Si practicas el silencio, el viaje interior, si te das tiempo para escuchar y crear el espacio para escuchar, serás capaz de oír. Serás capaz de ver los signos y recibir los mensajes que esperas. Al mismo tiempo, desarrollarás el arte de la paciencia. La paciencia y la oportunidad… Todo llega cuando tiene que llegar.
Una vida llega cuando uno puede vivirse sin prisas, no puede ajustarse a un calendario. La vida no tiene final, nunca morimos. Nunca hemos nacido de verdad. Lo que sucede es que pasamos por distintas fases. No existe un final. Los seres humanos tenemos muchas dimensiones, pero el tiempo no es como lo vemos, sino que se compone de lecciones que se van aprendiendo.
Sólo el amor es real.
El amor es una energía de increíble poder y fuerza. Todos estamos hechos de esa energía.
El amor es algo absoluto.
El amor no termina nunca, no se detiene nunca.
La forma más pura es el amor incondicional, el que no espera nada a cambio. Escuchemos nuestras intuiciones y no dejemos que nuestros miedos influyan en los murmullos de nuestro corazón. Vivamos la libertad de amar sin reprimirnos, sin reservas, sin condiciones. No tengamos miedo. Somos inmortales, espíritus eternos, y somos siempre amados.
Todos estamos compuestos por muchos sentimientos, unos son muy satisfactorios pues la felicidad es algo que nos hace ir caminando por el mundo con una sonrisa en el rostro, generalmente ese es el sentimiento que nos gusta compartir con los que nos rodean, pues generalmente, así nos sentimos cuando compartimos experiencias con nuestros seres queridos, amigos, familiares o incluso nuestra pareja. Pero no siempre es así.
La realidad es que tememos a la soledad, nos asusta el pasar tiempo a solas pues pensamos que eso nos llevará a un callejón sin salida en donde solo nos hundiremos más. El hablar de la soledad, generalmente la relacionamos con sentimientos hostiles, tristes y dolorosos.
Muchas veces necesitamos de alguien que siempre esté con nosotros, alguien que nos anime, y con una sonrisa y un abrazo nos haga sentir que todo estará mejor, que todo pasará y que estaremos bien, alguien que nos aliente a saltar la barrera del dolor en donde nos hemos estancado por un tiempo. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones lo único que necesitamos es tiempo con nosotros mismos, es un examen interno, pues nadie nos conoce más que nosotros mismos, y por contradictorio que parezca, aprendiendo a escuchar a la soledad, en el más puro silencio, es lo que nos dará la correcta solución a la situación que estemos pasando.
Solo tú tienes el control de tu entorno, solo tú sabes cuál es el momento idóneo de comenzar nuevamente, nunca es tarde para date cuenta de todo lo que hay en tu interior. Cuando el dolor nos aflige, pensamos que el mundo nos puede comer, pensamos que no podemos con tato y que tarde o temprano nos destruirá.
Pero basta con darte un baño caliente, café dulce con bombones y la luz tenue de una habitación oscura para poder pensar en que es lo que te afecta, que es lo que te hizo sufrir, de esta manera podrás darte cuenta que lo que pensabas que te aplastaba y no te dejaba respirar, en realidad tiene una fácil solución, que en realidad hacíamos una tormenta en un vaso de agua.
La respuesta está en ti,