En primer lugar vamos a definir los diferentes estados mentales y sus principales diferencias:
– Sueño lúcido:
Es el estado de sueño normal, donde nos damos cuenta que estamos dentro de un sueño.
Por decirlo de otra manera, es como si despertara nuestra consciencia dentro del propio sueño, pudiendo así realizar acciones e interactuar de manera segura, sabiendo que nada nos puede pasar ya que es un sueño. Y así realizar nuestra voluntad con el medio y los personajes que nos aparezcan.
– Viaje Astral:
Es la acción de viajar conscientemente al lugar que nos propongamos. Para ello es preciso o bien salir del cuerpo voluntariamente e iniciar el viaje pensando en el lugar de destino, o bien desde un sueño lúcido proponernos viajar a algún lugar determinado por nosotros.
La diferencia principal entre sueño lúcido y viaje astral, es que en el primero no creamos el escenario del sueño, si no que nos viene dado por nuestro subconsciente.
A diferencia en el viaje astral somos nosotros quienes creamos la realidad conscientemente a partir de un deseo y nuestro subconsciente la construye a nuestro antojo.
–Estado de conciencia alterado (ECA) o Estado voluntario de alteración de conciencia (EVAC):
Este estado es el más complejo y difícil de alcanzar de forma voluntaria.
Se trata de salir del cuerpo físico y deambular con el cuerpo etérico o astral.
Por norma general, este estado se da en salidas naturales involuntarias desde el sueño profundo y lo realizamos todas las noches.
Pero no somos conscientes ni del momento en el que se produce ni tampoco registramos en nuestra memoria absolutamente nada, es como si hubiera una laguna o vacio, no recordamos nunca el momento justo en el que empezamos a soñar.
Pero, en determinadas ocasiones, si podemos ser conscientes de cuando se produce el evento. Y es en esa línea delgada que existe entre la vigilia y el sueño.
Por regla general al atravesar esa línea estamos sin consciencia, nuestro cerebro se ha preparado para entrar en el modo sueño y ha cambiado su frecuencia de funcionamiento.
No registra nada del exterior y es entonces cuando el subconsciente toma el mando de la situación.
Solo si logramos llegar a esa frontera con nuestro consciente activo podremos observar la transición cuasi mágica del cambio de estados.
Esto se puede dar al principio del sueño o inmediatamente después del mismo, osea a la entrada o salida del sueño.
Cuando se entra en el estado de sueño se hace junto a la parálisis del sueño, para evitar que nos movamos y podamos lastimarnos mientras dormimos. Si alguien llega a esta frontera intermedia se encontrará, irremediablemente, paralizado por completo, pero con plena consciencia.
Ese es el preciso momento que tenemos que aprovechar para salir al mundo onírico con consciencia, en esa delgada línea se nos abre una puerta de infinitas posibilidades.
Las personas que lo hemos comprobado, literalmente, hemos alucinado de la sensación que da el verse ligero como el aire para desplazarte a antojo sin impedimentos físicos, poder levitar, volar en el mismo escenario donde te has dormido y con plena consciencia de todo lo que hay a tu alrededor.
El salir fortuitamente del cuerpo durante una siesta o cuando duermes por la noche y con plena consciencia lo llamo Estado de conciencia alterado (ECA)
El provocar voluntariamente la salida del cuerpo lo llamo: Estado voluntario de alteración de conciencia (EVAC)
¿Cómo conseguir un EVAC?