(1) Reconocer la conciencia
(2) Permitir que todas las apariencias sean como son
(3) Ver que las apariencias son inseparables.
Vamos a empezar con el reconocimiento de la conciencia. El primer y más importante paso en Living Realization es una introducción experiencial directa a la conciencia. Este capítulo se centra sólo en esta introducción experiencial.
En Living Realization, reconocemos la conciencia tan a menudo como sea posible, durante todo el día, todos los días, hasta que el reconocimiento sea inquebrantable y sin interrupciones. Reconocemos la conciencia cada vez que recordemos hacerlo. No importa lo que estemos haciendo ―relajándonos, caminando, estar sentados, trabajando, haciendo ejercicio físico, o acostados en la cama por la noche― dedicamos un momento para reconocer la conciencia.
Al reconocer la conciencia en todas estas situaciones, nos damos cuenta de que la conciencia está ya y siempre presente, independientemente de lo que suceda en nuestras vidas. Esto proporciona una paz y estabilidad que sobrepasa todo entendimiento. Transforma verdaderamente lo que somos. Al ver que la conciencia está siempre presente, nos damos cuenta de que la conciencia es nuestra verdadera identidad. Esto libera de forma natural y sin esfuerzo la tendencia a identificarnos con las diversas apariencias que van y vienen dentro de la conciencia. En las apariencias se incluyen pensamientos, emociones, sensaciones, estados y experiencias. Hablaremos más sobre las apariencias en capítulos posteriores.
A. Cómo Reconocer la Conciencia
1. Comienza con la conciencia no-conceptual
Cuando primero empezamos a reconocer la conciencia en nuestras vidas, es importante comenzar con la conciencia no-conceptual. ¿Qué es la conciencia no-conceptual?:
No te esfuerces en parar los pensamientos. Cuando el siguiente pensamiento que tengas se agote de forma natural, simple y suavemente observa el espacio no-conceptual que queda una vez que el pensamiento desaparece. Descansa ahí por un momento, sin etiquetar tu experiencia o tener que saber nada acerca de la vida. Esa es la conciencia no-conceptual.
El ser humano está acostumbrado a depender en gran medida de los pensamientos, tanto para darle un sentido de sí mismo como para informarle acerca de los demás y del mundo. Pero esta tendencia habitual a confiar en el pensamiento crea una creencia en la separación. Cuanto más aprendemos, repetimos, y dependemos de los conceptos, más sentimos realmente cómo los conceptos están señalando cosas separadas.
Esta creencia en la separación es la causa subyacente del sufrimiento humano, la búsqueda, y el conflicto. Es la razón por la que nos experimentamos a nosotros mismos como personas separadas en un mundo de otras personas y cosas separadas. A medida que surjan los pensamientos, hay una tendencia a creer que señalan cosas separadas (por ejemplo, yo, tú, nosotros, ellos, manzanas, países, la luna, átomos, suegras, etc).
Este sistema de creencias se encuentra en el núcleo mismo del sufrimiento personal. El sufrimiento personal proviene de la fuerte identificación con la corriente de pensamientos de nuestra mente. Si esa corriente de pensamientos es negativa, experimentamos sufrimiento emocional y mental. Este sistema de creencias es también la causa de la búsqueda humana. Cuando nos vemos a nosotros mismos como seres separados, pensamos en nosotros mismos como historias separadas existentes en el tiempo. En esta historia, el pasado se siente incompleto. En cada punto de la historia, nos encontramos en medio de una película inacabada llamada, "Mi Vida". El pasado aún no ha concluido y parece que se necesita el futuro para esta conclusión. Esto resulta en la búsqueda constante hacia el futuro. La creencia en la separación es la razón por la que a menudo estamos persiguiendo la satisfacción en el futuro, pero nunca encontramos esa satisfacción de alguna forma permanente.
Este sistema de creencias es también la razón por la que experimentamos conflictos con otros seres humanos. La separación nos hace sentir "desconectados" de otras personas y de la vida misma. Cuando nos sentimos como objetos separados, creemos que otros objetos (por ejemplo, personas, lugares y cosas) tienen el poder de amenazar o disminuir lo que somos. Esto hace que queramos tener la razón y que otros estén equivocados. Al tener la razón, nos agrandamos, fortaleciendo el sentido del yo. Esto protege el frágil centro del yo (es decir, del ego) de sentirse disminuido o amenazado. Por desgracia, esta es precisamente la razón por la que nos encontramos en conflicto. Por cada razón, hay una equivocación y por lo general es "el otro" el que está equivocado.
Para la mayoría de los seres humanos, los pensamientos suceden muy rápidamente, uno tras otro, y llevan tal fuerza o impulso que la corriente de pensamientos parece incontrolable. Hay una sensación de que no podemos desconectarla. A lo largo del día, esa corriente de pensamientos manifiesta todo tipo de juicios, opiniones, creencias, posiciones mentales, críticas, y otros conceptos. La corriente de pensamientos tiene un sentido auto-investido propio. Consultamos esa corriente de pensamientos para saber quién y qué somos ―incluyendo nombre, historia, recuerdos, creencias, familia de origen, afiliación política, y todos los otros pensamientos acerca de nosotros mismos. Una gran parte del pensamiento es egocéntrico. El centro del yo es el objeto principal de nuestra experiencia. El término centro del yo, en Living Realization, se refiere a la sensación de ser una persona separada en el tiempo y el espacio. Hablaremos más sobre el centro del yo en el Capítulo Tres: Pensamientos.
El objetivo de Living Realization no es desconectar esa corriente de pensamientos de forma permanente. Aunque podemos experimentar un aquietamiento de la mente, Living Realization no trata de tener una experiencia completamente no-conceptual de la vida. Los pensamientos son parte de la vida.
Los pensamientos cumplen la función de identificar las cosas para propósitos convencionales. Por ejemplo, ¿cómo sabríamos cortar el césped si no fuéramos capaces de determinar que hay una persona, una cortadora de césped, y un césped que necesita ser cortado? ¿Cómo sabríamos cómo conducir un coche, limpiar la casa, o pagar los impuestos?
Living Realization está diseñado para ayudarte a terminar con la creencia en la separación, no a deshacerte del pensamiento. Cuando esa creencia desaparece, se ve que el pensamiento no es sólo inofensivo, sino una herramienta valiosa para la vida. Es un aspecto inseparable dentro de la conciencia, lo que significa que no es más que conciencia. Hablaremos más sobre la inseparabilidad más adelante en el texto.
Una vez que ya no nos identificamos con los pensamientos, ni creemos que están indicando cosas existentes separadas, lo que queda es el aspecto funcional y convencional del pensamiento (por ejemplo, cortar el césped, hablar con un amigo, comprar comida en el supermercado, y enseñar a un niño).
Aunque el fin último de Living Realization no es deshacerse del pensamiento, te animamos a comenzar con la conciencia no-conceptual en el principio. Reconociendo la conciencia no-conceptual se interrumpe la creencia en la separación. Proporciona una relajación y liberación de la historia del pasado, presente y futuro que está constante e incontrolablemente representándose a sí misma en la cabeza (es decir, el centro del yo).
A través del reconocimiento de la conciencia no-conceptual, llegamos a ver que no tenemos que depender tanto del pensar. Simplemente podemos ser la conciencia. Esta es la forma de vivir más sencilla y sin esfuerzo. En Living Realization, llegamos a experimentar la conciencia como algo natural, sin esfuerzo, y siempre presente. A medida que experimentamos la conciencia no-conceptual, nuestras historias son vistas como menos importantes en nuestras vidas. Por lo tanto, el egocentrismo naturalmente desaparece. Llegamos a ver la conciencia como nuestra verdadera identidad. Este reconocimiento ofrece paz, libertad, sabiduría, alegría y bienestar que hemos estado buscando en nuestras vidas.
¿Qué queremos decir con reconocer la conciencia no-conceptual? La conciencia no es un concepto. La palabra "conciencia" es un concepto que va y viene dentro de la conciencia que ve ese y todos los demás conceptos. Todos los conceptos, y otras apariencias, van y vienen dentro de la conciencia. Reconociendo esto desde el principio ayuda mucho para evitar la confusión.
Vale la pena repetir la explicación de la conciencia no-conceptual:
No te esfuerces en parar los pensamientos. Cuando el siguiente pensamiento que tengas se agote de forma natural, simple y suavemente observa el espacio no-conceptual que queda una vez que el pensamiento desaparece. Descansa ahí por un momento, sin etiquetar tu experiencia o tener que saber nada acerca de la vida. Esa es la conciencia no-conceptual.
Si tienes alguna dificultad con lo señalado arriba, empieza con algo más simple la primera vez. Lleva tu atención, una y otra vez durante todo el día, a la sensación de presencia que sientes en el pecho o cuerpo interior. Simplemente vuelve a esa sensación en varias ocasiones, con la mayor frecuencia posible. Observa que ahí no hay pensamiento. Sólo hay una sensación de presencia. Simplemente descansa cada vez que experimentas ese espacio interior. Cuando reposas ahí cada vez más, comienzas a notar que este espacio es naturalmente no-conceptual. No tienes que pensar en el espacio. Simplemente está ahí. Y no hay más que darse cuenta y descansar como ese espacio interior durante todo el día. Cuando reposas ahí más y más, el espacio parece expandirse. Empieza a abarcar más de tu experiencia. Empiezas a notar que ese mismo espacio en tu pecho está también en las piernas, brazos y en la cabeza. La voz en tu cabeza, que está reproduciendo un pensamiento tras otro, se ve que está ocurriendo dentro de este espacio. Te das cuenta de que este espacio es lo que oye esa voz. Así que este espacio comienza a sentirse cada vez más como lo que realmente eres. Los pensamientos empiezan a parecer cada vez menos como lo que tú eres.
Incluso comienzas a notar que la espaciosidad que estás experimentando en tu cuerpo y mente es la misma espaciosidad fuera de tu cuerpo y mente. Empiezas a notar este espacio presente no-conceptual donde quiera que vayas, sin importar dónde te encuentres. Lo notas en tu casa, en el trabajo, en compañía de otros, y cuando estás solo. Descubrirás que este espacio está siempre presente. Experimentas su tranquilidad natural. Y esta tranquilidad te atrae hacia ella, una y otra vez. Se siente como en casa. Esta es una paz que sobrepasa todo entendimiento. Incluso si trataras de entenderla, sería un pensamiento tratando de hacer eso. El pensamiento sería sólo una apariencia temporal que va y viene dentro de este espacio estable, siempre presente. Ese pensamiento no puede entender este espacio. Lo primero y más importante que hay que hacer en Living Realization es hacer de este espacio presente y tranquilo lo más importante en tu vida. Regresa ahí a menudo hasta que el regreso se vuelva automático. Se volverá automático porque la paz dentro de ese espacio tiene un fuerte poder de atracción hacia ella.
Si olvidas lo que significa la conciencia no-conceptual, simplemente vuelve a este capítulo y lee los párrafos anteriores. Marca esta página si es necesario.
2. ¿Es el reconocimiento de la conciencia no-conceptual una práctica?
Que el reconocimiento de la conciencia no-conceptual sea una práctica o no, depende de la persona. Para algunos, una muestra del reconocimiento de la conciencia no-conceptual es todo lo que necesitan. Ellos no tienen que seguir visitando o regresando al reconocimiento de la conciencia. Esa primera experiencia les revela que la conciencia es su identidad real. A partir de ese momento en adelante, la conciencia se ve que es siempre presente y todas las apariencias se ven que van y vienen sin esfuerzo y de forma inseparable dentro de la conciencia.
Otros puede que tengan varias veces que tomar breves momentos de descanso o de reconocimiento de la conciencia no-conceptual, volviendo una y otra vez hasta que se estabiliza y se experimenta como siempre presente. Si ves que necesitas tomar estos breves momentos, observa que las primeras veces que tomas un breve momento, la experiencia puede durar sólo un segundo o unos pocos segundos. Eso está bien. Has saboreado la conciencia. Eso es todo lo que te pedimos que hagas al principio. Te invitamos a disfrutar de la conciencia no-conceptual de forma regular, tan a menudo como sea posible durante todo el día, todos los días, no importa donde estés o lo que estés haciendo. A medida que continúas haciendo esto, se hace cada vez más fácil descansar en la conciencia no-conceptual. La fuerza y el impulso del pensamiento pueden ser tan fuertes al principio que todo lo que puedes hacer es tomarte breves momentos. Pero a medida que tomas cada vez más breves momentos, sin dejar de descansar en la conciencia no-conceptual tan a menudo como puedas durante el día, los momentos se harán cada vez más largos. Con el tiempo, se vuelve muy natural y sin esfuerzo volver a la conciencia. En algún momento, se detiene la sensación de que es una práctica que estás haciendo. La conciencia se ve que es siempre presente ― no algo que visitas, no algo que practicas, sino lo que eres en el sentido más profundo.
Esta sencilla práctica de dedicar repetidamente breves momentos para reconocer la conciencia proporciona un descanso del constante pensar, y te pone en la posición perfecta para empezar a ver que no tienes que identificarte con todos los pensamientos, emociones, sensaciones, estados y experiencias que vienen y van temporalmente dentro de la conciencia. También te coloca en la posición perfecta para comenzar a mirar realmente en tu experiencia y ver si la separación es real o si es un sistema de creencias. Hablaremos más acerca de acabar con la separación en los capítulos restantes.
3. ¿Qué es exactamente la conciencia?
El resto de este capítulo ofrece una explicación más detallada sobre la conciencia, que nos ayuda a reconocer la conciencia en nuestra propia experiencia directa. La conciencia es el espacio sin límites no-conceptual en lo que todo va y viene. Es la presencia no localizable, sin palabras y libre de pensamiento. Las apariencias van y vienen en la conciencia. Todo lo que sucede en la vida es un aspecto o apariencia de esa conciencia. Por ejemplo, un concepto es una apariencia de (y en) la conciencia. Cuando aparece un concepto, parece referirse a un objeto separado existente. ¿Qué es lo que ve ese concepto? Es la conciencia. Cuando este concepto desaparece, la experiencia de ese objeto existente como una cosa separada también desaparece. Todas las cosas son en realidad pensamientos y sensaciones. Explicaremos más de esto en capítulos posteriores.
La conciencia de que (y en la que) todos los pensamientos van y vienen, no es, en sí misma, un concepto. La palabra "conciencia" apunta a eso que oye la voz en tu cabeza. Cuando esa voz pronuncia la palabra "conciencia", o cualquier otra palabra, eso que escucha ese sonido y ve ese pensamiento es la conciencia real. Por lo tanto, nunca podemos manifestar, expresar, o capturar la conciencia con ninguna palabra o pensamiento. Lo que decimos, expresamos, o pensamos, es un aspecto o apariencia de esta conciencia básica.
Es mejor no tratar de implicarse demasiado en la intelectualización de lo que se entiende por la palabra "conciencia". El enfoque más directo es simplemente descansar, sin pensamiento, de forma regular hasta que se reconozca que el espacio no-conceptual es como la base o trasfondo de nuestra experiencia, antes de que un pensamiento o cualquier otra cosa aparezca.
Intelectualizar la conciencia o el uso de metáforas puede ser útil al principio antes de que tengamos una introducción experiencial de la conciencia. Pero teniendo claro, desde el principio, que el hecho de que no podamos manifestar, expresar o capturar la conciencia con ninguna palabra o pensamiento puede contribuir mucho a reducir la tendencia de tratar de entender o intelectualizar la conciencia. Nadie entiende la conciencia. No es una cosa. Recuerda: los seres humanos tienden a depender mucho del pensamiento. En Living Realization, llegamos a ver el pensamiento como algo que va y viene dentro de lo que realmente somos ― la conciencia. Nuestras mejores ideas y descripciones de la conciencia son conceptos que van y vienen dentro de la conciencia. No importa cuán profundos o ridículos son nuestros conceptos sobre nosotros mismos, los amigos, la familia, la sociedad, la ciencia, Dios, la iluminación, la auto-realización, los negocios, la religión, la filosofía, la cultura, la política, o cualquier otra cosa..., no son la conciencia en la que la conceptos van y vienen.
En Living Realization, también a veces nos referimos a la conciencia como el "puro ver" dentro del cual todos los pensamientos, emociones, sensaciones, estados y experiencias van y vienen. Al referirnos a la conciencia como el ver, no nos estamos refiriendo a la visión o vista física. La vista es un sentido, al igual que el tacto es un sentido. Todos los sentidos son apariencias que van y vienen dentro de la conciencia. Consulta el Capítulo Cinco: Sensaciones, para más información sobre la vista y otros sentidos.
Si abrimos los ojos, vemos visualmente colores, formas y cosas. Eso es visión visual. Si cerramos los ojos, todos los colores, formas y cosas desaparecen. La conciencia es la que está presente y despierta tanto para los colores, formas y cosas que aparecen cuando nuestros ojos están abiertos como para la ausencia de esos colores, formas y cosas cuando nuestros ojos están cerrados. El ver, en Living Realization, no es sólo la visión de colores, formas y objetos que parecen encontrarse fuera del cuerpo y la mente, sino también los pensamientos, emociones y sensaciones que parecen encontrarse dentro del cuerpo y la mente. La conciencia es la que ve todas esas cosas internas y externas que aparecen y desaparecen. Mientras que todas estas cosas van y vienen, la conciencia permanece siempre presente. Es por eso que el reconocimiento de la conciencia proporciona estabilidad en nuestras vidas en todos los niveles. Ya no sentimos que nuestro sentido de ser está envuelto en las diversas apariencias temporales que van y vienen. Llegamos a conocer nuestra verdadera identidad como algo más estable y siempre presente.
También puede ser útil hacer referencia a la palabra "ser" en lugar de conciencia. Es difícil de refutar el simple hecho de ser que es siempre presente. Está presente cuando nuestros ojos están abiertos y cuando están cerrados, cuando estamos despiertos y cuando estamos dormidos, cuando estamos pensando y cuando no estamos pensando. Independientemente de la palabra que elijamos para referirnos a la conciencia, averigua qué aspecto de tu existencia nunca va y viene. Los pensamientos, emociones, sensaciones, estados, experiencias, objetos, colores, sonidos, y todos los demás fenómenos van y vienen. No importa lo que va y viene, el simple hecho de ser permanece presente y aquí. Eso es conciencia.
En Living Realization, queremos evitar hacer hincapié en algún pensamiento dentro de nuestras historias personales con el fin de reconocer la conciencia. La conciencia es como el ver en el que cada pensamiento sobre nosotros mismos (del pasado, presente o futuro) va y viene. La conciencia no puede ser reconocida refiriéndote a un momento anterior cuando reconociste la conciencia o proyectándote hacia un momento futuro cuando esperas que podrás reconocer la conciencia más claramente. La conciencia es siempre un presente ver. Ocurre sólo en el espacio de este momento. Los pensamientos del pasado y del futuro van y vienen dentro de este espacio presente de la conciencia. Recuerda, la conciencia es la que ve estos pensamientos que van y vienen. Si te encuentras haciendo hincapié en los pensamientos del pasado y del futuro, simplemente deja que esos pensamientos se agoten. ¡Párate ahí! Reconoce la conciencia no-conceptual que automáticamente está presente sin esfuerzo cuando esos pensamientos se terminan.
Dedica un momento ahora mismo y reconocer la conciencia. Mantenlo simple y deja que todas las ideas anteriores desaparezcan por un momento. Deja que todas las ideas que has aprendido sobre ti mismo, los demás, el mundo y la conciencia se terminen ahora mismo.
Simplemente reconoce lo que está intemporalmente despierto y mirando. Olvida todo lo que se ha dicho en este texto hasta el momento. Sólo tienes que soltar todo y mirar en el hecho presente de tu propio ser. Esta conciencia no-conceptual ha estado ahí toda tu vida. Es la única cosa sobre ti que nunca se ha ido ni venido. Muchos conceptos se han ido y venido. Muchas emociones, sensaciones, estados y experiencias se han ido y venido. Pero esta conciencia siempre ha estado aquí. Siéntela. Descansa en ella. Mientras descansas en ella, si surge un pensamiento, simplemente déjalo pasar. Déjalo que se vaya y desaparezca. Descansa nuevamente en el presente ver o espacio (o la palabra que prefieras). No es necesario pensar o analizar ninguna de las palabras de esta página.
La conciencia es más afín a la página en blanco en la que aparece este texto que cualquier puntero que aparece en ella. ¡Ahora suelta ese puntero también! De hecho, mientras lees el resto del texto de Living Realization, periódicamente dedica algunos momentos en los que te olvidas de lo que dice el texto. Simplemente relájate y descansa en la conciencia no-conceptual. Luego regresa al texto o no. El valor de este texto no se encuentra en memorizar los conceptos. El valor está en ver que el texto apunta o señala a lo que tú eres en el sentido más básico. Para reconocer esta presencia básica, puede que no necesites el texto por más tiempo. Cualquier buena enseñanza se auto-destruye de esa manera, haciendo que ya no sea necesaria. Es importante reconocer la conciencia por tu propia experiencia directa. Es el descubrimiento más importante que puedes hacer en tu vida. Memorizar este texto simplemente te da más información, más conceptos.
La conciencia está tan inmediatamente presente aquí y en todas las situaciones que en repetidas ocasiones se pasa por alto cuando nos enfocamos en nuestra historia personal y otras ideas e imágenes que aparecen en la conciencia. ¿Qué es lo que está aquí que nunca se mueve o cambia, que nunca va y viene? Puede haber una tendencia a pasar por alto este hecho básico y, en cambio, buscamos en las diversas cosas que se mueven a través de la conciencia, tales como objetos, pensamientos, emociones, sensaciones, estados y experiencias. Si ves que te ocurre esto, haz las cosas fáciles. Simplemente detente, cuando veas que eso ocurre, y reconoce la conciencia básica y no-conceptual que es inseparable del momento presente. Haz esto tantas veces como sea posible, hasta que se vea que la conciencia está siempre presente, no importa lo que está sucediendo.
La conciencia está siempre disponible, no importa lo que esté ocurriendo en nuestras vidas. En Living Realization, no hacemos del reconocimiento de la conciencia una práctica que hacemos sólo por la mañana o por la noche. Si tratamos el reconocimiento de la conciencia de esta manera (como una práctica) se tiende a compartimentar la vida en el reconocimiento de la conciencia por la mañana y vivir en el "mundo real" el resto del día. La conciencia está siempre presente. Está presente durante el trabajo, durante el tiempo con la familia, y en cualquier otro lugar y tiempo de nuestras vidas. No reconocemos la conciencia sólo cuando estamos en lugares tranquilos o libres del estrés cotidiano de nuestras vidas ocupadas. Nosotros "verificamos" la conciencia en todas las situaciones. Reconocemos la conciencia cuando las cosas van bien y cuando la vida va mal. Tomemos un momento, no importa dónde estemos o lo que estamos haciendo. Soltamos todas nuestras etiquetas sobre la situación que actualmente está sucediendo y descubrimos por nosotros mismos que la conciencia está aquí, siempre.
Toma un momento ahora y prueba esto. Suelta incluso las palabras "conciencia", "presencia", "ser" y cualquier otro puntero que has leído en este texto o en otra enseñanza. Deja que cada palabra, en cada frase, simplemente desaparezca en este texto. No mires hacia atrás a lo que acabas de leer. Deja que todos los pensamientos se terminen. Simplemente descansa aquí por un momento. Simplemente sé, sin ningún tipo de pensamientos. Tómate un momento para eso.
por Scott Kiloby
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