Yo Soy la Luz regeneradora, elevadora, irradiando eternamente, vigorizándote, enriqueciéndote con su propia acción de constante elevación y transmutación.
Sí, la Luz es y siempre será, la acción de toda transmutación hacia el Reino de la Fuente.
Hay dos fuerzas contradictorias, pero íntimamente unidas por la voluntad del Creador Padre-Madre, la fuerza de la evolución y la fuerza de la involución. Uno te aleja de la Fuente, el otro te acerca cada vez a esta energía benéfica de la Reunificación.
Esta Luz penetra en cada una de tus células, las limpia profundamente para transmutarlas y elevarlas a dimensiones superiores.
La Luz, el Amor y la Libertad irradian dentro ti
El destino divino de cada hombre en este planeta, ese estado de hombre por el despertar de tu conciencia y por el del átomo crístico establecido en el centro de tu Ser, te permite crecer en la consciencia del camino eterno de la sabiduría y del amor, para fundirse con la gran conciencia del Todo.
El establecimiento de esta Luz dentro de ti como conciencia individual, te hace unirte a la gran familia de los hijos del Altísimo.
Esa dualidad dominada por las fuerzas de la involución, que a pesar del final que le espera en la dominación del plan de la Tierra, trata de mantener su poder de separación y sufrimiento, hace que sea difícil para la mayoría de tus hermanos y hermanas comprender verdaderamente sus roles, el destino de sus vidas y el descubrimiento fundamental de pertenencia en un Estado Divino.
Es por la fuerza de la acción, por tu trabajo, Hermano y Hermana, llamados a menudo “los iluminados“, que serán la revelación en la Tierra. Todo está ahí. Esa búsqueda te condujo al laberinto de tu vida para descubrir tu centro secreto y sagrado, tu centro de Luz que abre la puerta de las Revelaciones.
No, nadie es elegido o tiene que creerse elegido
Todos los hijos e hijas del Altísimo eligen si encontrar o no este camino del Señor. Todos deben inclinarse ante este Tesoro Divino, esa chispa ilimitada de la vida, tan humilde y tan radiante de la revelación, de la pertenencia al estado de despertado.
Todo comienza desde ti mismo, desde este descubrimiento, desde este átomo secreto de revelación que permite la liberación de tu Todo Poder.
Todo comienza desde la fuerza y el resplandor de esta vida-átomo que se expande a tu alrededor, generando reacciones en cadena en tus células que encienden y expanden ese fuego secreto, transformando tu energía en Luz central flamígera.
Por lo tanto y al descubrir este tesoro que hay dentro de ti, al descubrir tu propia liberación, te convertirás en ese sol de amor capaz de transmutar y elevar todo lo que te rodea.
Alguien dijo: “Dame una palanca y levantaré el mundo”
Todos ustedes son hijos de la luz y del día, no de la noche ni de la oscuridad -
Esa palanca es la de la luz y el amor que está a tu alcance, dentro y en el centro de ti. Nadie te lo da, ni puede encontrarlo por ti.
Ver despertar a cada uno de estos corazones en la Tierra encendidos por el descubrimiento y la expansión de su Átomo Divino, nos llena de tanta alegría y felicidad.
De este modo, la transformación del mundo se realiza mediante esta gigantesca y simple obra de conciencia individual y colectiva de tu estado divino, liberándote de las aún poderosas cadenas de la dualidad de ese mundo.
Ábrete a este Amor, a esta libertad que viene de ti y que te eleva hacia nosotros, permitiendo el matrimonio íntimo y la fusión de nuestras energías, en una acción que acelerará el despertar de tu Planeta.
Paz y amor en ti, siempre.
https://messagescelestes.ca/decouverte-de-votre-centre-sacre-dans-le-labyrinthe-de-vos-vies/
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