miércoles, 8 de febrero de 2017

POR QUÉ EL ÚLTIMO PENSAMIENTO DEL DÍA ES TAN IMPORTANTE


EL ÚLTIMO PENSAMIENTO PUEDE DETERMINAR LA CALIDAD DE NUESTRO SUEÑO A LA VEZ QUE PUEDE USARSE PARA PRACTICAR YOGA EN LOS SUEÑOS Y COBRAR LUCIDEZ

Hoy en día muchas personas tienen hábitos poco conducentes a un buen dormir y menos aún a la exploración lúcida de los sueños. Se considera que lo importante es simplemente dormir --conciliar el sueño como sea y apagar la mente-- sin pensar en la forma en la que hacemos esto, ni reparar en la riqueza posible del mundo onírico. Muchas personas se quedan dormidas viendo televisión o llevan sus celulares o tabletas a la cama y lo último que ven es una de esas pantallas brillantes. Además de que esto afecta los ciclos de melatonina que permiten dormir bien, de alguna manera también estos hábitos in-forman nuestros sueños, cruzando el umbral como fantasmas mentales y programando el contenido de nuestros sueños.

Como los antiguos navegantes que zarpaban a lo desconocido y se encomendaban a santos o a deidades, al dormir uno puede realizar una pequeña oración y/o meditación como programación y purificación para tomar un buen camino. El maestro budista Chökyi Nyima Rinpoche señala:

Justo antes de quedarse dormido siempre hay un pensamiento final. Podemos intentar que ese último pensamiento sea uno noble y benevolente. Si lo hacemos, la cualidad de ese pensamiento puede permear todo nuestro sueño... podemos decir, desde un punto de vista espiritual, que nuestro sueño se vuelve un sueño virtuoso. Si tu último pensamiento es egoísta o hasta hostil, entonces quedarse dormido con eso en la mente satura todo el proceso de sueño con emociones poco sanas. Esto es una idea muy simple, pero es una importante. Sin mucha dificultad... podemos asegurarnos de que una parte significativa de nuestra vida se vea saturada de bondad.

Y es que resulta absurdo y francamente inconsciente abandonarse sin más, sin esperanza de recuerdo o provecho, a la oscuridad de los sueños, cuando en realidad no es tan difícil llevar con nosotros la lámpara de la conciencia. Andrew Holecek, en su libro Dream Yoga, hace énfasis en la importancia del último pensamiento del día:

Tomando un concepto del yoga del bardo: el último pensamiento que tienes antes de quedarte dormido tiende a reencarnar como el primer pensamiento o sensación en tu próximo estado de conciencia. Si puedes gentilmente sostener un pensamiento, intención o sensación antes de dormirte, ese pensamiento, intención o sensación tiende a surgir en tus sueños.

El sueño es la continuidad de nuestra mente, una zona porosa y permeable a los pensamientos y acciones de la vigilia, si bien más sensible a registros sutiles. Así podemos disolver la frontera dualista entre el sueño y la vigilia y tratar de tejer un contínuum no-dual, que permita construir una estado mental estable orientado a la paz y la sabiduría. Desperdiciar ese tercio de nuestra existencia, donde además podemos indagar la realidad bajo preciosas condiciones especiales, es casi imperdonable desde la perspectiva del espíritu.

Holecek recomienda realizar ciertas prácticas de limpieza y cultivo de virtud previas para prepararnos para el sueño, quizás de la misma manera que nos prepararíamos para un encuentro con un ser querido (el alma que en el misticismo es la amada) o que nos aseguraríamos de calmar nuestra mente antes de una cita importante. "Una buena higiene para dormir en el sentido espiritual tiene que ver con irse a dormir con un estado mental limpio para que puedas tener sueños claros y limpios". Después de hacer ejercicio o ensuciarse en la lluvia o en el lodo, generalmente una persona se bañaría antes de dormir. Esta misma higiene tiene sentido en su aspecto mental o espiritual.

El lector que quiera hacer de su diaria incursión "oneironáutica" podría ensayar esta invocación de Guru Rinpoche: "Cuando te vas a dormir cultiva el Espíritu del Despertar (bodhicitta) pensando, 'Por el bien de todos los seres sintientes a lo largo y ancho del espacio practicaré el samadhi ilusorio, y lograré la perfecta budeidad. Para este propósito entrenaré en mis sueños" (Natural Liberation, trad. de Alan Wallace).

El samadhi ilusorio es la concentración durante el estado onírico y el dominio del cuerpo del sueño. Guru Rinpoche sugiere que el sueño puede usarse para precipitar nuestro propio despertar, el cual tiene el motivo esencial de servir para el despertar de los demás. Los sueños como un terreno sagrado, un "laboratorio" (palabra que sugiere tanto el lugar donde se labora como el lugar donde se ora). Para hacer disponible el sueño como espacio de labor espiritual es necesario reconocer el sueño como sueño, hacerlo consciente o lúcido. Al hacer esto uno entra en una dimensión de posibilidades casi infinitas, como uno de esos espacios paralelos en The Matrix en los cuales Neo realiza un entrenamiento acelerado descubriendo la naturaleza ilusoria de la realidad.

TU YO SAGRADO capitulo 12


De la lucha a la meta
Ir con la corriente de las cosas,
Rendirse de buen grado a la razón,
Someterse y aceptar el final
De un amor o de una estación.
Robert FROST

Sé que ya soy un ser entero y que no necesito perseguir nada con el fin de
estar completo.

El mensaje de este capítulo puede ser resumido en una palabra: ¡alégrese! Su
yo superior no le exige nada. No tiene que demostrar quién es ante Dios. Fue
creado como extensión de una fuerza espiritual más elevada, la esencia misma
del universo. No llegó al aquí y ahora incompleto, en ningún sentido. No tiene
que luchar para demostrar nada. A menos que, por supuesto, decida escuchar
al omnipresente falso yo, el cual estipula que si no está ocupado en perseguir
algo es un fracasado.

Puede resultar difícil alegrarse por fin y entender que la vida es lo que sucede
mientras usted está haciendo otros planes. ¡Eso es! Todos y cada uno de los
instantes de su vida tienen lugar en el momento presente.

Usar los momentos presentes para perseguir los momentos futuros es una
actividad dictada por el ego. Su ego quiere que se sienta incompleto con el fin
de poder controlar su existencia. Cuando por fin tenga la posibilidad de decir
que ha llegado, sabrá lo que se siente cuando se es libre. Se habrá liberado de
su falso yo, el cual podría mantenerle en perpetuo movimiento, persiguiendo
más y más, hasta su último aliento.

Su yo superior no quiere que sea un haragán ni que no tenga un propósito,
sino que se dé cuenta del poder del conocimiento al que ha llegado. Cuando
usted sabe que este momento es su vida entera, no está concentrado en los
momentos pasados ni futuros, y se libera del estrés y la tensión que
acompañan a la vida de la lucha. Al liberarse, se torna más productivo y clamo
de lo que era cuando miraba a sus espaldas o por delante de sí mismo y no
permitía que su mente descansara en el centro de quietud del momento
presente.

Contrariamente a lo que el ego intenta hacerle creer, no se limitará a vegetar, ni
se quedará sin techo ni se convertirá en un irresponsable a la deriva.
Lo que sucederá es que se alegrará y se verá tan absorto en su misión que
estará más activo. Con este poder, descubrirá que es libre para entregarse a
cualquier cosa hacia la que se sienta atraído.

Cuando deje de luchar y comience a saber que tiene una misión divina, y que
no se encuentra solo, alcanzará la meta. Esa experiencia le brindará el júbilo
de hallarse en el reino del espíritu, donde no hay preocupaciones ni
culpabilidades. Estar de todo en el ahora quiere decir que conocerá el cielo en
la tierra porque estará por completo absorto en el instante espiritual.
Al examinar algunos nuevos conceptos desde la perspectiva del alma,
aprenderá sobre las cosas que quiere cambiar con el fin de acercarse más a la
experiencia de llegar a la meta y alejarse de la lucha.



LOS COMPONENTES DEL GIRO HACIA LA META

Para vivir el júbilo de saber que está aquí ahora, en este momento y que hay
todo lo que hace falta que haya, todo lo que alguna vez hubo y todo lo que
conocerás jamás-, debe aprender a confiar en su yo superior y despojarse de
esas arraigadas enseñanzas de todos los egos que han influido en su
existencia. Comenzará a darse cuenta de que en el aquí y ahora no está a
prueba. No tardará en comprender que su misión es servir y entregar el amor
que constituye su esencia básica.

No tiene que hacer más, aunque puede que decida hacer muchísimo. Su
principal objetivo es mantenerse centrado en dar y recibir el amor paternal y
fraternal, el amor de Dios. Si incorpora las siguientes ideas a la práctica de su
misión cotidiana, tendrá éxito en su objetivo.

5 COSAS QUE REALMENTE ALIVIAN LA SOLEDAD Y A LA VEZ LA CONFRONTAN


EN VEZ DE HUIR DE LA SOLEDAD O APLACAR SÓLO SUS SÍNTOMAS, ESTAS CINCO COSAS, CORTESÍA DE DAVID FOSTER WALLACE, REALMENTE PERMITEN ENCONTRAR UN SENTIDO Y TRANSFIGURAR NUESTRO MALESTAR

David Foster Wallace, tal vez el más grande escritor de su generación en Estados Unidos, luchó toda su vida con la soledad, la ansiedad y la depresión. Aunque su lucha lo llevó finalmente al suicidio, dejó lúcidas impresiones sobre estas condiciones mentales que podemos usar para vencer los propios demonios y salir avante. 

Por momentos Wallace llegó a una brutal honestidad, sus entrevistas incluso llegan a ser incómodas para muchos ya que la verdad suele serlo y también porque revelan todo el proceso que atraviesa su mente al sentirse alienado e inadecuado (pese a ser una de las mentes más brillantes de su tiempo Wallace pensaba que no era suficientemente bueno).

En su texto This Is Water, Wallace escribió: "Si adoras el dinero y las cosas [materiales] --si en esto es en donde buscas el significado real de la vida --entonces nunca tendrás suficiente. Nunca sentirás que tienes suficiente. Adora tu propio cuerpo y la belleza y la atracción sexual y siempre te sentirás feo, y cuando la edad y el tiempo se empiecen a mostrar, morirás mil muertes antes de que finalmente te planten. En cierto nivel todos ya sabemos esto --ha sido codificado en mitos, proverbios, clichés, bromas, epigramas, parábolas: el esqueleto de toda gran historia. Pero el truco es mantener la verdad enfrente de nosotros en la conciencia diaria".

Tenemos aquí palabras que, como Wallace señala, ya hemos oído de alguna u otra forma mil veces pero que no debemos olvidar y deben de estar en la vanguardia de nuestra existencia, diariamente informando nuestras actitudes.

Wallace padeció diversos tipos de adicciones a las sustancias psicotrópicas, mayormente fármacos que por una parte eran vitales para que pudiera sobrellevar su depresión, pero siempre supo que estos no lograban realmente acabar con la soledad sólo la ocultaban. "Las drogas, las películas, las fiestas ruidosas --todas estas cosas hacen que huya la soledad al hacerme olvidar que mi nombre es Dave y que vivo en una caja de metro x metro de hueso que ninguna otra persona puede penetrar o conocer". Sin embargo, existen cosas que pueden "contrarrestar... transfigurar y tratar" la soledad de manera más sana y sustentable. Según Wallace, estas cinco formas pueden "confrontar y aliviar" la soledad. No se trata de huir y acallar los síntomas sino de enfrentarlos y sublimarlos.



1 -La ficción (leer cuentos o novelas o escribirlos)

lunes, 6 de febrero de 2017

TU YO SAGRADO capitulo 11


De la apariencia externa a la sustancia interior
La dignidad no consiste en recibir honores sino en merecerlos
ARISTÓTELES

Mis juicios me impiden ver lo bueno que hay más allá de las apariencias
La plegaria que más a menudo se cita en el mundo occidental incluye as
siguientes palabras: “... hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
Para el ego, el tener el cielo en la tierra significa ser la persona más rica y
famosa de este reino. Para su yo espiritual, “el cielo en la tierra” significa que
no existen dichas distinciones.

En la tierra, insiste el ego, usted debe perseguir las apariencias y las
adquisiciones. El principal motivo de su vida aquí, según el ego, tiene que ver
con las apariencias, y su apariencia está por encima de sus más profundos
sentimientos. Su carrera profesional, la calidad y cantidad de sus posesiones y
los oropeles del éxito, son hacia lo que el ego quiere que dirija su energía.
Esto es muchísimo más importante para el ego que la vida interior.
Pero todos somos conscientes de la vacuidad y futilidad de la forma de ser del
ego. Usted está leyendo este libro en parte porque es consciente de que, con
el fin de tener una experiencia de vida más profunda y rica, tiene que saber
cómo apartarse del ego y dirigirse hacia el yo interior, que le ofrece la amorosa
esencia divina.



IR MÁS ALLÁ DEL MUNDO DE LAS APARIENCIAS 

Para entender cómo funciona el ego, usted tiene que darse cuenta de que esta
falsa visión de sí mismo cree que la Tierra es la única morada. Si usted se
reconoce sólo como un terrícola, como quiere el ego, su felicidad y
satisfacción tendrán que ser realidades físicas, cosas.
Pero hay un aspecto de usted que sabe que estas cosas no proporcionan la
satisfacción espiritual que supone la promesa de la búsqueda espiritual. El
planeta Tierra no es su única morada. Lo que éste ofrece es satisfactorio sólo
en parte para el invisible yo que habita en su cuerpo. Esa faceta interna sabe
que esta vida en la Tierra no es el último destino.

Sin embargo, a la mayoría nos ha convencido el tenaz y decidido ego, de que
las apariencias son lo que cuenta en la vida, y que las recompensas se
obtienen por las apariencias. El yo interior sabe que todo esto es muy fugaz
porque las recompensas que usted obtiene de la juventud y la fuerza física, por
ejemplo, disminuirán al deteriorarse esas cualidades físicas.

Su yo físico observa eternamente las transformaciones físicas del cuerpo. Este
reino del yo superior está gobernado por un yo interior que es consciente de
las realidades de la Tierra y de las realidades del cielo. Es inmune a las
exigencias del ego para que concentre toda su energía en el plano terrenal.
He aquí cómo lo describe Nisargadatta Maharaj: “El mundo es la morada de los
deseos y el miedo. No puedes encontrar paz en él. Para hallar paz debes
trascender el mundo”. Y eso es en verdad el cielo en la tierra: una experiencia
de paz interior sin idolatría de las posesiones y apariencias.

La perspicaz respuesta a la plegaria: “...hágase tu voluntad, así en la tierra
como en el cielo” se halla en el conocimiento de que el cielo no es este mundo.
Es el mundo de Dios, el reino donde usted ha destruido todo lo que ha
acumulado y donde encuentra la paz a la que hace referencia Sri Nisargadatta.
Su yo superior está más allá de este mundo de vida y muerte donde las
apariencias son lo más importante. Vea cómo esas apariencias han triunfado
sobre el yo espiritual.

Juzgar a los demás por su apariencia. Un rasgo común de la persona guiada
por el ego es el de juzgar a los demás por las medidas externas de sus
posesiones, apariencia y conducta.

Muévete y el camino aparecerá


Muévete y el camino aparecerá. Puede que no lo haga hoy, ni tampoco mañana, pero en cada paso dado con firmeza la mente se aclara y las oportunidades surgen. Tampoco importan las veces que te hayas perdido, porque en cada sendero equivocado nos encontramos a nosotros mismos, y ese aprendizaje es sin duda el más valioso.

La vida es movimiento, y si no lo asumimos desde un principio de este modo, quedaremos relegados al ostracismo de quien no entiende que tras los cambios llegan las oportunidades o que no basta solo con esperar para que la felicidad llame a nuestra puerta. Todo logro llega tras una lucha. Todo éxito acontece tras la férrea dedicación de quien invierte tiempo, de quien entiende de sacrificios y de esa voluntad donde no cabe la palabra rendición.


“Solo da el primer paso y el resto del camino irá apareciendo a medida que camines”
-Martin Luther King-


Ahora bien, hay algo que en ocasiones falla en esta fórmula. Nos han inculcado desde niños que debemos ser capaces de luchar por nuestro sueños. Nos esforzamos en cultivarnos a través de unos estudios, alimentamos esperanzas y esperamos ser un día esa mano de obra especializada y puntera capaz de crear un mundo mejor donde se tengan en cuenta nuestros esfuerzos, nuestra valía.

Si embargo, esto no siempre se cumple. Tal y como explicó una vez Nicholas Kristof, periodista especializado en derechos humanos, hemos llegado a un punto en nuestra sociedad moderna donde parecen haberse terminado las oportunidades, o más concretamente, “la igualdad de oportunidades”. Puede parecer fatalista, no hay duda, pero muchos estarán de acuerdo en que a veces, no basta con luchar hasta la extenuación para hallar el triunfo.

Estamos ante una fórmula que empieza a fallar y que requiere tal vez, de otro enfoque. Hay que poner en marcha otro tipo de camino. Te invitamos a descubrirlo a continuación.



El camino de la desigualdad y el caos personal

Michael Spence ganó el premio nobel de economía en el 2001. Tal y como nos explica a través de diversos artículos, hemos llegado a un punto donde hay una regla de tres que casi nunca falla: a mayor riqueza o nivel de modernidad de un país, mayores son las desigualdades sociales.


Evolución económica no va de la mano de la evolución humanitaria ni aún menos de los derechos personales, esos que nos dignifican como especie. Es como si hubiéramos vuelto a esa conciencia de clase del medievo, donde unas élites se alzan en la cúspide y más abajo, se halla una clase media en serio peligro de extinción.

“Si enciendes una lámpara para otro, iluminarás tu propio camino”
-Proverbio budista-


No es este el momento de ahondar en cuestiones políticas, pero estamos ante una realidad que tiene un claro impacto sobre nuestra salud psicológica. El caos personal al que puede llevarnos este contexto es inmenso, por ello es vital que mantengamos a flote nuestra brújula interior para aprender a sobrevivir en un entorno cambiante, a instantes implacable y muy poco sensible con las necesidades de las personas.

Es muy posible que durante mucho tiempo hayamos enfocado nuestra estrategia vital de forma errónea. Buscamos nuestro camino en el exterior. Hemos desgastado las suelas de nuestros zapatos y agotado nuestro corazón en busca de oportunidades entre múltiples senderos, arroyos y sinuosas carreteras que no nos han llevado a ninguna parte. Tal vez, sea el momento de dirigir nuestra mirada a otro camino: el de nuestro interior.

Seguidamente, te explicamos en qué consiste esta nueva propuesta.



Movimiento interior y creación

domingo, 5 de febrero de 2017

La fuerza del silencio


La ausencia de sonidos puede ser la puerta de entrada a un mundo lleno de significados.

Llegar a tener un tiempo de silencio te permite escucharte a ti, tu propia voz acallada por tantos ruidos; y si la mente también se calma, será mucho más fácil apreciar y resolver las diferentes situaciones que vivimos.

El silencio nos da la oportunidad de escuchar tu propio cuerpo, tus latidos, tu respiración, tus leves movimientos, internos y externos,…

El ruido invade nuestra vida, en todo momento. Las máquinas están por todas partes construyendo, derribando, circulando; oímos cuando agujerean una pared, cuando nos envían un mensaje, música estruendosa a través de la ventanilla de un coche, el despertador,…

Quizás no existe el silencio absoluto, incluso en nuestro propio silencio escuchamos los de nuestro cuerpo. Pero cuando hablamos de silencio hacemos referencia a escuchar nuestra respiración, a relacionarnos con sonidos que nos aportan un estado de tranquilidad y relajación: el sonido del agua de un río, las olas chocando con la orilla de la playa, el canto de los pájaros, el silbido del viento,…Asociamos el silencio a un estado de bienestar.

Estar en silencio pone a prueba nuestra capacidad de estar solos. No tener que expresar como nos sentimos, solo experimentarlo, interiorizarlo. Y no sabes que pasa, pero es un momento mágico: es la ausencia de ruido, estar contigo, revisar tu interior, aclarar tus ideas,…, desde la tranquilidad, experimentar tus sensaciones. Tú y Tú. No hay necesidad de explicar nada.

En esta sociedad tan ruidosa, una persona silenciosa es rara, loca,…, porque la ausencia de ruido se traduce como creencia de aislamiento.

TU YO SAGRADO capitulo 10


Del miedo al amor
He visto la verdad.
No es como si la hubiera inventado con la mente.
La he visto, VISTO,
Y la imagen viviente de ella
Ha llenado mi alma para siempre....
Si en un día, una hora,
Todo pudiera arreglarse a la vez...
Lo más importante es amar
Fiódor DOSTOYEVSKY

Sé que la esencia misma de mi ser; y la forma de transformar mi vida, es el
amor

Puede que crea que lo contrario de amor es el odio. Yo no veo estas dos
emociones como opuestas. De hecho, el amor y el odio con frecuencia se
encuentran muy próximos. Para mí, lo contrario del amor es el miedo.
El amor y el odio son poderosas emociones que pueden darse de manera
simultánea. Hay cosas que amamos. Hay cosas que odiamos. ¿Por qué fingir
que no es así? Hay momentos en que amamos lo que odiamos y momentos en
que odiamos lo que amamos.

Pero cuando uno tiene miedo, no tiene amor. El ego usa el miedo como medio
para mantener el amor auténtico fuera de su vida. Cuando el amor no está
presente en su vida, usted ha sucumbido ante el ego y permitido que el miedo
entre donde el amor reside. Ha permitido que el ego reemplace a Dios.

El amor, como dijo Dostoyevski, es lo más importante de la vida. Constituye la
esencia del universo. Es el vínculo que mantiene juntas todas las cosas. Es la
sustancia de tu yo superior. “Dios es amor” es una tautología, la frase tiene
exactamente el mismo significado cuando se la lee hacia delante o hacia atrás.
El ego intenta mantenerle desconectado de su amorosa esencia divina, porque
el interés del ego se ha concentrado en el mundo exterior. El go tiene miedo de
morir si usted comienza a desarrollar una relación con la parte interna de sí
mismo. Ser capaz de amar a su ego, basado en el miedo, incluso mientras
fomenta el miedo –como técnica de supervivencia- podría constituir uno de los
más difíciles retos de su búsqueda espiritual.

Provocar miedo es una táctica del ego, ya sea de su propio ego como del ego
del mundo. El ego del mundo es un reflejo del poder del ego individual y de la
cantidad de miedo existente. El miedo está presente cuando no sabemos que
formamos parte del designio divino de Dios.

El ego hace que transmitamos la energía del miedo en lugar de la energía del
amor. Y esta energía del amor está presente en todos nosotros durante
nuestra breve estancia en el aquí y ahora.

Aprender a gozar de amor auténtico significa abandonar la insistencia del ego
de que tiene mucho que temer y de que nos encontramos en un mundo hostil.
Para aprenderlo primero hay que examinar su reticencia a abrazar el amor.



ASI PUES, ¿QUÉ DEBE NO GUSTARLE?

La madre Teresa de Calcuta dice que el amor es e tema central de nuestra
existencia. Ella escribió: “Con este propósito hemos sido creados: para amar y
ser amados”. Estas útiles palabras le recuerdan que comience a dominar su
ego, pues usted está aquí con el propósito de amar y ser amado.
Si no está viviendo en amor, ello se debe a que tiene miedo. Necesita examinar
con honradez sus miedos y con amor. Cuando lo haga, transformará sus
miedos, mediante el amor, en amo r. Abrirá dentro de usted un espacio que
sólo puede ser ocupado por el amor. En este espacio tiene un propósito,
recorrer el camino del yo espiritual. Pero primero tiene que ver cómo sustituir
el miedo por amor.

Su ego fomenta de manera constante el miedo porque teme al auténtico amor.
Este falso yo ayuda a convencerle de que, de alguna forma, usted está
incompleto. Ésa es la fuente de todos los miedos. Así que usted, como mucha
gente, intenta llenar ese vacío con las soluciones del ego.

Temeroso de que su vacío, su ser incompleto, quede al descubierto, dedica una
gran cantidad de tiempo a crear una falsa imagen de felicidad. Pero si se
detuviera y llevara a cabo una valoración realista, podría percibir que el
sentimiento de ser incompleto es la llamada que le hace una parte de usted
mismo que ha repudiado.

¿Qué puede no gustarle de la inteligencia universal que fluye a través de
usted? Darle la bienvenida al ser espiritual que usted es, tener una experiencia
humana y sentir el amor que hay en ella... ¿qué puede no gustarle de eso?
El miedo a dejar al descubierto su vacío hace que busque de forma constante
relaciones que el ego le dice que satisfarán el anhelo que hay en su interior. Lo
que sucede es que cuando se entra en una relación se está hambriento del
amor que supone el yo superior.

Su anhelo se encuentra enmascarado, finge ser otra cosa. No es de extrañar
que tanta gente piense repetidamente que ha encontrado el amor, y
repetidamente declare haberlo perdido.

Qué diferente es cuando se puede detectar el vacío interior y pensar: “¿Qué
puede no gustarme? Este anhelo forma parte del ser humano y del
conocimiento del amor”. Entonces le hará saber al ego que el miedo no es lo
que prefiere. Imagínese cómo podría ser nuestro mundo si la gente supiera
que ya está completo.

¿Qué necesitaría comprar ¿Qué tendría que poseer? ¿A quién debería
impresionar? ¿A quién necesitaría llevar del brazo? Las respuestas le darán
una idea de cuán a merced estamos del miedo de que somos incompletos,
inaceptables, y lo inconscientes que somos de nuestra conexión divina.
El miedo que sustituye al amor no es nada más que un miedo a que nos
rechacen. A la práctica totalidad de los miedos puede seguírseles la pista
hasta la propia estima. Si se ama a sí mismo será capaz de transformar sus
miedos mediante el amor, y no permitirá que dirijan su vida.

Si tiene una sensación interna de estar completo, de conocer la esencia divina,
el miedo se convierte en una amorosa invitación a saber más o a cambiar algo
en su vida. El miedo ya no le amenazará como hacía cuando no conocía su yo
superior.

Hace poco, mi esposa pasó una semana de meditación silenciosa en un
monasterio de California del Norte. Acudió allí para tener una experiencia de
Dios más profunda; para trabajar en su libro sobre la forma espiritual de bordar
el parto y el cuidado del bebé; y para vivir toda una semana de silencio, oración
y meditación. Se sintió hondamente afectada por el contento y amor que halló
dentro de aquella comunidad de personas que habían vivido allí durante
décadas. Dijo no haber sentido ninguno de los miedos que tan a menudo son
una parte aceptada de la vida.

Cuando se conoce íntimamente el yo superior, uno tiene a su disposición una
profunda sensación de amor, y el miedo, tal y como se conocía, se convierte en
un imposible. Con esto en mente, la respuesta a la pregunta retórica “así pues
¿qué debe no gustarme?”, es que no hay en absoluto nada que no deba
gustarle. No hay nada que temer cuando uno sabe que es una criatura divina y
está completo, y que no tiene que hacer nada para demostrarlo.

No tiene por qué ingresar en un monasterio y vivir en silencio para llegar a esta
respuestas.

Sólo tiene que hacer el voto de reemplazar el miedo por amor. Cuando sea
capaz de hacer esto, estará escuchando a su yo espiritual.



CENTRARSE EN EL MIEDO Y CENTRARSE EN EL AMOR