viva y viviendo… me revelé.
Qué el dolor es un soplo, pues es fugaz e impermanente…
y acaba dormido en mis manos después de pasearme dulcemente.
Qué el despertar no existe… pues el dormir es un dibujo de un pintor llamado TODO.
Qué la muerte cesó en toda mi vida... sintiéndola como natural sensación de caricia,
como el pequeño punto de un punto y aparte,
como ese efímero espacio entre periodo y periodo.

“Estate atento, ¡no dejes pasar la oportunidad!”



Cuando tengas esa curiosidad interior de una vida sin complicaciones, de dar un freno a la alocada carrera de un acelere constante para llegar “no sé bien adónde, pero que sea rápido”; cuando sientas cuestionarte tus decisiones porque no entiendes “por qué pasa lo que pasa”; cuando luego de vivir tus experiencias de “consumir por consumir”, “comprar por comprar”, “tener por tener”, sigues igual de “vacío”.

 Cuando algo en tu pecho (Corazón) intenta decirte que la experiencia que vives en el presente (da igual el adjetivo que le ponga la mente) es la oportunidad para ver con “otra lente” las cosas; cuando te percatas de la sencillez, abundancia, belleza y generosidad de la Naturaleza y te sientes parte de ella;… Cuando todo esto acontece es porque tu Ser riega en ti agua limpia y fresca para que florezca un cambio y brote en ti la Armonía.

¡Date cuenta! no dejes pasar la oportunidad. ¡Evoluciona! Estate atento para poder ver estas posibilidades, sentirlas, atraerlas y aprovecharlas desde el Ser, siempre desde el Ser.

Eres creador, recuerda. Ajusta el “receptor” para sintonizar las señales y baja el volumen de la mente. Sé más perceptivo, siempre el entorno te está comunicando algo. ¡Intuye! Quita de tu andar los cuestionamientos del ego -preguntas, dudas…- poco a poco, todo a su tiempo y mantente atento.

¡Experimenta!,
de eso se trata. Pero experimenta desde el Ser. Y para poder discernir entre “capricho del ego” o “experiencia del Ser”, debes estar atento. Empieza a romper el muro del miedo que colocaste para “protegerte” porque te dijeron que las cosas eran de una forma y te mostraron una felicidad ficticia, que te la vendieron envuelta en un paquete cual oferta de fin de semana.

¡Expándete!