Nuestra Naturaleza Esencial de Ser, Conocer y Felicidad
Empecemos por nosotros mismos. ¿Qué podemos decir a ciencia cierta acerca del "yo", nuestro sí mismo, el sujeto, el que conoce la experiencia? La primera cosa es que yo estoy obviamente presente ― yo soy. Si yo no estuviera presente no sería consciente de estas palabras. Y el segundo hecho evidente por sí mismo acerca de nuestro yo es que yo soy consciente o conozco. Si esto no fuera así yo no sería consciente de los pensamientos, sensaciones o percepciones.
En otras palabras, yo soy y el "yo" que yo soy, es consciente de que yo soy. Este conocimiento de nuestro propio ser ―su conocimiento de sí mismo― es el hecho más familiar, íntimo y evidente de la experiencia y es compartido por todos.
A veces nos referimos a este "yo" presente y consciente como "Conciencia" (Awareness), que significa la "presencia de eso que es consciente". Es una palabra en la que las dos cualidades fundamentales de nuestro yo ―ser y conocer― son reconocidas como una.
¿Qué más podemos saber con certeza de la experiencia de nuestro yo? "Yo" soy consciente de los pensamientos, sensaciones y percepciones, pero no estoy hecho de pensamiento, sensación o percepción. "Yo" estoy hecho de puro ser y conocer.
Como tal "yo" puede ser comparado con un espacio vacío y abierto al que o en el que aparecen los objetos de la mente, el cuerpo y el mundo (pensamientos, sensaciones y percepciones). Y así como el espacio vacío, en términos relativos, no puede resistirse o ser agitado por la apariencia o actividad de cualquier objeto en su interior, de la misma manera el espacio abierto y vacío de Conciencia no puede resistirse o ser perturbado por ninguna apariencia de la mente, el cuerpo o el mundo, con independencia de su cualidad o condición particular. Esta ausencia inherente de resistencia es la experiencia de la felicidad; esta imperturbabilidad es paz. Esta felicidad y paz no dependen del estado de la mente, del cuerpo o del mundo y están presentes en y como la naturaleza esencial de la Conciencia en todas las condiciones y en todas las circunstancias.
Así, la felicidad y la paz, así como ser y conocer, son esenciales para nuestra verdadera naturaleza.
El Nacimiento y la Muerte del Yo Separado
Con este aparente velo del yo verdadero y único de la Conciencia, un ser separado, limitado, parece venir a la existencia, al igual que un paisaje real parece existir cuando se pasa por alto la pantalla.
Y con el aparente velo de nuestra verdadera naturaleza, la paz y la felicidad que son la condición natural de toda experiencia también parecen ser velados. Es por esta razón que siempre hay un dolor profundo en el corazón del yo separado ― el dolor de la existencia separada. La mayoría de las personas pasan sus vidas tratando de aliviar o calmar el dolor de esta separación a través de sustancias, objetos, actividades y relaciones.
En pocas palabras, el yo separado imaginario está siempre buscando la paz, la felicidad y el amor en un objeto exterior, el otro o el mundo. Sin embargo, el yo separado no puede encontrar la paz, la felicidad y el amor, ya que su existencia aparente es el velo de eso. Al mismo tiempo, la paz, la felicidad y el amor es todo lo que el yo separado busca.
El anhelo del yo separado es como una polilla que busca una llama. La llama es todo lo que desea la polilla y la única cosa que no pueden tener. En cuanto la polilla toca la llama muere. Esa es la manera en que la polilla experimenta la llama ― muriendo en ella. Y esa es la manera en que el yo separado experimenta la paz, la felicidad y el amor ― disolviéndose o muriendo.
Todos los yoes separados buscan sólo el final de la búsqueda, todos los yoes separados anhelan sólo poner fin al anhelo; todos los yoes separados desean sólo disolverse o morir. Esa muerte ―la muerte del yo separado― es la experiencia de la paz, la felicidad y el amor, la develación de nuestra naturaleza esencial, su "recordamiento" de sí misma.
Sin embargo, como hemos visto, el yo separado es sólo un yo real desde su propio punto de vista ilusorio. ¿Cómo puede para empezar una ilusión morir si no es real?