jueves, 19 de enero de 2017

Quién no sabe quererse, no sabrá quererte


Es imposible ofrecer a los demás lo que a nosotros nos falta. Piensa que si no somos capaces de sentir amor por nosotros mismos, será difícil que podamos tener una relación sana con los demás. Quererse a uno mismo es el primer paso para desarrollar una base de confianza y estabilidad con otra persona.

Quererse a uno mismo significa darse la oportunidad de descubrir el gran potencial y la grandeza que lleva dentro. Significa ser sincero con uno mismo, comprometerse con su bienestar. Además, quererse a uno mismo también implica estar atento a las necesidades vitales propias y aceptarnos, respetarnos y amarnos por ser quien somos.


Cuando dejamos de juzgarnos, de criticarnos, de compararnos con los demás, de exigirnos ser diferentes de quienes somos, rompemos con la idea preconcebida que tenemos respecto a nosotros. Esa idea que condiciona nuestra vida y nos lleva a vivir desconociendo una parte importante y valiosa de nuestro ser.


“El hombre que no se valora a sí mismo, no puede valorar cualquier cosa o cualquier persona”
-Ayn Rand-

Aprender a quererse a uno mismo

Para estar en paz con nosotros mismos tenemos que dejar de exigirnos más de lo que realmente somos. Aspirar a mejorar en la vida y como personas es un proyecto indiscutible que todos tenemos que realizar, pero no puede instalarnos en un estado de ansiedad constante en el que lleguemos a despreciar nuestra esencia.


Es positivo que aprendamos a romper con las falsas creencias que condicionan nuestro presente. Solo en el presente podemos actuar y vivir plenamente, y aunque no tengamos todo con lo que soñamos tenemos el poder de cambiarlo actuando acorde con quienes somos. Fantasear con lo que fue el pasado o podrá ser nuestro futuro solo nos aleja de nuestra realidad. Una realidad que nunca será igual que la que soñamos, pero al menos es real.

Aprender a quererse a uno mismo es un viaje sin final que se nos presentará de muchas formas. Pero autovalorarse de forma sana es el primer paso hacia el autoconocimiento. Tenemos que aprender a pensar de una manera más ajustada, dejando de lado la excesiva crítica y la perfección imposible de alcanzar.



Las atribuciones que realizamos sobre nosotros mismos condicionan nuestra autoestima. Si todos los logros que hemos alcanzado en nuestra vida los achacamos a factores externos, como la suerte o la casualidad, y los fracasos lo atribuimos a nuestras características internas, nuestra autoestima se resentirá. Debido a este tipo de atribuciones injustas con nosotros mismos, hacemos que sea más difícil querernos.

“Me llevó mucho tiempo no juzgarme a mí mismo a través de los ojos de otro”
-Sally Field-


Como querer bien a los demás

EL PODER DE LA INTENCIÓN CAPITULO 15 ( FINAL )


CAPÍTULO 15

RETRATO DE UNA PERSONA CONECTADA AL CAMPO DE LA INTENCIÓN:

Las personas que viven en un estado de unidad con la Fuente de la intención, van por la vida como seres afortunados que siempre tienen todas las oportunidades y que son muy distintas si las comparas con quien viven en los niveles normales de conciencia, sobre todo comprobarás su singularidad.

Esas personas, a las que yo llamo conectores para resaltar su conexión armoniosa con el campo de la intención, son individuos que se han hecho accesibles al éxito. Resulta imposible que tengan una actitud pesimista ante lo que desean en su vida. Se expresan con una convicción interior que transmite un conocimiento tan profundo como sencillo de que la Fuente universal lo proporciona todo. Dirán “Tengo la intención de crear esto y sé que funcionará”, “Me niego a pensar en lo que no puede ocurrir, porque yo atraeré exactamente aquello en lo que pienso, así que solo pienso en lo que sé que puede ocurrir”. No les importa lo que haya ocurrido antes. No se identifican con conceptos como “fracaso” o “imposible”. No les afectan las razones para ser pesimistas. Se han hecho accesibles al éxito. Están tan bien conectados con la Fuente que es como si poseyeran un aura natural que impide cuanto pudiera debilitar su conexión con la energía creadora de la fuerza de la intención.

Los conectores no sitúan sus pensamientos en lo que no desean, ya que la Fuente de todo solo responde con lo que es, y lo que es, es suministro infinito. No pueden tener ninguna relación con la escasez, o con las cosas que no funcionen.

A los conectores todo les parece sencillo, te dirán: mantén tus pensamientos en lo que tienes intención de crear, mantente constantemente en correspondencia con el campo de la intención y espera a que lleguen a tu vida las claves de lo que estás pidiendo a la Fuente omnicreadora. Para ellos no existen las casualidades, creen en las sincronías, que aparezca la persona perfecta en una situación dada, como caída del cielo.

No intentarán ganarte para su causa a base de discusiones, no gastan energía en debates y discusiones.

Para ellos, cuanto surge en la vida se debe a que la fuerza de la intención dispuso que estuviera allí, por eso se encuentran en un continuo estado de gratitud. Tienen la capacidad y el deseo de ver una enfermedad pasajera como una bendición, y en el fondo saben que en ese contratiempo existe una oportunidad y eso es lo que buscan en todo lo que se les presenta en la vida.

Dicen de sí mismos que viven en un estado de valoración y perplejidad, no se quejan de nada, no encuentran defectos a nada, si llueve, disfrutan de la lluvia, valoran la naturaleza: la nieve, el viento, el sol y todos los sonidos de la naturaleza les sirven de recordatorio de que ellos forman parte del mundo natural. Veneran el aire porque es el aliento de la vida.

Valoran el mundo y todo lo que hay en él, la misma conexión que experimentan con al naturaleza la tienen con todos los seres, incluyendo los que vivieron antes y los que están aún por llegar. Poseen conciencia de la unidad, y ellos no hacen distinciones de “ellos” o los “otros” para ellos solo existe el “nosotros”. Les hace daño el dolor infligido a otros, no critican, su conexión con los demás tiene un carácter espiritual.

Descubre el secreto para ser más feliz


Se puede aprender a ser feliz

Ser felices actualmente es un tema que nos preocupa porque ha aumentado nuestra esperanza de vida y tenemos más tiempo, por ese motivo es importante aprender el secreto de la felicidad.


Se han realizado muchas investigaciones y actualmente se sabe que el cincuenta por ciento de la felicidad depende de factores como creencias y hábitos y por lo tanto se pueden enseñar la felicidad.

Desde el año 2006 existe en la Universidad de Harvard una cátedra para enseñar a ser feliz, que se ha convertido en la más apreciada por los estudiantes.

Las clases son impartidas por Tal Ben-Shahar, un israelí experto en psicología positiva y se basan en una serie de encuestas y estudios de campo sobre las características que permiten vivir feliz.




El secreto de la felicidad

El psicólogo y escritor estadounidense Martin Seligman, padre de la psicología positiva, sostiene que para alcanzar la felicidad es necesario trabajar en tres dimensiones:

La vida gratificante. Es decir, cubrir nuestras necesidades básicas.
La buena vida. Descubrir nuestro potencial y desarrollarlo para sentirnos realizados.
La vida con sentido. Dedicar nuestro potencial a contribuir a la felicidad de los demás.
Por lo tanto, se trata de enfocarse en las emociones positivas.


5 claves para ser feliz

Seligman, realizó un estudio pormenorizado de la felicidad y de por qué una persona es feliz y llegó establecer cinco claves:

1. Emociones positivas

Esta dimensión se refleja en la cantidad de palabras positivas que decimos y emociones positivas que sentimos a lo largo del día. Cuanto mayor sea el número de emociones positivas, mayor será nuestro bienestar.

Nuestro nivel de felicidad depende de la interpretación que hacemos de los eventos externos y no de estos en sí mismos. No se puede controlar lo que sucede (perder un trabajo, la muerte de un ser querido, una ruptura amorosa), pero sí se puede controlar lo que sentimos y la manera en la que afrontamos esas situaciones.

Tener el control sobre nuestras emociones es una pieza clave de nuestra felicidad.

“El 99% de todo lo que preocupa a la gente son cosas que no han pasado nunca ni pasarán”
-Emilio Duró-


2. Compromiso

Cuanto estamos realizando un trabajo o una tarea con lo que realmente nos sentimos comprometidos, no tenemos noción del tiempo y disfrutamos; por lo que cuanto más nos comprometamos con lo que hacemos, nuestra felicidad será mayor.

3. Relaciones positivas

Los seres humanos somos seres sociales y como tales cultivamos relaciones continuamente. Por lo tanto, tener relaciones sanas y constructivas nos ayuda a tener mayor bienestar.

4. Ayudar

Pertenecer a algo más grande que uno mismo, es uno de los pasos para desarrollar la felicidad. Seligman sostiene que el ayudar a alguien genera más felicidad que comprar cosas.

5. Logro

Tener unos objetivos y alcanzarlos, sentir que tenemos un camino a seguir, que dependemos de nosotros mismos y nos basamos en nuestras creencias y fortalezas, es una parte indiscutible de la felicidad.




13 consejos para ser más feliz:

martes, 17 de enero de 2017

El Poder del Sonido y las Palabras - Buen Karma


La cosmogonía de las diversas tradiciones religiosas y espirituales de la humanidad relatan el proceso creativo que se dió a partir del sonido. 

En oriente con la sílaba sagrada AUM (OM), en occidente con la orden que emitió Dios cuando dijo "hágase la luz, y la luz se hizo" descrito en el Génesis. 

Y así, nuestros antepasados utilizaron el sonido para comunicarse mucho antes del desarrollo de un lenguaje. Tambores, huesos, semillas, el trueno, el cielo, etc. 

Eran elementos importantes en la comunicación que tras siglos de evolución los vemos manifestado en nuestras palabras, la música y los medios de comunicación.

No hay duda del poder creativo del sonido, lo que decimos crea todo lo que se manifiesta en nuestras vidas.


EL PODER DE LA INTENCIÓN CAPITULO 14


CAPITULO 14. 

ES MI INTENCIÓN VALORAR Y EXPRESAR EL GENIO QUE SOY.

El genio es un potencial que vive en interior de todo ser humano, en el transcurso de la vida se tienen muchos momentos de genialidad. Son esas ocasiones en las que se te ocurre una idea brillante que pones en práctica aún a sabiendas de que solo tú eres consciente de lo fantástica que es. Las casualidades de la creatividad y el genio están en tu interior, esperando a que tomes la decisión de corresponderte con el poder de la intención.



CAMBIAR TU NIVEL DE ENERGÍA PARA TENER ACCESO AL GENIO QUE EXISTE EN TU INTERIOR:

El genio es por definición un modo de consciencia caracterizado por la capacidad para alcanzar pautas atrayentes de la energía más alta. Es una expresión de lo divino.

El ego y el genio se excluyen mutuamente, cuando te liberas de los pensamientos dominados por el ego (que te convence de que estás haciendo y consiguiendo por ti mismo cosas increíbles), te enchufas a la fuerza de la intención. Ahí es donde reside el genio que realmente eres.

El genio puede demostrarse de tantas maneras como seres humanos existen.



EXPANDIR TU REALIDAD:

Para expandir tu realidad y corresponderte con la expansividad del campo omnicreador de la intención tienes que despojarte de tus hábitos de pensamiento, los cuales te han encasillado hasta el extremo de que permites que te cuelguen etiquetas que te definen en muchos sentidos.

Céntrate en ti mismo de manera que permitas la expansión de las infinitas posibilidades para las que tienes potencial. Expande tu realidad hasta el punto de dedicarte a lo que te gusta hacer y destacar en ello, adéntrate en los niveles de alta energía de la confianza, el optimismo, la valoración, la reverencia, la alegría y el amor. Esto significa amor por lo que estás haciendo, por ti mismo y por tu genio, que te permite sumergirte en cualquier actividad y disfrutar del proceso de experimentarla plenamente.

Confiar en tus intuiciones. Disipar las dudas sobre esos destellos de intuición te permitirá expresar tus ideas y comenzar el proceso de ponerlas en práctica. Tus intuiciones tienen inspiración divina, tu mente creativa es la forma de vibrar armoniosamente de tu ser superior con el campo de la intención, que crea continuamente. Tus impulsos creativos son reales, vitales, valiosos y ansían ser expresados.

Valorar el genio de los demás. Valorar el genio de los demás atrae altos niveles de energía competente. Al ver y reconocer el genio creativo, abres una vía en tu interior para recibir la energía creativa del campo de la intención. Hasta que no reconozcamos nuestro genio interior, tendremos grandes dificultades par reconocer el de los demás.

El genio y la sencillez. El genio que hay en ti no anda en busca de la aprobación de los demás, sino de un espacio tranquilo en el que dar fruto. Simplifica tu vida lo más posible, el genio se desarrolla en un entorno contemplativo. La sencillez establece un vínculo con la fuerza de la intención, y tu genio prosperará.



HACER DE TU INTENCIÓN TU REALIDAD:

SOMOS UNA CREACIÓN DE NUESTRA MENTE EN EL UNO


Nuestra realidad, no es otra cosa que nuestro ESTADO DE CONSCIENCIA, por eso no  hay verdaderas ni falsas. Todos sabemos que “Estado de Consciencia”, es el estado por el cual el individuo tiene conocimiento de sí mismo y su entorno. Puede darse en estado de sueño o de vigilia.

 Este estado puede alterarse de forma natural; automática, voluntaria o inducida artificial o mentalmente.

Nosotros nos centraremos en el conocimiento que tiene nuestro Ser individual en el Ser Divino y Absoluto formando parte de ese UNO QUE ES.

Como Ser individual, está claro que a partir de cierta apertura de conciencia y consciencia, cabalgamos en la tercera dimensión desde nuestra dualidad con ese “yo inferior”.  Pero algunos ya son capaces de entrar y salir a esa cuarta y quinta dimensión, (“consciencia inducida”), donde somos conscientes de nuestro “Yo Superior”. Es decir que somos parte de Dios. Que formamos todos y todo, La Totalidad del que Es. El Absoluto, El Uno, Como querramos llamarle, yo voy a llamarle también Dios, para desmitificar el viejo concepto de Dios que nos han inculcado  la mayor parte de las religiones y escuelas de pensamiento,  buscando fuera de nosotros y además con una concepción antropomórfica de Dios. Nos juzga, nos castiga, nos premia, cuidado de no despertar LA IRA DE DIOS.

Nos podemos preguntar, ¿porque y como nace nuestro Ser individual?

La  Mente Universal, ha decidido crear unas singularidades y trazar unos Planes de funcionamiento para su propia expresión. Dentro de los infinitos Planes, éste concretamente,   partir de una dualidad sin saber quién eres y como objetivo, llegar a conocer quién eres.

Nosotros, como individuos en la Tierra hacemos cosas similares. Sin necesidad creamos en nuestra mente una novela que la llevamos al cine o al teatro, en la que hemos creado personajes, con vida, sentimientos, emociones en escenarios determinados, al fin y al cabo, “lo que es arriba, es abajo”.

*(Emplearé de forma alternativa, “Nuestra o Hemos” como plural,  aunque me refiero al Uno, a Dios del que formamos parte).

Vamos a mantener este “símil” y para ello, en “Nuestra Mente”, se crean unos escenarios y unos personajes. Se recrea un escenario en una tercera dimensión y se ajusta el Plan a unas normas de funcionamiento.

Salimos a escena todos con unos propósitos y unas herramientas para poder conseguir esos propósitos. Nos dotamos de un cuerpo físico para poder interactuar en la 3D, un alma etérica para cuando dejamos el cuerpo físico y mantenemos nuestro espíritu-mente inseparable ya que es la auténtica realidad. También nos dotamos de “libre albedrio” para poder hacer lo que consideremos, incluso salirnos del guión preestablecido, pero también nos hemos dotado de algunos hándicaps, para hacerlo más interesante, la dualidad, un sistema que nos hace ver las cosas desde dos puntos con la tendencia irresistible de comparar para valorar y por la que cambiamos nuestra percepción del tiempo y el espacio, lo hacemos lineal. Al fin y al cabo somos nosotros mismos los que creamos ese Plan.



Se han creado otros escenarios en otras dimensiones. Uno de ellos es un lugar multidimensional para la vuelta del alma de la tercera dimensión, donde podemos analizar cómo ha ido la función en la 3D y que hemos conseguido respecto a los planes. Ahí hemos aumentado nuestras capacidades y hemos abandonado la dualidad  para poder hacer los análisis de una forma más avanzada.

Cada X tiempo volvemos a esa Base para preparar convenientemente una posible vuelta y mejorar nuestras actuaciones. Nadie nos va a obligar a volver ya que si decidiéramos quitar un personaje de ese escenario, incluso enviarlo a otro escenario, es decisión “Nuestra” que lo hemos creado desde “La Mente”.
No hay normas para realizar las experiencias, cada uno puede hacer lo que quiera, nada es juzgable. Todos buscarán la felicidad de la forma que quieran; amando, matando, robando, trabajando, a costa de otros, en sumisión a otros, uniéndose y ayudándose unos con otros o separándose y guerreando unos con otros.

Pero lo que si se ha dejado en todos los escenarios, es la energía de la compasión y del amor como una sensación de felicidad y por consiguiente una predisposición a su búsqueda. Otra emoción y nuestro único “Juez” en esta dualidad,  la conciencia,  para discernir sobre nuestros actos y distinguir cuando no están   equilibrados.

A esta capacidad va unida de forma muy estrecha, otra conocida como ley de causa efecto “karma”, no es un castigo como algunos pretenden sino la posibilidad de sentir la sensación que has provocado en una acción determinada, para dilucidar el efecto y su grado de felicidad causada en otros. Otra capacidad es la polaridad, la búsqueda mediante el equilibrio entre positivo y negativo y genero sobre lo  masculino y femenino como principio de vida.

Se aumentarán o disminuirán  en cada momento las capacidades que convengan, pues somos los Guionistas.

Solo falta el Titulo de la Obra, que podría ser; “POR LA FELICIDAD A LA CONSCIENCIA”.





Ese es el objetivo, llegar a la consciencia de quien y que eres realmente.

lunes, 16 de enero de 2017

LA FÍSICA MUESTRA QUE CADA PUNTO (Y CADA PERSONA) ES EL CENTRO DEL UNIVERSO


Según la versión manejada comúnmente por la ciencia, el Universo “comenzó” con una gran explosión, o Big Bang, hace unos 13.8 mil millones de años. Esta explosión, sin embargo, no es una explosión típica, ya que no ocurrió en el espacio, sino que fue la expansión misma del espacio.

Edwin Hubble observó que las galaxias se están expandiendo en la banda de la luz roja del espectro electromagnético. Esto significa que en todas partes el espacio se está alejando de todo lo demás a la misma velocidad. Esto puede observarse estudiando la radiación de fondo —que es lo que hace pensar a los científicos que el universo tuvo un momento de expansión inicial, ya que el Big Bang como tal no ha sido observado—la cual se expande uniformemente hacia todas las direcciones: la luz del Big Bang llena el cielo en todas las direcciones.


Si pensamos que el universo en un principio fue un sólo punto, y nos preguntamos ¿dónde fue eso? Debemos de contestar que ese punto fue y está en todas partes. El Big Bang ocurrió literalmente en todas partes y esta misma irradiación es el lugar donde estás. Esto hace que en realidad, cuando nos preguntamos por el centro del universo debamos de responder que el centro del universo es aquí.

La teoría de la relatividad de Einstein cambió la forma en la que concebimos el tiempo y el espacio, que solían ser considerados como absolutos dentro de la física clásica. Hoy sabemos que el tiempo y el espacio son relativo y forman un compuesto tiempo-espacio. El lugar de lo absoluto en la física de Einstein lo tiene la luz.

Dennis Overbye, editor de ciencia del New York Times, explica:

Cuando en 1905, Albert Einstein unió espacio y tiempo en su teoría de la relatividad, nos enseñó que nuestros ojos son máquinas del tiempo. Nada puede ir más rápido que la velocidad de la luz, el límite de velocidad cósmico, así que toda la información llega a nosotros, al presente, desde el pasado.

De esta manera, la relatividad de Einstein nos enseña que el centro del universo está en todas partes y en ninguna. Es el presente, rodeado por capas concéntricas de pasado. Es la historia llegando a ti a 299.792.458 metros por segundo, a la velocidad de la luz, a la velocidad de toda la información. Tus ojos son la cabina de mando de una máquina del tiempo, esferas húmedas y veladas que ven en la única dirección en que podemos hacerlo: hacia atrás.

Por otra parte, es posible que el universo sea infinito (los físicos aún debaten esto), de serlo es evidente que cualquier punto podría considerarse como el centro del universo o, según como se vea, que en realidad el universo no tiene ningún centro. Sin embargo, la otra gran relatividad, que es la de la conciencia, sugiere que el cento del universo es el punto donde ocurre la percepción: el mundo se despliega en función a ese punto, al presente, en el cual se realiza una observación —esta es la relatividad entre el observador y el universo observado. Para que toda observación o experiencia ocurra es necesario que exista una conciencia que interpreta la luz y procesa información. El físico David Bohm explica el proceso de la percepción desde su visión de la realidad como un holograma: “Toda la luz en esta habitación entra de tal forma que la totalidad de la habitación está en efecto envuelta en cada parte. Si tu ojo ve, la luz entonces se desenvolverá en tus ojos y en tu cerebro. Al ver en un telescopio o en una cámara, la totalidad del universo y el espacio tiempo está envuelta en cada parte, y esto se desenvuelve al ojo”. De nuevo Overbye:

No es solo poesía. Matemáticamente, en términos de Einstein, toda la información y la historia disponibles en cualquier lugar del universo se conocen como un cono de luz. Todos tenemos uno y el de cada quien es un poco diferente, lo cual significa que el universo de cada uno es ligeramente distinto.