LA CAUSA DEL SUFRIMIENTO ES EL APEGO …
Las Cuatro Nobles Verdades expresan la orientación básica del Budismo refiriéndose a que codiciamos y nos inclinamos a apegarnos a estados pasajeros y cosas que son incapaces de satisfacernos y son dolorosos (Duḥkha). Este año se mantiene en el samsara, el ciclo sin final de repetido renacer y morir y el día que ello conlleva. Hay, sin embargo, una forma de finalizar con este ciclo, llegando al Nirvana (espiritualidad), donde terminar el apego y donde el renacimiento y la Dukkah no reaparece. Esto es posible lograrlo siguiendo el Noble Camino Óctuple, restringiendo nuestras adherencias, cultivando la disciplina y practicando la meditación.
En forma resumida, las cuatro nobles verdades son dukkah, samudaya (ascensión o ir juntas), nirodha (cesación) y marga, el camino hacia la cesación.
En los Sutras (budismo), los textos religiosos budistas, las cuatro verdades tienen una función simbólica, así como también una proposición. Representan el despertar y la liberación del Buddah, pero también describen los métodos para las personas sensibles de liberación de la adhesión al materialismo. En las escrituras del Pal Canon, las cuatro preguntas aparecen como una roja de enseñanzas, como parte del Dharma que deben aprenderse en forma conjunta. Proveernos, la base conceptual para introducir y explicar el pensamiento Budista, el cual debe ser entendido completamente y practicado.
La función de las cuatro nobles verdades y su importancia, se desarrollaron a través del tiempo, cuando la visión liberadora (Prajñāpāramitā-sūtra) obtuvo un puesto prominente en los Sutras y las cuatro verdades vinieron a representar esta visión liberadora, como parte de la iluminada historia de Buda.
Las cuatro verdades adquirieron particular importancia en la tradición Theravada del budismo, indicando que su conocimiento simple es liberador por sí mismo. Son, sin embargo, menos prominentes en la tradición Mahāyāna, que considera que el Camino Bodhisatin (la gran compasión espontánea) es el elemento central de sus enseñanzas y prácticas. La tradición del Mahāyāna re interpretar las cuatro verdades para explicar como una persona liberada puede ser aún operativo omnipresente en este mundo. Los eruditos occidentales que exploraron los conceptos budistas en el siglo XIX, así como el Modernismo Budista, que consideraba las cuatro verdades de las enseñanzas básicas y del Budismo.
1. Primera Verdad Noble: Vivir Significa Sufrir
Hasta la edad de 29 años, el Príncipe Siddhartha (nombre real de Buda) estaba confinado a las cuatro paredes del palacio por su padre. Cuando salió por la primera vez del palacio, vio cuatro cosas que dejaron un impacto profundo en su mente, una tierna e ingenua: un bebé recién nacido, un anciano lisiado, un hombre enfermo y el cadáver de un hombre muerto.
El Príncipe, que había sido criticado en el regazo del lujo, ajeno al sufrimiento en el mundo exterior al palacio, se sintió profundamente perturbado cuando vio la muerte, la miseria y el sufrimiento con sus propios ojos.
Durante su meditación, se dio cuenta de que la vida es sufrimiento. La razón de esto es el hecho de que los seres humanos no son perfectos. Del mismo modo, el mundo habitado por ellos también está lleno de imperfecciones.
El Buda se dio cuenta de que durante su viaje por la vida, el ser humano tiene muchos sufrimientos, físicos y psicológicos, en forma de vejez, enfermedad, separación de sus seres queridos, privaciones, encuentros con personas y situaciones desagradables, lamentos , tristezas y sufrimiento.
Todas estas desgracias le sobrevienen a los seres humanos porque están sujetos a deseos y ansias. Si puede obtener lo que aspiran, obtener placer o satisfacción. Pero esta alegría o placer también es de duración corta y duradera. Si tiende a durar demasiado tiempo, el placer asociado con él se vuelve monótono y se desvanece.
2. Segunda noble verdad: el origen del sufrimiento es el apego
La segunda noble verdad nos dice que la raíz de todo el sufrimiento es el apego. Para evitar el sufrimiento, necesitamos entender qué causa el sufrimiento y luego eliminar estas causas de nuestras vidas.
Según Buda, la causa básica del sufrimiento es “el apego al deseo de tener (ansia) y el deseo de no tener (aversión)”.
Todos nosotros tenemos deseos y anhelos. Como no podemos satisfacer TODOS nuestros deseos y apetitos, nos molestamos y enojamos, lo cual no es más que otra manifestación de sufrimiento.
Lo mismo vale para las personas que son demasiado ambiciosas y buscan demasiado. Una medida que permite lo que desean, se vuelven lujuriosos y quieren más. Y así el círculo vicioso continúa.
El otro problema señalado por Buda aquí, que es muy pertinente, es que negar el deseo es como negar la vida misma. Una persona, dijo, debe elevarse por encima de los apegos y, para eso, no necesita privarse a sí mismo. El problema surge cuando él no sabe dónde poner fin a sus deseos. Y cuando cede a sus deseos, se convierte en esclavo de ellos.
3. Tercera noble verdad: la cesación del sufrimiento es alcanzable