La amplitud de nuestra mente condiciona nuestra realidad.
Para la Medicina Tradicional Tibetana el ser humano es un todo formado por un cuerpo y una mente. Ambos interdependientes, cuya colaboración es fundamental en el equilibrio energético, en la felicidad y en la obtención de una vida longeva y saludable.
La vida en la sociedad occidental nos condiciona a vivir con un ritmo rápido, de elevada exigencia, falta de tiempo de reflexión, que nos empuja hacia el estrés, la ansiedad y una perspectiva cada vez más cerrada. La mente queda así, más empequeñecida.
Una mente más condicionada, con menos libertad, influye en un cuerpo más limitado, con menor vitalidad, más fatiga y cansancio, menor capacidad de recuperación, y al final una vida más corta y con mayores aflicciones.
En la Medicina Tradicional Tibetana existe una técnica que permite dotar de amplitud a la mente, recuperando el control, su espacio y fomentando así, un cuerpo sano y lleno de fuerza para enfocar cada día.
Esta sencilla técnica requiere únicamente unos minutos cada mañana y cada noche, y los beneficios que se obtienen tienen lugar desde el primer día.
La técnica de diluirse en el cielo
Cada mañana al amanecer observa el oeste del cielo, ve crecer la luz y diluye tu mente en la claridad y el espacio del cielo.
Exhala desde dentro el aire liberando la tensión, soltando el miedo, alejando la pena.
Inspira luz y claridad mientras amanece. Siente crecer en amplitud la mente y prepararte para hacer frente con energía a nuevo día.
Al caer la tarde, observa de nuevo el cielo, desde el este. Siente como la luz se difumina, se cierra, y gana en espacio.
Exhala desde dentro el aire soltando el cansancio, liberando la fatiga física, deshaciendo la tensión del día.
Inspira paz, inspira calma mientras decrece la luz y cae la noche. Siente que la mente aprehende el cielo, que se diluye en su vastedad. El cielo nos relaja y nos induce al descanso.
Nuestra salud depende fundamentalmente de la impresión en nuestra mente. Es por ello necesario mimar nuestro mayor tesoro.
Comienza ahora a incorporar este sencillo ejercicio en tu día a día. Podrás observar como tu salud se refuerza y la felicidad se incrementa en tu corazón.
fuente:En paz y calma con el cielo
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