jueves, 12 de marzo de 2015

Integrando los Yos Paralelos al Yo Superior

Fran Ortega
En un Universo de infinitas posibilidades, nuestro ser Interno no quiere perderse ninguna de esas posibles experiencias. 

Es por ello que nuestro Yo Superior genera un “Yo Medio” por cada una de las decisiones que vamos tomando ante cada una de esas posibilidades. 

Quizás el camino de la ascensión se encuentre en el hecho de recoger las experiencias de cada uno de esos yos inferiores sin juicio ninguno.

Fran Ortega nos cuenta el modo en el que él experimenta lo que llama “Regresar a Casa” o “Recordar quienes somos”

miércoles, 11 de marzo de 2015

EL CONOCIMIENTO DE UNO MISMO


Los problemas del mundo son tan colosales, tan complejos, que para comprenderlos y resolverlos hay que abordarlos de un modo muy sencillo y directo; y la sencillez y visión directa no dependen de las circunstancias exteriores ni de nuestros prejuicios y estados de ánimo individuales. Como y a lo he señalado, la solución no ha de encontrarse mediante conferencias o proyectos, ni substituyendo a los viejos dirigentes por otros nuevos, y lo demás. Es evidente que la solución está en el creador del problema, en el creador de la maldad, del odio y de la enorme falta de comprensión que existe entre los seres humanos. El causante de estos daños, el creador de estos problemas, es el individuo, vosotros y yo, no el mundo, como creemos. El mundo es vuestra relación con otro. El mundo no es algo que existe aparte de vosotros y de mí; el mundo, la sociedad, es la relación que establecemos o procuramos establecer entre unos y otros.

De suerte que vosotros y yo somos el problema, no el mundo; porque el mundo es la proyección de nosotros mismos, y para comprender al mundo tenemos que comprendernos a nosotros mismos. El mundo no está separado de nosotros; somos el mundo, y nuestros problemas son los problemas del mundo. Esto no puede repetirse con demasiada frecuencia, porque somos de mentalidad tan indolente que no creemos de nuestra incumbencia los problemas del mundo; creemos que deben ser resueltos por las Naciones Unidas o reemplazando los viejos dirigentes por otros nuevos. Es una mentalidad bien torpe la que piensa de ese modo; porque nosotros somos responsables de la horrible miseria y confusión que hay en el mundo, de la guerra que nos amenaza. Para transformar el mundo debemos empezar por nosotros mismos; y lo importante al empezar por nosotros es la intención. La intención tiene que consistir en comprendernos a nosotros mismos, y en no dejar para otros el transformarse o producir un cambio modificado mediante la revolución, de izquierda o de derecha. Es, pues, importante comprender que esta es nuestra responsabilidad, la vuestra y la mía; porque, por pequeño que sea el mundo en que vivimos, si podemos transformarnos, si podemos hacer surgir un punto de vista radicalmente diferente en nuestra existencia diaria, entonces, tal vez, afectaremos al mundo en general, las extensas relaciones de unos con otros.

Como lo he dicho, pues, vamos a tratar de descubrir el proceso de la comprensión de nosotros mismos, que no es un proceso de aislamiento. No es el retiro del mundo, porque aislados no podéis vivir. Ser es estar relacionado, y el vivir en el aislamiento es cosa inexistente. Es la falta de verdadera convivencia lo que causa conflictos, miseria y lucha; y por pequeño que sea nuestro mundo, si podemos transformar nuestras relaciones dentro de ese pequeño mundo, ello será como una onda que se extiende constantemente hacia afuera. Creo que es importante ver eso, o sea que el mundo es nuestra interrelación, por estrecha que sea; y si ahí podernos producir una transformación ‑no superficial sino radical-, entonces empezaremos activamente a transformar el mundo. La verdadera revolución no es conforme a una norma determinada, de izquierda o de derecha, sino una revolución de valores, una revolución que lleva de los valores sensorios a los que no son sensorios ni creados por influencias ambientales. Para encontrar esos verdaderos valores que traerán una revolución radical, una transformación o regeneración, es esencial que uno se comprenda a sí mismo. El conocimiento de uno mismo es el principio de la sabiduría, y por lo tanto el comienzo de la transformación o regeneración.

Para comprenderse uno mismo, tiene que existir la intención de comprender; y ahí es donde se presenta nuestra dificultad. Porque, si bien la mayoría de nosotros estamos descontentos, deseamos producir un cambio súbito, y nuestro descontento se canaliza hasta el mero logro de cierto resultado; estando descontentos, o buscamos otro empleo o simplemente sucumbimos ante el medio ambiente. De suerte que el descontento, en vez de encendernos, de inducirnos a poner en tela de juicio la vida y todo el proceso de la existencia, se ve canalizado, con lo cual nos volvemos mediocres y perdemos la energía y el empuje necesarios para descubrir todo el significado de la existencia. Por consiguiente, es importante descubrir esas cosas por nosotros mismos, pues el conocimiento de uno mismo no puede dárnoslo nadie ni habrá de hallarse en libro alguno. Tenemos que descubrir, y para descubrir tiene que haber intención, búsqueda, investigación. Mientras esa intención de descubrir, de inquirir hondamente, sea débil o no exista, la mera aserción, o un deseo casual de investigar acerca de uno mismo, tiene muy escasa significación.

LOS 3 CATACLISMOS QUE UNIFICARÁN LA CONCIENCIA HUMANA

David Parcerisa
Tres grandes autoridades científicas rusas: la Dra Marina Popovich, la Dra. Popova Victoria, y la Dra. Lidia Andrianova confeccionaron un diccionario en base a pictogramas y círculos de las cosechas de procedencia extraterrestre que según ellas, anunciaban 3 grandes cataclismos que favorecerían un tránsito de ascensión de conciencia para la humanidad. 

Pronosticaron el primer cataclismo en la costa oeste de Perú en dos fechas del 2012, pero no se cumplió... 

Aún así, aquí consideramos muy interesantes sus estudios y conclusiones. David Parcerisa sintetiza algunos aspectos curiosos y trascendentes de estas tres mujeres.




fuente:http://www.davidparcerisa.org/index.php/post/los-3-cataclismos-que-unificaran-la-conciencia-humana

SI SUFRES…ACÉPTALO!


La Vida siempre trae a tu puerta lo que necesitas…eso es todo lo que siento.

Antes de éste bendito proceso de sombra que he transitado me animaba a decir que teníamos sí que pasar por el dolor, mas nunca sufrir…que esa era una elección…mas mi perspectiva a cambiado 360 grados, como ocurre siempre que nos dejamos de teorizar y se nos “mete” directamente en la experiencia, para que con humildad derribemos los juicios, opiniones y pareceres acerca de procesos que no atravesamos, al menos conscientemente.

He visto a muchas personas aparentemente mundanas y poco conscientes vivir sin sufrimiento…y he contactado a seres profundamente compasivos y comprometidos con la evolución  que en determinado momento atravesaron por  procesos depresivos o de sufrimiento.

Cuando me sentí por días sumergida en el fondo de un pozo, seguramente orquestado por Lo Que Soy, leí en una red social a un hermanito que escribió “El que está depresivo es porque quiere”…y me sonreí pensando…”Hermano…cuando ese proceso llegue a tu puerta y te encierre dentro de esa experiencia, recién allí aprenderás a no hablar de lo que desconoces”…Y a la vez recordé tantas veces en las que escribí yo misma cosas que daba por sentadas, como si estuviera “por encima” de ellas…invulnerable y elevada…

Hoy puedo decirles que con la exagerada visión multidimensional de que somos maestros y de que “somos Dios” (lo que es cierto)…primero, nos hemos olvidado que la esencia Divina que somos  puede hacer que nuestra parte humana y efímera pase por cualquier experiencia (de hecho lo hace) que crea necesaria, ya sea depresión o exaltación, gozo o sufrimiento…y el que lo haga no es porque nos crea más o menos espirituales o importantes.

Somos uno    ¿RECUERDAN?…o sea que todos somos ESPIRITU….mas en la dualidad venimos a cargar la mochila de un ego que atravesará por valles de Luz y de sombra (que son lo mismo desde distintas perspectivas)…sin privilegios.

Hoy…ya no me atrevería a escribir lo que hace unos meses escribía…por eso dejé de hacerlo…hasta empaparme de humildad y reconocer que  mi ser humano experiencial sufre y goza, se deprime y se extasía, se apega a las formas y vuela muy alto más allá de ellas…y todo esto me lo ha enseñado el sufrir y el chirriar de mis dientes sintiendo miedo y dudas acerca del propósito de mi reencarnación.

Cierto maestro dice que en éste tiempo de transición, la mayoría de los conscientes sentiría todas esas experiencias, aún sabiendo que son ilusiones tejidas por el ego…y que no alarmarse y aceptarlo lo diluye. No escondiéndonos o negando a los demás que aún somos vulnerables como humanos a tales sentires.

martes, 10 de marzo de 2015

“Niveles de trabajo para la ‘liberación’ de la energía del ser o esencia”

Imagen: “Hágase la Luz” – B.A.Brenan
Habíamos dicho, en el último artículo que, a través de la conexión con nuestro ser o esencia, teníamos acceso a esa posibilidad de cambio de linea temporal. También habíamos hablado en la conferencia y en los artículos anteriores a la última actualización recibida sobre el cambio evolutivo, que no habríamos podido hacer ningún tipo de trabajo sobre las esferas mentales sin haber llegado a conectar conscientemente primero con la esencia, ser, partícula divina o mónada de cada uno, que no es otra cosa que aquello que somos en realidad. Así que, como todo converge para seguir aprendiendo como conectar, potenciar y sintonizar con nuestro ser, vamos a dedicar este artículo a entender más al respecto.
Desde el punto de vista del terapeuta, de la persona que está facilitando esta “liberación” de la pura energía del ser que somos, podemos hablar de trabajar a varios niveles hasta poder llegar a abrir el canal por el cual se manifiesta y se hace consciente, a esta misma esencia para la personalidad artificial. Vamos a ver qué niveles hay que “perforar” (simbólica pero a veces literalmente) para hacer este trabajo.
Diferentes estratos energéticos
Entre los compañeros que estamos haciendo este proceso, solemos usar la terminología de la terapeuta Bárbara Ann Brenan para referirnos a los diferentes niveles dimensionales y energéticos que componen el ser humano, así que esos son los nombres que os daré en este artículo para vuestra referencia.
Así, primeramente, tenemos todos los componentes, capas y cuerpos energéticos que podíamos englobar dentro de la dimensión áurica, extracorporal, y que es de sobras conocido por todos y del que abunda mucha información en la red, libros y demás. Luego tenemos la parte física y orgánica del ser humano y su correspondiente matriz etérea asociada, que no es otra cosa que el calco energético de cada hueso, tejido, órgano o músculo, que sirve de molde y película protectora para cada uno de esos componentes físicos. La matriz etérea es intracorporal y es uno de los puntos que puede dar más trabajo, pues es por ella por donde corren todos los cables, hilos energéticos, implantes y otros bloqueos que nos hemos encontrado en el proceso de “acceso” a la esencia.
Así, tras haber trabajado a nivel áurico (limpieza emocional profunda principalmente) y físico, empezamos luego a entrar en lo que B.A. Brenan denomina la dimensión del Hara, que luego explicamos, y, por último, entramos en la dimensión de la esencia, núcleo, ser, chispa divina, partícula primordial, etc., etc.. Cuatro estratos o niveles de actuación por los cuales hemos de pasar para hacer todo este proceso de desprogramación, ya que, para hacer el trabajo de las esferas mentales, para reducir y unificar todos los Yoes, para trabajar con la esfera de conciencia, la energía del ser tiene que ser traída desde su ubicación espacio-temporal, en su dimensión particular, hacia la parte física y áurica del cuerpo, así que, por decirlo de alguna forma, hemos de “sacarla” un par de niveles (simbólico) hacia arriba para poder trabajar con ella.
La línea o dimensión del Hara
LINEA HARAEn su libro “Hágase la Luz”, explica B.A. Brenan que la dimensión del Hara se percibe como una línea que une un punto por encima de la cabeza, más o menos a un metro de distancia, con el timo, con el tantien inferior y con el núcleo del planeta. Y es entrando a través de esta línea que podemos acceder luego a la esencia o ser que somos.
La esencia o ser
Para explicar el trabajo con la energía del ser, voy a usar las palabras de B.A en “Hágase la Luz” que está perfectamente explicado:
“Bajo la dimensión del Hara existe la dimensión de vuestro núcleo más profundo. El núcleo es el eterno «Yo soy lo que es, fue y será». Aquí está el origen de vuestra fuerza creativa. Vuestro núcleo es la fuente interna de lo divino. A través de la percepción extrasensorial, se parece a una estrella, una estrella-núcleo. Esta luz es una firma de la esencia eterna de cada persona. Existe fuera del tiempo, el espacio, la encarnación física e incluso el concepto del alma. Parece ser la fuente de la propia vida. Es el Dios único e individual dentro de cada uno de nosotros. Es la fuente de la que mana toda la encarnación y, no obstante, permanece en paz y serenidad absolutas. Allí donde emerge la luz del núcleo, aporta curación. Allí donde está bloqueada, se declara la enfermedad.”

CONSCIENCIA


Una consciencia adecuada implica algo más que sólo consciencia porque la consciencia puede llegar a ser un esfuerzo. “Consciencia adecuada” quiere decir consciencia sin tensión, en relajación. Si intentas estar consciente y por ello creas tensión, esta tensión destruirá todo tu trabajo,  debes por tanto recordar dos cosas: consciencia y relajación, sin esfuerzo.

La consciencia es el fruto de la relajación. Donde quiera que sientas tensión en el cuerpo, relaja esa parte. Si todo tu cuerpo está relajado, tu consciencia crecerá más rápido. Simplemente observa y… verás, sin hacer ningún esfuerzo, sin afanarte; es una consciencia natural. Al principio parece una paradoja –consciencia sin esfuerzo– pero una vez que comienzas a trabajar con ella, poco a poco encuentras la fórmula. Es un truco. Una vez que has aprendido el truco, una vez que has conocido un solo momento de consciencia sin tensión, estás en el camino, nunca volverás a ser la misma persona.

Luego relájate y deja que las cosas sean como son. Una muy, muy pasiva consciencia: esto es meditación. Si a veces te olvidas de observar, ¡ no pasa nada! Cuando te acuerdes, vuelves a observar de nuevo. Cuando te olvidas, te olvidas. Esto es relajación, esto es aceptar la vida como viene. Entonces surge una gran alegría. Nunca estás cansado y nunca te distraes porque no hay nada que pueda distraerte.

http://www.osho.com/es/read/osho/osho-on-topics/awareness

lunes, 9 de marzo de 2015

Haz las paces contigo


¿Te ha pasado que no terminas de encontrar el bienestar en lo que haces? Ni siquiera en lo que haces: cuando llegas a casa por la noche y no te encuentras a gusto contigo mismo, sin hacer nada, frente al espejo. De verdad lo intentas y no te das cuenta que actúas para los demás, dado que en tus reuniones contigo mismo todo falla.

Esos intentos, naturalmente, también fallarán. Es difícil darnos cuenta de que no nos gustamos. Duele y frustra. Pero sí que podemos cambiarlo. Si de verdad lo intentas, puedes forjar tu propio camino y convertirte en tu propio mejor amigo. La tristeza, la soledad y el aburrimiento no serán nunca un tema de preocupación.

¿Has ubicado los pasos que te llevan a conocer a otra persona por primera vez? Hazlo contigo mismo. Sin el tiempo adecuado para reconocer tus necesidades y deseos, es bastante probable que te sea muy difícil conectar con ese yo interior que tanta paz puede darte.

Cuando aparezca un “tiempito para mí” pregúntate si te quieres relajar, si quieres estar más ocupado en otras cosas, si deseas un cambio. Sea cual sea la respuesta, muévete en función de eso. Seguramente si quisieras complacer a otra persona, lo harías sin chistar. Dirige esa intención hacia ti mismo.

Esto es bastante difícil: de verdad debes aceptar que no eres perfecto. ¿Lo de ser tu mejor amigo te suena extraño? ¿Por qué seguramente te suena más común la frase “puedo ser mi peor enemigo”? No le des tanto poder, en lugar de fortalecer tu autoestima.

De ahí pasamos al juicio: de verdad, a la gente no le importa tanto lo que hagamos con nuestras vidas, así que es mejor dejar de analizar y sopesar y contrastar nuestras decisiones en función de otros. Es algo bastante egocéntrico, de hecho.

Una vez que estés un poco más tranquilo contigo mismo, sal de viaje tú solo. Tomarás tus propias decisiones, harás lo que solo a ti te place, y descubrirás maneras de proceder completamente nuevas dentro de ti. Sin mencionar el hecho de que en la distancia todo cobra una nueva perspectiva.

Lo de siempre: recuerda que al invertir en ti mismo, no solamente serás más feliz, sino que irradiarás una energía positiva que terminará por atraer a más personas a tu vida, atraídas por tu luz y tu armonía. Una vez en ese estado, no habrá vuelta atrás: tu bienestar vendrá de una fuente en tu interior, indetenible, fuerte y amable.

fuente:http://www.inspirulina.com/haz-las-paces-contigo.html

Nuestras relaciones y el apego


El apego se refiere a la relación emocional intensa y perdurable que se establece entre el bebé y su madre (y/o padre) desde los primeros meses de vida hasta los 6 años.

Ese lazo que se establece constituye una fuerza primordial en el desarrollo infantil, en la formación de una base segura donde apoyarse para satisfacer sus necesidades básicas iniciales, en la génesis de una confianza en el otro, permitiéndole modelar una forma de interrelacionarse con los demás y explorar en forma segura el mundo



Para lograr que un individuo se desarrolle con un apego seguro es necesario:

- Reconocer las señales, necesidades y deseos de los niños, desde bebés.

- La lectura e interpretación precisa de éstas señales .

- Permitir que sean las señales de los bebés sean las que determinen las acciones y no las       necesidades o deseos  de los padres 

- La consistencia y el ser predecible en el tiempo.


Las experiencias que tenemos en la infancia con nuestras figuras de apego se graban en nosotros, condicionando nuestros vínculos en la edad adulta

Cuando confiamos en que una figura de apego (nuestra madre o padre) va a estar disponible siempre que la necesite, tenemos menos tendencia a sentir miedo intenso o crónico, que si no hemos desarrollado esa confianza.

La confianza o la desconfianza en la accesibilidad de las figuras de apego se construye lentamente, desde la infancia hasta la adolescencia. Esas expectativas se mantendrán en nosotros como adultos. Este primer vínculo afectivo sirve como prototipo para las posteriores relaciones de intimidad. También se refleja en nuestra idea de Dios y de la espiritualidad

Y nuestras creencias acerca de cómo serán nuestras relaciones se hacen realidad, apareciendo en nuestras vidas personas que las refuerzan.

De niños necesitamos tres cosas en su justa medida:

- Sentir amor y conexión con alguien

- Recibir suficiente cuidado y nutrición

- Aprender estructuras y normas para conocer los límites y sentirnos seguros

En la combinación de estos tres elementos están las bases de nuestro desarrollo. Cada combinación deja diferentes sensaciones de base que forman nuestro temperamento e influyen en nuestra personalidad. Su interpretación nos genera nuestras creencias y la forma de ver la realidad , que es lo que condiciona nuestra existencia. Esta forma de ver la vida, consciente o inconsciente, se llama “guión”, ya que es el “guión de la película” que nos hemos contado para entender y sobrellevar los momentos de dolor.

Lo que nos falta, disfrute, amor o protección, se convierte en la meta de nuestra vida. Para lograr esa meta podemos tener 3 comportamientos diferentes: