viernes, 2 de febrero de 2018

Estados Alteradores de Conciencia, un vistazo desde el pensamiento investigativo


Sabes ¿qué son Estados Alterados de Conciencia? A través de éste Artículo, comprenderás la conciencia y su actuación vivencial en tu vida, te adentrarás a procesos de selección sensorial, conocerás los Estados Alterados de Conciencia y la manera de percepción de la mente humana.

¿Qué significa Estado Alterado de Conciencia?

“El Estado Alterado de Conciencia es una condición significativa diferente al estado de vigilia atenta”


Para tu conocimiento, los Estados Alterados de Conciencia son estados mentales que logran ser reconocidos subjetiva-mente por el individuo que lo vive, o en su defecto, por un observador. Se trata de un estado diferente al estado normal del sujeto, dado por variaciones psicológicas o por el estado de alerta propio de la vigilia.


En otras palabras, el Estado Alterado de Conciencia es una condición significativa diferente al estado de vigilia atenta. Aquí, el individuo sufre cambios en su estado mental, normalmente son de naturaleza temporal.


Actualmente, existe diversidad de fenotipos en el Estado de Conciencia. Ejemplo de ello, son el estado de sueño y el estado de vigilia. Básicamente, el Estado Alterado de Conciencia incluye alucinaciones, alienación, euforia, depresión, rabia, choque circulatorio, éxtasis, sueños, psicosis, intoxicación psicotrópica, premoniciones y percepciones extra-corporales, entre otras más características. 


Sin lugar a duda, el Estado Alterado de Conciencia es muy constante en los sujetos con problemáticas psiquiátricas y médicas. Si estuviera en un estado normal, la conciencia del sujeto le permitiría dar respuestas lúcidas y acorde a los estímulos sensitivos y sensoriales.

Causas de llegada a Estados Alterados de Conciencia en el sujeto

“El Estado Alterado de Conciencia incluye alucinaciones, alienación, euforia, depresión, rabia, choque circulatorio, éxtasis, sueños, psicosis, intoxicación psicotrópica, premoniciones y percepciones extra-corporales”
 

Las causas más corrientes que llevan al individuo a Estados Alterados de Conciencia, tienen que ver con el consumo de drogas y otros mecanismos de intoxicación, los accidentes cardiovasculares, los traumas, la fiebre, también los desórdenes metabólicos, des-compensación cardíaca, desórdenes convulsivos, tumores cerebrales, infecciones, meningitis, entre otras causas.


Por otro lado, existen las Alteraciones de Conciencia normales, tal es el caso del sueño. Necesariamente es una fase normal y prioritaria en el sujeto. El sueño, presenta dos fases diferentes: el sueño REM y el soñar. En éste instante, se vibran experiencias visuales catalogadas como fenómeno psicológico “rico y revelador de deseo y temores”. 

Tipos de Trastornos Alteradores de Conciencia

jueves, 1 de febrero de 2018

LA PRECIOSA EXPLICACIÓN DE UN MÍSTICO SUFÍ SOBRE POR QUÉ SOÑAMOS


UNA JOYA DEL MÍSTICO MURCIANO IBN ARABI: EL SUEÑO REVELA LA POSIBILIDAD DE UNA GNOSIS DE LA NATURALEZA ONÍRICA DE LA VIGILIA Y DE LA FORMA DIVINA QUE SUBYACE


En la obra de Ibn Arabi, uno de los más grandes maestros sufíes de la historia, encontramos un tratamiento sumamente sutil y sofisticado de la popular noción de que el mundo es un sueño o es en esencia imaginación divina. La imaginación es la puerta o bisagra entre la realidad divina absoluta y el mundo de la transformación o el cosmos que es emanado como un sueño en la mente divina. 

William C. Chittick, en su libro The Sufi Path of Knowledge: Ibn al-Arabi's Metaphysics of Imagination, escribe: "Los sueños son en realidad una llave divina para decodificar el misterio de la ambigüedad cósmica y la constante transformación de la existencia". Ibn Arabi escribe en el Futuhat:

La única razón por la cual Dios colocó el sueño en el mundo animado fue para que todos pudieran percatarse de la presencia de la imaginación y conocer que existe un mundo similar al mundo más allá de los sentidos... Él llama la atención de los soñadores inteligentes hacia el hecho de que en el mundo sensorial existen transmutaciones en cada instante, aunque los sentidos no las perciben.

Lo anterior requiere de cierta explicación, pero rápidamente podemos señalar algo simple y precioso. El sueño está allí para hacernos ver que existe un dominio imaginal, esto es, un reino mental que es tan real como el mundo sensorial que experimentamos en la vigilia. En otras palabras, en los sueños podemos notar que el mundo está hecho de imágenes. 

El sueño nos abre, entonces, a la posibilidad de que la vigilia también sea sueño -ya que está hecha de sutiles transmutaciones de imágenes, de un flujo mental-. Chittick señala: "Cuando la naturaleza del cosmos es realmente verificada (tahqiq), el sujeto que conoce ve que es una forma de imaginación, que necesita interpretación como un sueño". 

El cosmos que nos parece tan sólido e independiente se revela como un espacio imaginal cuando logramos interpretarlo, es decir, darnos cuenta de que tiene un significado, que las cosas están hechas de información que nos dice algo. Ibn Arabi continúa:

miércoles, 31 de enero de 2018

Construye tu casa sobre roca firme. Fran Ortega

Fran Ortega

De mi Amado amigo y hermano Fran ortega, os comparto esta magistral conferencia que realizo 
en Colombia el 18 de enero de 2018.


Podemos ser conscientes de creer encontrarnos en una Ilusión. Pero si nos quedamos ahí, sin llevar a la practica el acto de entender que no es Real, es como la metáfora de Jesús cuando habló de construir nuestro hogar en tierra suelta; que llega una tormenta de emociones y la tira por el suelo.


En esta conferencia se nos invita a prestar atención  al momento presente que es lo más cercano que podemos estar de nuestra naturaleza divina en esta supuesta ilusión. De ese modo podremos reencontramos con la Paz que ya somos.




Ismael

martes, 30 de enero de 2018

Tus penas no llegaron para quedarse, llegaron para cambiarte


Así es… así que saca lo que tengas que sacar de ellas y suéltalas. Las penas, los problemas, las decepciones, no son más que maestros, pero no por ello deben ser considerados como compañeros de vida. No, vienen, nos tropiezan, quizás hasta nos revuelcan, nos aleccionan y no podemos adoptarlas, sino aprovechar de ellas lo que podamos y soltarlas.

Cada experiencia nos enseña algo, pero sin duda, aquellas que llevan consigo las mayores pérdidas o los más altos riesgos, son las que nos ofrecen las mayores oportunidades de transformación. En principio no vivimos nada que no necesitemos en un momento determinado para nuestro crecimiento, esto a veces cuesta asimilarlo, pero aceptar esto como cierto, nos permite ver con diferente actitud lo que enfrentamos día a día.

Si nos enfocamos en la lección, evolucionaremos, pero si nos enfocamos en el sufrimiento sin verle la utilidad, nos engancharemos a la experiencia dolorosa y no podremos evolucionar y entonces sí que no habrá valido la pena.

¡Dígame cuando nos da por buscarnos revivir la experiencia una y otra y otra vez! A veces no nos damos cuenta, pero nos decimos a nosotros mismos, “creo que esto ya lo había vivido”, “no puedo creer que esté pasando por lo mismo”, “esta persona se veía diferente y terminó haciendo lo mismo”, “pensé que había triunfado al sanar esta parte de mí y ahora estoy nuevamente en el inicio”, en fin… Nos sentiremos transitando un camino conocido y no es casualidad.

Si no tomamos la lección, la vida se encarga de ofrecérnosla nuevamente y a veces creamos experiencias bastante similares o repetimos patrones para forzar los cambios que necesitamos. A veces solo es cuestión de aceptar que cada quien es como es, a veces es aprender a perdonar, a veces es entender que no podemos controlarlo todo y que debemos aprender a ser felices de forma independiente a las circunstancias.

lunes, 29 de enero de 2018

¿EL UNIVERSO RESPONDE A TUS PREGUNTAS Y TÚ ESCUCHAS?


PARA LAS TRADICIONES ESPIRITUALES, CUANDO EL SER HUMANO HACE SILENCIO Y ENTRA EN UN ESTADO DE CONTEMPLACIÓN, ESTO LE PERMITE COMUNICARSE CON EL COSMOS Y ENTRAR EN UN ESTADO DE BEATITUD Y UNIDAD

El ser humano se percibe como separado del mundo y de esto proviene gran parte de su sufrimiento. Y, sin embargo, muchas tradiciones espirituales enseñan que tal separación -tal caída hacia un estado de soledad y desamparo- es una ilusión, ya que la unidad inicial es indivisible. En la medida en la que el ser humano tiene conciencia e inteligencia participa en aquello mismo que origina el universo y sustenta su evolución o manifestación.

Coinciden Platón y los doctores de la Iglesia en que el mundo fue creado en el intelecto, que es también la facultad más alta del alma humana. "Un orden natural es uno en el que el punto más alto de aquello que es inferior está en contacto con el punto más bajo de lo que es superior", dice el más oriental de los místicos occidentales, Meister Eckhart. Lo más alto del hombre está enlazado con la inteligencia universal o divina -hay comunicación-.

Solos en un mundo vasto, los seres humanos extienden sus interrogantes, anhelos o plegarias al cosmos en busca de una respuesta, de significado. La mayoría de las personas buscan refutar aquella sentencia de Sartre de que la naturaleza es muda. Creemos que el universo tiene sentido y está vivo y por lo tanto responde a nuestros actos, palabras y pensamientos. Creemos que dentro de nosotros también existe esa vastedad espacial que podemos ver en un telescopio como el Hubble -y que si el universo existe adentro de nosotros, entonces podemos conocerlo y comunicarnos mirando hacia dentro, haciendo silencio y observando-. Eckhart dice:

Toma nota que aquel que quiere escuchar a Dios hablando debe volverse sordo y desatender a todo lo demás. Esto es lo que San Agustín nos dice en el cuarto libro de sus Confesiones: "Alma mía, no seas tonta y haz que el oído de tu corazón se vuelva sordo al tumulto de tus penas... Si el tumulto de la carne es silencioso para la persona; y el alma misma es silenciosa; si revelaciones imaginarias, cada lengua, cada signo, y toda las cosas que son transitorias son silenciadas... entonces él mismo puede hablar a través de sí mismo para que podamos escuchar su Palabra". "La llevaré al desierto y le hablaré a su corazón allí" (Oseas 2:14)  

Esta noción de que en el silencio, habiendo apaciguado los sentidos y los deseos mundanos, haciendo esa noche oscura del alma, se puede escuchar y unirse con Dios o con lo absoluto, es algo común a todas las tradiciones espirituales y trasciende incluso el teísmo.

Por ejemplo, en el budismo zen o en el budismo tibetano, donde no hay un dios creador, también se realiza esta especie de comunión con la propia naturaleza que brilla en el silencio y que es la misma budeidad, o el ser libre de sufrimiento que está más allá del cambio. Esto también es lo que podemos llamar, con Jung, "sincronicidad", la sincronía o sintonía entre la psique y el mundo.



San Agustín poéticamente explica cómo la naturaleza responde al llamado de una persona con el lenguaje de la belleza:

viernes, 26 de enero de 2018

Trastornos psicosomáticos: cuando la mente hiere a nuestro cuerpo


Los trastornos psicosomáticos son la prueba del impacto que la mente puede llegar a tener sobre nuestro cuerpo. Son estados donde se evidencia una serie de síntomas físicos reales relacionados con enfermedades invisibles, con afecciones que no existen orgánicamente, pero que son el resultado de conflictos mentales, de problemas no resueltos que nos devoran por dentro.

Leer que hay alumnos que debido a la ansiedad pueden llegar a perder la visión justo antes de un examen puede resultarnos poco creíble. Asimismo, si hablamos del caso de una mujer de 60 que ha perdido la movilidad de las piernas porque está convencida de que tiene un tumor en la columna, también nos puede parecer una historia exagerada y difícil de comprender.


“Tu cuerpo te está diciendo que algo no va bien dentro de ti y que no lo estás viendo”.
-Suzanne O’Sullivan-


Sin embargo las pruebas están ahí y estos casos suceden cada día, en todo el mundo y a cada momento. Por ello, algo que aprenden rápidamente los neurólogos o los psicólogos especializados en trastornos psicosomáticos es a dar espacio al relato que hacen los pacientes de lo que les sucede. Si dicen tener dolor, ese dolor probablemente sea real aunque no se vea reflejado en una resonancia magnética o en un análisis de sangre.

Dar credibilidad al sufrimiento de estos pacientes es esencial. Ocurre lo mismo con las personas que dicen tener pensamientos suicidas durante una depresión, lo mismo que experimenta una persona con esquizofrenia al declarar que tiene visiones y determinadas alucinaciones. Esa realidad existe, existe dentro de la mente de ese paciente y puede llegar a ser devastadora. Cuando nuestra mente toma el control, traumatizada o supeditada a un estado de ansiedad muy convulso, todo puede ser posible.


Trastornos psicosomáticos ¿de verdad está todo en mi cabeza?

Entendemos por trastorno psicosomático todo aquel cuadro de síntomas donde no se halla un correlato físico u orgánico, ahí donde todas las dolencias y limitaciones que sufre la persona se deben en exclusiva a sus procesos mentales. Ahora bien, pensemos lo que esto puede llegar a suponer… ¿de verdad está todo en mi cabeza?

La verdad es que a día de hoy los trastornos psicosomáticos siguen siendo un área de estudio llena de incógnitas para los expertos. Algo que sí se sabe es que todo ese espectro de trastornos físicos asociados con el estrés mental tiene un correlato cerebral: la hiperactividad de los impulsos nerviosos del cerebro al comunicarse con diversas áreas de nuestro cuerpo.

Algo que también puede verse es un exceso de adrenalina en sangre, además de unos parámetros biológicos alterados, como la aceleración del metabolismo de la glucosa o de los aminoácidos…

A su vez, también se ha podido demostrar que hay personas más susceptibles a la hora de sufrir trastornos psicosomáticos. Pacientes que viven con mucha ansiedad o que tuvieron una infancia traumática a causa de abusos, carencias afectivas, etc., también suelen ser más propensos a experimentar este tipo de trastorno.



Más allá de entender o no qué causa las enfermedades psicosomáticas, hay un hecho aún más importante. Pensemos en un médico que le explica a su paciente que eso que sufre no es real, que ese dolor en el pecho no es un infarto, que la pérdida de su voz no se debe a un problema de las cuerdas vocales ni su terrible migraña a un tumor. Está bien que le digamos a un paciente “qué es lo que no tiene”, pero… ¿cómo ayudarle a sanar eso “que sí tiene” y que se origina en su mente?

“Es algo que nos pasa a todos. Pero no podría decir por qué en ciertos individuos este mecanismo decide crear una patología. Lo que ocurre es que todos tenemos una forma diferente de lidiar con el estrés”.
-Suzanne O’Sullivan-

Lo que nuestra mente puede llegar a generar

jueves, 25 de enero de 2018

¿Qué es lo que experimentamos?


¿Qué es la experiencia de un objeto?

Tomemos un árbol por ejemplo. Al mirar un árbol experimentamos una percepción visual. La percepción nunca es solamente de un árbol. El aparente árbol es siempre parte de una percepción más amplia que incluye el campo, el cielo, otros árboles, etc. Y esta experiencia en sí está incluida también en una experiencia más grande que puede contener pensamientos, imágenes y sensaciones.

Así que la idea de un "árbol" se refiere a "algo" que nunca es experimentado como tal. Nunca experimentamos el árbol tal como es concebido.

El concepto "árbol" es una abstracción que se superpone sobre la realidad de la experiencia en sí, sea lo que sea esa realidad.

No tenemos ninguna duda de que "algo", que es referido como "árbol", está siendo experimentado, pero el concepto "árbol" no describe ese "algo".

Despojada de la interpretación que la mente superpone sobre la experiencia en sí, sólo nos queda una percepción visual.

Lo que no es tan obvio es que esta misma percepción visual también se superpone sobre ese "algo" por las facultades de percepción, los sentidos, aunque está, en cierto sentido, "más cerca" de ello.

¿Se ve el "árbol" a sí mismo? ¿Sabe el árbol que es un árbol? ¿Acaso el árbol reclama que es un árbol? ¿Quién dice que es un árbol? Es sólo la mente la que hace esta afirmación.

¿Tiene el árbol en sí algunas cualidades visuales inherentes que sean independientes de los sentidos? No.

El ver pertenece a los sentidos, no al árbol. Cada uno de los sentidos imparte sus propias características sobre el objeto experimentado.

Sabemos esto por nuestra propia experiencia porque el ver persiste o continúa cuando el árbol está ausente, por ejemplo cuando vemos un coche, pero la percepción visual del árbol no persiste cuando el ver está ausente.

En realidad, la cualidades visuales del árbol pertenecen a los sentidos.

El ver por lo tanto existe en aquello que ve, sea lo que sea, no en lo que es visto.

Lo visto existe en el ver.

Sin embargo no tenemos ninguna duda de que hay "algo" en nuestra experiencia del árbol. ¿Qué es ese "algo"?

¿Cuál es la Realidad del árbol cuando ha sido despojado de la superposición conceptual de la mente y de la superposición de percepción de los sentidos?