“El futuro es muy a menudo una fuente de preocupación para los humanos: se preguntan si no les va a faltar dinero, si tendrán de qué comer, dónde vivir, etc.
Se preocupan tanto por todo eso que descuidan cuestiones mucho más importantes, cometen faltas que deberían reparar inmediatamente pero que no lo hacen y como todo eso se acumula, llega un momento en el que se encuentran sumergidos, aplastados.
Para evitar caer en este engranaje, es necesario meditar las palabras de Jesús:
«No os inquietéis del día de mañana, porque el día de mañana cuidará de sí mismo.»
El día de mañana cuidará de sí mismo significa que, si veláis cada día para que todo vuestro comportamiento sea impecable, el día de mañana quedará automáticamente despejado; y estaréis disponibles para realizar vuestros proyectos, siguiendo siempre vigilantes para que nada se quede atrás.
De esta manera, cada nuevo día os encontrará libres, bien dispuestos, dispuestos a trabajar, a estudiar, a alegraros y toda la vida tomará un colorido extraordinario de felicidad y de bendición.
Si hoy veláis para arreglar todas las cosas, os preparáis un buen día de mañana.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov.
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