sábado, 13 de febrero de 2016

El Ser Superior


Los seres humanos somos seres multidimensionales, es decir, vivimos al mismo tiempo en distintas dimensiones de realidad. Una de ellas, con la que estamos más familiarizados, es la tercera dimensión que todos conocemos tan bien.

Las dimensiones no son otra cosa que distintos niveles de realidad, pero la realidad está formada por energía y por conciencia, por lo tanto estas realidades están conformadas por distintos niveles de energía y de conciencia.  Conforme nos movemos hacia arriba en la escala de las dimensiones, la energía que forma esa realidad vibra a una frecuencia diferente; entre más rápido vibre la frecuencia de una realidad, más sutil o etérea se vuelve; así, la tercera dimensión es la más densa: en esta realidad, las partículas del átomo giran a 9/10 de la velocidad de la luz, creando la ilusión de la materia.  En otras dimensiones superiores, las partículas giran a mayores velocidades y por lo tanto no existe una materia tan densa como en la tercera dimensión.

Lo mismo sucede con la conciencia, a mayor nivel de dimensión, más alto es el nivel de conciencia que encontramos. La conciencia podría explicarse como el nivel de percepción de la realidad en donde nos encontramos:  Entre más densa es la realidad, por su frecuencia vibratoria, menor es nuestra percepción de nuestra realidad y de las demás realidades que existen.

Si el ser humano es un ser multidimensional, significa que partes de nosotros están viviendo en esta dimensión que conocemos y partes de nosotros están existiendo en otras dimensiones y realidades, pero todo está sucediendo al mismo tiempo, en este instante. Si existen partes de nosotros que están viviendo en dimensiones superiores, podemos deducir que estas partes están vibrando en frecuencias superiores y también tienen niveles de conciencia más elevados.

Nuestro Ser Superior no es otra cosa más que el conjunto de esas partes de nosotros que están habitando frecuencias de energía y de conciencia superiores. Nuestro Ser Superior somos nosotros mismos experimentando otras realidades.

Cuando encarnamos en esta tercera dimensión pasamos por algo que se conoce como “el velo del olvido”; una de las cosas que olvidamos es precisamente que existimos en distintos planos de realidad y que por lo tanto podemos conectarnos con todas nuestras partes. En este momento de la historia de nuestro planeta, este “velo del olvido” se está haciendo cada vez más delgado y nos está dando la oportunidad de recordar la totalidad de todo lo que somos y de interactuar con más partes de nuestro propio ser.

Nuestro Ser Superior ya se encuentra en contacto con nosotros en este momento; no es algo que tenemos que aprender a hacer, porque es algo que está sucediendo para todos y cada uno de los seres humanos. El Ser Superior podría ser comparado con nuestro concepto de “la intuición”, que todos experimentamos en mayor o menor grado en nuestras vidas; algunos suelen hacerle caso y otros no, pero está allí, siempre esperando comunicarse con nosotros a través de cualquier mensaje sutil que podamos captar.

Si el Ser Superior ya se encuentra comunicándose con nosotros ¿por qué no nos damos cuenta? Porque hemos aprendido que lo único que existe o que es real es lo que pueden captar nuestros cinco sentidos físicos y muchas veces sentimos que lo único que somos es este cuerpo físico dentro de esta realidad de la tercera dimensión.  Por lo tanto, el obstáculo más grande que tiene nuestro Ser Superior son nuestras propias creencias sobre la realidad que habitamos. Para establecer una comunicación más estrecha con este otro aspecto de nuestro ser, tenemos que comenzar a cambiar nuestra percepción y nuestras creencias sobre lo que somos y, como todo, comenzar a practicar. No es necesario estar días y horas meditando para alcanzar esta comunicación, sólo se requiere de nuestra intención, de nuestra constancia y de nuestra confianza.

Aunque nuestro Ser Superior somos nosotros mismos, nuestra mente racional y nuestro sistema de creencias encuentran muy difícil entender este concepto, por lo que en un principio tendemos a considerarlo como un aspecto separado de nuestro ser.  Lo vemos tal vez como un ángel luminoso, o podemos incluso identificarlo con algún maestro ascendido o guía. Eso no es importante, la forma no es importante mientras se tenga claro el fondo o la meta.

Cuando alcanzamos este nivel de comunicación con nuestro Ser Superior, tenemos la ventaja de tener acceso a otros niveles de conciencia en donde se encuentra, puede darnos una visión mucho más amplia de las cosas y puede guiarnos por caminos más fáciles. Es como si estuviéramos en un tupido bosque y no conociéramos la ruta para llegar al próximo poblado y nuestro Ser Superior fuera un águila que desde arriba puede ver todo el panorama, sabe guiarnos para evitar un pantano, un animal salvaje, un barranco, un río, y puede conducirnos por el sendero más fácil y más corto para llegar a nuestro destino.

Podemos comenzar a practicar esta comunicación con nuestro Ser Superior de forma muy sencilla: lo primero que tenemos que hacer es establecer la intención de estrechar esta comunicación.  Después tenemos que comenzar a poner atención a nuestro alrededor en formas en las que no estamos acostumbrados. Al principio esta comunicación es muy sutil, los mensajes no son tan claros y tan tangibles como todos quisiéramos, pero van haciéndose más y más obvios conforme vamos practicando.

Nuevo canal de Youtube

Ismavision nuevo canal de youtube

Hemos creado otro canal  de Youtube por vuestras peticiones de subir nuestros vídeos en otros idiomas.


 Y comenzamos con este vídeo en ingles, espero que os guste como ha quedado.





Si quieres suscribirte pincha el enlace:
https://www.youtube.com/channel/UCW7YUQXnFzYt20xBX8PYy9g

viernes, 12 de febrero de 2016

¿Qué es lo que busca el buscador espiritual?


La respuesta suele encontrarse en las palabras de algunos buscadores espirituales extraídas de algunos libros o conversaciones, tales como "me estoy buscando a mí mismo", "estoy buscando a Dios dentro de mí", "estoy buscando la verdad", es decir, la respuesta se resume a frases extremadamente vagas. Algunas veces, me sorprende una respuesta sencilla, honesta, como "quiero estar a gusto conmigo mismo y sé que no lo puedo estar a menos que esté a gusto con los demás".

Mi consejo entonces es que quizá lo que se está buscando es "eso" que trasciende tanto la felicidad de poseer cosas materiales como la ausencia de felicidad por carecer de cosas materiales en la vida; tal vez eso podría llamarse "paz". La experiencia de esta paz se produce durante el sueño profundo y, también, en determinados momentos, al despertar, cuando la mente pensante, con sus expectativas, está relajada y tranquila.

Por tanto, lo que el buscador está buscando realmente es que la paz del sueño profundo permanezca al estar despierto, cuando la mente pensante no está dormida como en el estado de sueño. La paz interior prevalece durante el sueño profundo porque el ego no está activo y el sentimiento de acción personal, acompañado por el sentido de las expectativas, está ausente. La misma paz interior puede perdurar hasta en estado de alerta si el sentimiento de acción personal permanece ausente mientras se participa en la vida.

En otras palabras, mientras la actividad tiene lugar en estado de alerta, la paz interior puede prevalecer siempre que se mantenga la total e incondicional convicción de que no hay ningún hacedor individual detrás de cada una de las acciones que suceden a través de cualquier organismo cuerpo-mente. Por tanto, ello implica la aceptación total e incondicional de Lo-Que-Es en cada momento, ya que no hay ningún individuo capaz de hacer nada: todo lo que sucede es un acontecimiento divino producido mediante algún organismo cuerpo-mente que, simplemente, tenía que suceder en el momento y en el lugar en que ocurrió, de acuerdo con el deseo de la Fuente o Dios —o, si se prefiere, conforme a la Ley Cósmica.

La paz interior aporta al buscador la convicción total y absoluta de que el deseo o voluntad de Dios sobresale en todo momento y, por tanto, carece de sentido hablar de culpa o de pecado en el caso de cualquier persona individual.

 Sólo la irritación constante previene u obstruye la paz interior:

María Magdalena, Maryam de Migdal


Maryam de Migdal, la Esposa Eterna, es una biografía novelada de la mujer conocida como María Magdalena, contada por ella misma a su hija Ruth. Se trata, en parte, de una ficción ambientada entre los últimos años de Herodes el Grande y los que siguieron hasta la destrucción de Jerusalem por el ejército de Tito. 

Es un relato acerca de una mujer excepcional, cuya alma iluminada caminó, no en pos sino junto al Maestro de Galilea. Fue su esposa y la madre de sus hijos; su amorosa y fiel compañera desde mucho antes de que Yehoshué de Nazareth diera comienzo a su vida pública. 

Esta historia hace un recorrido por los distintos lugares de Palestina, desde Galilea a Judea, donde se desarrollan los momentos más importantes de la vida de Maryam de Migdal, desde poco antes de su nacimiento, hasta su exilio en un apartado lugar de la Narbonense. 

Se trata de una visión subjetiva de su relación, desde la infancia, con Yehoshué ben Yoshef; su vida familiar; su carácter inquieto, rebelde y ávido de conocimiento; su caminar al lado de su esposo hasta los últimos y más trágicos episodios de su vida; la envidia y la incomprensión por parte de las conciencias más hipócritas y rígidas de su entorno que provocarían el rechazo, más tarde, de los que jamás aceptaron que el Maestro la antepusiera a ellos. 


En esta historia no se presenta a Maryam de Migdal como la prostituta arrepentida de la versión eclesiástica; o la acaudalada viuda que sufraga los gastos de la misión del Rabbí, según otros, sino la mujer noble, culta y adelantada a su tiempo, que supo comprender mejor que nadie la verdadera naturaleza y la misión del Maestro de Nazareth.

Entrevista a María Hernández, autora del libro "Maryam de Migdal, la esposa eterna; sobre la figura de María Magdalena.



Una novela de la biografía de una de las mujeres más maltratada por la historia, María Magdalena. 

"DAR LAS GRACIAS", Un Gesto Que Puede Cambiar Nuestra Vida


El poder de dar las gracias es una práctica, respaldada científicamente, que beneficia nuestra vida y que desde el pasado utilizan los antiguos pueblos indígenas.

No solo es un reconocimiento que nos pone en sintonía con el momento presente sino que también puede influir en nuestros acontecimientos futuros.

Es una actitud que puede cambiar nuestra vida.

jueves, 11 de febrero de 2016

LA SEMILLA DE LA UNIDAD (YO SOY)


Afirmaciones para implantar la semilla de la unidad. 
Desde el centro de poder de mi amado yo soy, hoy abro mi corazón para que la semilla de la unidad brote de nuevo en mí.

Hoy afirmo que soy uno con todos, y sano todos los procesos de sombra desde la capacidad crística de mi alto corazón.

Yo soy una fuente de amor inagotable, y mi vida es regada cada día por esa fuente.
Yo soy la reconciliación interna y externa con la dualidad que hay dentro de mí y fuera de mí, y el amor es mi sanador.

CONEXIÓN CON EL CRISTO

Haz tres respiraciones profundas y decreta:
Desde el centro de poder que yo soy, me conecto con la verdadera fuente de luz llamada Cristo, más allá de creencias y religiones. Despierto la fuente de amor que yo soy. Me abro al Cristo interno que hay en mí como la semilla cósmica del amor, y reactivo mi conciencia en la fuerza de la energía del Cristo universal, una llave hacia el amor de la Fuente en mí.
Respira tres veces profundamente y siente cómo de tus manos sale una energía rosa fucsia que va entrando a través de tus manos en el corazón, y esta energía se va transformando en una llave que abre tu timo como si fuera una puerta, y empiezas a sentir cómo detrás de esa puerta se encuentra un ser de infinito amor que te entrega su luz. Ese ser es tu Cristo interno.

Respira tres veces y decreta:
Yo soy, yo soy, yo soy El Cristo dentro de mí despertando la capacidad de la inmensidad del amor en mi mente y en la visión hacia la vida.

Ahora siente cómo tu Cristo interno, ese ser, sube a tus ojos y empieza a reflejar el amor como si te pusieran delante de ti un espejo que refleja lo mas puro de ti y este espejo se refleja fuera de ti mires donde mires. Cierra tus ojos y respira 10 veces, moviendo tu cabeza, sintiendo que todo lo que miras con tus ojos es amor sin necesidad de ver con los ojos físicos. Ahora miras con los ojos del alma, que no tiene condiciones, con lo que ve simplemente ama.

Al finalizar este ejercicio, abre tus ojos y decreta:
Estoy despierta, despierto dentro del Cristo y todo lo que veo, más allá de la apariencia, lo reconozco como amor dentro de mí.

Vuelve a cerrar tus ojos y siente cómo el Cristo interno sube a tu mente y ve respirando profundamente sintiendo cómo en tu cerebro se crea un arquetipo de un corazón magenta que tiene el poder de transformar tus pensamientos y recuerdos en amor.

Respira 10 veces y decreta:
Desde el centro puro del amor, me expando dentro del Cristo interno reconectando con la semilla de la unidad en mí. Más allá de las barreras y separaciones, me unifico dentro de mí como ser humano, honrando mi femenino y mi masculino, reconociéndome como única, como único y sintiéndome uno y una con todo. Recupero la semilla de la unidad en mí.

Ahora sentirás cómo te expandes por todo el planeta. Saldrás del planeta y te conectarás con una llama rosa. Báñate en ella hasta que lo sientas y ve respirándola profundamente.

Una vez hayas terminado, abre tus ojos y decreta:
Yo soy la resurrección del Cristo en mí, recuperando mi eterna capacidad de amar, reconociéndome como parte de la Fuente, avanzando en el amor y superando todos los no amor de mi vida. Hecho está.
Reconozco al Cristo interno y externo como parte de mi luz. Me amo y amo. Gracias, gracias, gracias.

ACTIVACIONES DE NUESTRO FARO DE LUZ

La comprensión final



“En el Zen se suele contar esta historia: antes de empezar a practicar Zen, ves los ríos y montañas como ríos y montañas. 

Cuando tienes más experiencia, los ríos ya no son ríos y las montañas ya no son montañas porque dices: todo es conciencia, en realidad no importa nada, todo es unidad. 

Y cuando viene la comprensión final, los ríos y montañas vuelven a ser ríos y montañas, esto es porque hay una visión directa y ya no hay filtros con los que mirar”.

   Wayne Liquorman. 



El Plan de tu Alma. El don de tu Alma



Extracto de una presentación de "El Plan de tu Alma: Descubre el verdadero significado de la vida que planeaste antes de nacer de Robert Schwartz"

Me gustaría comenzar compartiendo una de las historias del libro. Pero si me lo permiten, hace un par de días alguien me relató una historia que la considero muy convincente y me gustaría contarla. Es una historia real.

Tengo una amiga que vive en Inglaterra, tendrá unos 60 años. La historia es sobre una amiga suya, que ronda los 60 también. Esta mujer se crió con una madre que no era muy cariñosa, no es que sufriera ningún tipo de abuso, pero la madre era fría y distante y no le dio cariño, ni amor a esta mujer. Este es el entorno en el cual esta mujer se crió.
Hace unos pocos años, la madre de esta mujer cayó enferma y estaba en el hospital muriéndose. La llamaron del hospital diciéndole que su madre iba a morir en muy poco tiempo Miey que si quería despedirse de ella.

Mientras la mujer se dirigía hacia el hospital a toda prisa, su madre quedó en coma.
Cuando llegó al hospital la enfermera le dijo que lo sentía mucho pero que su madre estaba inconsciente y que ya no sería posible hablar con ella.
La mujer entró en la habitación a presentarle sus últimos respetos a su madre moribunda.
Supongo que había mucho dolor en esta mujer por no haber sido criada con el amor y el cariño que su madre le tenía que haber dado.

Pero allí estaba ella, afligida por el dolor, a los pies de la cama de su madre moribunda. Entonces sacó todo el dolor que había acumulado durante los últimos años y le dijo a su madre:
"Tú no fuiste una buena madre, no fuiste comprensiva, ni cariñosa conmigo, tú no fuiste la madre que yo hubiese querido tener..."

Cuando ella terminó de repente los ojos de la madre se abrieron, miró a su hija y le dijo: "Cariño, sólo hice lo que tú me pediste que hiciera. Yo también te quiero"
La madre cerró los ojos y se murió. Es una historia real.

El Plan de tu Alma. ¡Impactante Relato!



El Plan de tu Alma y El Don de Tu Alma 2 partes:

1ª parte



2ª parte