jueves, 27 de julio de 2017

Amo las miradas que delatan sentimientos


Alguna vez habremos escuchado que la mirada es el reflejo del alma, a través de ella logramos transmitir lo que nuestro interior contiene, así como percibir en el otro lo más profundo, lo que nada tiene que ver con posturas o fachadas. Lo que es esencial se refleja en las miradas y aunque ellas son capaces de adaptarse a los deseos de nuestra mente para inclusive mentir y manipular, también son las primeras en escapar de las cadenas y asomarse para mostrar en esencia lo que se siente, sin miedo a ser descubiertas.

Podemos escuchar palabras, algunas de ellas fundamentadas con verdades, que tomen fuerza con ese lenguaje sublime que utiliza ojos para expresarse, pero muchas veces escucharemos otras que no tendrán que ver con lo que la mirada de quien las pronuncia refleja. Las miradas delatan sentimientos, no es sencillo amaestrar a la mirada, no es sencillo esconder en ella lo que muchas veces no nos atrevemos a pronunciar.



“No sé ni tu nombre, sólo sé la mirada con que me lo dices. -Mario Benedetti-“


Las miradas difícilmente ocultan la tristeza, la alegría, la pena y especialmente el amor. Son capaces de apagarse, hasta presentarse casi imperceptibles, cuando pasamos por malos momentos, cuando nuestra energía está baja, esa llama apagada se refleja en una mirada perdida, opaca, en la mirada de quien no halla interés especial por la vida…



Así mismo, una simple mirada puede reflejar erotismo, puede ser un estimulante para quien la recibe. Las miradas pueden hablarnos de la honestidad de las emociones de alguien, si una sonrisa es sincera, si un te amo es honesto, si una despedida es sentida… Los ojos se acoplan con facilidad a las necesidades de nuestra mirada, dilatan sus pupilas, brillan, lagrimean…

“El alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada. -Gustavo Adolfo Béquer-“


Hay personas muy astutas que son capaces de hacer que sus miradas los soporten, pero en la mayoría de los casos no es posible mantener la mirada mientras se miente, mientras se engaña, especialmente para los que no dominan, ni tiene cómo hábito el arte de la traición o la mentira.

miércoles, 26 de julio de 2017

Despejando el camino para dar lugar al SER CREATIVO


El objetivo de este texto es propiciar llaves para crear una dinámica de acercamiento a la Autorrealización.


La individualidad del SER dentro del círculo de pertenencia.

Venimos solos al mundo y nos iremos solos.
Somos por nosotros mismos, la identidad es propia.
Solo podrás activar tu sentido de manada cuando te reconozcas como individuo y sanes como individuo.
Sanar la célula individual.


LA CELULA INDIVIDUAL.

Este concepto nos figura un fractal de lo micro a lo macro, donde se reconoce a lo individual como UNO en sí.

Vinimos a sanar la célula individual.
Reconociendo la individualidad del ser, obrando con autenticidad.
Una vez comenzado este sendero…

El ser individual podrá integrarse al todo que es uno.
 UNA UNIDAD.
Una sola misma unidad… como lo es él.

Se  es una célula individual siendo uno consigo.
Se  es una célula individual dentro de otra célula individual.

El conjunto de  individualidades hace al  todo UNA misma gran célula.



Autoconocimiento.

Trabaja para alcanzar una desidentificación con lo que nos ofrece el ego artificial, de lo contrario convertirás la sensación de seguridad y pertenencia que te da la cultura en dependencia.

La identificación con la cultura es el equivalente a la identificación con la personalidad, es aquello que da forma externa a lo que somos, un nombre, una apariencia, un carácter. El problema es tomarlo como determinante y que de esta forma haga a quien somos. Cuando en verdad esto conlleva un grado de impermanencia, ligado al estado de la materia y su proceso temporal de: nacimiento, degradación y muerte…  Por lo tanto, podemos deducir que  lo que hace a la esencia es algo más abarcativo y no tan puntal ni efímero. Hay que posicionarse para  mirar el panorama desde afuera.



Nos acercamos al Verdadero sentido de pertenencia.

Sacando un poco la mirada de lo micro, de aquello que nos define en lo personal y cultural, y lo satisfactorio y seguro que puedes sentirte  en tu círculo de pertenencia delimitado por tu zona de confort. Debemos alejar la mirada con los ojos de la despersonificación y trascender el estado de abismo, que nos produce el sentirnos entidades únicas, aisladas y solitarias; entendiendo que en verdad sí lo somos, pero hay algo más allá de lo que vemos que nos hace parte de una misma totalidad, que es la creación completa que nos aúna en un mismo todo, esa es nuestra verdadera pertenencia.

Podemos trascender esto, sabiendo que en realidad no es la cultura donde arraigamos nuestras raíces, este sentido pertenece al mundo de los hombres; si puedes deconstruir  la cultura… Verás que no es necesario llegar al estado de desasosiego sintiéndote impertinente a una identidad colectiva; ya que nos abarca y contiene el propio UNIVERSO, el mismo que da vida a la integridad de la creación, aunándola  bajo las leyes que hacen vibrar al todo en armonía.

Encontrar otro lugar desde donde percibir esta realidad, nos hace entrar en la sintonía de una vibración diferente. Nos situamos rodeados de creencias que construyen la VERDAD, que sostienen todos los acuerdos determinantes del paradigma que se esté atravesando, el cual cabe destacar,  será siempre acorde a nuestro entendimiento y en pos de nuestra evolución tanto: Espiritual, Individual, como Especie y Energía.


El Ser Supremo en manifestación.

Cuando la persona logra evidenciar la construcción ficticia/ilusoria a cerca de quien ES, puede alejar este ruido de su mente y lograr ver en lo profundo para encontrarse con su Ser Supremo.
Vibrar en la voluntad del Ser Supremo nos hará conectarnos con nuestra esencia, donde radica el espíritu y donde se encuentra el valor específico que poseemos, para realizar acciones vinculadas a nuestra verdadera misión de ser, dando un sentido profundo a nuestra existencia y transición por esta vida.
Para poner en marcha la acción de dicho plan, entramos en conexión con nuestro Ser Creativo a través de la voluntad de nuestro Ser Supremo.
El Ser Creativo es quien contiene, la autenticidad del yo soy…. Su manifestación propone poner en práctica ese valor que te hace único, brillando en tu ARTE.

Disponer del ego como herramienta.

Podrán pasar muchas cosas fuera, pero al fin y al cabo el universo está en ti


La felicidad no viene dada como la vida, sino que hay que conquistarla. El principal requisito que necesitamos para ello se encuentra en lo que realmente necesitamos para conseguirla y lo podemos encontrar dentro de nuestro propio universo.

Partimos de la base de que el ser humano está hecho para sobrevivir, no para ser feliz. Para lo primero estamos programados; para lo segundo hay que hacer un pequeño “hackeo”. Quién quiera entrar en el desafío de la felicidad, debe asumir que lo más importante está en la creación de un sentido vital.


Ya lo decía José Luis Sampedro, escritor, humanista y economista español, estamos vivos para vivir, para hacernos, para realizarnos. La mayoría de nosotros, alguna vez en la vida nos hemos preguntado para qué estamos vivos. Saber contestar a esta pregunta nos dará un sentido a nuestra existencia. Un sentido propio y genuino.

Todo lo que vemos fuera es solo un reflejo de nuestro interior, de lo que pensamos y sentimos. Los defectos y las virtudes que vemos en los demás, de alguna manera los llevamos dentro. Por muchas dudas y preguntas que tengamos, la mayoría de las respuestas están ya en nuestro interior, porque el universo que habita dentro de nosotros ya es realmente interesante.

¿Qué intentarías hacer si supieras que no puedes fracasar?


Cuidarnos aporta paz a nuestro universo

Puede sonar un tanto irónico, pero nosotros somos los únicos capaces de perturbarnos a nosotros mismos, de consentir terremotos emocionales. La causa de nuestro sufrimiento no está fuera, sino dentro, en cómo afrontamos el dolor.


Los demás pueden matarnos físicamente, pero en un plano espiritual, solo nosotros tenemos el poder de hacernos daño y de imponer un orden. A pesar de librarse en nuestra propia mente, esta guerra ilusoria genera una serie de lastres emocionales, como la culpabilidad, el rencor, el resentimiento, el odio, el castigo y el deseo de venganza.


Nuestras interpretaciones ligadas a nuestras reacciones emocionales son las que nos llevan a sufrir y a entrar en conflicto con nosotros mismos. En última instancia nosotros somos los causantes de nuestro propio daño. Por eso, enfocarnos en nosotros y hacernos cargos de nuestras emociones nos acerca a un conocimiento más profundo de nuestro universo interior.

Al fin y al cabo, lo único que podemos cambiar en nuestra vida es a nosotros mismos. Todo lo demás, son conceptos ilusorios. Podemos perturbarnos por querer un mundo mejor, donde haya menos injusticias y más igualdad, pero todo eso escapa de nuestras manos. En cambio, cambiar y mejorar nuestro interior es solo trabajo nuestro, por eso alcanzarlo nos da una paz ilimitada y un nuevo concepto de afrontar las situaciones.

“Lo mejor que puedes hacer por la humanidad es ser feliz y aprender a estar en paz contigo mismo”
-Séneca-


Para construir un universo propio necesitamos ser valientes

La generalización es una amenaza para nosotros, que nos perdemos en ciudades de grandes edificios y con reglas que pocas veces se dicen, pero se imponen. En muchas ocasiones, sacrificamos actuar en coherencia con nuestros valores por proyectar una imagen mejor: esta es una de las formas que el sistema tiene para dominarnos, la recompensa que nos ofrece a cambio. Haz esto y hazlo de esta forma y te tendré en cuenta.

Así es como terminamos ocupándonos de todo menos de nosotros, del coche, de la moto, de lo otro y de lo de más allá; nos pasamos el día haciendo cosas automáticas, cuando sencillamente podríamos vivir mejor.

martes, 25 de julio de 2017

De nada sirve impacientarse, todo llega cuando tiene que llegar


Esto podría sonar un poco a: “el destino está escrito”, podríamos asumir que si le damos validez a que todo llega cuando tiene que llegar, no tenemos mucha capacidad de acción, de control y de elección de lo que ocurre en nuestras vidas. Sin embargo, esto no es más que una invitación a fortalecer nuestra paciencia, a aprender a esperar, a saber cuándo actuar y a entender que nada de lo que nos ocurre, lo hace de manera casual, todo corresponde a un proceso, todo es consecuencia de nuestras acciones y decisiones.

Es por ello que no nos es posible creer que todo está escrito, que hay un destino trazado, pero sí que nada ocurrirá a destiempo, si no estamos preparados para que algo ocurra, si no estamos listos para conocer a alguien, si es necesario aprender ciertas lecciones antes, pues estaremos en posición de esperar a que las condiciones estén dadas.

Tenemos control sobre nuestros procesos personales, podemos tomar consciencia de cada paso, podemos dejar de vivir por inercia y sencillamente ir indagando y aprendiendo de cada experiencia. Más allá de los sentimientos que guardemos, más allá de las emociones que una situación despierte en nosotros, debemos tratar de encontrar respuestas que nos ayuden a crecer.

Nuestro inconsciente está en un aprendizaje continuo, pero la práctica es la que ayuda al inconsciente a fluir con cada experiencia. Parte del proceso de adquisición de información parte del raciocinio, de dedicar tiempo para aprender, de entender los “para qué” de lo que nos ocurre.


En cada paso que demos, nuestra actitud será determinante, mientras más ansiosos estemos, mientras más preocupaciones tengamos, más difícil será fluir con la experiencia y más trabas colocaremos para llegar a donde queremos estar. Solo la paciencia y la calma nos permitirán atravesar caminos, disfrutando de cada paso, sin perdernos detalles, generando en un estado de tranquilidad las condiciones para que lo cada una de las cosas que tengamos que vivir se manifiesten en nuestras vidas.

5 formas sencillas de incrementar tu control mental


Se le llama control mental, autocontrol o dominio de uno mismo. En cualquiera de sus acepciones es, en todo caso, un concepto más o menos mentiroso. Los occidentales tenemos una verdadera obsesión por controlarlo todo, hasta a nosotros mismos. Sin embargo, se trata de un objetivo imposible de lograr en su totalidad (lo que no quiere decir que no tengamos un margen de mejora).

Lo que sí podemos hacer es aprender a gestionar nuestras emociones de una forma más inteligente. Esto implica, a su vez, aumentar el control mental sobre nuestros impulsos irracionales específicamente. Todos llevamos dentro una especie de voluntad salvaje. Nos ayuda a ser osados, pero también nos juega malas pasadas, especialmente cuando nos invade la ira o el miedo.


“Quien conquista a otros es fuerte; mas quien se conquista a sí mismo es poderoso”.
-Lao Tsé-



Hay formas de domesticar o canalizar esos impulsos feroces que a veces nos invaden. Es razonable que aparezcan de cuando en cuando y tomen el timón por algunos instantes. Sin embargo, el problema aparece cuando la excepción se convierte en regla. Ahí es cuando resulta conveniente hacer un alto y aplicar algunos consejos para aumentar el control mental. Estos son algunas formas sencillas para lograrlo.

1. El auto-conocimiento incrementa el control mental

Todos pensamos que nos conocemos; sin embargo, esto no siempre es cierto. Es verdad que cada uno se define de algún modo si se lo preguntan y esta definición puede cambiar sensiblemente dependiendo del momento en el que se pregunte. Sin embargo, una buena cantidad de personas no sabrían identificar sus motivaciones más profundas o exponer las motivaciones por las que inician, mantienen o terminan con sus conductas/hábitos.


No es infrecuente escuchar expresiones como “no era yo mismo”, cuando alguien hace algo que podría resultar “reprobable”. Pero sí era él mismo. Lo que ocurre es que quizás no se conoce tanto como lo supone. Al aumentar el auto-conocimiento, también se incrementa el control mental. Sabemos qué situaciones podemos abordar más exitosamente y cuáles demandan mayor cuidado.

2. Desactivar el piloto automático

Andar en modo “piloto automático” es ir por la vida sin fijarnos demasiado en nada, abstraídos, en una dimensión lejana a lo que ocurre. Pasamos de un pensamiento a otro y de un comportamiento a otro, sin tener la menor idea de por qué. Sentimos que es la vida la que “nos va llevando”, aunque no sepamos exactamente hacia dónde.

Sería imposible tener consciencia de todo, todo el tiempo: prácticamente tendríamos que renunciar a nuestra vida mental. Nos colapsaríamos. Lo que sí es posible es hacer pausas, altos en el camino para contemplar en dónde estamos y si vamos en la senda que de verdad queremos recorrer. Esas pausas se traducen en mayor conciencia y esta, a su vez, en más control mental.

3. Aprende a detenerte

Aprender a desactivar el impulso de una emoción no es nada fácil. Especialmente si fuimos educados en un entorno que no le otorgaba una gran importancia al control de impulsos. Quizás venimos de familias violentas o con una dinámica histérica muy fuerte, de manera que hemos internalizado ese actuar sin pensar cuando se apodera de nosotros una emoción muy intensa.



Aprender a regular esas emociones invasivas y a expresarlas de la manera que queremos supone un gran paso adelante. En el fondo solo es un hábito que se va adquiriendo, complejo eso sí, porque nuestro cerebro -concretamente nuestra corteza prefrontal- no está completamente desarrollado para ello hasta que hemos pasado la adolescencia.

Esta gestión tiene que ver con una elección: dejar que la emoción se desboque o quedarte quieto mientras pasa el huracán. Al hacer esto último, ganamos mucho, especialmente en el terreno de las relaciones sociales.

4. Mastica y digiere la frustración

lunes, 24 de julio de 2017

Ejercicios para activar la Glandula Pineal 3ª parte


ULTIMO VÍDEO QUE HEMOS CREADO, ESPERO QUE OS GUSTE Y OS AYUDE.

La glándula pineal produce Dimetiltriptamina también conocida como DMT, que es un neurotransmisor sintetizado a partir de la serotonina la cual es responsable de producir los efectos visuales del sueño y se produce en mayor cantidad momentos antes de morir.

Se encuentra también en la naturaleza en diferentes plantas como la ayahuasca y en la Mimosa hostilis conocida como ojo de venado y es considerada el alucinogeno mas poderoso en existencia, es capaz de aislar la conciencia humana de todos los sentidos alterando dramáticamente la noción del tiempo y la realidad, el usuario percibe que la duración del "viaje" es de horas, pero en realidad dura de 5 a 10 min dependiendo de la dosis.



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El tren en el que vamos, y el desfase evolutivo que hay que corregir


En el último artículo habíamos hecho referencia al desfase tan grande que hay entre la octava o proceso planetario (el camino y pasos evolutivos que la consciencia-ser de nuestra esfera terrestre sigue por sus propios procesos de crecimiento) vs el proceso que, nosotros, como una de las especies que con él navegamos, estamos atravesando.



Imaginaros que estuviéramos subidos en un tren que tiene un recorrido, estaciones, horas de salida y horas de llegada a cada uno de los puntos por los que tiene que pasar, y que, dentro de ese tren, los pasajeros estuvieran todos amontonados en el último vagón de cola, con las ventanas cerradas y sin ni siquiera darse cuenta de que están frenando, por el peso que ejercen sobre las ruedas del último vagón, la velocidad de avance del conjunto. El tren sigue queriendo tirar hacia adelante, y tiene que hacerlo, pero como el lastre de la carga que lleva le hace ir más lento de lo que debiera, tiene que ir tomando decisiones para ver cómo distribuir a los pasajeros de forma que equilibren el peso y dejen de frenarle, además de enseñarles a que abran las ventanas para que puedan ver lo que sucede fuera de su limitada percepción de la realidad y vean el paisaje y la situación real en la que se encuentran.



Los pasajeros dentro del tren tienen sus propios caminos evolutivos que les permiten ir saltando de vagón en vagón, desde el vagón de cola hasta el de cabeza, este primero siendo el más complejo, denso y negativo, y que además está controlado ferozmente por unos revisores que ni siquiera son nativos del tren, sino que lo asaltaron hace mucho tiempo y se hicieron pasar por seres supremos para ser adorados, y poder gestionar lo que sucede en todos los vagones. Así, los pasos y caminos evolutivos que llevan a los pasajeros (a los seres humanos) desde el vagón más denso (la realidad o matrix actual, la que hemos llamado realidad 7,8Hz) hasta realidades más elevadas en vagones de cabeza (la matrix 15,6Hz), va muy lenta respecto a los puntos por donde el tren tiene que ir pasando para poder ir soltando carga.

Cuando el tren tenga que llegar a un punto de su recorrido donde le toque soltar el último vagón, todos los pasajeros que no hayan conseguido avanzar desde el último al penúltimo (desde un nivel de realidad a otro inmediatamente más elevado), verán como su realidad y su existencia posiblemente es catapultada de golpe al vagón siguiente, estén preparados para ello o no, pues ya no será posible que nuestro tren (el planeta), vaya más despacio para intentar llegar lo más lentamente posible a ese punto donde no tenga más remedio que dejar ir aquello que ya no puede sostener más, que es la realidad más baja de todas, pero donde todavía coexisten la mayoría de viajeros del tren.


Analogías aparte, y espero que esto sirva como ejemplo, si ahora el planeta estuviera en un punto de su crecimiento y avance asociado a una nota cualquiera, por ejemplo un RE#, nosotros aun estamos en el FA de la octava anterior, con lo cual, el trabajo que hay que hacer es brutal para poder ponernos al ritmo que marca aquello que nos otorga la posibilidad de usar este sistema como base evolutiva. Cuando hemos hablado de que se aproximan revolturas, cambios bruscos y movimientos energéticos que pueden no ser demasiado cómodos, es porque hay que alcanzar, en la medida de lo posible, el punto de la octava necesario para que tanto pasajeros como planeta vayamos en unísono y a la par, al menos no sin tanto desfase, por los ciclos evolutivos que nos tocan y por los que hemos de pasar si o si.



Pero claro, ¿cómo mueves a la masa de la humanidad desde el último vagón a otros más avanzados o intermedios? La única forma es moviendo su inconsciente colectivo, para que se vean arrastrados por él hacia esos vagones delanteros. ¿Cómo se hace esto? Imaginaros que en el techo del último vagón flotara una balsa de energía y que cada persona estuviera conectada por una parte de su psique a la misma. Esta balsa de energía imaginaros que fuerzas externas y poderosas la arrastraran y la movieran tres vagones más adelante, dejando a los pasajeros con sus cuerpos físicos en el último vagón, pero con su inconsciente colectivo en un vagón con otra vibración mucho más elevada y acorde al punto del recorrido del tren que tendría que ocupar en un proceso normal.

 ¿Qué ocurriría entonces? Que los cuerpos físicos, las personas, se verían atraídas con más o menos brusquedad hacia los vagones superiores, ya que, como si de un chicle o una goma elástica que se recoge se tratara, no puedes tener tu vehículo evolutivo en una realidad y tu mente y tu psique en otra, al menos no permanentemente, así que, tarde o temprano, como si llegaran unos vendavales mentales enormes, todos los pasajeros se verían sometidos a cambios internos en su psique y sistema mental para poder traspasar a esos otros niveles de realidad que permiten, al menos, desenganchar el último vagón, y continuar poco a poco con el proceso de reajuste respecto a la octava planetaria. Huelga decir que no estamos hablando de un cambio “idílico” a una realidad utópica: el vagón que va por delante del último vagón es muy parecido a este, pero tiene menos restricciones energéticas y mentales, y a su vez el vagón que va por delante del penúltimo vagón, es mucho menos denso y más elevado vibracionalmente hablando que el anterior, y sucesivamente así hasta la cabecera, pero todos forman parte de la misma realidad 3D macro, en diferentes capas de consciencia, vibración, etc..