domingo, 10 de abril de 2016

Los Versos de Oro Pitágoras



Honra, en primer lugar, y venera a los dioses inmortales,
a cada uno de acuerdo a su rango.
Respeta luego el juramento, y reverencia a los héroes ilustres,
y también a los genios subterráneos:
cumplirás así lo que las leyes mandan.
Honra luego a tus padres y a tus parientes de sangre.
Y de los demás, hazte amigo del que descuella en virtud.
Cede a las palabras gentiles y no te opongas a los actos provechosos.
No guardes rencor al amigo por una falta leve.
Estas cosas hazlas en la medida de tus fuerzas,
pues lo posible se encuentra junto a lo necesario.
Compenétrate en cumplir estos preceptos,
pero atiénete a dominar ante todo las necesidades
de tu estómago y de tu sueño,
después los arranques de tus apetitos y de tu ira.
No cometas nunca una acción vergonzosa,
Ni con nadie, ni a solas: Por encima de todo,
respétate a ti mismo.
Seguidamente ejércete en practicar la justicia,
en palabras y en obras,
Aprende a no comportarte sin razón jamás.
Y sabiendo que morir es la ley fatal para todos,
que las riquezas, unas veces te plazca ganarlas
y otras te plazca perderlas.
De los sufrimientos que caben a los mortales por divino designio,
la parte que a ti corresponde, sopórtala sin indignación;
pero es legítimo que le busques remedio
en la medida de tus fuerzas; porque no son tantas las desgracias
que caen sobre los hombres buenos.
Muchas son las voces, unas indignas, otras nobles,
que vienen a herir el oído: Que no te turben ni tampoco
te vuelvas para no oírlas. Cuando oigas una mentira,
sopórtalo con calma.
Pero lo que ahora voy a decirte es preciso que lo cumplas siempre:
Que nadie, por sus dichos o por sus actos,
te conmueva para que hagas o digas
nada que no sea lo mejor para ti.
Reflexiona antes de obrar para no cometer tonterías:
Obrar y hablar sin discernimiento es de pobres gentes.
Tú en cambio siempre harás lo que no pueda dañarte.
No entres en asuntos que ignoras, mas aprende lo que es necesario:
tal es la norma de una vida agradable.
Tampoco descuides tu salud, ten moderación en el comer o el beber,
y en la ejercitación del cuerpo.
Por moderación entiendo lo que no te haga daño.
Acostúmbrate a una vida sana sin malicie,
y guárdate de lo que pueda atraer la envidia.
No seas disipado en tus gastos como hacen los que ignoran
lo que es honradez, pero no por ello
dejes de ser generoso: nada hay mejor
que la mesura en todas las cosas.
Haz pues lo que no te dañe, y reflexiona antes de actuar.
Y no dejes que el dulce sueño se apodere de tus lánguidos ojos
sin antes haber repasado lo que has hecho en el día:
“¿En qué he fallado? ¿Qué he hecho?
¿Qué deber he dejado de cumplir?”
Comienza del comienzo y recórrelo todo,
y repróchate los errores y alégre ante los aciertos.
Esto es lo que hay que hacer.
Estas cosas que hay que empeñarse en practicar,
Estas cosas hay que amar.
Por ellas ingresarás en la divina senda de la perfección.
¡Por quien trasmitió a nuestro entendimiento la Tetratkis
la fuente de la perenne naturaleza.
¡Adelante pues! ponte al trabajo,
no sin antes rogar a los dioses que lo conduzcan a la perfección.
Si observares estas cosas conocerás el orden
que reina entre los dioses inmortales y los hombres mortales,
en qué se separan las cosas y en qué se unen.
Y sabrás, como es justo que la naturaleza es una
y la misma en todas partes, para que no esperes
lo que no hay que esperar, ni nada quede oculto a tus ojos.

¿Qué es el Ego?


“Buscar la perfección significa buscar la propia esencia.“

¿Por qué crees que estás fuera de lo que te sucede? ¿A qué se debe que ves tus asuntos y el mundo que te rodea como si no tuvieran que ver contigo? ¿Por qué te sientes insuficiente, inadecuado, imperfecto, y buscas completarte con los demás, con los bienes materiales, con la lectura, con lo que sea? Porque estás manejado por el Ego. ¿Y qué es el famoso Ego?

En palabras simples, es eso que llamas “Yo”: “yo soy Juan, trabajo en tal lado, tengo esta familia, me gusta tal cosa y me cuesta tal otra, tengo un auto, etc.”. Es eso que te define y con lo cual te identificas: “yo soy bueno, generoso, celoso, esforzado, malhumorado”. En otra perspectiva, el Ego es una herramienta del Alma. Aquí, vamos abriendo el panorama. Tú eres un Espíritu (una chispa de Dios/Diosa), que tiene un Alma (un Ser único que organiza sus experiencias en múltiples dimensiones en su travesía como co-creador), que tiene un Ego (un instrumento operativo en este planeta).

¿Qué implica este Ego? 

Al manifestarse a través de un cuerpo, éste lo condiciona de muchas formas:

• tiene miedo de las enfermedades y de la muerte (el cuerpo se desintegra, el alma es eterna);
• se siente separado, ya que considera al “otro” como un sujeto distinto y alienado de sí mismo;
• está limitado, porque el cuerpo tiene ciertas restricciones que no puede superar;
• se considera una entidad solamente física porque los sentidos (sobre todo la vista) así lo muestran, por lo que separa lo material y lo espiritual;
•  por definición, siempre le falta algo, por lo que busca la perfección, la completitud, la valoración en el afuera;
• como no está conectado a la fluidez y abundancia del Universo, logra sus metas a través del control, el esfuerzo y la lucha;
• cree, por la sociedad en la que vive, que sólo tiene esta vida y luego o no hay nada o hay un mundo espiritual que lo enjuiciará por lo que hizo en esta única vida.

El Ego, al ser operativo, sólo sabe HACER, ya que el SER es dominio del Alma. Esto significa que, cuando se presenta un inconveniente, tu Ego cree que vino de afuera, ya que no se sabe parte de un Todo, no cree que atraiga según su vibración, se ve separado y débil frente a la magnitud de lo que lo rodea. Entonces, busca desesperadamente qué hacer, cómo salir de ese problema y, generalmente, es exitoso en términos de moverse y escapar de lo que lo lastima. Lo que no ve es que solamente está agrandando el problema, emparchando la situación, dificultando el proceso.

¿Cuándo saldrás de este círculo vicioso? Cuando despiertes a esta verdad, cuando seas conciente de que eres un Ser espiritual en una experiencia humana. Mientras continúes dormido, repetirás incesantemente los juegos del Ego, los que aprendió en la infancia. Tus Niños Internos (o los traumas que atravesaste, o los Aspectos que surgieron de ellos -como los quieras considerar-) son las formas en que el Alma organiza sus aprendizajes en esta encarnación. Por eso, son tan persistentes e intensos.

Al ser emocionalmente resistentes, crees que no puedes con ellos, te sientes vulnerable y te llenas de defensas para protegerte del dolor y la fragilidad. Sin embargo, cuando puedes enfrentarlos y considerarlos como esas maravillosas oportunidades de expansión y creatividad que son, iluminas esas sombras y accedes a fuentes de amor, poder y serenidad inimaginables… las del Alma.

¿Qué es el Ego?

sábado, 9 de abril de 2016

Yo Soy, el Yo Soy («YO SOY», es la Perfección) 2ª parte


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE

La primera cosa en la mañana di: «Yo califico todo en mi Mundo este día con la Perfección porque YO SOY la Perfección». «Yo califico esta mente y cuerpo con la Perfección Absoluta y me niego a aceptar cualquier otra cosa».





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SINCRONICIDADES EN LA VIDA DIARIA


Diariamente en diversos lugares del mundo suceden hechos aparentemente fortuitos que cambian el rumbo de muchas vidas, que obliga a sus protagonistas a considerar la posibilidad de que una “inteligencia superior” organiza la realidad que habitamos.

Pasemos a los hechos:
El astrónomo galo Camille Flammarion, destacó el episodio vivido por el poeta Emile Deschamps que arrancó en su infancia. El niño probó en Orleans por primera vez un budín de ciruela que había sido cocinado para un tal Fontgibu a quien ni conocía. Diez años más tarde caminando por el bulevar Poisonière de Parìs, Deschamps vio en el escaparate de un restaurante un budín de ciruela que tanto le gustaba por lo que decidió entrar para pedir una porción.

 Cuando se sentó y realizó el pedido, la propietaria le dijo que debía esperar, se acercó a la mesa en que estaba otro parroquiano y le preguntó “Señor Fontgibu, ¿Tendría usted la amabilidad de compartir su budín de ciruelas con este caballero?”

Pero la historia, no finaliza aquí, Deschamps no supo nada más de este Señor Fontgibu. Hasta que unos años después unos amigos suyos de Parìs le invitaron a cenar. Todo transcurría con apacible “normalidad”, hasta que la anfitriona anuncia en voz alta que como postre se van a deleitar con un budín de ciruelas. Entonces el poeta risueñamente se explayó en el relato del excepcional suceso de tiempo atrás, afirmando “no me extrañarìa que el Sr Fontgibu acudiera a la cena”. Pues bien, mientras se servía el postre, alguien llamò a la puerta del inmueble. Y era el anciano Señor Fontgibu que había sido invitado a otro apartamento del mismo edificio y por error había confundido con éste.

Azar, casualidad, coincidencias, causalidad, sincronicidad . . . sigamos con otro relato.

El conocido actor Anthony Hopkins relata algo que le sucedió: cuando le propusieron un papel en una película basada en el libro de George Feifer, “The girl from Petrovka”, se empeñó en leer la obra pero en todas las librerías de Londres a las que fue, estaba agotado. Tiempo después yendo en el Metro de Londres en el asiento de al lado un libro estaba abandonado, lo levantó y era “The girl from Petroka”. Se trataba de una edición llena de notas adicionales en los márgenes. Lo cual le sirvió especialmente para su papel. Dos años después cuando se comenzó a rodar el film y estando en el estudio de grabación descubrió, que el dichoso libro era de George Feifer a quien pudo restituir el libro viajero.

Algunos dicen que el punto de este escurridizo asunto es el cálculo de probabilidades.

No menos extrañas fueron las circunstancias que rodearon el desembarco de Normandía. Aquella operación fue uno de los secretos mejor guardados de los aliados y a cada clave del plan se le dio un nombre falso: la invasión Overlord, las playas donde se desembarcarìa Omaha y Utah, a la vanguardia de los barcos se la llamó Neptune y a los puertos Mulberry. Durante los 33 dìas previos a la invasión, todas estas palabras aparecieron en los crucigramas en del Daily Telegraph de Londres, lo que hizo sospechar de un espía nazi en la redacción . . . que nunca existió.

Extraido de la revista Mas Allá de Nicholas Green.


Por último en el editorial de la misma revista relatan este otro hecho:

viernes, 8 de abril de 2016

Laniakea


Entre la locura emocional de la humanidad que incursionamos día a día, vemos como cada vez se hace más necesario, diría imprescindible tomar el camino de regreso al hogar, pero nuestro concepto 3D muchas veces es insuficiente para definir hogar.

La matriz externa a nuestro ser tiene muchas capas, tal vez en un mismo día si nos movemos un poco (relaciones, trabajo, actividades comunitarias, etc), atravesamos distintos desafíos a nuestro centro, en forma de emociones, estímulos para las mismas, o imágenes fugaces de juicio (si es que somos conscientes).

Cuando descubrimos esto se nos abre un extenso panorama de experiencias para nuestro ser interno, poco acostumbrado a pasearse desnudo por estos planos de forma consciente. Por supuesto que el grado de consciencia determina la experiencia, pero siempre es un paso más hacia el Hogar, que puede estar aquí mismo, ahora.

Aun así, con todo lo leído, con todo lo aprendido, la tarea para los que llevamos varios años de este presente y presumiblemente –ya que de momento solo lo intuyo y lo sueño- somos almas viejas, resulta en un movimiento y reacomodación de estructuras internas continuo y rapsódico, sin duda reconociéndome en el Uno a cada momento, con cada persona, animal, planta, ser vivo… La Sopa de Dios, del Universo… y al mismo tiempo observando el panorama de lo que se presenta en lo externo, viendo el conflicto terrenal al desnudo y con una prístina claridad su luz central que al mismo tiempo se disuelve en mi trayéndome la paz. El Instante Santo.

Entonces cada día dirijo mi atención a este presente lleno de desafíos, intercambio posibles conocimientos en textos de Maestros y de hermanos de buena voluntad, y en ese intercambio, al hacerse a través de esta matriz de capas, lo que llega al otro, al prójimo, es a través de esas capas porque entiendo que cada uno de nosotros tenemos nuestro propio discurrir por esta experiencia de vida, ¿cómo saber qué siente el otro?…

Somos espíritu usando varios vehículos experienciales

Los ‘quiero’ y ‘necesito’ de este juego, los despliego desde las pequeñas cosas. Anhelo un jardín y para no tener que esperar a tenerlo porque vivo en un piso, germino en macetas y tiestos todo lo que pueda cuidar, y hablar con los retoños y veteranas y ya exuberantes plantas. Legado materno. Le encontré el sentido a su amorosa afición por las plantas y a los ‘yuyos’ medicinales. No todas las transmisiones familiares son meramente negativas o positivas, es una marea más en las capas de la historia personal, y aunque no seamos el personaje, en las diferentes capas puede hacerse necesario, te manifiestas desde ti a través de las capas o adaptado a ellas, ahí el desapego es de la necesidad de controlar, hay un nivel macro que se manifiesta cuando actúo desde el ser, aun a través de ciertas partes del personaje. Al menos esto es desde la perspectiva de mi consciencia al escribir el momento, este momento.

Mis construcciones internas, vallas y defensas son partes de las exo-capas que intentan prevalecer después de quién sabe cuantas vidas.

Mucho ha cambiado en estos tiempos y hoy puedo decir que nos hallamos aquí/acá/allá en el Todo, puedo sentir la consciencia del todo, trascendiendo lo transitorio y disfrutando el proceso.

Cuando me entrego y me despliego, y soy yo mismo quien se despliega y se entrega, yo mismo el que observa y se ve a sí mismo, y se acepta, y fluye con la esencia. Y me sorprendo fluyendo con todo en el día, en la vigilia de la luz.

Aquella sensación que en este plano relacionamos con la felicidad infantil de la magia de la vida, ser liviano, volar…el cielo inconmensurable.

Podemos estar hasta arriba de trabajo y obligaciones, siempre dependerá solo de nosotros que ello nos abrume hasta olvidar la magnificencia de estos tiempos en los que no se necesitan las certezas, porque ello no es más que un concepto sin energía. Podemos negar la evidencia, pero esta vida nos alcanza siempre.

Nada me puede apartar del sendero, estoy y estamos creando algo nuevo; todo lo que pensábamos era la vida, sus reglas y valores, se desvanece ante la verdad, la historia personal no es más que una proyección para nuestra experiencia dual, la colectiva en consecuencia, y siento que así es. Siempre recuerdo a Carl Sagan cuando representaba en una gráfica el tiempo lineal entre el big bang y el presente, donde la historia humana conocida ocupa el equivalente a la cabeza de un alfiler en la inmensidad de tiempo…

Ahora sabemos que lo que considerábamos Universo es mucho más vasto que lo imaginable, pensábamos en una época nuestro hogar la Tierra, en otras el Sistema Solar, más adelante nuestra Galaxia la vía Láctea, y hoy es Laniakea un sistema de galaxias con un Gran Atractor hacia el que se dirigen todas las galaxias contenidas en ella, unas cien mil, y se estima que habrá unos seis millones de supercúmulos de galaxias como el nuestro…

Laniakea, Cielo Inconmensurable en Hawaiano, la lengua del sitio del descubrimiento científico, ¿habrán aplicado el hoponopono en sus investigaciones?…

Perdona a los demás y déjalos ser


Las personas se la pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo. La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida… ¡Nadie te ha ofendido! Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren. Y las expectativas las creas tú con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias. Si tu esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, no tienes porqué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que fueron violadas. Y tus ideas son las que te lastiman.

Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual forma y no lo hizo…Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entra las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación. ¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende ni daña a nadie. Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el hábito se desarma. El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las ‘ofensas’.

Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la sociedad y televisión nos enseñan. Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y como deben de actuar los demás.

Una novela que no tiene nada que ver con la realidad. También, las personas son criaturas de inventario. A lo largo de su vida, coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc. y las almacenan en su inventario interior. Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros que las positivas. Y cuando una persona es maltratada por alguien, deja esa experiencia en su ‘inventario’. Cuando conoce a alguien, tiene miedo. Y trata de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que la que la hirió. Saca una experiencia de su inventario negativo. Se pone los lentes de esa experiencia y ve a las nuevas personas y experiencias de su vida, con esos lentes. ¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias negativas.

Y el inventario negativo sigue creciendo. En realidad lo que hace es que te estorba. No te deja ser feliz. Y a medida que se avanza en años, se es menos feliz. Es porque el inventario negativo aumenta año con año. ¿Has visto a las personas de edad avanzada y a los matrimonios con muchos años?

Su inventario es tan grande, que parece que la negatividad es su vida. Una y otra vez sacan experiencias de su inventario negativo ante cualquier circunstancia. Una de las mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer y te dice ‘no’, creas resentimientos por partida doble. Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo vicioso. Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca. Aprenderán de sus errores por sí mismos. Déjalos ser! nadie te pertenece.

Cuando los colonos americanos querían comprarles sus tierras a los Pieles Rojas, estos les contestaron ‘¿Comprar nuestras tierras? ¡Si no nos pertenecen! Ni el fulgor de las aguas, ni el aire, ni nuestros hermanos los búfalos a los cuales solo cazamos para sobrevivir. Es una idea completamente desconocida para nosotros’. Ni la naturaleza, ni tus padres, ni tus hijos, tus amigos o parejas te pertenecen. Es como el fulgor de las aguas o el aire. No los puedes comprar. No los puedes separar. No son tuyos. Solo los puedes disfrutar como parte de la naturaleza. El cauce de un río no lo puedes atrapar. Solo puedes meter las manos, sentir el correr de las aguas entre ellas, y dejarlo seguir.

Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Ámalas, disfrútalas y déjalas ir. Entonces ¿Cómo puedo perdonar?

1) Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las personas y Dios, las que te hieren. Estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA va a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque ellos tienen las suyas.

2) Deja a las personas ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad. Dales consejos si te los piden, pero permite que tomen sus decisiones Es su derecho divino por nacimiento: el libre albedrío y la libertad.

Escuela de Medicina Tradicional Tibetana


La amplitud de nuestra mente condiciona nuestra realidad.
Para la Medicina Tradicional Tibetana el ser humano es un todo formado por un cuerpo y una mente. Ambos interdependientes,  cuya colaboración es fundamental en el equilibrio energético, en la felicidad y en la obtención de una vida longeva y saludable.
sky by noon
La vida en la sociedad occidental nos condiciona a vivir con un ritmo rápido, de elevada exigencia, falta de tiempo de reflexión, que nos empuja hacia el estrés, la ansiedad y una perspectiva cada vez más cerrada. La mente queda así, más empequeñecida.
Una mente más condicionada, con menos libertad, influye en un cuerpo más limitado, con menor vitalidad, más fatiga y cansancio, menor capacidad de recuperación, y al final una vida más corta y con mayores aflicciones.
En la Medicina Tradicional Tibetana existe una técnica que permite dotar de amplitud a la mente, recuperando el control, su espacio y fomentando así, un cuerpo sano y lleno de fuerza para enfocar cada día.
Esta sencilla técnica requiere únicamente unos minutos cada mañana y cada noche, y los beneficios que se obtienen tienen lugar desde el primer día.
La técnica de diluirse en el cielo
sky at dawn
Cada mañana al amanecer observa el oeste del cielo, ve crecer la luz y diluye tu mente en la claridad y el espacio del cielo.
Exhala desde dentro el aire liberando la tensión, soltando el miedo, alejando la pena.
Inspira luz y claridad mientras amanece. Siente crecer en amplitud la mente y prepararte para hacer frente con energía a nuevo día.
Al caer la tarde, observa de nuevo el cielo, desde el este. Siente como la luz se difumina, se cierra, y gana en espacio.
Exhala desde dentro el aire soltando el cansancio, liberando la fatiga física, deshaciendo la tensión del día.
sky at night
Inspira paz, inspira calma mientras decrece la luz y cae la noche. Siente que la mente aprehende el cielo, que se diluye en su vastedad. El cielo nos relaja y nos induce al descanso.