jueves, 10 de agosto de 2017

Espera hasta que tu alma te alcance


Tenemos prisa, demasiadas prisas. Hacemos equilibrios sobre las melodías que tocan el estrés y la ansiedad, que a su vez se alimentan de la gran cantidad de responsabilidades y presiones que cargan su peso sobre nuestros hombros. Así, eso que nos agobia, el paso del tiempo, sucede sin que nos demos cuenta. Todo esto, provoca que nos desconectemos de nuestro “yo”, de nuestra alma. Una desconexión que repercute negativamente en nosotros mismos.

No nos damos cuenta de que vivimos con el piloto automático ya que de alguna manera se ha convertido en nuestro estado por defecto. En muchas ocasiones actuamos por inercia, sin pensarlo demasiado y sin disfrutar de la propia actividad. Así, llegamos a la conclusión de que a los días les faltan horas, a las horas minutos… y al alma tiempo.


Nos impulsamos con gran fuerza y brío hacia delante, dejando atrás nuestra consciencia. No tememos perdernos, abandonar nuestra esencia: es más importante llegar antes que hacerlo de una determinada manera. Vivimos en un constante piloto automático que evita que nos centremos en lo que es importante: nosotros mismos.


No corras, permite que tu alma te alcance

Si os parece, antes de continuar, viajemos hasta África y conozcamos una historia.

“Hace mucho, muchísimo tiempo, un expedicionario se aventuró en los territorios más inhóspitos de África. Solo le acompañaban sus porteadores. Todos llevaban un machete para abrirse paso entre la espera vegetación. Tenía un único objetivo en mente: avanzar rápidamente a cualquier precio.

Si se encontraban con un río, lo cruzaban en el menor tiempo posible. Si se interponía una colina, apretaban el paso para no perder ni un minuto. Sin embargo, de repente los porteadores se detuvieron en seco.

El expedicionario se sorprendió, puedo que solo llevaban unas cuantas horas en marcha. Así que les preguntó:

– ¿Por qué os habéis parado? ¿Estáis ya cansados? Apenas llevamos unas horas de camino.


Uno de los porteadores lo miró y le respondió:

– No señor, no estamos cansados. Pero hemos avanzado demasiado rápido y, por eso, hemos dejado nuestra alma atrás. Ahora tenemos que esperar a que nos alcance de nuevo”.

Si avanzas demasiado rápido, dejarás tu alma atrás.
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Este es un hermoso relato africano que refleja el peligro de quedarnos atrás cuando queremos avanzar demasiado rápido o cuando este se convierte en el principal objetivo, sino en el único. Fijar nuestra a atención en la meta puede que acorte el tiempo de trayecto. Sin embargo, ese tiempo descartado para nuestros sentidos, será la moneda con la que paguemos el precio por llegar antes.

En ocasiones, las prisas también son una excusa para ignorar el dolor que nace de nuestras heridas. Pasamos de ellas, no les hacemos caso, pero ellas no dejan de estar presentes y de limitarnos. Creemos que ignorarlas hará que desaparezcan. En muchos casos quizás, pero en otros las heridas necesitarán otro tipo de cuidados, como la desinfección o algún punto. Distinguir unas de otras no deja de ser una expresión de inteligencia emocional.

Tus heridas necesitan tiempo para sanar

Por mucho que ignoremos nuestras heridas emocionales, esta actitud no impide que dejen su impronta en nuestro cerebro. De hecho, sabemos que todo trauma vivido o aquello que nos ha causado un impacto emocional importante en nuestra infancia lo arrastramos hasta la edad adulta. Si no lo vemos, si no nos paramos a reflexionar sobre lo que nos ocurre para así poder solucionarlo, las heridas no cicatrizarán, seguirán abiertas.

Todas las experiencias negativas que vivimos dejan una huella profunda a nivel neurológico y seguirán sangrando por mucho que nos esforcemos en ignorarlas. Las fortaleza en muchos casos no tiene nada que ver con apretar los puños y seguir adelante, sino con estudiar el precipicio y encontrar la manera de construir un puente que nos permita salvarlo.

Hablamos de mirar a los ojos a la tristeza para saber qué nos quiere decir, de encontrar una forma de gastar la energía que emana de las emociones negativas sin dañar a nadie o de darle un momento de respiro a la ansiedad para que recupere su latir normal: esa frecuencia en la que nos ayuda y nos da aliento, en vez de consumirlo.

miércoles, 9 de agosto de 2017

17 Sabios pensamientos del Maestro Krishnamurti para inspirar tu vida


Jiddu Krishnamurti (1895- 1986) fue un filósofo, orador y escritor que revolucionó a través de su enfoque, cada apreciación de los diferentes aspectos de la naturaleza humana. 

Inspiró a la humanidad en temas relacionados al rol de la mente en nuestras vidas, las relaciones interpersonales, la sociedad, la influencia externa, la meditación y la importancia del auto-entendimiento.

Sus análisis se caracterizan por ser bastante profundos, algunos, para muchos in-entendibles, sin hablar de la práctica. Sin embargo, ofrecen una orientación que encierra vasta sabiduría. Aquí les mostramos algunos de sus pensamientos:

1 - La medida de la salud no es estar adaptado a una sociedad profundamente enferma.

2 - El mundo no es algo separado de ti y de mí; el mundo, la sociedad, es la relación que establecemos o buscamos establecer entre nosotros. Así que tú y yo somos el problema, y no el mundo, porque el mundo es la proyección de nosotros mismos, y para entender el mundo debemos entendernos a nosotros mismos. Ese mundo no está separado de nosotros; nosotros somos el mundo y nuestros problemas son los problemas del mundo.

3 - No hay final a la educación. No es que lees un libro, pasas un examen y terminas la educación. La vida entera, desde el momento en que naces hasta el momento en que mueres es un proceso de aprendizaje.hombre-ante-la-puerta-de-un-libro-gigante

4 - Si comienzas a entender lo que eres sin intentar cambiarlo, lo que eres se someterá a una transformación.

5 - El miedo es una energía destructiva en el hombre. Marchita la mente, distorsiona el pensamiento, guía a todo tipo de teorías extraordinariamente inteligentes y sutiles, supersticiones absurdas, dogmas y creencias.

6 - El momento en que tengas en tu corazón esa cosa extraordinaria llamada amor y sientas la profundidad, la alegría y el éxtasis que proviene de él, descubrirás que para ti el mundo se ha transformado.

7 - El autoconocimiento es el comienzo de la inteligencia, la cuál es el final del miedo.

8 - El seguimiento de la autoridad es la negación de la inteligencia. Podría ayudarnos temporalmente para encubrir nuestras dificultades y problemas; pero evitar un problema es solo intensificarlo, y en el proceso, el autoconocimiento y la libertad son abandonados.

9 - La habilidad de observar sin evaluar es la forma más alta de inteligencia.

10 - La causa primaria del desorden en nosotros mismos es la búsqueda de la realidad prometida por otros.

3 enseñanzas Zen sobre el miedo que no tienen precio


Si el ego tuviera un motor, su combustible sería el miedo. El miedo puede hacernos temblar, hacernos sentir inútiles, o motivarnos hacia el cambio. En el estudio del Zen, aprendemos no sólo a superar nuestros temores, sino a ser valientes. Esto se conoce como el rugido del león de Zazen.

El león es la encarnación viviente del poder propio. Este animal tiene dominio sobre todo lo que ve, así como el coraje, la velocidad y el poder para alcanzar todo lo que desea. Su conducta es real y tranquila. La metáfora del león se utiliza para describir cómo se supera el miedo en la Majjhima Nikaya, una colección de discursos sobre las enseñanzas de Buda (link a los Sutras del León Zazen). Describen los temores que la mayoría de nosotros enfrentamos.

Miedo a la pérdida de la vida

El Maestro Zen, D.T. Suzuki dice que el miedo a la pérdida del cuerpo es lo que debemos superar primero. Al tratar de superar este miedo, nuestro ser interno toma conciencia de que estamos amenazando la bien aceptada noción de que somos simplemente seres corpóreos, y ese “pensamiento” nos asusta.

Necesitamos observar las sensaciones corporales que surgen cuando simplemente reflexionamos sobre el temor. Se produce una sensación de vacío en el bajo vientre, hay una inmovilidad en la base de la lengua, y nuestra respiración se restringe. Si tratamos de eliminar estas sensaciones corporales, sin embargo, el miedo se convierte en una cosa sin sentido. Es a través del cuerpo, que podemos hacer desaparecer el miedo de la mente.

Sukuki atestigua que, de acuerdo con el Zazen, nuestro objetivo es mantener el abdomen bajo lleno de energía, la respiración siempre uniforme, el latido del corazón tranquilo y los músculos de todo el cuerpo resilientes para que si las emociones como el miedo surgen, puedan ser fácilmente encontradas y despedidas.

Miedo a la pérdida del “yo”

Aunque podamos anhelar niveles de conciencia más ricos, no siempre estamos tan dispuestos a dejar ir los hábitos y las muletas que han sostenido nuestro actual nivel de conciencia. Como el poeta sufí Rumi dijo una vez, “Nadie encontrará su camino a la Corte de la Magnificencia hasta que sea aniquilado”.

El miedo nos hace equivocarnos, o nos vuelve dóciles; subyugados a la inmovilidad del mundo, por miedo al cambio. Nuestra conciencia fluctúa fácilmente, y nos cuesta alcanzar un estado de Zen, y con mayor dificultad en nuestras actividades diarias. Es sólo cultivando los 4 estados mentales Zen que podemos “llenar nuestros abdómenes” de poder y rugir como un león con valentía.


Miedo al sufrimiento

El Buddha enseñó que el apego y la ignorancia son la raíz de todos los temores restantes. Dejando a un lado los temores saludables, nuestra tendencia a tratar de evitar el sufrimiento, el miedo al fracaso, la angustia, el apego, la pérdida, etc., son causados ​​por una sola raíz y surgen de la mente. En la Guía de Shantideva sobre el Camino de Vida del Bodhisattva, se dice que él articuló:

“La fuente de todo nuestro temor proviene de nuestras propias mentes descontroladas o delirios .” -. Budda

lunes, 7 de agosto de 2017

Alejandro Jodorowsky, un SER iluminado


Cuando le pregunté a mi Maestro Zen Ejo Takata, cómo era un ser iluminado, me contestó:

“Un ser iluminado, es decir libre, no tiene nombre, no tiene edad, no tiene nacionalidad ni raza, no tiene definición sexual, no tiene religión ni partido político, no tiene un oficio que lo defina, en fin, no tiene etiquetas. Tiene ideas pero no es sus ideas, tiene sentimientos pero no es sus sentimientos, tiene deseos pero no es sus deseos. No tiene dueños ni jefes ni prejuicios ni dogmas. Considera que su cuerpo tan solo le es prestado. Considera que su “yo” es tan solo una pequeña parte de “nosotros”. Considera que su alma, como todas las almas, son tan solo la energía vital del universo.”

Alejandro Jodorowsky.



Conferencia inédita y sin cortes del magnífico Alejandro Jodorowsky, en la segunda edición del Congreso Mente Superconsciente, celebrado en Puebla, México, el pasado 29 y 30 de Abril de 2017.

Cómo ejecutar cambios en la rutina egóica de “supervivencia”


A partir de que uno se va formando mentalmente una imagen global de la situación en la que nos encontramos, se hace cada vez más fácil encajar muchas piezas del rompecabezas que, en otros niveles de nuestra percepción, sabemos que no tenían lógica. Suceden muchas cosas en el mundo que no se entienden si no se añade un componente multidimensional a la realidad, y suceden muchas cosas que no hay forma de explicarse si no se añade una intervención exoplanetaria sobre el planeta. Lo interesante del tema, es ver la cantidad de informaciones que el sistema de control de daños, de los poderes que rigen los medios, y en general nuestra sociedad, tienen que inventarse y sacar constantemente a la luz para proporcionar explicaciones que cuadren con lo establecido hasta ahora como la “verdad oficial”.

¿Porqué no usamos sus mismas armas?

Hace unos días alguien preguntaba: “¿porqué entonces no se intenta que los medios de comunicación,  o al menos algunos, sean usados para emitir la verdad de la situación? ¿no podría forzarse la toma de control de todas las herramientas de desinformación que existen para darles la vuelta y usarlas como medio de despertar a las personas? “

La respuesta que viene es, si, tecnológicamente si, se podría “pinchar” una señal de satélite, o todas, y empezar a emitir la verdad “real” de las cosas, pero, ¿que bien haría eso en las personas cuando las personas no quieren, una gran parte, conocer la verdad?

¿Porqué alguien no quiere conocer la verdad, o al menos una versión menos manipulada y más acorde a los acontecimientos que se están dando? Porque tememos que esto rompa nuestros esquemas, y nos desmonte todo lo que creemos que es correcto. Esto ya lo hemos hablado anteriormente, una gran parte de la población, desea, literalmente, desea, que las cosas sigan como están porque, dentro de lo malo, no estamos tan mal, y, contra ese deseo, no se puede forzar nada, ya que eso significaría violar el libre albedrío y tantas otras leyes y directivas. Pero todo requiere un balance, así que, en algún momento, a esa parte de la población humana que no desea que las cosas cambien (y todos podemos estar incluidos, en mayor o menor medida en esta descripción, porque nos viene bien jugar al juego de querer cambiar pero sin tener que mover ninguna ficha ni arriesgarnos por ello), tendremos que tomar la decisión de aceptar de una vez que hay cosas que ya no se pueden obviar, porque no tienen sentido en este show, y uno ya no podrá esconderse ante los cambios que se produzcan en la realidad consensuada, y que obliguen a admitir el escenario en el que nos movemos.


Más margen

En todo caso, seguimos teniendo un poco más de margen antes de que eso suceda, como os decía en el anterior artículo, siempre tenemos un poco más de margen, así que siempre hay un poco más de tiempo para que los humanos hagamos el trabajo individual que nos toca hacer con pequeños empujones solo cuando nos quedemos retrasados más allá de un límite aceptable para todos los involucrados, principalmente el planeta en el que viajamos y sus ritmos y ciclos evolutivos. Es como cuando queremos que nuestro niño pequeño aprenda a subir las escaleras por si solo, y le dejamos, con paciencia infinita, que suba como pueda escalón tras escalón, pero, si en un escalón se atasca demasiado, le damos un pequeño empujoncito suave para que pase ese punto en el que está atascado, y volvemos a dejar que siga solo en el siguiente escalón para que vaya subiendo por sus propios medios. El tiempo que tenemos para subir cada escalón es el tiempo que marca el ciclo y la octava planetaria en su propio crecimiento, ya que los primeros escalones van desapareciendo con el tiempo, así que, si tu escalón está a punto de desaparecer, no hay más remedio que ayudarte a subir al siguiente, y ahí se nos vuelve a dejar para que sigamos a nuestro ritmo haciendo los deberes que nos toca hacer.


Una rutina de supervivencia

Con esto en mente, volvamos de nuevo a examinar las razones por las que no queremos, en general, que se nos desmonte la visión de la realidad que tenemos.

Todo tiene una base mental, no hay ningún componente del sistema de creencias y de creación de la realidad holocuántica de cada uno que no esté imbuido en nuestra esfera de consciencia, en nuestras esferas mentales y en nuestro cuerpo mental. En este caso, el componente principal que impide que queramos, nosotros mismos, desmontarnos, es nuestro programa ego, que tiene, en su interior, una rutina codificada de “supervivencia a toda costa” y de control de todos los procesos de gestión de la realidad externa y material.

Si no tuviéramos esta rutina de “supervivencia” y de aferrarnos a lo establecido, seríamos más maleables y aceptaríamos mucho mejor cualquier cambio que se nos presentara, porque no estaríamos agarrados a un clavo ardiendo, que es la estructura actual de sumisión a otras razas, y podríamos navegar más fluidamente por las modificaciones constantes que se producen, tanto en nuestro propio sistema energético, como en el entramado de la realidad que proyectamos y compartimos.

Esta rutina de supervivencia, por llamarla de alguna forma, fue uno de los primeros componentes insertados en el cerebro reptílico, uno de los tres componentes del llamado cerebro triuno, y, para desmontarla un poco, podemos de nuevo apelar a la consciencia de nuestro ser, Yo superior, o partes más elevadas de nosotros para que la reconfiguren y disminuyan en potencia.

No vamos a poder eliminarla por completo, así como no se puede eliminar el programa ego que es el software de gestión de toda nuestra personalidad y sin el cual estaríamos perdidos, pero si que se puede tunear en ciertos aspectos, para reducir su poder y control, ya que, en general, aun está, la mayoría de la población, lejos de conseguir que su ser tome el control de su ego, y, mientras esto no ocurra, lo que podemos intentar es ir reduciendo su poder recodificando pequeñas rutinas y subprogramas del mismo.


Recodificando y reduciendo el poder de la rutina de supervivencia

domingo, 6 de agosto de 2017

Theismavision en Mandala Academy


Os invitamos a todos a que os acerquéis los días 18 y 19  de Agosto 2017
a compartir con nosotros estos dos días que estaremos allí para conocer esta maravillosa Escuela y a nosotros personalmente.

Queremos compartir el primero de los vídeos que hemos hecho para esta escuela,  platicar con vosotros, y darnos unos abrazos.

El 19 sera el día de la inauguración oficial.
Calle Sendero Cerrito del Frayle Lt 32 #25 y 27.
Rancho Blanco.
Col. Espíritu Santo.
Jilotzingo, Edo. Mex

 informes@mandala-academy.mx 

 5084 6224 

Para seguir todos los eventos que suceden allí, les recomiendo sigan esta pagina en Facebook de Mandala Academy:
https://www.facebook.com/MandalaAcademyMexico/


Quedan invitados y espero su Presencia.

Ismael



viernes, 4 de agosto de 2017

POR QUÉ EN LOS MEJORES MOMENTOS DE LA VIDA DEJA DE HABER UN "YO" SEPARADO DEL MUNDO


EN LOS MEJORES MOMENTOS DE LA EXISTENCIA DEJA DE HABER UN SUJETO EN RELACIÓN A UN MUNDO DE OBJETOS SEPARADOS

Jordan Peterson, profesor de psicología de la Universidad de Toronto, se ha convertido en una celebridad de Internet por la furiosa lucidez con la que azuza a los jóvenes a tomar responsabilidad de sus vidas y encontrar significado en la posmodernidad. En este video, Peterson, hablando ante jóvenes universitarios, analiza cómo en nuestra época la idea de lo sagrado de ha vuelto incomprensible o anacrónica... y sin embargo, es vital para encontrar sentido existencial.





En cierto momento Peterson menciona algo sumamente perspicaz. Aunque creemos que existimos en un mundo en el que la existencia es fundamentalmente una relación entre un sujeto encerrado en su cuerpo-mente y un mundo de objetos separados, esta visión newtoniana determinista no necesariamente es correcta. Por una parte, la física moderna ha mostrado que el mundo no está hecho de objetos en sentido estricto, sino de procesos y probabilidades. Asimismo, diversos científicos de la inteligencia artificial han notado que es imposible crear máquinas que vean objetos, ya que las barreras entre los objetos no son nada obvias y es muy difícil entender cómo separamos los objetos. Existimos a múltiples niveles, al nivel cuántico, atómico, molecular, del tejido celular, etc. Y aunque nos vemos a un cierto nivel de resolución, todos los niveles son igualmente relevantes y reales, y no tenemos una buena idea de cómo es que vemos lo que vemos. Esto se conoce como el problema del marco.

Otra manera de entender por qué es importante y podría ser provechoso dejar de existir de una forma basada en los objetos tiene que ver con el hecho esencial de que los momentos más memorables, extáticos y significativos de nuestra existencia justamente ocurren cuando no nos percibimos como sujetos en relación a un mundo de objetos. Y, por otro lado, los momentos de mayor sufrimiento son casi siempre momentos en los que estamos demasiado conscientes de nosotros mismos. Peterson sugiere que si te observas durante 1 semana te darás cuenta que los momentos en los que estás molesto, aburrido o pasándola mal en general son aquellos en que estás pensando de manera incorrecta, abusando de ti mismo, ensimismado.


Mientras que en "los momentos en los que estamos verdaderamente involucrados en la vida no te das cuenta de que estas ahí; la distinción entre sujeto y objeto desaparece cuando estas involucrado en algo que te parece significativo". Tenemos aquí un entendimiento que borra la línea que divide a lo sagrado de lo significativo --siendo lo significativo lo que conecta a una persona con su propia naturaleza y con el orden de la vida.

"El propósito de la vida, según puedo ver luego de estudiar mitología y psicología por varias décadas, es encontrar un modo de existir en el que el hecho de que la vida es sufrimiento no sea relevante o que sea aceptable", dice Peterson, haciendo referencia a algo que ha notado tanto el budismo como el cristianismo, que la vida es sufrimiento, pero que ese sufrimiento puede ser transformado si es resignificado. Ese modo de existir es un estado de flujo en el que deja de haber resentimiento y aburrimiento:

hay una intemporalidad asociada en este estado, mitológicamente es equivalente a una breve habitación en el reino de Dios, el lugar en el que estás que es tan significativo que te permite sobrellevar las duras precondiciones de la vida sin volverte amargo o resentido o cruel. No hay nada tan útil como esto.

5 SALUDOS EN SÁNSCRITO DIFERENTES DE ‘NAMASTE’


'NAMASTE' NO ES EL ÚNICO SALUDO EN SÁNSCRITO, UNA LENGUA EN DONDE ABUNDAN LAS FORMAS VERBALES DE RENDIR HOMENAJE, DESEAR BUENA SALUD Y BIENESTAR

Seguramente conoces la expresión namaste, uno de los saludos más comunes en algunas partes de la India y, por extensión, en las escuelas y centros de yoga de todo el mundo. Namaste procede del sánscrito y está formado por el sustantivo namaḥ, "homenaje, reverencia, saludo" y el pronombre te, "a ti", resultando en la expresión "Homenaje a ti", "Reverencia a ti", "Saludos". Por cierto, namaḥ proviene de la raíz nam, que en su forma más básica significa "doblar", "someter", "hacer reverencia", y no hace referencia a ningún tipo de luminosidad o cualidad inmutable del ser, como se afirma en muchas interpretaciones del saludo namaste.

Sin duda el saludo namaste no falta en textos sánscritos antiguos, como en el Garuḍapurāṇa y el Mahābhārata, en donde muy a menudo aparece acompañado por la forma verbal astu, "que haya", de varias formas: namaste'stu, namo'stu te, significando "Que haya homenaje a ti", "Que haya reverencia a ti", etc.; y también encontramos sus variantes te namaḥ, que es una simple inversión de sus elementos, y namastubhyam, que significa exactamente lo mismo pero con otra forma del pronombre.

Aunque namaste es tan común y usado, está lejos de ser la única forma de saludar en la India, en donde, dependiendo de la región, es más apreciado utilizar otras formas como ram ram, jay mata di, etc. Y, definitivamente, namaste no es el único saludo en sánscrito, una lengua en donde abundan las formas verbales de rendir homenaje, desear buena salud y bienestar, etc. Abajo te presentamos cinco saludos en sánscrito que también puedes utilizar en tu vida cotidiana, y que están presentes en los textos antiguos de la India.



1. namo namaḥ. Este saludo es una variante muy cercana al namaste. En realidad es una repetición de la palabra namaḥ (namaḥ namaḥ), presentándose un cambio fonético al final del primer namaḥ. Aunque en sánscrito hay repetición, en español podemos entenderlo como simplemente "Saludo", "Reverencia". Puede ir acompañado de te, como en namo namaste, y/o del nombre de la persona a la que se está saludando, sea humana o divina, como en este ejemplo del Kūrmapurāṇa: namaste kṛṣṇāya govindāya namo namaḥ, "Reverencia a ti, reverencia a Kṛṣṇa Govinda".



2. bhadraṃ te. Literalmente significa "Que tengas bienestar", "Que seas feliz". La palabra bhadra se refiere a "prosperidad, fortuna, alegría, auspicio, bendición", por lo que con este saludo uno desea que el otro tenga todos esos favores. También puede incluir la palabra astu, como en bhadramastu te, significando lo mismo.



3. svasti. Svasti, de donde procede la palabra svastika, significa "fortuna, bienestar, éxito, prosperidad", y siempre se refiere a algo sumamente auspicioso y propicio. A modo de saludo svasti se puede usar de forma aislada o también agregarle astu, como en svastyastu, "Que haya fortuna", o te, como en svasti te, "Que tengas fortuna". Finalmente se pueden usar las tres palabras, como en este ejemplo del Mahābhārata: svasti te 'stu; y en este otro del Liṅgapurāṇa: svastyastu te. A veces se puede combinar con el saludo anterior, como en este ejemplo del Mahābhārata: bhadraṃ te svasti te 'stu, "Que seas feliz y tengas fortuna".

jueves, 3 de agosto de 2017

Aquellos que nos asisten



Hace unos días, en la página de Facebook, se hizo el siguiente comentario:

“Me parece muy interesante que nos compartas esta nota. Solo tengo una duda, cuando te refieres a los grupos que nos manipulan los mencionas con nombre y apellido, pero cuando te refieres “a los que nos asisten” no sé quiénes son, ¿me podrías indicar dónde puedo averiguar esto?”

Y yo respondía:

Es más difícil de definir, la estructura que conozco y que me han ido explicando a lo largo de estos últimos tiempos, nos habla de una mezcla de diferentes razas de otros sistemas que están involucradas con los cambios que se están dando en el planeta, y que les afectan también a ellos, ya que todo sistema está conectado con todo y cualquier distorsión en el nuestro tiene repercusiones. Así, parece que hay una coalición “pro-humanidad” compuesta de muchos muchos grupos, de algunos tengo algún nombre, de otros no. Además, hay jerarquías y seres que pertenecen a los planos no físicos de nuestro planeta que están también trabajando y asistiendo para lo mismo. Así que un buen pupurrí de ayuda de muchos niveles, clases, jerarquías y procedencias.
Creo que vale la pena explicar todo aquello que se me ha explicado sobre la estructura de la ayuda que tenemos, eso que podríamos llamar la “coalición pro-humanidad”, a groso modo, para que entendamos de dónde viene toda la asistencia que tenemos cuando en los artículos escribo “aquellos que nos asisten”.


Una petición de ayuda

Vamos entonces con el origen, ¿de dónde sale toda la ayuda? Sale de una llamada de Kumar (Gaia, Madre Tierra, diferentes nombres para diferentes culturas), hace mucho tiempo en nuestro tiempo lineal, pues se no “veía” (simbólico) cómo avanzar en su octava sin deshacerse de aquellos que intentaban gestionar y controlar la vida en el planeta.

Kumar, como Logos, ser y consciencia de la Tierra, puede liberarnos de todo cautiverio, puede hacer muchas cosas, pero igual que no usas una bomba nuclear para matar un mosquito, no interviene un Logos planetario para solucionar un tema entre razas o grupos que están evolucionando y tratando por sus medios de comprender y avanzar en sus procesos de crecimiento. A no ser que llegue un momento crítico, como lo hubo en el pasado, donde el propio planeta físico estuvo en peligro, no es el propio Logos el que tiene que dirimir con la situación existente en sus “dominios”, aunque ayuda y frena todo intento de ir mas allá de unos ciertos límites, así que se requiere que otros, en niveles evolutivos iguales o similares a nuestros “opresores”, tomen la iniciativa de hacerlo.

Bien, a partir de esa llamada de ayuda, diferentes grupos que estaban siendo afectados por las distorsiones planetarias, tal y como explicamos anteriormente y debido a nuestra pertenencia a un sistema superior, se ofrecieron para ayudar. Recordad lo que explicamos:

Porque como nos dicen aquellos que nos asisten en este trabajo, hay muchos sistemas implicados en este proceso. Todo nuestro sistema solar pertenece a un conjunto mayor que está regido por la estrella o sol central de la constelación que llamamos Pléyades y que llamamos Alcione. Todo funciona por ciclos, y todo funciona por jerarquías. El sistema al que pertenecemos tiene lazos, conexiones y está ubicado en una de las bandas de la estructura de este otro subconjunto estelar mayor. Como analogía, de nuevo, podéis visualizarlo como un átomo donde uno de los electrones cambia su carga, se desestabiliza, eleva y baja constantemente su energía, afecta a los otros átomos de su órbita y a veces se ralentiza respecto a la velocidad que necesita. Esto causa alteraciones no visibles para nosotros, pero si para todo el resto del conjunto, que han de ajustar y parametrizar constantemente los escudos, campos energéticos, líneas de fuerza, etc., etc. en todo el subconjunto solar mayor al que pertenecemos, por no hablar del resto de esferas planetarias del mismo sistema que también son parcialmente influenciadas. 

Aunque aquellos en control de esas esferas planetarias ya toman las precauciones necesarias para que el sistema de vida en la Tierra no afecte mucho a sus propios procesos evolutivos, es inevitable que los vaivenes a los que estamos sometidos no les afecten. Para minimizar, y para equilibrar todos esos puntos, líneas, campos, sistemas y demás, otras fuerzas y grupos acuden, y realizan los ajustes que son necesarios según las directrices de equilibrio que sugieren las leyes cósmicas y universales y que son estos que os expliqué en el artículo anterior.

Otros grupos, por otro lado, llevan ya mucho tiempo aquí desde los inicios de la manipulación del sistema de vida en la Tierra, pero solo como observadores y teniendo agentes de campo, dentro del sistema, para obtener información y conocimiento de lo que sucedía. Hasta hace algunas décadas, no se formó por completo el grupo que tenemos ahora más allá de nuestra atmósfera trabajando por que esta ficha de domino caiga de la forma correcta, para que su empuje y el avance en su camino afecte correctamente a las otras esferas y sistemas con los que está conectado. Así, mientras el objetivo principal es suplir de ayuda a Kumar, esto no se puede hacer sin ayudar a la raza humana a que haga el trabajo que tiene que hacer desde dentro, ya que es la raza humana la que necesita avanzar, como parte de la vida consciente en la Tierra, la que va más retrasada en su evolución respecto a la octava planetaria, para que todas las fichas vuelvan a estar en orden y en sincronía.


Perdida de algunas oportunidades

A medida que los años han ido pasando, y se han ido abriendo y cerrando diferentes ventanas de paso evolutivo, han venido y se han ido diferentes oportunidades de cambio, y se han producido inicios y finales de diferentes octavas que no han podido ser aprovechadas para sacarnos adelante como raza, por lo que se ha tenido que incrementar la ayuda y la intervención más directa, de lo contrario, todo lo explicado sobre el equilibrio natural de los sistemas planetarios conectados entre sí, peligraba.

Esto ha llevado a que diferentes grupos con diferentes capacidades hayan estado yendo y viniendo hacia nosotros, para asistir; bien se trataba de hacer un ajuste en los campos de energía de diferentes partes de la estructura del planeta, bien se trataba de protegernos de la llegada de refuerzos para las razas en control, o bien se trataba de mantener estable alguna parte de la Tierra, etc., etc.

Todo eso, tengamos en cuenta, sin violar, o violando lo menos posible, el libre albedrío de la raza humana, que sigue sin darse cuenta, en su mayoría, de la situación en la que se encuentra, y, por lo tanto, y como una de las reglas principales de toda intervención extraterrestre, no se suele intervenir en grupos y razas que están avanzando en su propio camino evolutivo, y que están en desarrollo, pero, cuando esto pone en peligro y produce desestabilización de otros sistemas, entonces las reglas del juego cambian, y para el bien mayor de toda la comunidad exoplanetaria, la intervención es requerida, aprobada y permitida, siempre dentro de los límites que permitan a la raza humana seguir creciendo como especie, darse cuenta de su situación, revertirla, y salir de la misma por su propio pie, y entonces dar el salto evolutivo que hace tanto esperamos y deseamos.


Un poco más de tiempo para hacer los deberes

El mundo está hecho de detalles valiosos que merecen ser apreciados


Hay quien mira pero no ve, hay quien oye pero no escucha y quien toca pero no siente. Por eso prefiero a quien sabe apreciar los detalles valiosos y las sutilezas de la vida, a quien pone voluntad en ello y sabe contemplarme hasta llegar hasta lo más hondo de mi ser sin necesidad de pasaporte. Porque quien combina la intencionalidad con la emoción sincera disfruta mucho más.

Dicen los antropólogos y los psicólogos que la observación ha sido siempre la clave de la supervivencia en el ser humano. Sin embargo, hemos llegado a un punto en nuestra evolución en que si hay algo que nos define es precisamente la distracción. Somos, cada uno a su manera, esa sociedad hiperventilada que vive pendiente de mil estímulos a la vez, que ignora a los sentidos pero a la vez no los soporta dormidos. Queremos abarcarlo todo sin percibir si quiera qué o a quién tenemos en frente.


“Pensar es más interesante que saber, pero menos interesante que mirar”
-Goethe-


Los expertos nos dicen que si en el pasado no hubiéramos sido unos buenos observadores probablemente hubiéramos desaparecido como especie. Nuestros ancestros usaban todo el potencial de sus sentidos para intuir cualquier riesgo, amenaza o estímulo del cual podían sacar algún beneficio. Afinábamos el oído, la vista y el olfato para captar cada detalle de nuestro entorno… Nada se nos escapaba.

Sin embargo, en el momento presente la mayoría nos hemos convertido en observadores perezosos, de esos para quienes ni las señales acústicas ni visuales son suficientes para hacernos alzar la vista mientras cruzamos un paso de cebra. No solo estamos dejando de percibir los peligros, sino que algunos de nosotros nos estamos perdiendo detalles valiosos e incluso esas fascinantes sutilezas que conforman nuestra realidad,




El buen observador va más allá de los simples detalles

Los detalles valiosos son como pequeñas cajas disimuladas en nuestra realidad donde se almacena una información determinada y admirable. Un gesto, una mirada, un tono de voz, un cambio de luz, un cuadro inclinado, un insecto que bebe agua en una gota de rocío… Todo ello son sutilezas que habitan en nuestro campo de visión y que no siempre apreciamos. Tal vez por falta de voluntad, tal vez por escasez de tiempo.

Asimismo es necesario recordar que “ver no es lo mismo que mirar”. Para entenderlo mejor fijémonos por un momento en la pintura de Edward Hopper que tenemos más arriba. Habrá quien sencillamente enfoque sus ojos en la obra durante unos segundos sin apreciar nada, sin notar nada. Otros, en cambio mirarán con intencionalidad para decidir qué ver, para captar el alma del cuadro, para leer sus detalles valiosos, y aún más, lo “contemplarán” hasta el punto de personalizarse en alguna de esas figuras.

El buen observador, el que trasciende más allá de la realidad, percibirá sin duda el sutil enigma que Hopper quiso trasmitir con esta obra. Vemos a dos mujeres en un restaurante, pero nos inquietan ante todo sus semejanzas y el gesto de la que tenemos en frente. ¿La razón? La joven que tiene ante ella es su Doppelgänger, su doble, su “otro yo”.

El acto de “ver” es el primer escalón de la conciencia, es un “yo” pequeñito que nos ayuda a discriminar cosas, objetos, personas… Sin embargo, es el acto de “mirar” quien nos permite despertar, quien nos ofrece la oportunidad de traspasar al otro para tomar contacto con su alma para captar su esencia.




Por otro lado es interesante saber que en el test del eneagrama tenemos también a la personalidad “observadora”, a quien se la define como a una persona curiosa, innovadora, capaz de tomar distancia de las cosas para emitir sus propios juicios. Son además perfiles independientes, sencillos y muy perspicaces.

El mundo está hecho de detalles valiosos que merecen ser admirados

miércoles, 2 de agosto de 2017

El Arte de la Rendición


¿A quién debo rendirme? A tu Ser. El Ser que es omnisciente, omnipotente. El Ser que lo Impregna Todo. El Ser que es la Unidad Final, Conciencia Pura. Sat Chit Ananda. Ríndete a ese Ser, porque tú eres realmente Eso.

Y si te sorprende lo que has oído, comienza haciendo precisamente eso. Mientras estás en el trabajo, mientras estás lavando los platos, mientras estás viendo la televisión, siempre recuerda rendirte. Y un día el maestro interior tirará de tu mente hacia dentro, hacia la Fuente y Despertarás. Serás liberado. Serás el Ser. Entonces eres Libre.

No hay nada en este mundo o en cualquier otro lugar que pueda afectarte o causarte daño a menos que te lo creas. El progreso del mundo se compone de creencias mentales. Todo lo que contemplamos es una proyección de la mente, y como cambia constantemente, no se puede decir: "Esta es la realidad." Por ejemplo, tu cuerpo no es el mismo que era hace 10 años, o hace 20 años, o cuando fue concebido. ¿Cómo puedes decir por lo tanto que tu cuerpo es real?

Sobre la impermanencia

El mundo no es el mismo que era hace veinte años, todo ha cambiado. Entonces, ¿cómo es posible que digas que el mundo es real? La mayoría de nosotros tiene miedo de tratar esta cuestión... porque empezamos a sentir que nada es permanente, y esto da miedo. Si nada es permanente, entonces ¿quién soy realmente? ¿Qué soy yo? ¿De dónde vengo? ¿Cuál es el origen de mi mismo? Estas preguntas sólo pueden ser respondidas por ti.


Algo hermoso

Hay algo más hermoso, más grandioso, más maravilloso de lo que podrías imaginar, que existe dentro de ti, que es el sustrato de toda existencia. Sin embargo, para sentir esta alegría, esta felicidad, con el fin de hallar la liberación total de las llamadas cargas de la vida, tienes que profundizar en ti mismo. Tienes que renunciar a algo. No puedes quedarte como estás, con la misma disposición, los mismos valores, las mismas ideas preconcebidas, los mismos conceptos y ser libre. No puedes hacer esto. Tienes que dar media vuelta y abandonar totalmente todas tus ideas acerca de lo que es la vida, rendir totalmente tu ego, tu mente, tu cuerpo.

Sólo el Ser es suficiente. No siendo esto, no siendo lo otro. Sólo Ser.

El secreto de la paz de la mente es no identificarte con nada que no sea tu Verdadero Ser.

¿A quién rindes esto?

El poder del silencio


Los seres humanos modernos han perdido el contacto con su "verdadero yo" interior. El silencio y la quietud son un medio para recuperar la felicidad y la alegría. En el mundo moderno el silencio prácticamente ha dejado de existir.

La raza humana ha estampado su autoridad sobre el planeta Tierra no sólo cubriendo su superficie con hormigón y destruyendo su vida vegetal y animal, sino también enterrando los sonidos naturales de la Tierra debajo de una cacofonía de ruido artificial. Vivimos nuestras vidas en el contexto de esta cacofonía, con los mecánicos sonidos irregulares de la sociedad urbano-industrial que atacan continuamente nuestros oídos: el rugido de los coches, aviones y trenes, el sonido metálico y sordo de las máquinas, el ruido de las obras de construcción y restauración, la cháchara de las radios y televisiones en los coches y casas de otras personas, y la música pop-rock a todo volumen desde cualquier lugar imaginable. Pero nada, por supuesto, ha hecho más daño en destruir el silencio que el coche. En el mundo moderno es muy difícil ir a cualquier lugar donde no exista la posibilidad de ser perturbado por el sonido de los coches que pasan, y la única posibilidad que tienen los habitantes de la ciudad para poder experimentar algo de la tranquilidad que existía anteriormente cuando no había coches en ningún sitio, es algunas veces en los domingos, cuando el loco correr de aquí para allá de la vida moderna se ralentiza. Esta quietud parece tan extraña ahora que parece difícil creer que hace cien años y antes era así en todas partes todo el tiempo. En aquel entonces esta quietud incluso llenaba los centros de las ciudades de mayor actividad, que probablemente tendría un nivel de ruido equivalente a la de un pequeño pueblo moderno.

También hay más ruido que nunca dentro de nuestras casas. Es raro entrar en una casa hoy en día donde no haya al menos un televisor parloteando en alguna parte, aunque los residentes no estén realmente viéndolo, y otras formas de entretenimiento en el hogar compiten con la televisión para producir aún más ruido: radios, reproductor de CD, ordenadores y videojuegos, etc. de hecho, el único sonido que en gran medida está ausente de las casas de la gente de hoy en día es la voz de sus propios ocupantes hablando unos con otros.

Viviendo en medio de todo este ruido es seguro que tendrá un mal efecto en nosotros. Todo el ruido hecho por el hombre es fundamentalmente perturbador. Encontramos el sonido del canto de los pájaros o el del viento que sopla a través de árboles agradable, pero el ruido mecánico es siempre chirriante y desentonante. Y puesto que vivimos nuestras vidas en un contexto de ruido mecánico resulta que siempre hay un trasfondo de agitación dentro de nosotros, producido por el ruido. Este ruido es sin duda también una de las razones por las que la vida moderna es tan estresante. En la vida moderna nuestros sentidos son bombardeados masivamente con estímulos externos. Nuestro campo de visión siempre está lleno de diferentes cosas (y en constante cambio), y nuestros oídos son bombardeados con una desconcertante variedad de sonidos, todos los cuales reclaman nuestra atención. Nuestros sentidos tienen que absorber y procesar todo este material, que ocupa una gran cantidad de energía, lo que significa que somos susceptibles de quedarnos fácilmente sin energía o "agotados". Podemos salir nosotros mismos de este estado eliminando todos los estímulos externos, dejando que nuestras baterías de energía se recarguen de forma natural, es decir, relajándonos. Pero hay tantos estímulos externos alrededor en el mundo moderno y la gente está tan acostumbrada al ruido, que es posible que nunca podamos relajarnos adecuadamente, lo que podría significar vivir en un estado permanente de "agotamiento".

Esta falta de quietud también significa que la gente ya no utiliza el silencio, e incluso pueden, como resultado, llegar a tener miedo de él. Junto con la inactividad, el silencio se ha convertido en algo que la mayoría de las personas están decididas a evitar a toda costa, y que, cuando se enfrentan con ello, les enerva. La gente se ha acostumbrado tanto al ritmo frenético y la actividad incesante de la vida moderna que se sienten incómodos cuando no saben qué hacer o se quedan sin nada que ocupe su atención aunque sea por unos momentos, y se sienten igual de incómodos cuando el ruido de fondo que hay en sus vidas se calma. ¿Por qué la gente necesita tener sus radios y televisores parloteando de fondo, incluso cuando no les están prestando atención?

martes, 1 de agosto de 2017

Amo tener cerca a esas personas que sacan lo mejor de mí


Ciertamente a lo largo de la vida nos vamos topando con muchas personas, algunas con mayor o menor interacción, con mayor o menor influencia y dentro de ellas las que pueden hacernos exteriorizar lo mejor de nuestro ser y quienes nos hacen aflorar lo más oscuro.

Ninguna persona se cruza en nuestro camino por casualidad, de alguna manera la atraemos a nosotros en función de lo que estamos proyectando y cada una de ellas tendrá un efecto en nuestras vidas, de pequeña o gran magnitud. A través de nuestras relaciones, nos conocemos, aprendemos y vamos incluso trayendo a la luz características que nunca hubiésemos pensado en poder manifestar.


Cómo reaccionamos ante una persona no es casual, es cierto que nadie tiene el poder de enfadarnos, de hacernos sufrir, ni siquiera de alegrarnos, eso es una decisión personal, tomar lo que queremos de una interacción y permitir o no generar efectos en nosotros, pero definitivamente mantener el autocontrol y la observación permanente no siempre se torna tan sencillo. Quedando expuestos a nuestro descubrimiento a través del otro, viendo cómo afloran conductas que nos sorprenden a nosotros mismos, que no nos enorgullecen e inclusive rechazándolas.


Pero esto no es necesariamente negativo, podemos aprender muchísimo de cada experiencia si no los proponemos. Solo basta dejar de identificarnos con las actitudes que nos producen incomodidad, entender por qué se han hecho presentes y evaluar cuál ha sido el detonante de nuestras reacciones, reconociendo nuestro lado oscuro y proponiéndonos trabajar en ello.

Esto no quiere decir que nos soldemos a personas que nos hacen sentir constantemente mal o sentimos que nos amargan la vida, podemos hacer un trabajo interno sin someternos a una tortura. Lo importante es reconocernos inclusive en esa oscuridad y traer todo eso a la luz, para poder transmutarlo.

Son tus creencias las que te permitirán vivir en abundancia o en escasez, vamos a revisarlas…


Partiendo de que todo lo que materializamos en nuestra vida es producto de nuestras creencias y sus pensamientos asociados, podríamos afirmar que la prosperidad, en cualquiera de sus formas, no escapa de este principio, nos enfocaremos en esta oportunidad en la prosperidad económica, pero aplica para todos los aspectos de la vida. Es de utilidad revisar qué creencias tenemos en relación a la prosperidad y la abundancia y entender por qué estamos manifestando resultados particulares.

Creencias limitantes: 

A ciencia cierta todas las creencias que no nos potencian, nos limitan, sin embargo nombraremos acá las que nos colocan siempre un techo, que no nos permite surgir, que no nos permite alcanzar mucho más de lo que está en nuestra mente o bien nos impulsan a conformarnos con lo que tenemos.

Ejemplos: 

Nunca llegaré a ocupar tal posición, con lo que tengo ya es suficiente, el dinero y yo no somos muy amigos que se diga.



Creencias que manifiestan responsabilidad externa sobre nuestras acciones: Cuando responsabilizamos a terceros o condiciones externas de nuestra posición o nuestro alcance.



Atribuimos a la casualidad nuestras desgracias, nunca nuestra prosperidad. ― Charles Régismanset


Ejemplos: 

El país está muy complicado, las importaciones están detenidas, no recibí suficiente apoyo de mis padres, tengo mala suerte para los negocios, Aquella persona me estafó.



Creencias que asocian la abundancia con algo negativo: Algunas veces solemos sabotear nuestro crecimiento por creencias que vinculan la prosperidad con algo perjudicial o negativo.


Ejemplos:

 Ser rico es malo, no se puede ser rico y ser bueno al mismo tiempo, todos los que tienen dinero son unos ladrones, para tener dinero debes sacrificar a tu familia, seré pobre, pero honrado.


Creencias de poco merecimiento: Cuando no nos amamos lo suficiente o no nos sentimos merecedores de recibir lo mejor, solemos poner muchísimas trabas mentales.

Ejemplos: 

Yo no trabajo lo suficiente, eso no es para mí, ya a estas alturas cómo voy a lograr conseguir esto, he perdido ya demasiado tiempo, no estoy capacitado para esto, mejor no lo intento, de igual manera no saldrá bien.

Creencias de sacrificio y sufrimiento: Este tipo de creencias nos hace pensar que se requiere de un sacrificio sobrehumano para poder alcanzar posiciones de comodidad y holgura económica.


Ejemplos: 

lunes, 31 de julio de 2017

¿Hasta dónde llega mi responsabilidad?



¿Hasta dónde puedo hacer yo? ¿Cuándo es el momento para dejar de actuar? ¿Qué fantasmas hay detrás de la responsabilidad? ¿Cuál es mi papel en los problemas ajenos? La responsabilidad, como casi todo lo que nos rodea, en su justa medida es adecuada y funcional. Sin embargo, ¿qué pasa cuando supera los límites que son tolerables para nosotros o cuando nos exige más de lo que podemos dar? Cuando esto ocurre surge en nosotros la culpa, la ansiedad, los debería, los tengo que y es aquí cuando nos toca actuar.

Yo soy responsable de lo que puedo hacer y de lo que puedo controlar. En el momento en el que intente hacer algo que no está en mi mano será cuando empiecen a aflorar estas emociones desagradables. Si me diera cuenta de que mi responsabilidad llega hasta dónde puedo abarcar no sería esclavo de la ansiedad. Si me diera cuenta de que yo soy la persona con la que voy a convivir toda la vida y es a ella a quien le tengo que ser fiel y por quien debo sentirme responsable, no me comería el demonio de la culpa.


“Quien es auténtico asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es”
-Jean Paul Sartre-


Si no todo está en mi mano, ¿por qué me afecta entonces?

En nuestra cultura la responsabilidad es muy valorada. Alguien que es comprometido, organizado, leal etc. es bien visto y casi inconscientemente premiado por la sociedad, tanto para los trabajos, para realizar labores, para amistades etc. Por ello nos sentimos mal cuando no asumimos la parte de responsabilidad que entendemos que nos corresponde. Podemos pensar que sintiéndonos responsables, a veces incluso de acciones que no son nuestras o no nos incumben, nos sentiremos mejor.



La cargas que esto conlleva nos duelen y nos hacen daño. Entonces aparece la culpa por no haber actuado antes o la ansiedad por haber dejado que se fuera solo a casa o el pensamiento de que si hubiera actuado de otra manera ahora no estaría. Así podríamos crear una lista interminable.

Somos responsables de nuestros actos y solo hasta ahí podemos y debemos hacer. Tendremos que aprender a colocar nuestros límites y a dejar que las situaciones de los demás nos afecten hasta un punto. Cuando superemos estas líneas ya no estarán dentro de los límites que marcan el espacio de nuestra responsabilidad las acciones de los demás y podremos sentirnos libres y en paz, por haber hecho hasta donde podíamos y teníamos que hacer, habremos dado todo lo que está en nuestras manos.

Aprender a soltar y sentirme libre con responsabilidad

Razones por las que hay que ejecutar, posiblemente, cambios en la psique colectiva


A raíz del último artículo, han surgido varias inquietudes respecto a cuales serían las posibles consecuencias de estos posibles revolcones energéticos que pueden darse, según avance o no la situación de nuestro inconsciente colectivo, y según se consiga avanzar hacia la masa crítica a tiempo o no.

¿Qué puede hacer cualquiera de nosotros, el común de los mortales, ante todo esto? ¿Qué tipo de procesos nos esperan para que podamos avanzar hacia la nueva matrix/realidad, o al menos salir de la realidad del vagón de cola? ¿Cuál es el efecto práctico en la vida de una persona que se vea arrastrada por el revolcón energético?

Intentemos responder a eso de nuevo con otras analogías, y luego intentemos ponerlo en términos más prácticos. ¿Qué sucede cuando te pasa algo en la vida que te deja traspuesto, en shock, cuando algo te desmonta parcialmente tu forma de entender el mundo y se caen viejos sistemas de creencias que, de repente, han perdido toda credibilidad y validez? En general, uno entra en una espiral de confusión que puede ser bastante profunda y durar algún tiempo. ¿Qué sucede cuando todo lo que has creído que era de una forma ahora ves con una claridad aplastante que no era así, porque unas fuerzas mayores han eliminado, de un plumazo, los velos y filtros que tenías y coloreaban esa percepción?


Cuando ves el show de Truman

Ese es el primer efecto de este “revolcón” energético que se puede dar, no sabemos si va a ser así aún, para sacar a la masa de las personas del último vagón y tratar de moverlas adelante a un estado algo más alineado con la octava general del planeta. Es como si te abren los ojos de golpe y sin anestesia para que te des cuenta del show de Truman en el que estamos metidos. Como ahora simplemente es pura información teórica que leemos en algún que otro blog pero luego queda relegada, filtrada o eliminada con más o menos rapidez, no tiene mayor impacto en nuestra vida. Si aquellos que rigen los procesos evolutivos por los que tenemos que atravesar no vieran otra salida, ya que nosotros no somos capaces de quitarnos nuestros propios velos, entonces posiblemente, repito, no sabemos aun,  nos los quitarán de golpe. Si queréis repasar las razones de todo esto, aquí podéis volver a leer el artículo sobre “¿porque no vemos esa otra realidad?”.

Luego, el segundo efecto es que la confusión que se apodera de las personas, induce a cambios en el plano físico, pero, mientras tanto, las cosas se tambalean un poco porque uno no sabe bien bien por donde tirar con su vida terrenal cuando parte de lo que la sostenía te das cuenta que era falso. Al tambalearse la vida física, muchas cosas se paran, se dejan de hacer, las prioridades cambian, lo que era importante ahora es un sinsentido, etc., pues al habernos sacado parte de las estructuras que nos mantienen “en sueño permanente”, no puedes ya pretender seguir con un estilo de vida que en ese momento ya no tendrá sentido: trabajos que no nos hacen felices, actividades que no nos aportan nada, conocimientos que son falsos o manipulados, sistemas de gestión social, política, salud, económica y financiera que bloquean nuestro desarrollo en vez de ayudarnos con el mismo, etc. Se instaura la desconfianza en aquello que antes eran unas instituciones claramente por y para el pueblo (nunca lo fueron) y puede que, en nuestro interior, entremos en caos.

Ahora, dicho esto, en nuestras manos está que no tenga que suceder. En nuestras manos está que aquellos que puedan, que estén dispuestos, simplemente se pidan a ellos mismos, a su Yo Superior, a su ser, a su parte “divina”, las herramientas y oportunidades para avanzar y salir de este último vagón sin tener que esperar a que se produzca el choque mental para sacarnos a todos de golpe, cuando no haya más remedio que ejecutarlo. Y si no terminamos de creernos que esto vaya a ocurrir, pensad en lo siguiente, que os servirá como analogía para entender lo que le sucede al cuerpo planetario en el que viajamos.


Cuando nos convertimos en adolescentes

Si vuestro cuerpo fuera la madre Tierra, que no para de crecer, regenerarse, cambiar, evolucionar etc., y la humanidad fuéramos las pequeñas bacterias y microbios que habitamos la piel, ¿que pasaría si llega el momento en el que el cuerpo va a sufrir un cambio total y brusco, por ejemplo, en la pubertad, donde prácticamente no hay parte del organismo que no cambie por su propio crecimiento y necesidades evolutivas?

Si nosotros fuéramos la Tierra, y nuestras bacterias los humanos, ¿hasta cuando aguantaríamos los cambios que necesitamos que sucedan en nosotros por ley evolutiva para que esas bacterias se pongan al ritmo y al nivel adecuado para poder habitar el nuevo cuerpo salido del cambio de niño a adolescente?

Por muy burda que sea la analogía, ya que no somos bacterias en el cuerpo terrestre, el planeta en el que vamos no va a retrasar sus cambios porque sus habitantes no estén listos, pero los ralentiza, hasta que las propias leyes naturales le impidan hacerlo más.

Como eso está a punto de suceder, pero en términos humanos no es un proceso que dure un día, sino ciclos de más o menos larga duración, ya cada vez queda menos margen para que esos cambios vayan a darse, de ahí que haya otras fuerzas trabajando en coordinación con la esfera planetaria y su consciencia, para que lo que va dentro se prepare para la sacudida, o se ajuste antes de la misma y no sufra demasiadas consecuencias.

Simplemente, creamos en ello o no, son cosas que sucederán, de la misma forma que nuestros niños se convierten en adolescentes por mucho que los pequeños microbios que hay en nosotros se enteren de que va el cambio o no lo hagan.


¿Porqué la Tierra tiene que seguir adelante, ajustarse y cambiar?

viernes, 28 de julio de 2017

PRESENTACIÓN Y PROYECTOS THEISMAVISION


Con este Vídeo queremos darnos a conocer a todos vosotros y también queremos compartir los nuevos retos y proyectos que tenemos.

En una segunda parte queremos compartir con vosotros una buenísima noticia; ha visto la Luz un proyecto maravilloso, y es que ya hay una escuela para el desarrollo del SER y de la Consciencia.

Gracias por vuestra atención.



SI QUIERES SUSCRIBIRTE, PINCHA EL SIGUIENTE ENLACE:
https://www.youtube.com/user/TheIsmavision

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HAZ CLIC EN LA CAMPANA QUE SALE  A LA DERECHA DEBAJO DE CADA VÍDEO

jueves, 27 de julio de 2017

Sonreír ante las desgracias puede convertirse en la mejor terapia para superarlas


Una sonrisa se asoma en nuestro rostro cuando algo es capaz de despertar emociones o sensaciones positivas. Evidentemente esto es sencillo cuando las experiencias son positivas, pero resulta altamente beneficioso aprender a sonreír, inclusive ante lo que podemos llamar desgracias.

Cuando somos capaces de sonreír a pesar de atravesar un mal momento, estamos pasando un interruptor en la manera en la cual estamos afrontando alguna adversidad, estamos siendo capaces de encontrar algo positivo en medio de algo que pudiese ser muy trágico y esto tiene el potencial de desencadenar en nosotros una serie de respuestas favorables que podrían ser el inicio de la mejor terapia que podamos aplicar si queremos ver las desgracias de otra manera.



La mayoría de las calamidades se forman en la mente de quien las vive y les da fuerza, lo que para uno representa un problema, para otro es un cambio natural, lo que para algunos demanda demasiada energía, para otros es una oportunidad de fluir con la vivencia. Quizás hayamos escuchado en algún momento que no es lo que nos ocurra, sino cómo reaccionamos ante ello, o bien que la vida es 10% lo que nos sucede y el restante 90% es cómo reaccionamos ante ello.

Nuestra mente genera tormentas ante ciertas situaciones, que podrían ser mucho más llevaderas, cuando aprendemos a mantener la calma, no a fingirla, sino a sentirla realmente, le restamos poder de acción y de creación cuando nuestro esquema de pensamiento se alinea en positivo.



Algunas cosas que favorecen una buena actitud, son sin duda, la fe y la esperanza, el encontrar un para qué en cada una de las cosas que atravesamos, y evidentemente el sentirnos preparados y confiados en nosotros mismos y en el proceso de la vida para afrontar cada uno de los escenarios en los cuales nos podemos ubicar.

Lo peor de todo ocurrirá solo en nuestra mente, porque inclusive aquello que creemos terrible e inmanejable, si cambiamos el enfoque, terminamos por digerirlo, asimilarlo y aceptarlo. La aceptación es el punto deseado en cualquier proceso de sanación, en cualquier terapia, a través de ella, dejamos de resistirnos, dejamos de tensar las cosas y a partir de este punto nos es posible superar realmente una adversidad.


Amo las miradas que delatan sentimientos


Alguna vez habremos escuchado que la mirada es el reflejo del alma, a través de ella logramos transmitir lo que nuestro interior contiene, así como percibir en el otro lo más profundo, lo que nada tiene que ver con posturas o fachadas. Lo que es esencial se refleja en las miradas y aunque ellas son capaces de adaptarse a los deseos de nuestra mente para inclusive mentir y manipular, también son las primeras en escapar de las cadenas y asomarse para mostrar en esencia lo que se siente, sin miedo a ser descubiertas.

Podemos escuchar palabras, algunas de ellas fundamentadas con verdades, que tomen fuerza con ese lenguaje sublime que utiliza ojos para expresarse, pero muchas veces escucharemos otras que no tendrán que ver con lo que la mirada de quien las pronuncia refleja. Las miradas delatan sentimientos, no es sencillo amaestrar a la mirada, no es sencillo esconder en ella lo que muchas veces no nos atrevemos a pronunciar.



“No sé ni tu nombre, sólo sé la mirada con que me lo dices. -Mario Benedetti-“


Las miradas difícilmente ocultan la tristeza, la alegría, la pena y especialmente el amor. Son capaces de apagarse, hasta presentarse casi imperceptibles, cuando pasamos por malos momentos, cuando nuestra energía está baja, esa llama apagada se refleja en una mirada perdida, opaca, en la mirada de quien no halla interés especial por la vida…



Así mismo, una simple mirada puede reflejar erotismo, puede ser un estimulante para quien la recibe. Las miradas pueden hablarnos de la honestidad de las emociones de alguien, si una sonrisa es sincera, si un te amo es honesto, si una despedida es sentida… Los ojos se acoplan con facilidad a las necesidades de nuestra mirada, dilatan sus pupilas, brillan, lagrimean…

“El alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada. -Gustavo Adolfo Béquer-“


Hay personas muy astutas que son capaces de hacer que sus miradas los soporten, pero en la mayoría de los casos no es posible mantener la mirada mientras se miente, mientras se engaña, especialmente para los que no dominan, ni tiene cómo hábito el arte de la traición o la mentira.

miércoles, 26 de julio de 2017

Despejando el camino para dar lugar al SER CREATIVO


El objetivo de este texto es propiciar llaves para crear una dinámica de acercamiento a la Autorrealización.


La individualidad del SER dentro del círculo de pertenencia.

Venimos solos al mundo y nos iremos solos.
Somos por nosotros mismos, la identidad es propia.
Solo podrás activar tu sentido de manada cuando te reconozcas como individuo y sanes como individuo.
Sanar la célula individual.


LA CELULA INDIVIDUAL.

Este concepto nos figura un fractal de lo micro a lo macro, donde se reconoce a lo individual como UNO en sí.

Vinimos a sanar la célula individual.
Reconociendo la individualidad del ser, obrando con autenticidad.
Una vez comenzado este sendero…

El ser individual podrá integrarse al todo que es uno.
 UNA UNIDAD.
Una sola misma unidad… como lo es él.

Se  es una célula individual siendo uno consigo.
Se  es una célula individual dentro de otra célula individual.

El conjunto de  individualidades hace al  todo UNA misma gran célula.



Autoconocimiento.

Trabaja para alcanzar una desidentificación con lo que nos ofrece el ego artificial, de lo contrario convertirás la sensación de seguridad y pertenencia que te da la cultura en dependencia.

La identificación con la cultura es el equivalente a la identificación con la personalidad, es aquello que da forma externa a lo que somos, un nombre, una apariencia, un carácter. El problema es tomarlo como determinante y que de esta forma haga a quien somos. Cuando en verdad esto conlleva un grado de impermanencia, ligado al estado de la materia y su proceso temporal de: nacimiento, degradación y muerte…  Por lo tanto, podemos deducir que  lo que hace a la esencia es algo más abarcativo y no tan puntal ni efímero. Hay que posicionarse para  mirar el panorama desde afuera.



Nos acercamos al Verdadero sentido de pertenencia.

Sacando un poco la mirada de lo micro, de aquello que nos define en lo personal y cultural, y lo satisfactorio y seguro que puedes sentirte  en tu círculo de pertenencia delimitado por tu zona de confort. Debemos alejar la mirada con los ojos de la despersonificación y trascender el estado de abismo, que nos produce el sentirnos entidades únicas, aisladas y solitarias; entendiendo que en verdad sí lo somos, pero hay algo más allá de lo que vemos que nos hace parte de una misma totalidad, que es la creación completa que nos aúna en un mismo todo, esa es nuestra verdadera pertenencia.

Podemos trascender esto, sabiendo que en realidad no es la cultura donde arraigamos nuestras raíces, este sentido pertenece al mundo de los hombres; si puedes deconstruir  la cultura… Verás que no es necesario llegar al estado de desasosiego sintiéndote impertinente a una identidad colectiva; ya que nos abarca y contiene el propio UNIVERSO, el mismo que da vida a la integridad de la creación, aunándola  bajo las leyes que hacen vibrar al todo en armonía.

Encontrar otro lugar desde donde percibir esta realidad, nos hace entrar en la sintonía de una vibración diferente. Nos situamos rodeados de creencias que construyen la VERDAD, que sostienen todos los acuerdos determinantes del paradigma que se esté atravesando, el cual cabe destacar,  será siempre acorde a nuestro entendimiento y en pos de nuestra evolución tanto: Espiritual, Individual, como Especie y Energía.


El Ser Supremo en manifestación.

Cuando la persona logra evidenciar la construcción ficticia/ilusoria a cerca de quien ES, puede alejar este ruido de su mente y lograr ver en lo profundo para encontrarse con su Ser Supremo.
Vibrar en la voluntad del Ser Supremo nos hará conectarnos con nuestra esencia, donde radica el espíritu y donde se encuentra el valor específico que poseemos, para realizar acciones vinculadas a nuestra verdadera misión de ser, dando un sentido profundo a nuestra existencia y transición por esta vida.
Para poner en marcha la acción de dicho plan, entramos en conexión con nuestro Ser Creativo a través de la voluntad de nuestro Ser Supremo.
El Ser Creativo es quien contiene, la autenticidad del yo soy…. Su manifestación propone poner en práctica ese valor que te hace único, brillando en tu ARTE.

Disponer del ego como herramienta.

Podrán pasar muchas cosas fuera, pero al fin y al cabo el universo está en ti


La felicidad no viene dada como la vida, sino que hay que conquistarla. El principal requisito que necesitamos para ello se encuentra en lo que realmente necesitamos para conseguirla y lo podemos encontrar dentro de nuestro propio universo.

Partimos de la base de que el ser humano está hecho para sobrevivir, no para ser feliz. Para lo primero estamos programados; para lo segundo hay que hacer un pequeño “hackeo”. Quién quiera entrar en el desafío de la felicidad, debe asumir que lo más importante está en la creación de un sentido vital.


Ya lo decía José Luis Sampedro, escritor, humanista y economista español, estamos vivos para vivir, para hacernos, para realizarnos. La mayoría de nosotros, alguna vez en la vida nos hemos preguntado para qué estamos vivos. Saber contestar a esta pregunta nos dará un sentido a nuestra existencia. Un sentido propio y genuino.

Todo lo que vemos fuera es solo un reflejo de nuestro interior, de lo que pensamos y sentimos. Los defectos y las virtudes que vemos en los demás, de alguna manera los llevamos dentro. Por muchas dudas y preguntas que tengamos, la mayoría de las respuestas están ya en nuestro interior, porque el universo que habita dentro de nosotros ya es realmente interesante.

¿Qué intentarías hacer si supieras que no puedes fracasar?


Cuidarnos aporta paz a nuestro universo

Puede sonar un tanto irónico, pero nosotros somos los únicos capaces de perturbarnos a nosotros mismos, de consentir terremotos emocionales. La causa de nuestro sufrimiento no está fuera, sino dentro, en cómo afrontamos el dolor.


Los demás pueden matarnos físicamente, pero en un plano espiritual, solo nosotros tenemos el poder de hacernos daño y de imponer un orden. A pesar de librarse en nuestra propia mente, esta guerra ilusoria genera una serie de lastres emocionales, como la culpabilidad, el rencor, el resentimiento, el odio, el castigo y el deseo de venganza.


Nuestras interpretaciones ligadas a nuestras reacciones emocionales son las que nos llevan a sufrir y a entrar en conflicto con nosotros mismos. En última instancia nosotros somos los causantes de nuestro propio daño. Por eso, enfocarnos en nosotros y hacernos cargos de nuestras emociones nos acerca a un conocimiento más profundo de nuestro universo interior.

Al fin y al cabo, lo único que podemos cambiar en nuestra vida es a nosotros mismos. Todo lo demás, son conceptos ilusorios. Podemos perturbarnos por querer un mundo mejor, donde haya menos injusticias y más igualdad, pero todo eso escapa de nuestras manos. En cambio, cambiar y mejorar nuestro interior es solo trabajo nuestro, por eso alcanzarlo nos da una paz ilimitada y un nuevo concepto de afrontar las situaciones.

“Lo mejor que puedes hacer por la humanidad es ser feliz y aprender a estar en paz contigo mismo”
-Séneca-


Para construir un universo propio necesitamos ser valientes

La generalización es una amenaza para nosotros, que nos perdemos en ciudades de grandes edificios y con reglas que pocas veces se dicen, pero se imponen. En muchas ocasiones, sacrificamos actuar en coherencia con nuestros valores por proyectar una imagen mejor: esta es una de las formas que el sistema tiene para dominarnos, la recompensa que nos ofrece a cambio. Haz esto y hazlo de esta forma y te tendré en cuenta.

Así es como terminamos ocupándonos de todo menos de nosotros, del coche, de la moto, de lo otro y de lo de más allá; nos pasamos el día haciendo cosas automáticas, cuando sencillamente podríamos vivir mejor.

martes, 25 de julio de 2017

De nada sirve impacientarse, todo llega cuando tiene que llegar


Esto podría sonar un poco a: “el destino está escrito”, podríamos asumir que si le damos validez a que todo llega cuando tiene que llegar, no tenemos mucha capacidad de acción, de control y de elección de lo que ocurre en nuestras vidas. Sin embargo, esto no es más que una invitación a fortalecer nuestra paciencia, a aprender a esperar, a saber cuándo actuar y a entender que nada de lo que nos ocurre, lo hace de manera casual, todo corresponde a un proceso, todo es consecuencia de nuestras acciones y decisiones.

Es por ello que no nos es posible creer que todo está escrito, que hay un destino trazado, pero sí que nada ocurrirá a destiempo, si no estamos preparados para que algo ocurra, si no estamos listos para conocer a alguien, si es necesario aprender ciertas lecciones antes, pues estaremos en posición de esperar a que las condiciones estén dadas.

Tenemos control sobre nuestros procesos personales, podemos tomar consciencia de cada paso, podemos dejar de vivir por inercia y sencillamente ir indagando y aprendiendo de cada experiencia. Más allá de los sentimientos que guardemos, más allá de las emociones que una situación despierte en nosotros, debemos tratar de encontrar respuestas que nos ayuden a crecer.

Nuestro inconsciente está en un aprendizaje continuo, pero la práctica es la que ayuda al inconsciente a fluir con cada experiencia. Parte del proceso de adquisición de información parte del raciocinio, de dedicar tiempo para aprender, de entender los “para qué” de lo que nos ocurre.


En cada paso que demos, nuestra actitud será determinante, mientras más ansiosos estemos, mientras más preocupaciones tengamos, más difícil será fluir con la experiencia y más trabas colocaremos para llegar a donde queremos estar. Solo la paciencia y la calma nos permitirán atravesar caminos, disfrutando de cada paso, sin perdernos detalles, generando en un estado de tranquilidad las condiciones para que lo cada una de las cosas que tengamos que vivir se manifiesten en nuestras vidas.