Elegiste este vídeo? entonces debes escuchar tu voz interior.
La voz interior no habla con palabras sino en el lenguaje sin palabras del corazón. Es como un oráculo que sólo dice la verdad. Si tuviera un rostro, sería como el rostro que hay en el centro de esta carta: alerta, observador y capaz de aceptar tanto la oscuridad como la luz, simbolizadas por las dos manos que sostienen el cristal. El cristal por si mismo representa la claridad que viene de trascender todas las dualidades.
La voz interior puede ser también juguetona, a medida que bucea profundamente en las emociones y vuelve a emerger para elevarse hacia el firmamento como dos delfines que danzan en el agua de la vida. Está conectada con el cosmos a través de la corona de la luna creciente y con la tierra tal y como está representada por las hojas verdes en la figura del kimono.
Hay momentos en nuestras vidas en las que parece que muchas voces nos empujasen a uno y otro lado. Nuestra propia confusión en tales situaciones es un recordatorio para buscar el silencio y el estar centrado. Sólo entonces somos capaces de escuchar nuestra verdad.
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